Crece Conflicto Entre Trump y Poder Judicial

En una inusitada muestra de conflicto entre el poder ejecutivo y el judicial, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, rechazó la petición de iniciar un juicio político a los jueces poco después de que el presidente Donald Trump exigiera la destitución de uno que falló en contra de su plan de deportaciones.

La reprimenda del líder de la Corte Suprema demostró cómo la controversia sobre los recientes vuelos de migrantes venezolanos ha escalado en un choque constitucional entre dos de los hombres más poderosos del país.

“Durante más de dos siglos, se ha establecido que la destitución no es una respuesta apropiada a un desacuerdo sobre una decisión judicial”, afirmó Roberts. “Para ello existe el proceso normal de revisión en apelación”.

La insólita declaración se produjo apenas unas horas después de una publicación en las redes sociales de Trump, quien describió al juez federal de distrito James E. Boasberg como un “alborotador y agitador” no electo. Boasberg había emitido una orden para bloquear los vuelos de deportación que Trump estaba llevando a cabo invocando a las autoridades de tiempos de guerra de una ley del siglo XVIII.

“¡No ganó nada! Gané por muchas razones, por un mandato aplastante, pero la lucha contra la inmigración ilegal puede haber sido la razón número uno de esta victoria histórica”, escribió Trump en su plataforma de redes sociales, Truth Social. “Sólo estoy haciendo lo que los votantes querían que hiciera. Este juez, como muchos de los ‘jueces corruptos’ ante los que me veo obligado a comparecer, ¡¡¡debería ser destituido!!!”.

Aunque Trump ha criticado rutinariamente a los jueces, especialmente cuando limitan sus esfuerzos por expandir el poder presidencial, su última publicación escaló su conflicto con un poder judicial que ha sido uno de los pocos frenos a su agenda agresiva. La destitución por juicio político es un paso raro que generalmente se toma solo en casos de grave conducta ética o criminal.

La relación entre Roberts y Trump ha cambiado a lo largo de los años. Roberts hizo hincapié en la independencia judicial durante el primer mandato de Trump, discrepando con la descripción del presidente de un juez que rechazó su política de asilo de migrantes como un “juez de Obama” en 2018.

Antes de que Trump asumiera su segundo mandato, Roberts advirtió sobre las amenazas al poder judicial y pidió que incluso las decisiones judiciales impopulares fueran respetadas.

El presidente del tribunal también tuvo un papel destacado en una importante decisión el año pasado que afirmaba que los presidentes tienen una amplia inmunidad ante la persecución penal. La decisión ayudó a Trump a evitar uno de sus juicios penales antes de las elecciones que lo llevaron de regreso a la Casa Blanca.

Trump recibió a Roberts calurosamente a principios de este mes, agradeciéndole y diciendo “no lo olvidaré” mientras los jueces asistían a su discurso ante una sesión conjunta del Congreso. El presidente dijo más tarde que estaba agradeciendo a Roberts por haberlo juramentado en el cargo.

La última disputa que involucra al poder judicial surge después de que un tribunal cuestionara su invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Esta ley solo se ha utilizado tres veces antes en la historia de Estados Unidos, todas durante guerras declaradas por el Congreso. Trump emitió una proclamación de que la ley estaba en vigor debido a lo que él afirmó era una invasión por parte de la pandilla venezolana Tren de Aragua. Su gobierno está pagando a El Salvador para encarcelar a supuestos miembros de la pandilla.

Boasberg, quien fue nombrado por el presidente Barack Obama, convocó una audiencia el lunes para discutir lo que llamó “posible desobediencia” a su orden después de que dos vuelos de deportación continuaran hacia El Salvador a pesar de su orden verbal de que regresaran a Estados Unidos.

Los abogados del gobierno de Trump defendieron sus acciones, diciendo que la orden escrita de Boasberg no era explícita, mientras que un abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo: “Creo que estamos muy cerca” de una crisis constitucional.

El Departamento de Justicia también está presionando en los tribunales para que Boasberg sea removido del caso.

La Constitución otorga a la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen una mayoría estrecha, el poder de destituir a un juez con un voto de mayoría simple. Pero, al igual que en un juicio político presidencial, cualquier destitución requiere un voto de dos tercios del Senado.

La última publicación en redes sociales del presidente lo alinea más con aliados como el multimillonario Elon Musk, quien ha hecho demandas similares.

“Lo que estamos viendo es un intento de una rama del gobierno de intimidar a otra rama para que no cumpla con su deber constitucional. Es una amenaza directa a la independencia judicial”, indicó Marin Levy, profesor de la facultad de derecho de la Universidad de Duke, en un correo electrónico.

Solo un día antes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo: “No he oído al presidente hablar sobre destituir jueces”.

Sólo 15 jueces han sido sometidos a juicio político en la historia del país, según el órgano de gobierno de los tribunales estadounidenses, y sólo ocho han sido destituidos.

La última destitución judicial fue en 2010. G. Thomas Porteous Jr. de Nueva Orleans fue destituido por cargos de haber aceptado sobornos y luego mentir al respecto. Fue condenado por el Senado y destituido en diciembre de 2010.

Las peticiones de juicio político a los jueces han ido en aumento a medida que la arrolladora agenda de Trump se enfrenta a la oposición en los tribunales, y al menos dos miembros del Congreso han afirmado por internet que planean presentar mociones de destitución contra Boasberg. Los republicanos de la Cámara de Representantes ya han presentado mociones contra otros dos jueces, Amir Ali y Paul Engelmayer, por las sentencias que han dictado en demandas relacionadas con Trump.

Leavitt es una de los tres funcionarios del gobierno que enfrenta una demanda de The Associated Press por motivos de la Primera y Quinta Enmienda. La AP dice que los tres están castigando a la agencia de noticias por decisiones editoriales a las que se oponen. La Casa Blanca dice que la AP no está siguiendo una orden ejecutiva de referirse al Golfo de México como el Golfo de América.

Trump Continúa Deportando Pese a Orden de Suspender Programa de Juez

El gobierno del presidente Donald Trump envió a cientos de inmigrantes a El Salvador a pesar de la orden de un juez federal que temporalmente prohibía las deportaciones bajo una declaración de guerra del siglo XVIII dirigida a miembros de pandillas venezolanas, indicaron funcionarios el domingo. Los vuelos estaban en el aire al momento de la decisión judicial.

El juez federal de distrito James E. Boasberg emitió una orden el sábado por la noche bloqueando las deportaciones, pero los abogados le informaron que ya había dos aviones con migrantes en el aire: uno con destino a El Salvador y el otro a Honduras. Boasberg ordenó verbalmente que los aviones regresaran, pero aparentemente no lo hicieron y no incluyó la directiva en su orden escrita.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió el domingo en un comunicado a las especulaciones sobre si el gobierno desafiaba las órdenes judiciales: “El gobierno no ‘se negó a cumplir’ con una orden de la corte. La orden, que no tenía un fundamento legal, se emitió después de que los extranjeros terroristas del TdA ya habían sido retirados del territorio de Estados Unidos”.

El acrónimo se refiere a la pandilla Tren de Aragua, a la que Trump apuntó en su inusual proclamación publicada el sábado.

En un documento judicial presentado el domingo, el Departamento de Justicia, que ha apelado la decisión de Boasberg, dijo que no utilizaría la proclama de Trump cuya implementación bloqueó para llevar a cabo más deportaciones si no se revoca su decisión.

Durante su conversación con reporteros la noche del domingo a bordo del avión presidencial, Trump eludió una pregunta sobre si su gobierno había violado la orden del juez.

“No lo sé. Tendrían que preguntarle a los abogados”, subrayó, aunque defendió las deportaciones. “Lo que sí les puedo decir es que estas eran malas personas”.

Al preguntarle sobre invocar poderes presidenciales utilizados para tiempos de guerra, el mandatario respondió: “Son tiempos de guerra”, calificando la llegada de migrantes criminales como “una invasión”.

Los aliados de Trump estaban felices con los resultados.

“Oopsie… Too late”, (Ups, demasiado tarde), escribió en inglés el presidente salvadoreño Nayib Bukele, un aliado del presidente Donald Trump que acordó albergar a unos 300 migrantes durante un año a un costo de 6 millones de dólares en las prisiones de su país, en la red social X, sobre un artículo relacionado con la decisión de Boasberg. Esa publicación fue compartida nuevamente por el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien negoció un acuerdo anterior con Bukele para albergar a migrantes, publicó en la misma red: “Enviamos a más de 250 miembros del Tren de Aragua, que El Salvador ha acordado mantener en sus muy buenas cárceles a un precio justo que también le ahorrará dinero a nuestros contribuyentes”.

Steve Vladeck, profesor de Derecho en la Universidad de Georgetown, dijo que la orden verbal de Boasberg de hacer regresar los aviones no era técnicamente parte de su orden final, pero que el gobierno Trump claramente violó su “espíritu”.

“Esto simplemente hará que los tribunales a partir de ahora sean sumamente específicos en sus instrucciones a fin de no darle margen de error al gobierno”, explicó Vladeck.

Los migrantes fueron deportados tras la proclamación de Trump sobre la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que ha utilizada únicamente tres veces en la historia de Estados Unidos.

La ley, invocada durante la Primera y Segunda Guerra Mundial y la Guerra de 1812, requiere que un presidente declare que Estados Unidos está en guerra, otorgándole poderes extraordinarios para detener o expulsar a extranjeros que de otro modo tendrían protecciones bajo las leyes penales o de inmigración. Se utilizó por última vez para justificar la detención de civiles japoneses-estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.

En un comunicado el domingo, el gobierno de Venezuela rechazó el uso de la proclamación de Trump sobre la ley, destacando que ésta “evoca los episodios más oscuros de la historia de la humanidad, desde la esclavitud hasta el horror de los campos de concentración nazis”.

El Tren de Aragua se originó en una prisión reconocida por su anarquía en el estado central de Aragua y acompañó a un éxodo de millones de venezolanos, la abrumadora mayoría de los cuales buscaba mejores condiciones de vida después que la economía de su nación se desmoronó la década pasada. Trump aprovechó la situación de la pandilla durante su campaña para describir escenas engañosas de comunidades que él afirmaba estaban “tomadas” por lo que en realidad eran un puñado de infractores.

El gobierno de Trump no ha revelado el nombre de los migrantes deportados ni ha proporcionado evidencia de que, de hecho, sean miembros del Tren de Aragua o que hayan cometido algún delito en Estados Unidos. También envió a dos cabecillas de la pandilla salvadoreña MS-13 a El Salvador, que fueron arrestados en Estados Unidos.

Un video publicado por el gobierno de El Salvador el domingo mostró a hombres saliendo de aviones en una pista de aeropuerto rodeada de policías con equipo antimotines. Los hombres, esposados y con grilletes en los tobillos, tenían problemas para caminar mientras los agentes les empujaban la cabeza hacia abajo para que se doblaran hasta la cintura.

El video también mostró a los hombres siendo trasladados a prisión en un gran convoy de autobuses custodiados por vehículos policiales y militares, y al menos un helicóptero. Se mostró a los hombres arrodillados en el suelo al tiempo que les afeitaban la cabeza antes de ponerse el uniforme completamente blanco de la prisión —pantalones cortos hasta la rodilla, camiseta, calcetines y calzado de goma— y luego fueron metidos a las celdas.

Los inmigrantes fueron llevados a la notoria instalación CECOT, el centro de la iniciativa de Bukele para pacificar su país, que alguna vez estuvo plagado de violencia, a través de duras medidas policiales y límites a los derechos básicos.

El gobierno de Trump informó que el presidente había firmado la noche del viernes la proclamación afirmando que el Tren de Aragua estaba invadiendo Estados Unidos, pero no lo anunció hasta la tarde del sábado. Abogados de inmigración dijeron que la noche del viernes notaron que venezolanos que de otro modo no podrían ser deportados bajo la ley de inmigración estaban siendo trasladados a Texas para vuelos de deportación. Comenzaron a presentar demandas para detener los traslados.

“Básicamente, cualquier ciudadano venezolano en Estados Unidos puede ser expulsado bajo el pretexto de pertenecer al Tren de Aragua, sin posibilidad de defensa”, advirtió en la red social X Adam Isacson de la Oficina de Washington para América Latina, un grupo defensor de derechos humanos.

El litigio que causó la suspensión de las deportaciones fue presentado en nombre de cinco venezolanos detenidos en Texas que, según los abogados, estaban preocupados por ser acusados falsamente de ser miembros de la pandilla. Una vez que se invoca la ley, advirtieron, Trump podría simplemente declarar a cualquiera como miembro del Tren de Aragua y expulsarlo del país.

Boasberg prohibió las deportaciones de esos venezolanos el sábado por la mañana cuando se presentó la demanda, pero amplió la prohibición para todas las personas bajo custodia federal que podrían ser objeto de la ley hasta su audiencia de la tarde. Resaltó que la ley nunca se había utilizado antes fuera de una guerra declarada por el Congreso y que los demandantes podrían argumentar con éxito que, con su invocación, Trump excedió su autoridad legal.

La prohibición de deportaciones se mantiene vigente por hasta 14 días y los migrantes permanecerán bajo custodia federal durante ese tiempo. Boasberg programó una audiencia para el viernes para escuchar argumentos adicionales en el caso.

Dijo que tuvo que actuar porque los migrantes cuyas deportaciones podrían violar realmente la Constitución merecían la oportunidad de que la corte escuchara sus argumentos.

“Una vez que estén fuera del país no hay mucho que pueda hacer”, señaló Boasberg.

Juez Rechaza Inmunidad a Trump

El magistrado Juan Merchan determinó que el líder republicano no puede acogerse a la protección legal otorgada por el Tribunal Supremo a presidentes y expresidentes de EEUU, ya que esta solo aplica a acciones realizadas mientras ocupaban el cargo

El juez Juan Merchan negó este lunes la inmunidad judicial al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por el caso de Nueva York en el que fue declarado culpable de falsificar registros comerciales para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels.

Merchan desestimó en un escrito que Trump pueda acogerse a la inmunidad judicial que el Tribunal Supremo otorgó a los presidentes y ex presidentes del país en un fallo del pasado verano.

El juez detalló que el fallo del Supremo solo otorga inmunidad a los ex presidentes por “actos oficiales” llevados a cabo cuando estaban en el cargo, de manera que no puede aplicarse en el caso por el que fue juzgado en Nueva York.

“Las pruebas relacionadas con las reclamaciones preservadas se relacionan enteramente con conducta no oficial y, por tanto, no reciben protección de inmunidad”, aseguró Merchan en su fallo.

“Si hubo un error en la introducción de la prueba impugnada, dicho error fue inofensivo a la luz de la abrumadora evidencia de culpabilidad”, agregó según el diario estadounidense The Hill.

Svetlana Dali, la polizón de Delta Air Lines, fue arrestada nuevamente al intentar huir de Estados Unidos

Sin embargo, Merchan no se pronunció sobre otra moción presentada por la defensa de Trump que pide desestimar su condena por el hecho de haber sido elegido presidente en las elecciones del pasado 5 de noviembre.

Tras la victoria electoral del republicano, Merchan pospuso indefinidamente la sentencia, que está pendiente desde que un jurado lo condenó en mayo por la falsificación de registros comerciales para silenciar, durante la campaña electoral de 2016, una supuesta aventura pasada con la actriz porno Stormy Daniels.

Este es el único caso penal por el que Trump ha sido condenado. Gracias a su victoria electoral, el republicano se ha librado de dos causas federales en su contra, la del asalto al Capitolio y la de los documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca, puesto que el fiscal especial Jack Smith decidió cerrar las acusaciones.

El fallo de este lunes plantea la posibilidad de que Trump se convierta en el primer presidente en llegar a la Casa Blanca con una condena vigente, a la espera de una apelación al veredicto del jurado.

Reacciones

Steven Cheung, portavoz de Trump, criticó la decisión y la calificó como “una violación directa del fallo de inmunidad de la Corte Suprema”, al tiempo que exigió la anulación inmediata del caso. Por su parte, la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, se abstuvo de comentar.

A pesar de este revés, Trump tiene la opción de apelar el fallo ante cortes superiores de Nueva York y, en última instancia, ante la Corte Suprema. Con una mayoría conservadora de 6 a 3, incluyendo tres jueces nombrados por él, el tribunal podría ofrecer un terreno más favorable para sus argumentos.

La inmunidad presidencial no es la única vía que Trump ha intentado para invalidar su condena. Sus abogados también han citado una ley de 1963 que prioriza una transición presidencial sin obstáculos, además de una política del Departamento de Justicia que prohíbe procesar penalmente a un presidente en funciones.

No obstante, los fiscales han propuesto una alternativa: congelar el caso durante los cuatro años de una posible presidencia de Trump, posponiendo indefinidamente su sentencia. Rechazaron, además, cualquier intento de invalidar el veredicto del jurado, calificándolo de “remedio extremo” que eliminaría la responsabilidad penal de Trump.

“La suspensión temporal del caso es una solución más apropiada que la anulación del veredicto y la eliminación de su responsabilidad por los delitos que un jurado encontró probados más allá de toda duda razonable”, argumentaron los fiscales en documentos recientes.

Juez de Apelaciones Niega Suspender Multa a Trump

El juez Singh accedió a algunas de las solicitudes de Trump, incluida la suspensión de una prohibición de tres años que le impedía solicitar préstamos a bancos de Nueva York, lo que podría ayudarle a conseguir la fianza necesaria.

Donald Trump apeló su sentencia de $454 millones en el caso por fraude civil de Nueva York, impugnando la conclusión de un juez de que el expresidente mintió sobre su riqueza mientras hacía crecer el imperio inmobiliario que lo lanzó al estrellato y a la presidencia.
Lo que debes saber

Un juez de apelaciones de Nueva York se negó el miércoles a detener el cobro de la multa por fraude civil de $454 millones impuesta a Donald Trump mientras apela, rechazando la solicitud del expresidente de que se le permita pagar una fianza que cubra solo una fracción de lo que debe.

El juez Anil Singh, del tribunal de apelaciones de nivel medio del estado, dictaminó que Trump debe pagar una fianza que cubra el monto total para detener la ejecución de la sentencia. Singh accedió a algunas de las solicitudes de Trump, incluida la suspensión de una prohibición de tres años que le impedía solicitar préstamos a bancos de Nueva York, lo que podría ayudarle a conseguir la fianza necesaria.

Los abogados de Trump dijeron a la corte de apelaciones el miércoles temprano que Trump estaba dispuesto a pagar una fianza de $100 millones, argumentando que la prohibición de préstamos en el veredicto del 16 de febrero le hacía imposible obtener una fianza por el monto total.

Un juez de apelaciones de Nueva York se negó el miércoles a detener el cobro de la multa por fraude civil de $454 millones impuesta a Donald Trump mientras apela, rechazando la solicitud del expresidente de que se le permita pagar una fianza que cubra solo una fracción de lo que debe.

El juez Anil Singh, del tribunal de apelaciones de nivel medio del estado, dictaminó que Trump debe pagar una fianza que cubra el monto total para detener la ejecución de la sentencia. Singh accedió a algunas de las solicitudes de Trump, incluida la suspensión de una prohibición de tres años que le impedía solicitar préstamos a bancos de Nueva York, lo que podría ayudarle a conseguir la fianza necesaria.

Los abogados de Trump dijeron a la corte de apelaciones el miércoles temprano que Trump estaba dispuesto a pagar una fianza de $100 millones, argumentando que la prohibición de préstamos en el veredicto del 16 de febrero le hacía imposible obtener una fianza por el monto total.

Los abogados de Trump plantearon la oferta de bonos más pequeña en documentos judiciales mientras buscaban una orden del tribunal de apelaciones que impidiera a la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, hacer cumplir la sentencia mientras se desarrolla su apelación. Singh dictaminó que Trump debe publicar el monto total, lo que pausaría la recaudación automáticamente.

En total, el favorito para la presidencia republicana y sus coacusados deben más de $465 millones al Estado. Tienen hasta el 25 de marzo para conseguir una suspensión, un mecanismo legal que suspenda el cobro mientras él apela, o se verán obligados a pagar la multa monetaria o correrán el riesgo de que se les embarguen algunos de sus activos.

“El monto exorbitante y punitivo de la sentencia, junto con una prohibición general ilegal e inconstitucional de las transacciones crediticias, haría imposible asegurar y pagar una fianza completa”, escribieron en su solicitud los abogados de Trump, Clifford Robert, Alina Habba y Michael Farina.

La oficina de James se opuso al plan de Trump, diciendo que sus abogados casi han admitido que tiene “activos líquidos insuficientes para satisfacer la sentencia”.

«Estas son precisamente las circunstancias para las cuales es necesaria una fianza o depósito completo», escribió el fiscal general adjunto Dennis Fan, diciendo que la oferta de Trump dejaría a la oficina de James y al estado «con déficits sustanciales» si se confirma el veredicto.

«La demandante que prevalece tiene derecho a que se le asegure su indemnización, y los demandados nunca han demostrado que los activos líquidos del señor Trump pudieran satisfacer el monto total de la sentencia», escribió Fan.

James, una demócrata, ha dicho que buscará embargar algunos de los activos de Trump si no puede pagar la sentencia.

El juez Arthur Engoron determinó que Trump, su empresa y altos ejecutivos, incluidos sus hijos Eric y Donald Trump Jr., conspiraron durante años para engañar a bancos y aseguradoras inflando su riqueza en estados financieros utilizados para garantizar préstamos y cerrar acuerdos.

Entre otras sanciones, el juez impuso limitaciones estrictas a la capacidad de la empresa de Trump, la Organización Trump, para hacer negocios. La documentación para oficializar la sentencia se presentó el 23 de febrero. Eso inició un período de 30 días para que Trump pagara o presentara una apelación y solicitara una suspensión.

También el miércoles, se encontró polvo blanco en un sobre dirigido a Engoron en su juzgado de Manhattan. Las autoridades dijeron que las pruebas preliminares mostraron que el resultado fue negativo para sustancias peligrosas y no se reportaron heridos.

En enero, horas antes de los alegatos finales del caso, las autoridades también respondieron a una amenaza de bomba en la casa del juez. Las cámaras de Engoron han informado de cientos de llamadas, correos electrónicos, cartas y paquetes de acoso y amenazas desde el inicio del juicio de Trump en octubre.

Trump presentó su apelación el lunes. Sus abogados están pidiendo a la División de Apelaciones del tribunal de primera instancia del estado que decida si Engoron “cometió errores de derecho y/o de hecho” y si abusó de su discreción o “actuó en exceso” de su jurisdicción.

Trump no estaba obligado a pagar su multa ni a pagar una fianza para poder apelar, y presentar la apelación no detuvo automáticamente la ejecución de la sentencia.

Trump recibiría una suspensión automática si aportara dinero, activos o una fianza de apelación que cubra lo que debe. También tenía la opción, que ahora ejerce, de solicitar al tribunal de apelaciones que le conceda un aplazamiento con fianza por un monto menor.

Los abogados de Trump argumentaron que los vastos activos inmobiliarios de Trump y la supervisión exigida por el fallo de Engoron, incluida la supervisión de su empresa por parte de un monitor independiente, «serían por sí solos suficientes para asegurar adecuadamente cualquier sentencia confirmada».

El bono de $100 millones, dijeron, “simplemente serviría como garantía adicional”.

Trump sostiene que vale varios miles de millones de dólares y testificó el año pasado que tenía alrededor de $400 millones en efectivo, además de propiedades y otras inversiones.

En total, Trump tiene al menos $543.4 millones en responsabilidades legales personales derivadas del fallo de Engoron y otras dos sentencias de tribunales civiles en el último año.

En enero, un jurado ordenó a Trump pagar $83.3 millones a la escritora E. Jean Carroll por difamarla después de que ella lo acusara en 2019 de agredirla sexualmente en unos grandes almacenes de Manhattan en la década de 1990. Esto se suma a los $5 millones que un jurado le otorgó a Carroll en un juicio relacionado el año pasado.

Texas Recibe Amparo Para Parar Corte de Alamabre de Púas en Frontera

Una jueza federal concedió este lunes la petición de Texas para impedir temporalmente que el Gobierno de Biden retire el alambre de púas en la frontera entre EE.UU. y México, a la espera de una audiencia preliminar.

Sin embargo, esta victoria temporal para Texas ––que establece que el Gobierno federal no podrá retirar, desmontar, degradar o manipular el alambre de púas–– tiene una excepción: podrá retirarse en el caso de una «emergencia médica que muy probablemente resulte en lesiones corporales graves o la muerte de una persona», según la orden que emitió la juez de distrito de EE.UU. Alia Moses.

La demanda, presentada en el Distrito Oeste de Texas, es el capítulo más reciente de la saga legal que protagonizan el estado y la administración de Biden por la seguridad fronteriza, justo en medio una oleada de migrantes que está poniendo a prueba los recursos locales y federales.

Entre los demandados figuran el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), su secretario Alejandro Mayorkas, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés), su comisionado interino Troy Miller, la Patrulla Fronteriza de EE.UU., su jefe Jason Owens y el agente jefe interino del Sector Del Río de la USBP, Juan Bernal.

El martes pasado, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, demandó al gobierno de Biden bajo el argumento de que los agentes federales estaban destruyendo propiedades estatales al cortar el alambre de púas en la zona de Eagle Pass, Texas, con la intención de permitir la entrada de migrantes a Estados Unidos. El viernes, Paxton notificó al tribunal que el gobierno federal estaba utilizando maquinaria, como una montacargas, para desmantelar la barrera fronteriza instalada por Texas y pidió a la corte que obligara temporalmente al gobierno federal a detenerse.

«Texas solicita una orden de restricción temporal con el fin de ‘preservar el statu quo y evitar [el] daño irreparable’ que se producirá si se permite que los demandados continúen cortando, destruyendo o dañando de otro modo la valla de alambre de púas del demandante», escribió Texas en la presentación judicial de la semana pasada.

La semana pasada, un portavoz del DHS dijo que no podían hacer comentarios sobre litigios pendientes, pero «en términos generales», añadió, «los agentes de la Patrulla Fronteriza tienen la responsabilidad bajo la ley federal de tomar a aquellos que han cruzado a suelo estadounidense sin autorización en custodia para su procesamiento, así como actuar cuando hay condiciones que ponen en riesgo a nuestra fuerza de trabajo o a los migrantes».

El 7 de noviembre está programada una audiencia preliminar de medidas cautelares y la orden de restricción temporal expira el 13 de noviembre, a menos que sea prorrogada por el tribunal, según la orden de la jueza.

Juez federal bloquea la política de asilo de Biden

La Casa Blanca sufre un nuevo revés con la decisión de un juez de bloquear la polémica política de asilo de Biden, con la que se esperaba controlar los cruces fronterizos.

Un juez federal bloqueó este martes la política de asilo del presidente Joe Biden, dándole un duro golpe a la Administración que se ha apoyado en la medida para reducir los cruces fronterizos y contener la crisis migratoria en la frontera con México.

La orden del juez de distrito del Distrito Norte de California, Jon Tigar, elimina una herramienta clave de aplicación establecida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tras la expiración la noche del 11 de mayo de los controles por COVID-19. La regla conocida como Título 42 permitió a Estados Unidos durante la pandemia evitar la entrada de extrajeros y propagar el coronavirus, pero simultáneamente expulsar a más de 2.5 millones de extranjeros a partir de principios de 2020, la mayoría de ellos con la intencion de pedir asilo tras huir de sus países.

El juez Tigar suspendió el efecto de la sentencia por 14 días para una posible apelación por parte del gobierno a través del Departamento de Justicia.

De qué se trata la regla de asilo de Biden

La nueva regla de asilo del gobierno de Biden impuso severas limitaciones a los inmigrantes que buscan asilo. Pero incluye espacio para ciertas excepciones y no se aplica a los niños que viajaban solos, conocidos como Menores No Acompañados, quienes son procesados bajo las protecciones del Acuerdo Judicial Flores de 1997.

La administración considera la regla parte clave de su estrategia para lograr un equilibrio entre la aplicación estricta de las leyes de inmigración en la frontera y garantizar varias vías legales y ordenadas para que los migrantes presenten solicitudes de asilo válidas. La norma fue una respuesta a la inestabilidad política y económica que generó un éxodo de migrantes de países como Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, Haití, Nicaragua, Perú y Venezuela.

Al anunciar la nueva regla, una parte en enero y otra en abril, el gobierno de Biden enfatizó la compleja dinámica en juego cuando se trata de inmigración que en un momento consistía principalmente en adultos de México que buscaban venir a Estados Unidos fácilmente y luego podrían regresar a casa. Ahora los inmigrantes vienen de todo el hemisferio occidental e incluso más allá.

Los críticos de las medidas han argumentado que la regla es esencialmente una versión más nueva de los esfuerzos que llevó a cabo el expresidente Donald Trump para limitar el asilo en la frontera sur y que fueron implementadas bajo la política migratoria conocida como ‘tolerancia cero’.

Las organizaciones que demandaron

La demanda contra la política migratoria de Biden fue presentada, entre otros, por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la ACLU del Norte de California, el Centro de Estudios de Género y Refugiados y el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes quienes el 11 de mayo presentaron un recurso de impugnación a finales del jueves ante la Corte de Distrito del Distrito Norte de California, poco antes de expiración de la regla de seguridad sanitaria conocida como Título 42.

ACLU dijo en esa ocasión que que el desafío legal se presentó “rápidamente después de la presentación de la nueva política”. Los demandantes alegaron que la nueva regla final “es una prohibición que imita en gran medida dos políticas de la era Trump, conocidas como prohibiciones de «entrada» y «tránsito», que fueron bloqueadas por los tribunales de justicia”.

Los demandantes explicaron además que la regla final de Biden vigente desde las primeras horas del 12 de mayo en la frontera sur, “prohíbe el asilo para todas las personas en la frontera que transitaron por otro país en ruta a los Estados Unidos (es decir, personas de otros países que no sean México), excepto para aquellos que pueden obtener una cita escasa para presentarse en un puerto fronterizo a través de una visa o autorización por medio de una aplicación móvil”.

La aplicación móvil se trata de CBP One, activada por el gobierno el 5 de enero y que en los primeros meses operó de manera deficiente y solo por espacio de una hora diaria. Luego la herramienta comenzó a funcionar durante 23 horas diarias otorgando 1,000 citas por día, según la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP). Recientemente el cupo fue extendiudo a 1,450 diarios.

Las nuevas regulaciones de asilo dictadas por el gobierno de Biden también permiten la llegada de extranjeros en busca de asilo que hayan primero buscado asilo en un tercer país (regla del 3er país seguro) y se lo negaron o aquellos que pueden demostrar que califican para una de algunas otras excepciones “extremadamente limitadas”.

Demandantes celebran victoria

Tras la emisión del fallo este martes, los demandantes aplaudieron la sentencia, aunque esta entrará en vigor dentro de 14 días. Los abogados de los grupos comparecieron ante el tribunal el 19 de julio por los argumentos de su demanda y el juez Tigar escuchó los alegatos.

“El fallo es una victoria, pero cada día que la administración Biden prolonga la lucha por su prohibición ilegal, muchas personas que huyen de la persecución y buscan un puerto seguro para sus familias quedan en grave peligro”, dijo Katrina Eiland, subdirectora del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, quien argumentó el caso. “La promesa de Estados Unidos es servir como un faro de libertad y esperanza, y la administración puede y debe hacer mejor para cumplir esta promesa, en lugar de perpetuar políticas crueles e ineficaces que la traicionan”, indicó.

A su vez, Melissa Crow, directora de litigios del Centro de Estudios de Género y Refugiados, dijo que “la corte lo hizo bien. La prohibición de asilo del presidente Biden viola nuestras leyes y se burla de nuestro sistema de asilo. La semana pasada, el gobierno admitió que, según la prohibición, a las personas con reclamos legales meritorios se les puede prohibir el asilo y ser deportadas a países donde enfrentan daños graves».

Crow dijo además que «para ellos, ese es un precio aceptable a pagar por la ilusión de la gestión de fronteras. Pero están infringiendo la ley, sembrando el caos y poniendo en peligro a las personas vulnerables. Instamos a la administración a que deje de defender esta política ilegal y, en cambio, tome medidas inmediatas para establecer un proceso justo y humano que defienda los derechos de todas las personas que buscan refugio en las puertas de nuestra nación”.

Por su parte, Keren Zwick, directora de litigios del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, dijo que la sentencia de la corte «es bienvenida y esperada, ya que la nueva política simplemente reiteró reglas anteriores que restringían el acceso al asilo por motivos similares, que las cortes ya rechazaron».

«Las leyes de Estados Unidos protegen los derechos de las personas que huyen de la persecución para venir a este país y buscar asilo, y punto. Alentamos a la administración de Biden a que ahora dirija sus recursos para defender ese derecho, en lugar de luchar para continuar con esta prohibición de asilo ilegal e inhumana”, indicó.

Juez Limita a Casa Blanca Moderar Contenido de Redes

El juez de distrito de EEUU Terry Doughty de Louisiana otorgó la orden judicial en respuesta a una demanda de 2022 presentada por los fiscales generales en Louisiana y Missouri. Su demanda alegó que el gobierno federal se excedió al convencer a las empresas de redes sociales para que aborden las publicaciones que podrían generar dudas sobre las vacunas durante la pandemia de covid-19.

Un juez prohibió el martes a varias agencias federales y funcionarios de la administración de Biden que se reúnan y comuniquen con compañías de redes sociales sobre el «discurso protegido», una decisión calificada como «un golpe a la censura» por uno de los funcionarios republicanos cuya demanda provocó el fallo.

El juez de distrito de EEUU Terry Doughty de Louisiana otorgó la orden judicial en respuesta a una demanda de 2022 presentada por los fiscales generales en Louisiana y Missouri. Su demanda alegó que el gobierno federal se excedió en sus esfuerzos por convencer a las empresas de redes sociales para que aborden las publicaciones que podrían generar dudas sobre las vacunas durante la pandemia de covid-19 o afectar las elecciones.

Doughty citó «evidencia sustancial» de una campaña de censura de gran alcance. Escribió que la “evidencia producida hasta ahora representa un escenario casi distópico. Durante la pandemia de covid-19, un periodo quizás mejor caracterizado por la duda y la incertidumbre generalizadas, el gobierno de los Estados Unidos parece haber asumido un papel similar al de un ‘Ministerio de la Verdad’ orwelliano”.

La medida podría deshacer años de esfuerzos para mejorar la coordinación entre el gobierno y las empresas de redes sociales. Durante más de una década, el gobierno federal ha intentado trabajar con estas empresas para abordar la actividad delictiva, incluidas las imágenes de abuso sexual infantil y el terrorismo.

El senador federal republicano Eric Schmitt, quien era el fiscal general de Missouri cuando se presentó la demanda, dijo en Twitter que el fallo fue “una gran victoria para la Primera Enmienda y un golpe a la censura”.

El fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, dijo que la orden judicial impide que la administración “censure el discurso político central de los estadounidenses comunes” en las redes sociales.

“La evidencia en nuestro caso es impactante y ofensiva con altos funcionarios federales que deciden que pueden dictar lo que los estadounidenses pueden y no pueden decir en Facebook, Twitter, YouTube y otras plataformas sobre covid-19, elecciones, críticas al gobierno y más. «, dijo Landry en un comunicado.

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El Departamento de Justicia está revisando la orden judicial “y evaluará sus opciones en este caso”, dijo un funcionario de la Casa Blanca que no estaba autorizado a discutir el caso públicamente y habló bajo condición de anonimato.

“Esta administración ha promovido acciones responsables para proteger la salud pública y la seguridad frente a desafíos como una pandemia mortal y ataques extranjeros a nuestras elecciones”, dijo el funcionario.

“Nuestra opinión constante sigue siendo que las plataformas de redes sociales tienen la responsabilidad crítica de tener en cuenta los efectos que sus plataformas tienen en el pueblo estadounidense, pero toman decisiones independientes sobre la información que presentan”.

El fallo enumeró varias agencias gubernamentales, incluido el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el FBI, a las que la orden judicial les prohíbe mantener conversaciones con empresas de redes sociales destinadas a “fomentar, presionar o inducir de cualquier manera la eliminación, eliminación, supresión, o reducción de contenido que contenga libertad de expresión protegida”.

La orden menciona por nombre a varios funcionarios, incluido el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y otros.

Doughty permitió varias excepciones, como informar a las empresas de redes sociales sobre publicaciones que involucran actividades delictivas y conspiraciones; así como notificar a las empresas de redes sociales sobre las amenazas a la seguridad nacional y otras amenazas publicadas en las plataformas.

Los demandantes también incluyeron individuos, entre los que se encuentra el conservador propietario del sitio web Jim Hoft. La demanda acusaba a la administración de utilizar la posibilidad de una acción regulatoria favorable o desfavorable para obligar a las plataformas de redes sociales a silenciar lo que consideraba información errónea sobre máscaras y vacunas durante la pandemia de covid-19. También abordó otros temas, incluidas afirmaciones sobre la integridad de las elecciones y noticias sobre material en una computadora portátil propiedad de Hunter Biden, el hijo del presidente.

Los abogados de la administración dijeron que el gobierno dejó que las empresas de redes sociales decidieran qué constituía información errónea y cómo combatirla. En un escrito, compararon la demanda con un intento de poner una orden legal de mordaza en el gobierno federal y “suprimir el discurso de los funcionarios del gobierno federal con el pretexto de proteger los derechos de expresión de los demás”.

“La medida cautelar propuesta por los demandantes obstaculizaría significativamente la capacidad del gobierno federal para combatir campañas de influencia maligna extranjera, enjuiciar delitos, proteger la seguridad nacional y brindar información precisa al público sobre asuntos de grave interés público, como la atención médica y la integridad electoral”, dijo el dice la administración en una presentación judicial del 3 de mayo.

Texas Reanuda Pelea Contra DACA

El estado de Texas volverá a los tribunales federales el jueves en su último esfuerzo por desmantelar las protecciones legales para decenas de miles de inmigrantes indocumentados que llaman a Texas su hogar.

En juego está el futuro del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA en inglés, que permite a los solicitantes calificados que fueron traídos a los EE.UU. como niños antes de los 16 años recibir un permiso de trabajo renovable cada dos años y un indulto frente a la deportación.

A finales de 2022, había más de 95,000 beneficiarios de DACA en Texas, el segundo total más alto detrás de los 165,000 de California. Hay más de 580,000 beneficiarios en el país, según las estadísticas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

La audiencia del jueves es la última de un esfuerzo de un año para poner fin al programa con el argumento de Texas de que la política, que comenzó en 2012 bajo el ex presidente Obama, se puso en marcha ilegalmente. La lucha inicial llevó a la Corte Suprema de Estados Unidos a dictaminar en 2020 que la administración Trump no puso fin al programa de acuerdo con el procedimiento federal. Pero esa decisión no abordó la legalidad del programa.

El juez federal de distrito Andrew Hanen, quien escucha los argumentos del jueves, había dictaminado previamente que el gobierno de Obama no implementó DACA de acuerdo con la ley federal. El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito estuvo de acuerdo, pero el programa se ha mantenido para los actuales beneficiarios, aunque las nuevas solicitudes han quedado en suspenso a la espera de una decisión definitiva.

La administración Biden finalizó el año pasado una norma que reforzaría las protecciones de DACA para sus beneficiarios. El tribunal de apelaciones devolvió el caso a Hanen para determinar la legalidad de la norma de Biden, pero la oficina del fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha continuado su esfuerzo para poner fin al programa mientras se define esa decisión. La oficina de Paxton ha pedido a Hanen que conceda un juicio sumario y declare ilegales la norma y el programa.

Durante una conferencia telefónica con periodistas el martes, Nina Perales, vicepresidenta de litigios del Fondo México-Americano para la Defensa Legal y la Educación, o MALDEF por sus siglas en inglés, dijo que el enfoque de la audiencia del jueves gira en torno a dos cuestiones principales. MALDEF está argumentando el caso en nombre de los beneficiarios de DACA.

«Estaremos argumentando ante el juez Hanen que ni Texas ni ninguno de los otros estados que desafían DACA tienen derecho a demandar, lo que significa que no han identificado ningún perjuicio que les llegue como resultado de que los beneficiarios de DACA vivan en sus estados», dijo. «Eso significa que no pueden venir a la corte y presentar un caso porque tienes que tener legitimación para poder demandar».

El otro argumento es que DACA es legal de acuerdo con la ley actual ya que los fiscales federales han utilizado lo que se conoce como discreción del fiscal durante años. La discreción del fiscal es una práctica utilizada por los fiscales, en este caso los fiscales federales, para determinar qué casos deben ser priorizados y perseguidos.

«DACA es consistente con las muchas políticas del gobierno de Estados Unidos en el pasado bajo diferentes presidentes», dijo Perales. «Y con el tiempo, DACA simplemente permite al gobierno federal decidir con respecto a un individuo en particular sobre el que el gobierno va a ejercer la discreción procesal. El gobierno va a optar por aplazar la acción sobre ese individuo. Por eso se llama acción diferida».

También hay otra nota importante que hacer sobre los procedimientos del jueves. Paxton fue suspendido de sus funciones oficiales después de que la Cámara de Representantes de Texas votara abrumadoramente el sábado a favor de someterlo a juicio político por considerar que abusó de su cargo y cometió soborno -entre otros presuntos delitos- para beneficiar a un donante.

El miércoles por la tarde, el gobernador Greg Abbott nombró al exsecretario de Estado de Texas John Scott como fiscal general interino. Pero no está claro qué papel directo desempeñará, si es que desempeña alguno, en el litigio en curso. La oficina del fiscal general de Texas no respondió a una solicitud de comentarios sobre cómo afectará la destitución al caso del estado el jueves.

Durante la conferencia de prensa, el consejero general de MALDEF, Thomas Saenz, dijo que no podía predecir lo que la destitución y suspensión de Paxton significará para el caso del estado. Pero no predijo un cambio significativo de la posición que Texas ha tomado.

«Gran parte del liderazgo de Texas, desde el gobernador hacia abajo, se ha involucrado en una retórica anti-inmigrante en los últimos tiempos que parece poco probable que haya un cambio de postura de cualquier importancia en este caso, a pesar de la destitución histórica», dijo Sáenz.

No está claro con qué rapidez se pronunciará Hanen, pero Perales dijo que no anticipaba una decisión inmediata después de los argumentos del jueves.

Juez Bloquea Expulsion de Migrantes por Salud

El juez Emmet Sullivan encontró que la orden del Título 42 es “arbitraria y caprichosa». El fallo se deriva de una demanda presentada por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), que ha argumentado que la normativa de la era Trump pone en peligro a los inmigrantes y viola la ley de asilo de EEUU.

Un juez federal bloqueó este martes el llamado Título 42, una regla que permite a las autoridades de EEUU expulsar a México a migrantes por razones de salud pública.

El juez Emmet Sullivan encontró que la orden del Título 42 es “arbitraria y caprichosa en violación de la Ley de Procedimiento Administrativo”.

La decisión, que entra en vigencia de forma inmediata, plantea un desafío de logística para la administración de Biden.

El fallo del martes se deriva de una demanda presentada por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), que ha argumentado que el Título 42 pone en peligro a los inmigrantes y viola la ley de asilo de EEUU, que señala que los migrantes en suelo estadounidense, incluidos aquellos que cruzan la frontera ilegalmente, pueden solicitar protección humanitaria.

La regla fue activada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) durante la pandemia de covid-19 y permitió la expulsión de más de un millón de migrantes que cruzaron la frontera sur.

Fue emitida por primera vez por la administración de Donald Trump y se basa en una ley de finales del siglo XIX diseñada para detener la «introducción» de enfermedades contagiosas al país. Los migrantes procesados bajo el Título 42 no pueden solicitar asilo estadounidense y, en cambio, son expulsados sumariamente del país.

La administración de Biden anunció en abril pasado la terminación del Título 42, citando la mejora de las condiciones de la pandemia. Pero la demanda de una coalición de estados liderados por republicanos convenció a un juez federal en Louisiana para que detuviera la terminación.

Aunque el gobierno apeló ese fallo, la administración de Biden ha seguido utilizando esta herramienta como política de gestión fronteriza en medio de cifras récord de detenciones de inmigrantes a lo largo de la frontera sur.

Durante más de dos años, México solo permitía que fueran deportados a su territorio migrantes mexicanos y centroamericanos. Sin embargo, en el mes de octubre, México anunció que aceptaría las expulsiones de venezolanos.

Los agentes federales realizaron más de 230,600 arrestos solo en octubre en la frontera entre Estados Unidos y México y expulsaron a más de 78,400 sin darles la oportunidad de defender sus casos.

Los funcionarios estadounidenses han llevado a cabo más de 2.4 millones de expulsiones, principalmente desde la frontera sur, desde que la administración anterior emitió la orden en marzo de 2020. La mayoría de las expulsiones han sido bajo el presidente Biden porque la cantidad de inmigrantes que llegan se ha disparado.

Jueza de Texas declara inconstitucional la Operación Lone Star contra inmigrantes

Fiscal de Texas anuncia apelación y califica el fallo como «ridículo».

La magistrada de Austin dice que viola la constitución de Estados Unidos.

La decisión de una jueza del área de Austin de declarar inconstitucional la operación Lone Star, impulsada por el gobernador Greg Abbott y que permite la detención de inmigrantes bajo el delito de invasión a propiedad, creó una nueva polémica aupada por el fiscal de Texas, Ken Paxton.

Este calificó la decisión de la jueza Jan Soifer como “ridícula” y dijo que Texas “tiene el derecho de defender sus fronteras si el gobierno federal se rehúsa”.

Paxton anunció que apelará la decisión de la magistrada Soifer, quien en su fallo dijo que detener a inmigrantes bajo esta premisa viola los términos de la Constitución de Estados Unidos, que señala que esta tiene prevalencia sobre las constituciones estatales.

El gobierno del presidente Biden ha establecido que la prioridad en la detención de inmigrantes es la de aquellas personas con antecedentes criminales, contrario a lo que viene haciendo Abbot en Texas cuya orden es arrestar a cualquier persona que cruce la frontera ilegalmente.

Soifer emitió su opinión tras una demanda presentada por un ciudadano ecuatoriano, Jesús Guzmán Curipoma, quien fue arrestado bajo el cargo de invasión a propiedad privada tras cruzar la frontera en septiembre pasado.

Bajo este mismo cargo han sido detenidos cientos de inmigrantes, lo cual da pie a que ellos también se vean beneficiados con el fallo de la jueza.

Abbott lanzó Operation Lone Star en marzo del año pasado.