Trump Asegura que México le Tiene Miedo a Cárteles

Trump aseguró que Claudia Sheinbaum rechazó la ayuda militar de EEUU por miedo a los cárteles mexicanos

El presidente estadounidense afirmó que sería un “honor” enviar tropas para apoyar a México en la lucha contra los grupos criminales en su territorio, si el gobierno azteca acepta la asistencia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, rechazó su propuesta de enviar tropas estadounidenses para apoyar en la lucha contra el narcotráfico, debido a su temor a los poderosos cárteles de droga que operan en México.

Según Trump, Sheinbaum “tiene tanto miedo de los cárteles que no puede caminar”, y agregó que este temor le impide tomar decisiones claras sobre el tema.

“La presidenta de México es una mujer encantadora, pero le tiene tanto miedo a los cárteles que ni siquiera puede pensar con claridad”, dijo Trump a un grupo de periodistas a bordo del avión presidencial.

No obstante, Sheinbaum, en una rueda de prensa el día anterior, dejó claro que había rechazado la propuesta de Trump, argumentando que “el territorio es inviolable” y “la soberanía no se vende”.

La mandataria mexicana reiteró que puede colaborar con Estados Unidos en temas de seguridad, pero siempre respetando la soberanía del país y sin aceptar la presencia del Ejército estadounidense en su territorio.

“No hace falta, se puede colaborar, podemos trabajar juntos, pero ustedes en su territorio, nosotros en el nuestro”, enfatizó Sheinbaum, sugiriendo que la cooperación se debe limitar a compartir información y no a una intervención militar directa.

Según Claudia Sheinbaum, la propuesta de Trump se produjo en una conversación telefónica que tuvo lugar el mes pasado. En ese intercambio, el presidente de EEUU insistió en que las fuerzas estadounidenses desempeñaran un papel más importante en la lucha contra los cárteles del narcotráfico en México.

A principios de este año, Trump ordenó que el Ejército de EEUU tuviera una mayor participación en el monitoreo del flujo de migrantes.

El Mando Norte de EEUU ha incrementado el número de efectivos y recursos en la frontera para monitorear el tráfico de fentanilo y ha buscado expandir su autoridad para permitir que las Fuerzas Especiales trabajen más de cerca con las fuerzas de seguridad mexicanas en operaciones contra los cárteles.

El presidente estadounidense también afirmó que, si México aceptara la ayuda, “sería un honor” enviar tropas para frenar la operación de los cárteles en territorio mexicano. En sus palabras, los cárteles están “tratando de destruir a nuestro país”, refiriéndose al impacto del tráfico de fentanilo y otras drogas en Estados Unidos.

Trump señaló que la intervención de las fuerzas estadounidenses sería una respuesta a lo que calificó como una “plaga” de narcóticos en su país.

Como parte de sus esfuerzos para aumentar la presión sobre México, Trump ha tomado varias medidas en su segundo mandato. Entre ellas, ha impuesto aranceles a México, buscando que tome más medidas para frenar el tráfico de drogas.

En respuesta, México ha desplegado 10.000 agentes de la Guardia Nacional en la frontera común con EEUU para reducir el flujo de migración irregular y el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, que se ha convertido en un problema grave en ambos países.

Además, ha incluido a seis grupos del narcotráfico mexicanos en la lista oficial de organizaciones terroristas extranjeras. Entre estos grupos se encuentran el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel de Sinaloa, el Cartel del Golfo, el Cartel del Noroeste, la Familia Michoacana y Carteles Unidos.

Esta designación busca restringir los movimientos de estos grupos y poner a disposición más recursos para las fuerzas de seguridad de EEUU en su lucha contra ellos.

Los Número de Trump en sus Primeros 100 días

El presidente estadounidense Donald Trump ha dedicado los primeros 100 días de su regreso a la Casa Blanca a realizar un trabajo de demolición, y eso es un motivo de orgullo para su gobierno.

Para la administración republicana, las cifras de acciones ejecutivas, deportaciones, reducciones en la fuerza laboral federal, aumentos en las tarifas arancelarias y otros temas apuntan hacia una renovación del país. Sin embargo, para los críticos de Trump, el mandatario ejerce su autoridad en formas que desafían la separación de poderes establecida en la Constitución y plantean el riesgo de desencadenar una recesión.

Desde órdenes ejecutivas hasta deportaciones, estas son algunas de las cifras que han definido los primeros 100 días de Trump:

Aproximadamente 140 órdenes ejecutivas

En tan solo 100 días, Trump casi ha igualado el número de órdenes ejecutivas que su predecesor, el demócrata Joe Biden, firmó durante los cuatro años de su mandato, que sumaron 162. Trump, con aproximadamente 140, se mueve a un ritmo no visto desde la presidencia de Franklin Delano Roosevelt, cuando la Gran Depresión exigió acciones urgentes.

Pero el número, por sí solo, no captura el alcance sin precedentes de las acciones de Trump. Sin buscar la aprobación del Congreso, el republicano ha utilizado sus órdenes y directivas para imponer cientos de miles de millones de dólares anuales en nuevos gravámenes a las importaciones y remodelar la burocracia federal permitiendo despidos masivos.

John Woolley, catedrático de la Universidad de California, Santa Bárbara y codirector del Proyecto de la Presidencia Estadounidense, ve “afirmaciones muy agresivas de autoridad presidencial en todo tipo de formas” que son mucho más audaces que cualquier cosa hecha por presidentes anteriores. Eso incluye el programa de condonación de deuda estudiantil de Biden y la decisión de Barack Obama de permitir la residencia a inmigrantes que llegaron al país sin autorización cuando eran niños.

“Ninguna de esas acciones tenía la cualidad arbitraria y contundente de las acciones de Trump”, dijo Woolley.

145% de tarifa arancelaria a China

La agenda arancelaria de Trump ha sacudido a la economía global. Ha atacado a los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos, México y Canadá, con tarifas de hasta el 25% debido al tráfico de fentanilo. Ha impuesto gravámenes a las importaciones de autos, acero y aluminio. En su “Día de la Liberación” el 2 de abril, impuso aranceles tan altos a docenas de países que los mercados financieros entraron en pánico, lo que lo hizo retroceder y establecer un impuesto base del 10% a las importaciones para permitir 90 días de negociaciones sobre acuerdos comerciales.

Pero eso palidece ante el arancel de 145% que impuso a China, lo que llevó al país asiático a contraatacar con un impuesto del 125% a los productos estadounidenses. Los productos electrónicos están exentos de aranceles. Pero las presiones inflacionarias y los temores de recesión están en aumento, ya que una guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo podría salirse de control de maneras peligrosas.

El presidente estadounidense señaló que China ha estado hablando con su administración, pero su descripción de las conversaciones ha sido vaga. El gobierno chino dice que no hay negociaciones comerciales de ningún tipo. Trump confía en que los aranceles recauden suficientes ingresos para que pueda reducir impuestos, aun mientras habla simultáneamente de la posibilidad de un acuerdo.

Hasta ahora, a pesar de los riesgos económicos, el equipo de Trump muestra poca disposición a ceder, aun cuando el presidente afirma que se logrará un acuerdo con China.

“Creo que la desaceleración depende de China porque nos venden cinco veces más de lo que nosotros les vendemos a ellos”, dijo el lunes a CNBC el secretario del Tesoro, Scott Bessent.

Más de 26.000 kilómetros cuadrados de Crimea

Trump dijo durante su campaña presidencial que podría desactivar rápidamente la guerra iniciada por Rusia en Ucrania. Pero los aliados europeos y otros países dicen que las declaraciones del mandatario sobre cómo terminar la guerra reflejan una preocupante afinidad por el líder ruso Vladímir Putin.

En la propuesta de paz de Trump se indica que Ucrania debe reconocer la autoridad rusa sobre los más de 26.000 kilómetros cuadrados (10.000 millas cuadradas) de la península de Crimea. El presidente ucraniano Volodymr Zelenskyy rechazó tajantemente la idea: “No hay nada de qué hablar, es nuestra tierra, la tierra del pueblo ucraniano”.

Esencialmente, el presidente de Estados Unidos le pide a Ucrania que renuncie a cualquier reclamo sobre una masa de tierra ligeramente más grande que Maryland. Rusia anexó el área en 2014 cuando Obama era presidente, y Trump dice que simplemente está siendo realista sobre su futuro.

Las cuatro reuniones que el enviado de Washington, Steve Witkoff, ha tenido con Putin aún no han producido un marco confiable para el acuerdo que Trump quiere lograr.

Tras los recientes ataques con misiles rusos en ciudades y pueblos ucranianos, Trump publicó en las redes sociales que tal vez Putin “no quiere detener la guerra, solo me está dando largas”.

Más de 2.000 palestinos muertos en Gaza

Trump estaba ansioso por atribuirse el mérito de un acuerdo de “alto el fuego épico” en la guerra entre Israel y Hamás para reiniciar la liberación de los rehenes capturados en el ataque que el grupo armado efectuó el 7 de octubre de 2023. Pero el alto el fuego terminó en marzo, y más de 2.000 palestinos han muerto desde que colapsó la tregua temporal. Las autoridades palestinas calculan el número total de muertes por encima de 52.200. El ingreso de alimentos, combustible y medicinas a la Franja de Gaza ha estado detenido durante casi 60 días.

Trump dijo en febrero que retiraría a los palestinos de la Franja de Gaza y los reubicaría en otro lugar, sugiriendo que Estados Unidos podría hacerse cargo del área, retirar los edificios destruidos y construir una lujosa “Riviera del Oriente Medio”.

Aproximadamente 280.000 empleos federales perdidos

El Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por el multimillonario tecnológico y asesor Elon Musk, está reduciendo drásticamente la fuerza laboral del gobierno. En todas las agencias, ha habido alrededor de 60.000 despidos, incluso en el departamento de rentas internas (IRS, por sus siglas en inglés), lo que podría dificultar la recaudación de impuestos y reducir el déficit presupuestario. Otros 75.000 trabajadores federales aceptaron ofertas de separación voluntaria de la administración. Y el gobierno de Trump ha propuesto al menos otros 145.000 recortes de empleos.

Esas pérdidas de empleos estimadas no incluyen los posibles despidos y congelaciones de contrataciones en organizaciones sin fines de lucro, contratistas gubernamentales y universidades cuyos fondos federales fueron congelados por el gobierno de Trump.

Cuando el republicano asumió la presidencia, el gobierno federal tenía alrededor de tres millones de empleados federales, incluido el Servicio Postal de Estados Unidos, según el Departamento de Trabajo.

139.000 deportaciones

El gobierno de Trump dice que ha deportado a 139.000 personas que estaban en Estados Unidos sin la debida autorización legal. En los primeros meses del republicano en el cargo también se ha producido una fuerte caída en los cruces en la frontera suroeste, pues la Patrulla Fronteriza registró 7.181 encuentros en marzo, frente a 137.473 en el mismo mes del año pasado.

Las deportaciones ocasionalmente han quedado rezagadas con respecto a las cifras de Biden, pero los funcionarios de Trump rechazan la comparación diciendo que se mezclan “peras con manzanas” porque ahora menos personas cruzan la frontera.

La administración sostiene que está deshaciéndose de criminales violentos y peligrosos. Pero muchos migrantes que afirman su inocencia han sido deportados sin el debido proceso.

En abril, la Corte Suprema ordenó al gobierno de Trump que “facilite” el regreso a Estados Unidos de Kilmar Ábrego García, un ciudadano de El Salvador que fue deportado a su país de origen. Ábrego García vivía en Maryland y contaba con una orden de un tribunal migratorio que impedía su deportación a su país natal por temor a que enfrentara la persecución de las pandillas locales. Hasta ahora, Ábrego García sigue detenido en una prisión salvadoreña.

Trump dijo la semana pasada que ganó la elección presidencial con la promesa de realizar deportaciones y que los tribunales obstaculizan sus esfuerzos.

“Los estamos sacando, y un juez puede decir: ‘No, debes tener un juicio’”, dijo Trump. “El juicio va a tomar dos años, y ahora vamos a tener un país muy peligroso si no se nos permite hacer lo que tenemos derecho a hacer”.

Trump va Contra Ciudades Santuario

Trump revelará ciudades opuestas a su política migratoria
El presidente estadounidense firmó un decreto que ordena a la fiscal general, Pam Bondi, y a la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, que publiquen la lista.

El gobierno de Estados Unidos publicará una «lista» de ciudades y estados que, según la Casa Blanca, obstaculizan la política migratoria del presidente Donald Trump, anunció este lunes (28.04.2025) la portavoz del Ejecutivo.

El presidente estadounidense firmará esta tarde un decreto «centrado en proteger a la población estadounidense de los migrantes ilegales criminales», declaró Karoline Leavitt a periodistas.

El texto, según dijo, ordenará a la fiscal general, Pam Bondi, y a la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, que publiquen la lista.

Trump ganó las elecciones en noviembre gracias en parte a sus promesas de combatir lo que considera una «invasión» de migrantes y se propone expulsar a todos aquellos que hayan entrado sin visa.

Incluso intenta suprimir el estatus legal concedido por el gobierno de su predecesor demócrata Joe Biden a cientos de miles de extranjeros por motivos humanitarios.

Como parte de esa iniciativa, los republicanos quieren tomar medidas contra las llamadas «ciudades santuario», que suelen prohibir a los funcionarios públicos informar a los agentes federales sobre migrantes en situación irregular si corren riesgo de ser deportados.

Los alcaldes demócratas de Boston, Chicago, Denver y Nueva York fueron duramente criticados en el Congreso en marzo por estas políticas migratorias.

Las cuatro ciudades han tenido dificultades para gestionar la enorme afluencia de migrantes que cruzan desde México.

Leavitt elogió la ofensiva de Trump. Dice que permitió reducir un 95% los cruces en la frontera con México con respecto a marzo de 2024, cuando Joe Biden aún estaba en el cargo.

«Las fronteras de Estados Unidos ahora están seguras gracias al presidente Trump. Ha restaurado el Estado de derecho, ha aplicado nuestras leyes migratorias y ha defendido la soberanía de Estados Unidos», afirmó la portavoz.

Trump Lleva al País a Crisis en sus Primeros 100 Días

Donald Trump pasó sus primeros 100 días de regreso a la Oficina Oval llevando al borde de la crisis a una economía que el mundo envidiaba, arriesgando la reputación de Estados Unidos como un refugio financiero seguro y fomentando el miedo entre los votantes que han perdido la confianza en su liderazgo.

Los estadounidenses estaban desesperados por un alivio de los altos precios de los alimentos y creyeron en la promesa de Trump de hacer que Estados Unidos volviera a ser asequible en noviembre de 2024, en parte por nostalgia por la economía prepandémica de su primer mandato.

Contenedores de carga apilados en el Puerto de Los Ángeles el 14 de abril de 2025. Las importaciones que llegan al puerto más activo del país podrían experimentar una desaceleración para mayo, debido a la suspensión de los pedidos en respuesta a los aranceles del presidente Donald Trump a China y otros países.

Pero el presidente adoptó deliberada y por sí solo políticas que casi con seguridad aumentarán los precios aún más, que podrían conducir a escasez y que harán que los directores ejecutivos y las pequeñas empresas se enfrenten al caos y a la posibilidad de una recesión.

Trump está intentando llevar a cabo la reforma más fundamental de las economías estadounidense y mundial en generaciones, convencido de que puede recrear una mítica época dorada de finales del siglo XIX usando aranceles “hermosos” para ejercer el poder económico estadounidense y aplastar a sus rivales comerciales.

Pero un presidente que ha jugado golf mientras los planes 401K de los trabajadores se hundían a menudo se ha mostrado indiferente a las crecientes preocupaciones de los estadounidenses, desde los titanes de los negocios a los compradores comunes que están viendo el impacto de sus políticas en tiempo real durante sus primeros 100 días en el cargo, que cumplirá el martes.

Se han perdido billones de dólares de los mercados bursátiles. Las aerolíneas están recortando vuelos; las principales empresas están echando por tierra sus propias previsiones anuales; algunos minoristas han dejado de vender en EE.UU. productos fabricados en China debido a los aranceles. El Fondo Monetario Internacional recortó las previsiones de crecimiento de EE.UU.; la Reserva Federal afirma que algunas empresas han dejado de contratar personal; el CEO de Walmart le dijo a Trump que sus políticas paralizarán la cadena de suministro para el verano.

En una señal de advertencia de una posible caída hacia una recesión, la confianza del consumidor se ha desplomado. En abril estaba en su cuarto nivel más bajo desde 1952. El Índice de Miedo y Codicia de CNN, una instantánea de la emoción en los mercados, ha estado registrando “miedo” o “miedo extremo” durante el último mes.

Aplicando implacablemente el poder estadounidense

Como mucho de lo que Trump ha hecho desde que regresó a la Oficina Oval, su política comercial es legal y constitucionalmente cuestionable desde que declaró unilateralmente una emergencia nacional para desbloquear poderes para librar una guerra arancelaria.

Ahora ejerce una autoridad enorme e irresponsable para poner a prueba su teoría de toda la vida de que Estados Unidos, la nación más rica del mundo, ha sido estafada durante mucho tiempo por todos los demás países. Su objetivo es forzar la apertura de los mercados extranjeros a los productos estadounidenses y obligar a los fabricantes a recuperar fábricas y empleos para revitalizar las regiones industrializadas que han pagado un alto precio por la globalización del comercio. Insiste en que decenas de países se están alineando para hacer acuerdos favorables a Estados Unidos que enriquecerán a los estadounidenses.

Millones de empleos estadounidenses podrían depender del resultado de su apuesta.

Trump está poniendo en práctica una convicción fundamental que también está en el centro de su esfuerzo por desmantelar el sistema político occidental liderado por Estados Unidos que ha prevalecido y mantenido la paz mundial durante 80 años: que Estados Unidos —la mayor potencia mundial— no debería liderar el mundo, sino usar su fuerza en negociaciones individuales para obligar a las naciones más pequeñas a adoptar políticas que beneficien a Estados Unidos y a nadie más. Este principio, arraigado en su enfoque de “Estados Unidos primero”, ya ha distanciado a muchos aliados estadounidenses, aunque esto es una característica, no un defecto, para un presidente que ve la vida como una cuestión de ganar o perder.

El temperamento frágil del presidente y su creencia de que posee una mente económica más aguda que aquellos cuyo trabajo es proteger el empleo y combatir la inflación también están contribuyendo a empujar la economía estadounidense al borde del abismo.

Sus ataques al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, por ejemplo, han empañado la imagen de Estados Unidos como la piedra angular de la estabilidad económica mundial. Trump ha estado exigiendo fuertes recortes en las tasas de interés, a pesar de que muchos expertos advierten que esto podría disparar la inflación, que ya se prevé que aumente debido a sus aranceles. Los mercados detestaron su interferencia, quizás una de las razones por las que ha suavizado, al menos por ahora, sus amenazas de despedir al director del banco central.

Trump también está intensificando un peligroso enfrentamiento con China, lanzando una guerra económica total contra la superpotencia rival de Estados Unidos en el siglo XXI, que tiene enormes implicaciones geopolíticas mucho más allá de las condiciones comerciales.

“Si analizan todos los años que llevo haciendo esto, he acertado en todo”, declaró Trump a la revista Time en una entrevista la semana pasada, con motivo de sus primeros 100 días. “Tendremos el país más rico que jamás hayamos tenido, y veremos una explosión ascendente en un futuro no muy lejano”.

Lo notable de la tormenta que se avecina es que no es producto de ciclos económicos, una crisis económica externa, un ataque terrorista ni un desastre natural como una pandemia o un desastre natural. Todo es obra de un presidente estadounidense que, a sabiendas, adopta políticas arancelarias que, según predicen casi todos los analistas económicos informados, provocarán un aumento de precios y una desaceleración de la actividad económica.

No es solo lo que hace Trump, sino cómo lo hace.

Ha impuesto, suspendido y ajustado aranceles arbitrarios de forma errática, creando la incertidumbre que puede causar recesiones. En su entrevista con Time, afirmó que ya había cerrado 200 acuerdos comerciales y que su equipo está en conversaciones con China, que se enfrenta a un arancel del 145% que ha paralizado el comercio entre ambos rivales. Pekín niega estar en contacto con Estados Unidos y no da señales de ceder ante su intimidación.

Los estadounidenses ya no creen en el dominio económico de Trump

Trump está haciendo una apuesta extraordinariamente arriesgada.

“Este es uno de los días más importantes, en mi opinión, en la historia de Estados Unidos. Es nuestra declaración de independencia económica”, dijo el presidente al declarar el “Día de la Liberación” en la Rosaleda de la Casa Blanca el 2 de abril. Repasó con alegría la lista de aranceles para docenas de países en un gran cartel. “Seremos ricos como país porque nos han arrebatado gran parte de nuestra riqueza”.

Pero a las pocas horas de la entrada en vigor de los aranceles recíprocos, Trump los suspendió repentinamente durante 90 días, aparentemente devuelto a la realidad por la alarmante actividad en los mercados de bonos, que sugería que los inversores estaban perdiendo la fe en la economía estadounidense. Sus funcionarios, imbuidos del culto a la personalidad de Trump, celebraron, no obstante, su repentino cambio de postura como prueba de su ingenio y predijeron una avalancha de acuerdos que impulsarían la economía. Ninguno de ellos se ha materializado hasta la fecha.

La confusión y los reveses han sido traumáticos para millones de estadounidenses que esperaban que trajera alivio económico, no una nueva ronda de dolor para los presupuestos familiares.

Tras ganar una pluralidad del voto popular en noviembre, el índice de aprobación de Trump se ha desplomado al 41%, el peor de cualquier presidente en sus primeros 100 días en 70 años, según una nueva encuesta de CNN/SSRS. Su aprobación de la economía —clave para su viabilidad política a largo plazo— se encuentra en su nivel más bajo histórico, con un 39%. Solo el 35% aprueba su estrategia para la inflación, la misma cifra que apoya a Trump en el tema de los aranceles.

¿Dónde están los acuerdos del ‘máximo negociador’?

El deterioro de la posición política del presidente está aumentando la presión para producir resultados que justifiquen el shock masivo y el daño que ha causado a la economía.

La administración, sin embargo, insiste en que una política económica que parece surgir de los caprichos personales del presidente es un plan bien pensado y listo para dar resultados.

“Quiero decir, él es el negociador por excelencia”, dijo la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins a Dana Bash de CNN en el programa “State of the Union” el domingo. “Se avecina una nueva era de expansión del mercado mundial… Muchos países nos están llamando a la puerta ahora mismo”.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, describió el liderazgo caprichoso de Trump como un ejemplo de un presidente que burla a sus rivales comerciales.

En teoría de juegos, se llama incertidumbre estratégica. Así que no le vas a decir a la otra parte de la negociación dónde terminarás. Y nadie mejor para generar esta influencia que el presidente Trump —dijo Bessent el domingo en el programa «This Week» de ABC News— Ya saben, ha mostrado los altos aranceles, y aquí está el palo. Ahí es donde pueden ir los aranceles. Y la zanahoria es: acérquense a nosotros, eliminen sus aranceles, eliminen sus barreras comerciales no arancelarias, dejen de manipular su moneda, dejen de subsidiar la mano de obra y el capital, y entonces podremos hablar.

Si la estrategia arancelaria de Trump tiene éxito y mejora notablemente las condiciones comerciales de Estados Unidos, desafiará la opinión generalizada de casi todos los principales analistas económicos y décadas de política económica estadounidense. Pero si arrastra al país —y al resto del mundo— a una recesión, no habrá escapatoria política, ya que se ha convertido en la personificación de la política arancelaria.

Por eso será importante observar lo que sucede a continuación.

El gobierno prevé que pronto comenzará a implementarse una oleada de acuerdos comerciales con países como Japón, Corea del Sur y la Unión Europea. Dado que estos acuerdos suelen tardar años en negociarse y requieren la ratificación de legislaturas extranjeras en estados democráticos, es probable que el resultado final esté muy lejos de la revolución en el comercio global que predice el gobierno. Sin embargo, es probable que Trump elogie cualquier acuerdo como un avance extraordinario. Si no satisfacen su objetivo de transformar el comercio global, podrían calmar los mercados, estabilizar la posición política del presidente y restaurar su imagen de negociador.

Se avecinan precios más altos

Incluso si Trump tiene éxito, su enfoque casi con certeza significará precios más altos para los estadounidenses en general, en desafío al mensaje que enviaron los votantes en noviembre pasado.

Trump afirmó en la entrevista con Time, por ejemplo, que consideraría una “victoria total” si los aranceles se mantienen en el 20%, 30% o 50% sobre las importaciones extranjeras el próximo año. Tal escenario significaría que los consumidores estadounidenses se enfrentarían a precios mucho más altos, lo que en realidad supondría un aumento masivo de impuestos . Trump insiste en que esto se compensará con un proyecto de ley de reducción de impuestos masivo, pero el progreso ha sido lento mientras los líderes republicanos intentan impulsar el plan en el Congreso.

Y aunque insiste en que ha bajado los precios de los productos básicos desde que asumió el cargo, eso es, en gran parte, falso.

La visión que Trump tiene de sí mismo como un empresario magistral al mando de la economía sugiere que se avecinan tiempos aún más difíciles. Ha sugerido, por ejemplo, que él sería el único responsable de fijar los precios de los bienes. “Somos una tienda departamental y nosotros fijamos los precios”, declaró Trump a Time. “Ahora bien, algunos países podrían volver y pedir un ajuste, y lo consideraré, pero básicamente, con gran conocimiento, yo mismo lo fijaré”.

Un sistema tan arbitrario, en el que una sola persona fija los precios (y más aún alguien con un conocimiento tan rudimentario de economía como Trump) sería una receta para el caos y la corrupción, y destruiría el sistema económico basado en reglas que ha hecho de Estados Unidos la mayor potencia del mundo.

“Estados Unidos era más que una nación. Es una marca”, advirtió el multimillonario inversor Ken Griffin en la Cumbre de Economía Mundial Semafor la semana pasada. “Era como una aspiración para la mayor parte del mundo. Y ahora estamos erosionando esa marca”.

China eleva al 84% sus aranceles a productos de EU

Además, añadió a 12 firmas estadounidenses a su lista de control de exportaciones, entre ellas fabricantes de equipos y empresas de ingeniería

China anunció que elevará del 34% al 84% los aranceles a los bienes procedentes de Estados Unidos en respuesta al gravamen adicional del 50% anunciado ayer por el presidente de ese país, Donald Trump, que alzaba al 104% el total de las tasas a los bienes chinos.

El Ministerio de Finanzas del país asiático indicó en un comunicado que el nuevo impuesto entrará en vigor el 10 de abril y que toma la medida en respuesta al «repetido error» estadounidense de aumentar sus aranceles a China.

Por otra parte, la cartera de Comercio añadió también a 12 firmas estadounidenses a su lista de control de exportaciones, entre ellas fabricantes de equipos y empresas de ingeniería, algunas de las cuales están relacionadas con drones (BRINC), aeronáutica (Novotech), maquinaria (Marvin Engineering Company) y radares (Echodyne).

Asimismo, incluyó a otras seis empresas a su lista de entidades no confiables, entre las que destacan proveedores de equipos militares como Cyberlux o Sierra Nevada.

Estas restricciones tienen como objetivo impedir los intercambios en artículos de «doble uso» civil y militar, destacó el comunicado de la cartera comercial.

Guerra de aranceles entre EU y China

Trump ordenó ayer un arancel adicional del 50% a los productos chinos que se suma a un 34% previo y a otros gravámenes anunciados anteriormente, elevando el total de tasas sobre los bienes chinos al 104%.

Anteriormente, Beijing había anunciado un gravamen del 34% a los productos estadounidenses después de que Trump impusiera ese mismo porcentaje a los bienes chinos, aunque también impuso previamente otras tasas a productos específicos del país norteamericano.

Trump aseguró ayer que China quiere un acuerdo sobre aranceles «desesperadamente», pero consideró que no sabe «cómo empezar» a negociar y recalcó que la Casa Blanca espera la llamada del líder chino, Xi Jinping.

Por su parte, Beijing ha aseverado que «luchará hasta el final» y que tiene «una voluntad firme» y «recursos abundantes» para responder «con determinación» si Estados Unidos insiste en «intensificar aún más sus medidas restrictivas económicas y comerciales».

El Ministerio de Finanzas aseveró hoy en su comunicado que los aranceles de Trump «vulneran gravemente los derechos e intereses legítimos de China» y que «perjudican gravemente el sistema multilateral de comercio basado en normas».

Trump Deja Fuera de Guerra de Aranceles a Rusia, Cuba y Corea del Norte Entre Otros

Países históricamente contrarios a Estados Unidos se ven exentos de estos nuevos impuestos al tener ya «otras sanciones», explicó la Administración Trump

Trump castiga con los mayores aranceles a Lesoto, el país del que «nadie ha oído hablar»

Después de semanas de especulaciones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles una serie de nuevos y drásticos aranceles a sus socios comerciales, calificándolos como una «declaración de independencia económica».

Washington implementará un «arancel base» del 10% a las economías globales, con tarifas más altas para aquellos países que considere como «actores problemáticos». Sin embargo, existen algunas excepciones.

Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte y Rusia no están sujetos a los nuevos «aranceles recíprocos» de Trump, ya que ya se enfrentan a sanciones, en el complicado contexto del panorama internacional, que «impiden cualquier tipo de comercio significativo», aclaró la Casa Blanca. En declaraciones a ‘Axios’, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que Rusia y Bielorrusia quedaron fuera de la lista debido a las sanciones económicas ya impuestas.

Sin embargo, Irán y Siria, que también enfrentan fuertes embargos y sanciones, recibieron el miércoles aranceles adicionales del 10 y 40 por ciento, respectivamente.

Desde la Administración del expresidente Joe Biden, Estados Unidos ha impuesto una amplia gama de sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania, la interferencia en elecciones extranjeras, los ciberataques y las violaciones de derechos humanos. Estas medidas se dirigen a sectores clave de la economía rusa, como la energía, las finanzas, la defensa, la tecnología, los alimentos y los fertilizantes.

A medida que la guerra ha ido desarrollándose, EE.UU. ha ampliado las sanciones a las exportaciones de bienes de lujo y de tecnología avanzada y al petróleo y al gas. Todo con la finalidad de aislar a Rusia económicamente y reducir su capacidad bélica.

Las sanciones también se han centrado en personas cercanas al presidente Vladímir Putin, con el objetivo de presionar al Kremlin aislando a su élite política y económica.

Los aliados de Putin
En Bielorrusia, la antigua república soviética, Estados Unidos comenzó a aplicar sanciones desde que el actual presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, ganó las elecciones de 2020, tachadas de «fraudulentas» por el entonces secretario de Estado, Antony Blinken, y comenzó a alinearse con el Kremlin en el contexto de la guerra de Ucrania.

Las medidas incluían desde sanciones económicas hasta la restricciones para obtener visados y afectaron a entidades económicas, empresas tecnológicas y a individuos cercanos a Lukashenko.

En Cuba, las sanciones de EE.UU. datan de 1960, tras la Revolución cubana. Estas sanciones incluyeron la reducción de importaciones (excepto alimentos y medicinas), y el aislamiento diplomático y comercial de la isla.

Aunque hubo una desescalada de las sanciones durante la presidencia de Barack Obama, la Administración Trump revirtió muchos de esos avances, restaurando restricciones que han afectado gravemente a la economía cubana, dificultando el acceso a productos básicos y a la inversión extranjera.

Conexión con la Corea de Kim Jong un
Las sanciones de EE.UU. a Corea del Norte comenzaron en 1950, tras la Guerra de Corea, con el objetivo de debilitar el apoyo soviético a Pyongyang. Estas incluyeron un embargo comercial y restricciones financieras.

Aunque comenzaron a suavizarse con la visita de Trump, el primer presidente estadounidense en viajar al país, se acabaron reforzando debido al avance del programa nuclear de Corea del Norte, imponiendo sanciones más estrictas al comercio de armas y al sistema financiero, con la finalidad de presionar al régimen a negociar.

Los mayores afectados son los habituales socios comerciales de Estados Unidos. La Administración Trump impondrá aranceles del 34% a las importaciones procedentes de China, que se suman al 20% que ya tenían, del 24% a Japón, del 26% a la India, del 20% a la Unión Europea, del 17% a Israel y del 10% a la mayoría de los países latinoamericanos.

El arancel mínimo del 10% entrará en vigor el sábado 5 de abril, mientras que las tarifas adicionales para los «países problemáticos» comenzarán a aplicarse el 9 de abril.

Llega el Día de la Liberación

El presidente estadounidense, Donald Trump, dice que el anuncio de aranceles programado para el miércoles equivaldrá a un “Día de la Liberación” para Estados Unidos. Sin embargo, es poco probable que las empresas estadounidenses y los mercados financieros se liberen de la incertidumbre generada por su fluctuante política comercial.

Algunas grandes preguntas se resolverán cuando Trump anuncie lo que se espera sean aranceles recíprocos que implican aumentar los derechos de importación en Estados Unidos para igualar los gravámenes que otros países imponen a los productos estadounidenses. Las empresas tendrán una mejor idea de cuántos países se verán afectados y cuán altos serán los aranceles.

Aun así, seguirá habiendo dudas en torno al comercio y los aranceles durante los próximos meses, señalan los economistas. Hay más aranceles en proceso, y podrían aplicarse a industrias específicas como la farmacéutica, el cobre y la madera. Y Estados Unidos podría llegar a acuerdos con otros países que podrían alterar los aranceles recíprocos. También habrá innumerables detalles que podrían tardar meses en resolverse para determinar con precisión qué importaciones serán gravadas.

Como resultado, pocos analistas esperan que el anuncio del miércoles traiga la certeza que muchas empresas —y los inversores de Wall Street— anhelan.

“El 2 de abril es cuando todo esto comienza, no cuando todo esto termina”, dijo Kelly Ann Shaw, exasesora comercial sénior de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump. “En algún momento esto se estabilizará. Pero como estamos al principio de lo que será fundamentalmente una reconsideración total del sistema comercial global, habrá muchas más preguntas que respuestas a corto plazo”.

Por ahora, una medida de la incertidumbre en la política económica elaborada por Nicholas Bloom, economista de la Universidad de Stanford, y dos colegas, está en su nivel más alto desde su creación en 1985, excepto por el periodo de la pandemia.

Cuando las empresas no están seguras de hacia dónde se dirige la política económica, es más probable que pongan en espera grandes proyectos de inversión y que ralenticen la contratación, dijo Bloom. Y cuando no están seguros, los consumidores suelen adoptar un enfoque más cauteloso al gastar.

“El 2 de abril podría reducir la incertidumbre si este es un anuncio único y final sobre aranceles”, comentó Bloom. “Pero sospecho que será uno de una serie de constantes anuncios”.

Trump “ha sido inequívocamente claro durante décadas sobre la necesidad de restaurar la grandeza estadounidense”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Kush Desai. “Estados Unidos no puede ser sólo un ensamblador de piezas fabricadas en el extranjero; debemos convertirnos en una potencia manufacturera que domine cada paso de la cadena de suministro de industrias que son críticas para nuestra seguridad nacional e intereses económicos”.

Randy Carr, director general de World Emblem, dijo que espera que los productos que fabrica en México y Canadá sean objeto de un arancel del 25% desde el miércoles. La empresa ya ha notificado a los clientes que aumentará los precios un 8%. World Emblem fabrica insignias, parches y etiquetas para empresas, universidades y agencias policiales.

En febrero, Carr puso en espera una inversión de aproximadamente 9 millones de dólares, la mayor parte de la cual planeaba gastar en inteligencia artificial y comercio en línea. Ha comenzado a gastar parte de ese dinero, pero lo está haciendo más lentamente de lo que preferiría.

“No sabemos si necesitaremos el dinero para los aranceles”, dijo. “Quién sabe qué pasará el miércoles”.

Ya están en vigor aranceles estadounidenses sobre automóviles, acero, aluminio y todas las importaciones de China. Las encuestas han encontrado una incertidumbre generalizada entre las empresas manufactureras e incluso entre los ejecutivos de compañías petroleras, quienes dicen que el aumento de costos por el tubo de acero reducirá sus ganancias.

Emerald Packaging, que fabrica envases para productos agrícolas y cuyos clientes incluyen a Walmart y Kroger, está suspendiendo la inversión por ahora, dada la incertidumbre.

Su director general, Kevin Kelly, dijo que la empresa con sede en Union City, California, aprendió una gran lección durante el apogeo de la pandemia. Comenzó 2021 con 7 millones de dólares en efectivo, pero agotó sus reservas a fin de año debido a los costos de navegar por los problemas de la cadena de suministro.

“No estamos gastando dinero en este momento”, dijo. “Estamos tratando de acumular efectivo… porque necesitaremos un colchón”.

Una razón por la que es probable que la perspectiva poco clara en torno a los aranceles permanezca durante meses es que Trump quiere mantener cierta incertidumbre sobre sus próximos pasos como estrategia de negociación, dijo Shaw.

“La ambigüedad intencional es un componente clave” de su enfoque en las conversaciones comerciales, dijo Shaw. Esas negociaciones seguramente comenzarán después de que se anuncien los aranceles recíprocos y podrían tardar meses en resolverse.

Al mismo tiempo, Trump debe recibir una serie de informes esta semana sobre las políticas comerciales de otros países, incluidos los aranceles, pero también los subsidios, la manipulación de divisas y las políticas fiscales que los funcionarios de Trump dicen que pueden distorsionar el comercio. Esos informes podrían provocar más medidas.

Y luego está la confesada afición de Trump por los aranceles y su disposición a usarlos para una variedad de objetivos políticos, incluidos aumentar los ingresos, forzar acciones sobre el tráfico de fentanilo y traer de vuelta la manufactura. La Casa Blanca también ha dicho que impondrá aranceles del 25% a cualquier país que compre petróleo de Venezuela, aunque eso también incluye a Estados Unidos.

“Dado que los aranceles parecen ser una respuesta para cada problema, ¿quién sabe qué podría pasar después y qué llevará a otra ronda ad hoc de aranceles?”, indicó Marc Busch, profesor de diplomacia empresarial internacional en la Universidad de Georgetown.

Una gran pregunta para la economía es cuánto tiempo podría durar esto.

Matthew Luzzetti, economista de Deutsche Bank, dijo que incluso si el anuncio del miércoles fuera la última palabra sobre los aranceles, la incertidumbre en torno a las acciones del presidente hasta ahora podría reducir el crecimiento en aproximadamente 1% durante varios trimestres.

“Si esa incertidumbre se extendiera más o permaneciera elevada por más tiempo, eso sólo amplificaría los efectos”, dijo Luzzetti.

Neil Bradley, director de políticas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, dijo que incluso con más certeza, agregar aranceles perjudicará la economía.

“En la medida en que el 2 de abril proporcione claridad, entonces puedes comenzar a hacer ajustes y planes”, dijo Bradley. “Pero tener certeza sobre políticas económicamente perjudiciales no es positivo”.

Trump se Prepara Para Desaparecer el Departamento de Educación

El presidente de EE.UU., Donald Trump, tiene previsto firmar el jueves un decreto para iniciar el proceso de desmantelamiento del Departamento de Educación, dijeron dos funcionarios de la administración a CNN, una medida que comenzará a cumplir una importante promesa de campaña.

El presidente está listo para hacer el movimiento en un evento el jueves por la tarde en la Casa Blanca, dijeron los funcionarios. Se trata de un evento al que los gobernadores republicanos, los funcionarios estatales de educación y los escolares también están invitados a asistir.

“El decreto del presidente Trump para ampliar las oportunidades educativas empoderará a los padres, los estados y las comunidades para tomar el control y mejorar los resultados para todos los estudiantes”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Harrison Fields en un comunicado.

El Departamento de Educación de EE.UU. recortará alrededor del 50% de su fuerza laboral

USA Today fue el primero en informar de la firma prevista para el jueves. CNN informó a principios de este mes que la Casa Blanca estaba redactando la orden para iniciar el proceso de cierre del Departamento de Educación.

Es el último movimiento de la Casa Blanca para poner a prueba la autoridad ejecutiva del presidente, con acciones legales ya preparadas por los partidarios de la educación que se oponen a la decisión.

Durante la campaña electoral, Trump prometió que tomaría medidas para desmantelar la agencia una vez que estuviera de nuevo en el cargo, señalando al departamento como un signo de extralimitación federal y vinculándolo a cuestiones de guerra cultural.

“Le dije a Linda (McMahon): ‘Linda, espero que hagas un gran trabajo al quedarte sin trabajo’. Quiero que se quede sin trabajo en el Departamento de Educación”, dijo Trump en febrero.

La firma llegaría después de que la agencia anunciara recortes de plantilla de casi el 50% a principios de este mes, lo que supone el despido de unos 1.300 empleados, además de los cientos que se acogieron a salidas voluntarias.

Los sindicatos ya están reaccionando.

“Donald Trump y Elon Musk han apuntado su bola de demolición contra las escuelas públicas y el futuro de los 50 millones de estudiantes en comunidades rurales, suburbanas y urbanas en todo Estados Unidos, desmantelando la educación pública para pagar dádivas fiscales para multimillonarios”, dijo la presidenta de la Asociación Nacional de Educación, Becky Pringle, en un comunicado.

“Si tienen éxito, las acciones continuas de Trump perjudicarán a todos los estudiantes al disparar el tamaño de las clases, recortar los programas de capacitación laboral, encarecer la educación superior y ponerla fuera del alcance de las familias de clase media, eliminar los servicios de educación especial para estudiantes con discapacidades y recortar las protecciones de los derechos civiles de los estudiantes”, agregó.

Crece Conflicto Entre Trump y Poder Judicial

En una inusitada muestra de conflicto entre el poder ejecutivo y el judicial, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, rechazó la petición de iniciar un juicio político a los jueces poco después de que el presidente Donald Trump exigiera la destitución de uno que falló en contra de su plan de deportaciones.

La reprimenda del líder de la Corte Suprema demostró cómo la controversia sobre los recientes vuelos de migrantes venezolanos ha escalado en un choque constitucional entre dos de los hombres más poderosos del país.

“Durante más de dos siglos, se ha establecido que la destitución no es una respuesta apropiada a un desacuerdo sobre una decisión judicial”, afirmó Roberts. “Para ello existe el proceso normal de revisión en apelación”.

La insólita declaración se produjo apenas unas horas después de una publicación en las redes sociales de Trump, quien describió al juez federal de distrito James E. Boasberg como un “alborotador y agitador” no electo. Boasberg había emitido una orden para bloquear los vuelos de deportación que Trump estaba llevando a cabo invocando a las autoridades de tiempos de guerra de una ley del siglo XVIII.

“¡No ganó nada! Gané por muchas razones, por un mandato aplastante, pero la lucha contra la inmigración ilegal puede haber sido la razón número uno de esta victoria histórica”, escribió Trump en su plataforma de redes sociales, Truth Social. “Sólo estoy haciendo lo que los votantes querían que hiciera. Este juez, como muchos de los ‘jueces corruptos’ ante los que me veo obligado a comparecer, ¡¡¡debería ser destituido!!!”.

Aunque Trump ha criticado rutinariamente a los jueces, especialmente cuando limitan sus esfuerzos por expandir el poder presidencial, su última publicación escaló su conflicto con un poder judicial que ha sido uno de los pocos frenos a su agenda agresiva. La destitución por juicio político es un paso raro que generalmente se toma solo en casos de grave conducta ética o criminal.

La relación entre Roberts y Trump ha cambiado a lo largo de los años. Roberts hizo hincapié en la independencia judicial durante el primer mandato de Trump, discrepando con la descripción del presidente de un juez que rechazó su política de asilo de migrantes como un “juez de Obama” en 2018.

Antes de que Trump asumiera su segundo mandato, Roberts advirtió sobre las amenazas al poder judicial y pidió que incluso las decisiones judiciales impopulares fueran respetadas.

El presidente del tribunal también tuvo un papel destacado en una importante decisión el año pasado que afirmaba que los presidentes tienen una amplia inmunidad ante la persecución penal. La decisión ayudó a Trump a evitar uno de sus juicios penales antes de las elecciones que lo llevaron de regreso a la Casa Blanca.

Trump recibió a Roberts calurosamente a principios de este mes, agradeciéndole y diciendo “no lo olvidaré” mientras los jueces asistían a su discurso ante una sesión conjunta del Congreso. El presidente dijo más tarde que estaba agradeciendo a Roberts por haberlo juramentado en el cargo.

La última disputa que involucra al poder judicial surge después de que un tribunal cuestionara su invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Esta ley solo se ha utilizado tres veces antes en la historia de Estados Unidos, todas durante guerras declaradas por el Congreso. Trump emitió una proclamación de que la ley estaba en vigor debido a lo que él afirmó era una invasión por parte de la pandilla venezolana Tren de Aragua. Su gobierno está pagando a El Salvador para encarcelar a supuestos miembros de la pandilla.

Boasberg, quien fue nombrado por el presidente Barack Obama, convocó una audiencia el lunes para discutir lo que llamó “posible desobediencia” a su orden después de que dos vuelos de deportación continuaran hacia El Salvador a pesar de su orden verbal de que regresaran a Estados Unidos.

Los abogados del gobierno de Trump defendieron sus acciones, diciendo que la orden escrita de Boasberg no era explícita, mientras que un abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo: “Creo que estamos muy cerca” de una crisis constitucional.

El Departamento de Justicia también está presionando en los tribunales para que Boasberg sea removido del caso.

La Constitución otorga a la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen una mayoría estrecha, el poder de destituir a un juez con un voto de mayoría simple. Pero, al igual que en un juicio político presidencial, cualquier destitución requiere un voto de dos tercios del Senado.

La última publicación en redes sociales del presidente lo alinea más con aliados como el multimillonario Elon Musk, quien ha hecho demandas similares.

“Lo que estamos viendo es un intento de una rama del gobierno de intimidar a otra rama para que no cumpla con su deber constitucional. Es una amenaza directa a la independencia judicial”, indicó Marin Levy, profesor de la facultad de derecho de la Universidad de Duke, en un correo electrónico.

Solo un día antes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo: “No he oído al presidente hablar sobre destituir jueces”.

Sólo 15 jueces han sido sometidos a juicio político en la historia del país, según el órgano de gobierno de los tribunales estadounidenses, y sólo ocho han sido destituidos.

La última destitución judicial fue en 2010. G. Thomas Porteous Jr. de Nueva Orleans fue destituido por cargos de haber aceptado sobornos y luego mentir al respecto. Fue condenado por el Senado y destituido en diciembre de 2010.

Las peticiones de juicio político a los jueces han ido en aumento a medida que la arrolladora agenda de Trump se enfrenta a la oposición en los tribunales, y al menos dos miembros del Congreso han afirmado por internet que planean presentar mociones de destitución contra Boasberg. Los republicanos de la Cámara de Representantes ya han presentado mociones contra otros dos jueces, Amir Ali y Paul Engelmayer, por las sentencias que han dictado en demandas relacionadas con Trump.

Leavitt es una de los tres funcionarios del gobierno que enfrenta una demanda de The Associated Press por motivos de la Primera y Quinta Enmienda. La AP dice que los tres están castigando a la agencia de noticias por decisiones editoriales a las que se oponen. La Casa Blanca dice que la AP no está siguiendo una orden ejecutiva de referirse al Golfo de México como el Golfo de América.

Se Raja Trump Con Aumento de Aranceles a Canadá

La amenaza que lanzó el presidente Donald Trump el martes de duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio canadiense del 25% al 50% llevó al gobierno de la provincia de Ontario a ordenar la suspensión de su plan de aplicar recargos al precio de la electricidad que vende a Estados Unidos.

Como resultado, el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo que el presidente estadounidense dio marcha atrás en su decisión de duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio, aunque el gobierno federal aún planea imponer un gravamen del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio a partir del miércoles.

La respuesta de Canadá representó una victoria para Trump, pero también aumentó las preocupaciones en torno a las medidas arancelarias que han agitado al mercado de valores y suscitado riesgos de una recesión. La escalada y el enfriamiento en la actual guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá únicamente incrementaron la creciente sensación de incertidumbre sobre cómo los aumentos de aranceles de Trump afectarán a las economías de ambas naciones.

Trump estremeció los mercados la mañana del martes al afirmar que el aumento de los aranceles que entraría en vigor el miércoles había sido una respuesta al aumento del 25% en el precio de la electricidad que Ontario vende a Estados Unidos.

“He ordenado a mi secretario de Comercio para que añada un arancel adicional del 25%, llevándolo al 50%, sobre todo el acero y aluminio que ingresa a Estados Unidos desde Canadá, una de las naciones con los aranceles más altos de cualquier lugar del mundo”, publicó Trump el martes en su plataforma Truth Social.

El primer ministro de Ontario, Doug Ford, declaró el martes por la tarde que recibió una llamada del secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, tras la cual acordó eliminar el incremento de precios. Añadió que estaba seguro de que el presidente de Estados Unidos también daría marcha atrás a sus propios planes de aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio canadienses.

“Tiene que consultarlo con el presidente, pero estoy bastante seguro de que dará marcha atrás”, dijo Ford sobre la amenaza de Trump de gravar el acero y aluminio. “De ninguna manera vamos a someternos. Lo que vamos a hacer es tener una conversación constructiva”.

Después de la caída en los mercados del lunes y el subsecuente nerviosismo el martes, Trump se enfrenta a una creciente presión por demostrar que cuenta un plan sólido para hacer crecer la economía. Hasta ahora, el mandatario ha ratificado su postura sobre los aranceles y puede señalar el drama del martes como evidencia de que los impuestos sobre las importaciones son una valiosa herramienta de negociación, incluso si generan agitación en el mercado de valores.

Trump insinuó el martes que los aranceles son fundamentales para cambiar la economía de Estados Unidos, independientemente de las oscilaciones del mercado de valores.

El mandatario estadounidense ha dado distintas explicaciones para su antagonismo hacia Canadá. Señaló que sus aranceles del 25% sobre todas las importaciones, algunos de los cuales quedaron suspendidos durante un mes, se deben al contrabando de fentanilo, y ha expresado objeciones a que Canadá imponga altos gravámenes a las importaciones de productos lácteos que castigan a los granjeros estadounidenses. También ha mantenido su llamado para que Canadá se convierta en parte de Estados Unidos como solución, una forma de burla que ha enfurecido a los gobernantes canadienses.

“Lo único que tiene sentido es que Canadá se convierta en nuestro querido quincuagésimo primer estado”, publicó Trump el martes. “Esto haría que todos los aranceles, y todo lo demás, desaparezca por completo”.

Tensiones entre Estados Unidos y Canadá

El primer ministro entrante de Canadá, Mark Carney, dijo que su gobierno mantendrá los aranceles hasta que los estadounidenses muestren respeto y se comprometan con el libre comercio, después de que Trump amenazó con una devastación financiera histórica para Canadá.

Carney, quien tomará posesión en lugar de Justin Trudeau en los próximos días, dijo que los más recientes aranceles de Trump son un ataque a los trabajadores, las familias y las empresas canadienses.

“Mi gobierno mantendrá nuestros aranceles hasta que los estadounidenses nos muestren respeto y asuman compromisos creíbles y fiables con el comercio libre y justo”, dijo Carney en un comunicado.

Los funcionarios canadienses planean imponer aranceles de represalia en respuesta al gravamen sobre el acero y el aluminio, los cuales se tiene previsto que se den a conocer el miércoles.

Carney se refería la primera ronda de aranceles de represalia de Canadá por 30.000 millones de dólares canadienses (21.000 millones de dólares estadounidenses) que se han aplicado a productos estadounidenses, como el jugo de naranja, la mantequilla de cacahuate, el café, los electrodomésticos, el calzado, los cosméticos, las motocicletas y determinados productos de pulpa y papel.

Trump también ha impuesto a México aranceles del 25% debido a su descontento con el narcotráfico y la inmigración ilegal, aunque suspendió durante un mes los impuestos a las importaciones que cumplen con el pacto comercial T-MEC firmado en 2020.

Cuando se le preguntó sobre si México temía enfrentarse a los mismos aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio que Canadá, la presidenta Claudia Sheinbaum, dijo: “No, nosotros somos respetuosos”.

Trump participó el martes en una sesión de preguntas y respuestas con Business Roundtable, una asociación comercial de CEO a la que cortejó durante la campaña de 2024 con la promesa de tasas impositivas corporativas más bajas para los fabricantes nacionales. Pero sus aranceles sobre Canadá, México, China, y posiblemente más sobre Europa, Brasil, Corea del Sur, medicamentos farmacéuticos, cobre, madera y microprocesadores— equivaldrían a un enorme aumento de impuestos.

El voto de desconfianza del mercado de valores durante las últimas dos semanas pone al presidente en un dilema entre su entusiasmo por gravar las importaciones y su imagen como un político que entiende de negocios basado en sus propias experiencias en bienes raíces, medios y marketing.

“Los aranceles están teniendo un impacto sumamente positivo — lo tendrán, y lo están teniendo”, declaró Trump ante la reunión de CEO, afirmando que los impuestos a las importaciones harían que más fábricas se reubiquen en Estados Unidos.

Aumentan las preocupaciones de una recesión

El economista de la Universidad de Harvard Larry Summers, secretario del Tesoro durante el gobierno de Bill Clinton, calcula que las probabilidades de una recesión son 50-50. El banco de inversión Goldman Sachs ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para este año: de 2,2% a 1,7%. Aumentó modestamente su probabilidad de recesión al 20% “porque la Casa Blanca tiene la opción de revertir los cambios de política si los riesgos a la baja comienzan a parecer más serios”.

Trump ha tratado de asegurar al público que sus aranceles causarían una cierta “transición” para la economía, en la que los impuestos han impulsado a más empresas a comenzar un proceso de varios años para reubicar sus fábricas en Estados Unidos a fin de evitar los aranceles. Pero el domingo encendió las alarmas durante una entrevista en la que no descartó una posible recesión.

Continúa el desplome del mercado de valores

La promesa de grandes cosas por venir no eliminó la ansiedad, y el índice bursátil S&P 500 cayó 2,7% el lunes, lo que ha borrado las ganancias con las que el mercado recibió la victoria electoral de Trump en noviembre de 2024. El índice S&P 500 cayó aproximadamente un 0,8% en las operaciones del martes por la tarde, recuperándose de una caída inicial después de que Ontario dio marcha atrás a su incremento en los precios de la electricidad.

Trump ha confiado desde hace tiempo en el mercado de valores como un indicador económico y político a seguir, sólo para aparentemente ignorarlo mientras sigue decidido hasta ahora a imponer aranceles. Cuando ganó las elecciones el año pasado, proclamó que quería que se considerara que su mandato había comenzado el 6 de noviembre de 2024, el día de las elecciones, en lugar de la fecha de su toma de posesión del 20 de enero de 2025, para que se le pudieran atribuir las ganancias bursátiles postelectorales.

Trump también advirtió repetidamente de una caída libre de la economía si perdía las elecciones.

“Si no gano tendrán una depresión al estilo de 1929. Disfrútenla”, dijo Trump durante un mitin en agosto pasado en Pensilvania.