Trump Sugiere Despedir a Fauci

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que podría despedir al Dr. Anthony Fauci, el principal experto del país en enfermedades infecciosas, después de las elecciones.

Hablando ante una multitud en la Florida después de la medianoche, luego de un día completo de campaña, el presidente se quejaba de la cobertura de los medios de comunicación sobre la pandemia de covid-19 cuando la gente estalló en un cántico que decía «Despide a Fauci».

«No se lo digan a nadie, pero déjenme esperar hasta un poco después de las elecciones», dijo Trump entre vítores. «Agradezco el consejo».

Más tarde, Trump afirmó que Fauci es «un buen tipo, pero se ha equivocado mucho».

La mayor parte de la multitud en la Florida no llevaba máscaras; Trump ha procedido con manifestaciones en estados con brotes desenfrenados de coronavirus, creyendo que su mensaje de reapertura resonará en los votantes.

Los comentarios de Trump se producen después de que la Casa Blanca se lanzara el sábado sobre Fauci luego de los comentarios de este al diario The Washington Post en los que criticó la respuesta de la administración de Trump a la pandemia, incluyendo al Dr. Scott Atlas, en quien el presidente ha confiado para obtener consejos sobre el manejo del coronavirus.

Dr. Fauci: Habrá mucho dolor por el covid-19 en EE.UU. si se continúa por el camino actual
Si bien Trump y Fauci dieron una muestra de cooperación al comienzo de la pandemia, su relación se ha deteriorado significativamente.

Fauci ha dicho que ya no informa al presidente y ha sido reemplazado por Atlas.

Hasta la madrugada del lunes, más de 9.2 millones de personas en EE.UU. contrajeron coronavirus y más de 230,000 personas murieron.

Biden Contínua Adelante de Trump

Con la carrera por la presidencia acercándose a su fin en medio de una pandemia furiosa, el candidato demócrata Joe Biden mantiene una ventaja sustancial sobre el presidente Donald Trump en todo el país, según una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS.

Entre los votantes probables, el 54% respalda a Biden y el 42% a Trump. Biden ha mantenido una ventaja en todas las encuestas de CNN sobre el enfrentamiento desde 2019. Y ha tenido una ventaja estadísticamente significativa en todas las encuestas nacionales de alta calidad desde la primavera.

Aunque la elección finalmente se decidirá por los resultados estatales, que impulsan el Colegio Electoral, la ventaja de Biden a nivel nacional es más amplia que la que cualquier candidato presidencial ha tenido en más de dos décadas en los últimos días de la campaña.

La encuesta no ofrece indicios de que la campaña de reelección de Trump de cuatro años haya logrado reunirle nuevos partidarios sustanciales desde su estrecha victoria en las elecciones de 2016.

Salvo cambios importantes en el panorama en los últimos días de la contienda, las posibilidades de Trump de cerrar la brecha dependen profundamente de la participación el día de las elecciones. La encuesta encuentra que entre aquellos que ya han votado (64% Biden contra 34% Trump) o que planean votar temprano pero aún no lo habían hecho en el momento en que fueron entrevistados (63% Biden contra 33% Trump), Biden tiene casi apoyo de dos tercios. Sin embargo, Trump lidera entre el 59% y el 36% entre los que dicen que planean votar el día de las elecciones.

Los abismos demográficos que han definido la política de la nación en los últimos cuatro años continúan. Las mujeres rompen bruscamente por Biden, 61% contra 37%. Entre los hombres, es una división casi pareja, 48% para Trump y 47% para Biden. Los votantes de color apoyan al demócrata por un margen de casi 50 puntos, 71% contra 24%, mientras que los votantes blancos se dividen 50% para Trump contra 48% para Biden.

Esos números casi pares entre los hombres y entre los votantes blancos enmascaran divisiones significativas por educación entre los blancos y por raza entre géneros. Las mujeres de color (77% Biden contra 21% Trump) y las mujeres blancas (54% Biden contra 45% Trump) se rompen hacia Biden, al igual que los hombres de color (64% Biden contra 28% Trump). Los hombres blancos, sin embargo, favorecen a Trump 56% contra 41%.

Aquellos con títulos universitarios favorecen a Biden por 30 puntos, mientras que aquellos sin títulos se dividen en partes iguales. Entre los votantes blancos, la diferencia es mayor. Los votantes blancos con títulos universitarios favorecen a Biden 58% contra 40%. Aquellos votantes blancos que no tienen un título de cuatro años son un espejo, 58% de Trump contra 40% de Biden. Entre los votantes blancos con títulos, la brecha de género es relativamente pequeña, pero es un bostezo de 38 puntos entre las mujeres blancas sin títulos (49% Biden contra 49% Trump) y los hombres blancos sin títulos (68% Trump contra 30% Biden).

Y las personas mayores, que cambiaron en la dirección de los demócratas en las elecciones de 2018, están sólidamente en la esquina de Biden en esta encuesta. En general, el 55% de los votantes probables de 65 años o más respaldan al demócrata, el 44% a Trump. Biden también lidera por un amplio margen entre los votantes menores de 35 años (68% Biden contra 30% Trump), mientras que los votantes entre las edades de 35 y 64 están divididos de manera uniforme entre los dos candidatos (48% respalda a cada candidato).

El índice de aprobación del presidente en la encuesta es de 42% aprueba y 55% desaprueba entre todos los adultos. Entre los votantes probables, es similar, 42% aprueba y 56% desaprueba. Las cifras apenas se han movido en el último año, con un número de aprobación que oscila entre el 40% y el 45% en todas menos una de las 12 encuestas que CNN ha realizado desde octubre de 2019. Las cifras ahora tampoco difieren mucho del primer índice de aprobación de Trump en una encuesta de CNN en 2017, cuando el 44% aprobó y el 53% desaprobó.

Solo alrededor de 4 de cada 10 estadounidenses dicen que las cosas van bien en el país en este momento (39%). Esa cifra solo ha bajado dos veces en los años de reelección desde 1980: en 1992 (el 35% decía que iba bien) y en 1980 (el 32% decía que iba bien).

Todos los datos apuntan a una elección que es un referéndum sobre un presidente impopular, y una parte considerable de los partidarios de ambos candidatos está tomando sus decisiones en función de sus sentimientos hacia Trump. Entre los partidarios de Biden, el 48% dice que su voto es más contra Trump que por Biden, mientras que el 48% dice que es a favor de Biden y no en contra del presidente. Aunque ese sigue siendo un gran voto anti-Trump, es un cambio a favor de un voto pro-Biden en comparación con las encuestas anteriores en el ciclo. Por otro lado, casi 8 de cada 10 partidarios de Trump (79%) dicen que sus votos están a favor del presidente y no en contra de Biden (17%).

Aunque el mensaje de la campaña de Trump en las últimas semanas de la campaña ha sido implacablemente negativo sobre Biden. La encuesta sugiere que hay poca diferencia en las percepciones del exvicepresidente. La calificación de favorabilidad del candidato demócrata en la encuesta sigue siendo en gran medida positiva: el 55% de los votantes probables tiene una opinión favorable y el 42% una desfavorable, aproximadamente la misma que a principios de octubre. Las cifras de Trump son tan negativas como lo fueron a principios de este mes: el 57% tiene una opinión desfavorable de él, mientras que el 41% tiene una opinión favorable.

En 2016, los votantes que tenían opiniones desfavorables tanto de Trump como de la candidata demócrata Hillary Clinton rompieron bruscamente a favor de Trump, según las encuestas a boca de urna. Pero ese grupo de votantes es menor con los candidatos de este año, del 18% en encuestas de CNN a la salida en 2016 al 4% ahora. La mayoría tiene una opinión favorable de Biden, pero no de Trump (51%), mientras que solo el 37% tiene una opinión favorable de Trump pero no de Biden.

Biden mantiene ventajas sobre Trump como el candidato con más probabilidades de unir al país (60% Biden contra 34% Trump), que es más honesto y digno de confianza (54% contra 37%), que se preocupa por personas como tú (54% contra 40%) y que mantendrá a los estadounidenses a salvo de daños (52% contra 45%). Sin embargo, los votantes probables están divididos sobre qué candidato tiene la resistencia y la agudeza para ser presidente (el 47% dice que Trump, el 46% que Biden), un punto de enfoque para Trump, quien ha golpeado a Biden sobre su edad durante toda la campaña.

Es más probable que los votantes potenciales consideren las posiciones de un candidato sobre los temas importantes para su voto que el liderazgo y las cualidades personales del candidato. Pero el subconjunto que se centra en las cualidades personales rompe bruscamente con Biden (71% apoya a Biden, 27% a Trump), mientras que aquellos que dicen que los problemas son más críticos favorecen a Trump (54% Trump frente al 43% Biden).

En general, sin embargo, Biden es visto más a menudo como el candidato con un plan claro para resolver los problemas del país, 54% dice Biden, 41% Trump. Y el exvicepresidente tiene una ventaja sobre Trump como más confiable para manejar la desigualdad racial (60% Biden contra 36% Trump), el brote de coronavirus (57% contra 39%), la atención médica (57% contra 41%), el crimen y seguridad (52% contra 46%) y las nominaciones a la Corte Suprema (51% contra 44%). Aún así, Trump ha recuperado una ventaja en el manejo de la economía (51% Trump contra 46% Biden).

De manera más general, la mayoría de los votantes probables considera que las propuestas de política de Biden pueden llevar al país en la dirección correcta (53%), mientras que la mayoría dice que las propuestas de Trump apuntan en la dirección equivocada (53%).

Y todo esto se desarrolla en el contexto de una creciente pandemia de coronavirus. Ocho meses después de que gran parte del país cerrara para frenar la propagación del virus, el 50% de los estadounidenses dice que lo peor de ese brote aún está por llegar. Solo la mitad dice que se siente cómodo volviendo a sus rutinas habituales. Además, el 40% dice que la economía aún está en recesión debido al virus, mientras que solo el 29% dice que la economía está comenzando a recuperarse.

En todas estas medidas sobre la posición del país en la lucha contra el coronavirus, los votantes de Biden y los votantes de Trump tienen puntos de vista completamente opuestos. Entre los partidarios de Biden, el 77% dice que lo peor de la pandemia está por venir, mientras que el 78% de los votantes de Trump sienten que ha quedado atrás. Más de 8 de cada 10 partidarios de Trump (84%) dicen que se sienten cómodos volviendo a sus rutinas habituales hoy, mientras que el 76% de los votantes de Biden no. Y el 64% de los partidarios de Biden dicen que la economía aún está empeorando, mientras que el 62% de los votantes de Trump sienten que está en alza.

La encuesta de CNN fue realizada por SSRS del 23 al 26 de octubre entre una muestra nacional aleatoria de 1.005 adultos contactados por teléfonos fijos o celulares por un entrevistador en vivo, incluidos 886 votantes probables. Los resultados de la muestra completa tienen un margen de error muestral de más o menos 3,6 puntos porcentuales; es más o menos 3,8 puntos para los resultados entre los votantes probables.

Ayuda Económica Hasta Después de Elecciones: Trump

Demócratas y republicanos no logran ponerse de acuerdo para un nuevo paquete de ayuda por el coronavirus.

El presidente Donald Trump pareció reconocer este martes el fracaso en los esfuerzos para acordar con la oposición demócrata un paquete de apoyo a la economía de Estados Unidos, duramente golpeada por la pandemia de covid-19, al afirmar que el mismo será aprobado por los republicanos después de las elecciones del 3 de noviembre.

Asimismo, pronosticó, pese a que las encuestas indican lo contrario, que los republicanos recuperarán el control de la Cámara de Representantes y atribuyó a su titular, la demócrata Nancy Pelosi, el estancamiento de las negociaciones para acordar medidas con las que contrarrestar el impacto de la crisis sanitaria en las empresas y los hogares.

«No está interesada en ayudar a la gente», dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca.

«Pero después de la elección aprobaremos el mejor paquete de estímulo que jamás hayan visto porque creo que vamos a recuperar la Cámara baja», agregó el presidente que busca la reelección y a quien las encuestas colocan detrás del aspirante demócrata Joe Biden.

Tras meses de negociaciones entre Pelosi y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y recientes señales de avance, parece haberse agotado el tiempo para aprobar el acuerdo antes de la elección del martes próximo.

En tanto, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que se opone a un paquete de estímulo amplio a la economía, aplazó las sesiones de la Cámara alta, pese a que se apresuró a convocar un plenario para confirmar la designación de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema el lunes.

El gobierno republicano y la oposición demócrata negocian un paquete de unos 2 billones de dólares para apoyar la economía, pero ostentan diferencias sobre el combate al coronavirus y las ayudas a los gobiernos estatales y locales en apuros.

Trump reiteró su oposición a ayudar a ciudades y estados gobernados por demócratas.

Con un fuerte aumento de los contagios de covid-19, la necesidad de aprobar un paquete de apoyo adquirió mayor urgencia, en especial porque expiraron o están por expirar varios programas de asistencia, incluyendo una moratoria en las ejecuciones hipotecarias y desalojos, así como préstamos para pequeñas empresas, lo que amenaza con desatar una ola de quiebras y personas sin techo.

No está claro si el Congreso podrá aprobar un paquete antes de que la nueva legislatura se instale en enero.

Aseguran que Trump Esconde Dinero en China

Los registros fiscales del presidente Donald Trump muestran que ha llevado a cabo proyectos comerciales expansivos en China durante años e incluso mantiene una cuenta bancaria china, según informó el martes The New York Times.

Son revelaciones que asestan un golpe a los esfuerzos del presidente por presentar al candidato demócrata Joe Biden como el candidato presidencial que es suave con China.

Un análisis de los registros fiscales de Trump realizado por The New York Times muestra que el presidente tiene una cuenta bancaria en China no declarada anteriormente que no se incluyó en sus declaraciones financieras públicas porque se mantiene bajo un nombre corporativo. Trump también tiene cuentas bancarias en Gran Bretaña e Irlanda.

La cuenta china, dijo el periódico, está controlada por Trump International Hotels Management. Y pagó US$ 188.561 en impuestos en el país de 2013 a 2015.

Si bien los registros fiscales no muestran cuánto dinero se ha movido a través de las cuentas extranjeras de Trump, el Servicio de Impuestos Internos exige que los contribuyentes revelen las porciones de sus ingresos provenientes de países extranjeros. Trump International Hotels Management reportó solo unos pocos miles de dólares de China.

El abogado de la Organización Trump, Alan Garten, quien se negó a nombrar el banco chino que tiene la cuenta, le dijo a The New York Times en un comunicado que la Organización Trump «abrió una cuenta con un banco chino que tiene oficinas en Estados Unidos para pagar los impuestos locales» vinculada con su impulso para hacer negocios en el país.

Garten dijo específicamente que la compañía había abierto la cuenta una vez que se abrió una oficina en China «para explorar el potencial de ofertas hoteleras en Asia».

«Nunca se materializaron acuerdos, transacciones u otras actividades comerciales y, desde 2015, la oficina ha permanecido inactiva», dijo al periódico. «Aunque la cuenta bancaria permanece abierta, nunca se ha utilizado para ningún otro propósito».

Si bien Trump ha tratado de pintar a Biden como débil con China durante las elecciones generales, sus propios lazos financieros con el país contrastan con el exvicepresidente, cuyas declaraciones de impuestos sobre la renta y divulgaciones financieras no muestran negocios o ingresos de China.

Los registros fiscales del presidente muestran que ha invertido al menos US$ 192.000 en cinco empresas establecidas para llevar a cabo proyectos en China durante varios años, según The New York Times.

Desde 2010, las empresas han declarado al menos US$ 97.400 en gastos, dijo el periódico.

Los nuevos detalles extraídos de los registros fiscales de Trump se basan en un informe anterior de The New York Times que detallaba cómo el presidente no pagó impuestos federales sobre la renta en 10 de los 15 años a partir de 2000 porque informó haber perdido significativamente más de lo que ganaba.

Tanto en el año en que ganó la presidencia como en su primer año en la Casa Blanca, Trump pagó solo US$ 750 en impuestos federales sobre la renta, informó The New York Times.

China dice que no está al tanto del informe del diario The New York Times sobre la cuenta bancaria china del presidente Trump
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que «no tiene conocimiento» del informe del The New York Times publicado el martes que dice que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene una cuenta bancaria en China que no se informó anteriormente y que no se incluyó en sus declaraciones financieras públicas porque se mantiene bajo un nombre corporativo.

Cuando se le preguntó si el Ministerio tiene algún comentario sobre el informe, el portavoz Zhao Lijian dijo: «No estoy al tanto de dicho informe. China siempre se ha opuesto a cualquier acto de utilizar a China en las elecciones estadounidenses».

Callarán a Trump en Debate

Los cambios anunciados este lunes por la noche permitirán que cada candidato hable por dos minutos sin interrupciones mientras responden preguntas de la moderadora. Eso significa que quien no esté hablando tendrá el micrófono en mute durante algunas partes del encuentro.

Al presidente, Donald Trump, y al candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, se les silenciará el micrófono durante el último debate presidencial este jueves mientras sea el turno de su oponente de responder a la preguntas de los moderadores, según lo anunció este lunes la Comisión de Debates Presidenciales en un comunicado.

Ambos micrófonos estarán encendidos durante los segmentos de discusión abierta del debate.

El único debate en el que han participado Trump y Biden, el mes pasado, se vio empañado por las frecuentes interrupciones del candidato republicano, lo que provocó que se pidiera que para el próximo encuentro el moderador del debate tuviera la capacidad de silenciar el micrófono de cada candidato mientras hablaba su oponente.

En el comunicado, la Comisión señaló que “ha determinado que es apropiado implementar medidas con el objetivo de promover el cumplimiento de las reglas acordadas e inapropiado hacer cambios a esas reglas”.

El debate de 90 minutos se dividirá en seis segmentos de 15 minutos, y cada candidato tendrá dos minutos para comentar de manera ininterrumpida antes de proceder a un debate abierto.

Aunque el segmento de discusión abierta del debate no contará con un botón silenciador, las interrupciones de cualquiera de los candidatos serán descontadas de su tiempo restante.

La campaña de reelección del presidente dijo después del anuncio de las nuevas reglas que Trump sí participará en el último debate, luego de que el segundo se cancelara cuando el mandatario no quiso acatar la regla de debatir de manera virtual, tras cu contagio de COVID-19.

“El presidente Trump está comprometido a debatir con Joe Biden independientemente de los cambios de última hora en las reglas de la parcializada Comisión en su último intento de proporcionar ventaja a su candidato favorito», dijo la campaña en un comunicado. Y se quejó de que los temas a tratar el jueves (la pandemia, el racismo, el cambio climático y otros) no incluirán la política exterior, un área en la que Trump asegura haber hecho grandes logros durante los últimos cuatro años.

La Comisión de Debates Presidenciales es un organismo sin afiliación política.

La presentadora Kristen Welker de NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, será la moderadora en el encuentro del jueves en la Universidad de Belmont en Nashville, Tennessee.

El debate está programado para las 9:00 pm (hora del este).

Trump Tacha de Idiota a Fauci

Donald Trump se quejó con el personal de su campaña sobre el principal experto en enfermedades infecciosas del Gobierno, Anthony Fauci, incluyéndolo entre personas a las que calificó de “idiotas”, pero dijo que no puede despedirlo debido a la percepción pública.

“La gente está cansada de escuchar a Fauci y a todos estos idiotas”, dijo Trump el lunes en una videoconferencia sobre su campaña, que va muy por detrás de su rival, Joe Biden, en las encuestas. La campaña de Trump invitó a la prensa a escuchar.

“Cada vez que aparece en televisión”, cae una “bomba”, le dijo Trump a su personal, y agregó que despedir a Fauci sería una “bomba más grande”.

Afirmó sin fundamento que, “si lo hubiéramos escuchado”, Estados Unidos tendría 700.000 y 800.000 muertes. Más de 220.000 estadounidenses han muerto hasta ahora por la pandemia del coronavirus.

Después de denigrar a Fauci, Trump comentó que no le importaba que hubiera reporteros en la conferencia.

Trump dijo previamente que aceptó todas las recomendaciones de Fauci mientras luchaba contra la pandemia. Pero Fauci es un firme defensor del uso público de mascarillas faciales, precaución que el propio presidente no ha seguido y ha desalentado entre su personal.

El asesor médico más cercano de Trump es ahora Scott Atlas —neurorradiólogo sin experiencia en epidemiología afiliado a la conservadora Hoover Institution de la Universidad de Stanford—, que captó la atención del presidente con frecuentes apariciones en Fox News.

The Washington Post informó el lunes que Atlas se ha enfrentado en reiteradas oportunidades con Fauci y Deborah Birx, epidemióloga que coordina el grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus.

Trump Exige Negociar el Cheque de $1,200.00

McConnell anuncia que la próxima semana se negociará un paquete de ayudas que ya fracasó en septiembre, pero el presidente quiere “ir a por algo grande”.

El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, afirmó este martes que la semana próxima se volverá a votar el plan de estímulo económico que los republicanos presentaron para paliar la crisis de la pandemia del COVID-19 y que fue bloqueado por los demócratas en septiembre.

«Cuando regrese el Senado el 19 de octubre, nuestra primera orden del día será votar nuevamente sobre el programa de alivio para los trabajadores estadounidenses, incluido el nuevo financiamiento para el Programa de Protección Salarial» (PPP, en inglés), afirmó McConnell.

Las palabras del líder republicano contrastan sin embargo con las del presidente, Donald Trump, que minutos más tarde llamó al Congreso a aprobar un paquete de ayuda mayor. «ESTÍMULO! Vayan a por algo grande, o no vayan a por nada», escribió en Twitter.

El plan de Trump, que incluso enfrenta el rechazo en su propio partido, alcanza los 1.8 billones de dólares, más del triple que el paquete republicano que fue rechazado por los demócratas como «insuficiente».

Entre otros elementos, la propuesta republicana que volverá a votarse reduce a la mitad, a 300 dólares, los subsidios de desempleo adicionales por semana hasta diciembre, y no incluye otra ronda de cheques de estímulo de 1,200 dólares (que sí incluye el plan de Trump).

Los demócrata exigen la aprobación de un plan de más de 3 billones de dólares para estimular la economía y la extensión de los subsidios semanales por desempleo de 600 dólares.

Las discusiones entre representantes de ambos partidos y el gobierno se han extendido por meses, luego que las ayudas del primer plan aprobado en marzo comenzaran a acabarse, en julio pasado.

Trump incluso ordenó a sus negociadores detener las conversaciones sobre el nuevo paquete económico y amenazó con reanudarlo solo después de las elecciones. “Inmediatamente después de que yo gane, aprobaremos un importante proyecto de ley de estímulo», escribió en su cuenta de Twitter.

Horas más tarde, Trump dio marcha atrás y le dijo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi que estaba dispuesto a firmar una nueva ronda de cheques por 1,200 dólares.

La nueva votación anunciada por McConnell coincide en tiempo con la votación que tendrá que realizar el Senado por la nominación de la jueza Amy Coney Barrett para la Corte Suprema. Tanto el líder republicano en el Senado como Trump han dejado ver que ambos temas van de la mano.

«A menos que los demócratas bloqueen la ayuda para los trabajadores, tendremos tiempo suficiente para aprobarla antes de proceder según lo planeado a la nominación pendiente de la Corte Suprema», dijo McConnell.

En un tuit de este lunes, justo cuando comenzaban las audiencias para confirmar a Barrett en la Corte Suprema, Trump afirmó que «los republicanos le están dando a los demócratas mucho tiempo (…) para hacer sus declaraciones egoístas en relación con nuestra gran futura jueza de la Corte Suprema. Personalmente, me retiraría, aprobaría e iría por el ESTÍMULO para la gente».

Los demócratas han criticado al gobierno y a los republicanos de profundizar la confusión respecto al nuevo paquete de ayuda y de tratar de sacar beneficio personal si llega a aprobarse.

«Todo lo que quiere el presidente es su nombre en un cheque. Y eso. Estamos acá para honrar a nuestros héroes, aplastar el virus, meter dinero en los bolsillos del pueblo estadounidense, más allá de un cheque con su nombre», se quejó Pelosi.

Según McConnell, los demócratas no tienen más excusas para seguir bloqueando la propuesta republicana.

«Los demócratas han gastado meses bloqueando políticas que ni ellos mismos se oponen. Dicen que nada que sea menos que su propuesta multi-billonaria vale la pena. La vocera Pelosi dice que para ella ‘nada’ es mejor que ‘algo’. Y ha trabajado duro para asegurarse que las familias estadounidenses reciban nada», dijo este martes McConnell.

Portales Predicen que Trump Perderá en Votación Pero Tiene Posibilidades con Delegados

El portal Político, el más leído en temas electorales en el país norteamericano, estima que el candidato demócrata tiene consolidados los votos que le asegurarían la victoria

El número mágico para ganar una elección presidencial en los Estados Unidos es 270. El sistema de votos electorales otorga una cantidad fija de votos a cada estado (que son determinados dependiendo de la población de ese estado), y el candidato que logre alcanzar los 270 votos se queda con la presidencia.

Según las actuales encuestas, Joe Biden tiene una ventaja de arriba de diez puntos a nivel nacional con respecto a Donald Trump. Pero más allá de que las encuestas se pueden equivocar, y suelen equivocarse, ganar el voto popular no significa que se gane la elección. Para muestra un botón: Hillary Clinton superó a Donald Trump por 2,87 millones de votos en 2016, pero no logró más votos electorales. La clave no es ganar solamente, sino ganar donde se consiguen los votos que valen.

De acuerdo al análisis de Politico, la diferencia entre Joe Biden y Hillary Clinton, es que el actual candidato ha logrado una ventaja (al menos en intención de voto) en los tres estados de los Grandes Lagos: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Solamente Wisconsin aporta once votos electorales, que pueden ser vitales para cualquiera de las dos campañas. Este estado ha sido de los más polarizados en los últimos años pasando de gobernaciones republicanas a demócratas cada cuatro años.

Claro que a tres semanas de la elección, todo puede pasar. El análisis de esta publicación indica que el Presidente Trump tiene aún posibilidades siempre y cuando logre conquistar el voto de los cinco estados que según las encuestas hoy se consideran un empate técnico: Nebraska, Arizona, Iowa, Carolina del Norte y Florida. Además, el presidente debería dar vuelta algunos de los estados que en intención de voto se inclinan a favor de los demócratas. Una labor difícil, pero que en 2016 consiguió realizar.

No todos los pronosticadores están de acuerdo con esta lectura de las encuestas. Para la publicación Real Clear Politics, líder en promedios de encuestas, Biden tendría una ventaja sobre Trump en términos de votos electorales, pero aún estaría lejos de confirmar los deseados 270 votos. Según este conteo, al día de hoy, Biden habría asegurado unos 226 votos contra 125 de Donald Trump.

Pero aparte de la presidencia, en esta elección también está en juego la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes.

El Senado, actualmente de mayoría republicana, tiene 33 bancas en la boleta en todo el país. Según las encuestas, no estaría claro qué partido pudiera quedarse con la mayoría. Los demócratas parecería que pueden llegar a recuperar dos bancas perdidas, Arizona y Colorado.

Por su parte, los republicanos, que ya arrancan con ventaja, pudieran hacerse de una nueva banca en Alabama. Hay cuatro bancas que están en la categoría de empate técnico: Iowa, Maine, Montana y Carolina del Norte.

Carolina del Norte ha cobrado especial atención de la prensa porque hasta hace un par de semanas atrás, todo parecía indicar que el demócrata Cal Cunningham tenía las de ganar frente al senador por un término republicano, Thom Tillis. Pero la prensa descubrió una relación extra matrimonial del demócrata y el escándalo sexual podría costarle la elección.

En cuanto a la Cámara de Representantes, actualmente liderada por los demócratas, la tendencia parecería indicar que ese partido continuaría con el control. 220 bancas en juego irían a favor del partido demócrata, más unas 32 bancas que estarían en un empate técnico.

Plan de Ayuda de Trump es Criticado por Ambos Bandos

El repentino plan de ayuda propuesto por Trump es criticado tanto por republicanos como por demócratas

La presidenta de la Cámara de Representantes crítica la sorpresiva propuesta de Trump para un nuevo paquete de ayuda, luego de que él mismo declarara muertas las egociaciones. Algunos senadores republicanos también objetan el nuevo plan de la Casa Blanca.

Tanto la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como algunos senadores republicanos criticaron este sábado el plan de ayuda propuesto la víspera por el presidente Donald Trump, dos días despúes de haber ordenado a su partido suspender las negociaciones con los demócratas a la espera de que pasen las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

En una carta enviada el sábado a los demócratas de la Cámara de Representantes, Pelosi dijo que la nueva propuesta de la Casa Blanca significa «un paso adelante, dos pasos hacia atrás», ya que no contiene suficientes gastos para el seguro de desempleo, la ayuda estatal y local, el cuidado infantil y otras prioridades de los demócratas. Según Pelosi, contiene un lenguaje «imprudente» sobre protecciones de responsabilidad para empresas y otros.

“Cuando el presidente habla de querer un paquete de ayuda más grande, su propuesta parece significar que quiere más dinero para otorgar o retener a su discreción, en lugar de acordar un lenguaje que prescriba cómo honraremos a nuestros trabajadores, combatiremos el virus y pondremos dinero en los bolsillos de los trabajadores ”, escribió Pelosi.

Sin embargo, la líder de los demócratas de la Cámara Baja dijo que todavía tenía «la esperanza de que los acontecimientos de ayer nos acerquen a un acuerdo sobre un paquete de ayuda que aborde la crisis de salud y económica que enfrentan las familias estadounidenses».

Objeciones republicanas

En una conferencia telefónica este sábado con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, varios senadores republicaron plantearon sus dudas con respecto al monto de la propuesta y además expresaron su oposición a algunas disposiciones específicas del proyecto, entre ellas, una expansión de créditos fiscales del Obamacare, que según ellos, genera preocupaciones entre los contribuyentes por su presunta financiación a los abortos.

Tras haber anunciado intespestivamente el pasado martes que le había pedido al secretario del Tesoro dejar de negociar con Pelosi, el presidente cambió repentinamente de opinión y anunció un nuevo paquete de ayuda por 1.8 billones.

A solo semanas de las elecciones presidenciales, el mandatario, rezagado en las encuestas, ha recibido críticas por salirse de la negociación y presiones de algunos republicanos que enfrentan carreras apretadas por su escaño, por lo que al parecer ha apostado por cerrar un acuerdo, que pudiera impulsar sus perspectivas de reelección.

Así, el secretario del Tesoro presentó este viernes una nueva oferta de la Casa Blanca, que incluye una nueva ronda de cheques de estímulo de $1,200, el apoyo a pequeñas empresas o la ayuda a las aerolíneas, medidas que cuentan con apoyo bipartidista.

Pero también incluye otras disposiciones en las que las diferencias son más marcadas, como el seguro de desempleo, que los demócratas plantean que sea de $600 y la administración quiere limitar a $400 semanales.

Aunque la nueva propuesta de la administración aumentó el presupuesto de la ayuda estatal y local a $300,000 millones, más del 200% por encima con respecto a su propuesta anterior, los demócratas siguen considerando esta cifra por debajo de la necesaria, mientras que para muchos republicanos se trata de demasiado dinero.

Además del Obamacare, la propuesta de la administración incluye otros elementos que para muchos republicanos pueden ser difíciles de aceptar, como la posibilidad de que algunos inmigrantes indocumentados también reciban el cheque de estímulo, según The Washington Post que cita a fuentes familiarizadas con las conversaciones.

Por otra parte, un reporte de CNN, que también cita a fuentes anónimas relacionadas con las conversaciones, asegura que la impresión general es que se podría llegar a un acuerdo con los demócratas, pero la aprobación de los propios republicanos parece más difícil.

Trump Debe Presentar sus Declaraciones de Impuestos

El contador del presidente Donald Trump deberá entregar las declaraciones de impuestos del mandatario a un fiscal del estado de Nueva York, falló el miércoles un tribunal federal de apelaciones.

La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Manhattan, sin embargo, ratificó la pausa aprobada por una corte de menor instancia para que los abogados de Trump puedan apelar ante la Corte Suprema del país.

En agosto, un juez federal de distrito rechazó el pedido de los abogados del mandatario de anular la orden de la fiscalía de Manhattan dirigida a la firma de contabilidad que maneja las finanzas de Trump.

La fiscalía de Manhattan, bajo el mando de Cyrus Vance Jr., inició una investigación a raíz de pagos realizados por Trump a dos mujeres —la actriz pornográfica Stormy Daniels y la modelo de Playboy Karen McDougal— a cambio de que durante la campaña no revelaran que tuvieron relaciones con Trump. El ahora presidente niega que haya tenido esos amoríos.

Vance ha pedido ocho años de declaraciones de impuestos, tanto personales como corporativos, de Trump, pero no ha explicado cabalmente la razón de su pedido. En un documento judicial reciente, el equipo de Vance justificó el pedido a raíz de reportes de “conducta criminal extensa y prolongada por parte de la Trump Organization”.

Un vocero del Departamento de Justicia declaró que esa instancia está evaluando el fallo.

En julio, la Corte Suprema falló por siete votos a favor y dos en contra en contra del mandatario, rechazando los argumentos de Trump de que no se le puede investigar y mucho menos acusar penalmente porque él es el presidente. Sin embargo, el tribunal admitió que él puede resistir la citación de la fiscalía al igual que cualquier otro ciudadano.

El tribunal tiene ahora sólo ocho miembros debido al fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg.

Es posible que el asunto no quede dirimido antes de las elecciones de noviembre.

Por vía de sus abogados, Trump argumentó que el pedido se está haciendo de mala fe, que se debe a razones políticas y que constituye un acoso contra su persona, esgrimiendo como prueba que el lenguaje de la citación judicial se parece al de las citaciones emitidas por el Congreso.

En su decisión, el tribunal del 2do Circuito rechazó todos esos argumentos.

“Sostenemos que ninguna de las aseveraciones del presidente, ya sea separadas o en conjunto, son suficientes para justificar el argumento de que la citación fue emitida ‘con malicia o con la intención de acoso’”, falló el tribunal.