Juez federal bloquea la política de asilo de Biden

La Casa Blanca sufre un nuevo revés con la decisión de un juez de bloquear la polémica política de asilo de Biden, con la que se esperaba controlar los cruces fronterizos.

Un juez federal bloqueó este martes la política de asilo del presidente Joe Biden, dándole un duro golpe a la Administración que se ha apoyado en la medida para reducir los cruces fronterizos y contener la crisis migratoria en la frontera con México.

La orden del juez de distrito del Distrito Norte de California, Jon Tigar, elimina una herramienta clave de aplicación establecida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tras la expiración la noche del 11 de mayo de los controles por COVID-19. La regla conocida como Título 42 permitió a Estados Unidos durante la pandemia evitar la entrada de extrajeros y propagar el coronavirus, pero simultáneamente expulsar a más de 2.5 millones de extranjeros a partir de principios de 2020, la mayoría de ellos con la intencion de pedir asilo tras huir de sus países.

El juez Tigar suspendió el efecto de la sentencia por 14 días para una posible apelación por parte del gobierno a través del Departamento de Justicia.

De qué se trata la regla de asilo de Biden

La nueva regla de asilo del gobierno de Biden impuso severas limitaciones a los inmigrantes que buscan asilo. Pero incluye espacio para ciertas excepciones y no se aplica a los niños que viajaban solos, conocidos como Menores No Acompañados, quienes son procesados bajo las protecciones del Acuerdo Judicial Flores de 1997.

La administración considera la regla parte clave de su estrategia para lograr un equilibrio entre la aplicación estricta de las leyes de inmigración en la frontera y garantizar varias vías legales y ordenadas para que los migrantes presenten solicitudes de asilo válidas. La norma fue una respuesta a la inestabilidad política y económica que generó un éxodo de migrantes de países como Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, Haití, Nicaragua, Perú y Venezuela.

Al anunciar la nueva regla, una parte en enero y otra en abril, el gobierno de Biden enfatizó la compleja dinámica en juego cuando se trata de inmigración que en un momento consistía principalmente en adultos de México que buscaban venir a Estados Unidos fácilmente y luego podrían regresar a casa. Ahora los inmigrantes vienen de todo el hemisferio occidental e incluso más allá.

Los críticos de las medidas han argumentado que la regla es esencialmente una versión más nueva de los esfuerzos que llevó a cabo el expresidente Donald Trump para limitar el asilo en la frontera sur y que fueron implementadas bajo la política migratoria conocida como ‘tolerancia cero’.

Las organizaciones que demandaron

La demanda contra la política migratoria de Biden fue presentada, entre otros, por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la ACLU del Norte de California, el Centro de Estudios de Género y Refugiados y el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes quienes el 11 de mayo presentaron un recurso de impugnación a finales del jueves ante la Corte de Distrito del Distrito Norte de California, poco antes de expiración de la regla de seguridad sanitaria conocida como Título 42.

ACLU dijo en esa ocasión que que el desafío legal se presentó “rápidamente después de la presentación de la nueva política”. Los demandantes alegaron que la nueva regla final “es una prohibición que imita en gran medida dos políticas de la era Trump, conocidas como prohibiciones de «entrada» y «tránsito», que fueron bloqueadas por los tribunales de justicia”.

Los demandantes explicaron además que la regla final de Biden vigente desde las primeras horas del 12 de mayo en la frontera sur, “prohíbe el asilo para todas las personas en la frontera que transitaron por otro país en ruta a los Estados Unidos (es decir, personas de otros países que no sean México), excepto para aquellos que pueden obtener una cita escasa para presentarse en un puerto fronterizo a través de una visa o autorización por medio de una aplicación móvil”.

La aplicación móvil se trata de CBP One, activada por el gobierno el 5 de enero y que en los primeros meses operó de manera deficiente y solo por espacio de una hora diaria. Luego la herramienta comenzó a funcionar durante 23 horas diarias otorgando 1,000 citas por día, según la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP). Recientemente el cupo fue extendiudo a 1,450 diarios.

Las nuevas regulaciones de asilo dictadas por el gobierno de Biden también permiten la llegada de extranjeros en busca de asilo que hayan primero buscado asilo en un tercer país (regla del 3er país seguro) y se lo negaron o aquellos que pueden demostrar que califican para una de algunas otras excepciones “extremadamente limitadas”.

Demandantes celebran victoria

Tras la emisión del fallo este martes, los demandantes aplaudieron la sentencia, aunque esta entrará en vigor dentro de 14 días. Los abogados de los grupos comparecieron ante el tribunal el 19 de julio por los argumentos de su demanda y el juez Tigar escuchó los alegatos.

“El fallo es una victoria, pero cada día que la administración Biden prolonga la lucha por su prohibición ilegal, muchas personas que huyen de la persecución y buscan un puerto seguro para sus familias quedan en grave peligro”, dijo Katrina Eiland, subdirectora del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, quien argumentó el caso. “La promesa de Estados Unidos es servir como un faro de libertad y esperanza, y la administración puede y debe hacer mejor para cumplir esta promesa, en lugar de perpetuar políticas crueles e ineficaces que la traicionan”, indicó.

A su vez, Melissa Crow, directora de litigios del Centro de Estudios de Género y Refugiados, dijo que “la corte lo hizo bien. La prohibición de asilo del presidente Biden viola nuestras leyes y se burla de nuestro sistema de asilo. La semana pasada, el gobierno admitió que, según la prohibición, a las personas con reclamos legales meritorios se les puede prohibir el asilo y ser deportadas a países donde enfrentan daños graves».

Crow dijo además que «para ellos, ese es un precio aceptable a pagar por la ilusión de la gestión de fronteras. Pero están infringiendo la ley, sembrando el caos y poniendo en peligro a las personas vulnerables. Instamos a la administración a que deje de defender esta política ilegal y, en cambio, tome medidas inmediatas para establecer un proceso justo y humano que defienda los derechos de todas las personas que buscan refugio en las puertas de nuestra nación”.

Por su parte, Keren Zwick, directora de litigios del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, dijo que la sentencia de la corte «es bienvenida y esperada, ya que la nueva política simplemente reiteró reglas anteriores que restringían el acceso al asilo por motivos similares, que las cortes ya rechazaron».

«Las leyes de Estados Unidos protegen los derechos de las personas que huyen de la persecución para venir a este país y buscar asilo, y punto. Alentamos a la administración de Biden a que ahora dirija sus recursos para defender ese derecho, en lugar de luchar para continuar con esta prohibición de asilo ilegal e inhumana”, indicó.

Estados Unidos Extiende el TPS

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó este martes en un comunicado que decidió extender por 18 meses el denominado Estatus de Protección Temporal (TPS) para ciudadanos de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Nepal, y que –además– rescindió la decisión del Gobierno de Donald Trump de acabar con las protecciones temporales para estos países.

El TPS es un beneficio migratorio temporal que estableció el gobierno de Estados Unidos para las personas de ciertas nacionalidades que no pueden regresar a sus países de origen de forma segura, ya sea por un conflicto armado en curso, un desastre natural y otras condiciones extraordinarias de carácter temporal.

Los beneficiarios del TPS, así como las personas que son elegibles durante la revisión inicial de sus casos, no son deportados de EE.UU. y tampoco detenidos por el Departamento de Seguridad Nacional. Los beneficiarios también pueden buscar trabajo en EE.UU. mediante el Documento de Autorización de Empleo (EAD, por sus siglas en inglés) y obtener autorización para viajar.

Tú Nacionalidad Importa Cuando Pides Asilo

Cuando expiren las restricciones del Título 42 el 11 de mayo, se espera que lleguen más inmigrantes a la frontera a pedir asilo. El gobierno planea examinar rápidamente a los solicitantes y rechazar a los que no cumplan los requisitos. Pero las personas recibirán un trato diferente en función de su nacionalidad.

Hace una década, había una altísima probabilidad de que cualquier persona detenida por las autoridades estadounidenses en la frontera sur fuese de nacionalidad mexicana. Pero eso ha cambiado mucho. Ahora, proceden de decenas de países y muchos son de Perú, Venezuela, Haití, India o Rusia, por ejemplo. Solo un tercio procede de México, frente al 85% de 2011.

La variedad de orígenes complica los esfuerzos del gobierno de Joe Biden para prevenir una oleada migratoria cuando el 11 de mayo levante las restricciones establecidas en el Título 42, una herramienta de seguridad sanitaria que también ha sido utilizada para suspender el derecho a solicitar asilo para evitar la propagación del covid-19.

Los cruces ilegales cayeron después de que el presidente Biden anunciara nuevas restricciones temporales al asilo en enero, pero han aumentado desde mediados de abril. Han rondado las 7,200 entradas diarias, frente a las 5,200 de marzo, según Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, un sindicato de agentes fronterizos.

La administración planea examinar rápidamente y deportar a los que no cumplan los requisitos o no tengan una causa legal para permanecer en Estados Unidos. Pero el trato será diferente según la nacionalidad.

Los planes varían en función de la procedencia de los inmigrantes. Acá te lo explicamos.

El caso de los cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos
En diciembre, estas cuatro nacionalidades representaban el 40% de todas las personas detenidas en la frontera. En marzo, solo eran el 3%.

Biden anunció el 5 de enero que hasta 30,000 personas de estos cuatro países podrían acogerse a un parole humanitario cada mes si lo solicitaban por Internet y contaban con un patrocinador en el país autorizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). México aceptó readmitir al mismo número de personas de esos países que entraron ilegalmente en Estados Unidos y luego deportados o devueltos por las autoridades federales.

Texas y otros estados liderados por los republicanos han impugnado este amplio uso del parole humanitario; el 15 de junio se celebrará un juicio en Victoria (Texas).

México dijo a última hora del martes que tras la cancelación del Título 42 prevista para el 11 de mayo, seguiría acogiendo a personas de los cuatro países expulsadas desde Estados Unidos. Combinado con el parole humanitario para quienes lo soliciten fuera de Estados Unidos, se trata de una política que se aplicó por primera vez en abril del 2022 a los ucranianos tras la invasión rusa.

Cubanos, nicaragüenses y venezolanos se han beneficiado de la negativa de sus gobiernos a aceptar vuelos de deportación, aunque La Habana accedió a recibir el lunes el primero desde diciembre de 2020 y ha prometido seguir haciéndolo. Haití está asolado por la violencia de las bandas, lo que dificulta enormemente los vuelos.

Qué pasa con los migrantes procedentes del Triángulo Norte

Las familias y los menores no acompañados de Guatemala, Honduras y El Salvador impulsaron en gran medida la migración hacia la frontera estadounidense durante la última década. Entonces llegó el Título 42.

México aceptó acoger de nuevo a personas procedentes de lo que se conoce como el Triángulo Norte a partir del inicio del Título 42 en marzo de 2020. Muchos llevan meses, o años, esperando a que termine.

Estados Unidos mantiene largas y profundas relaciones con los gobiernos de la región, lo que, aunque caro y lento, hace que sea relativamente fácil mandar a los migrantes de vuelta.

Guatemala y Honduras aceptaron la mitad de los vuelos de expulsión de Estados Unidos el año pasado -727 en total-, según Witness at the Border, un grupo que realiza un seguimiento de esos vuelos.

El martes, Estados Unidos dijo que admitiría a 100,000 personas de Guatemala, Honduras y El Salvador que vienen en busca de reunificación familiar.

Los mexicanos, más fáciles de expulsar

En cierto modo, una frontera terrestre compartida que se extiende desde San Diego (California) hasta Brownsville (Texas) hace que los mexicanos sean los más fáciles de expulsar, ya que solo hay un corto trayecto por tierra hasta el paso fronterizo oficial más cercano.

Además, los niños no acompañados procedentes de México y Canadá no están amparados por una ley contra la trata de 2008 que concede protección jurídica especial a los niños que viajan solos desde otros países. Se les envía rápidamente de vuelta.

Pero los mexicanos también han quedado al margen de algunas de las políticas más restrictivas, como la de la virtual prohibición de dar asilo a quienes viajan a través de otro país (regla del tercer país seguro) hasta la frontera estadounidense no se aplica a los mexicanos. Se espera una versión final de esa medida antes del 11 de mayo y que sea rápidamente impugnada ante los tribunales.

Todos los otros casos, con los rusos a la cabeza

Los mexicanos y los nacidos en los países del Triángulo Norte de Centroamérica representaron apenas la mitad de todas las personas detenidas por cruzar ilegalmente la frontera mexicana en marzo, lo que representa un cambio importante solo en los últimos años.

El caso del los demás varía según la nacionalidad. Los rusos, por razones que no están claras, han estado entre los principales ganadores de las 740 plazas disponibles en los cruces fronterizos de Estados Unidos con México en virtud de CBPOne, la aplicación móvil que se introdujo para los solicitantes de asilo a principios de enero.

Las autoridades estadounidenses afirman que los rusos son la primera nacionalidad en el uso de la aplicación, junto con haitianos y venezolanos.

Los procedentes de Venezuela, Haití y otros países atraviesan el peligroso paso del Darién, que conecta Colombia y Panamá. Según el gobierno panameño, el año pasado 250,000 personas cruzaron la inhóspita selva, muchos de ellos niños.

Estados Unidos, Colombia y Panamá anunciaron un esfuerzo conjunto para frenar la migración a través del Darién, pero los detalles no están claros.

Guatemala y Colombia: centros de procesamiento

El gobierno de Biden dijo la semana pasada que abriría pronto centros de procesamiento en Guatemala y Colombia.

Esta medida permitiría a las personas que buscan refugio evitar el peligroso viaje por tierra.

Afirmó además que estaba estudiando la posibilidad de abrir otros centros, pero no mencionó su ubicación.

Biden planea una nueva política migratoria para restringir el asilo en frontera con México similar a la de Trump

La nueva regla es similar a una que intentó activar el gobierno de Trump y que fue detenida por los tribunales de justicia. Exige que los migrantes que cruzan por un tercer país, pidan asilo en esa nación. Y, si se lo niegan, entonces podrán presentarse en la frontera sur con México. De lo contrario, serán rechazados.

El gobierno de Joe Biden planea una nueva política migratoria que, de ser implementada, restringiría el asilo en la frontera con México, algo similar a lo que intentó hacer el gobierno de Donald Trump, pero cuyo plan fue frenado por los tribunales de justicia.

Medios reportaron este martes que la Casa Blanca baraja un plan que podría impedir que decenas de miles de migrantes que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México pidan asilo si pasan por otro país en su ruta a Estados Unidos y no pidan primero la protección en esas naciones.

En 2019 el entonces gobierno de Trump propuso una regla similar conocida como tercer país seguro, para detener el avance de caravanas de migrantes que salían de Centroamérica y México rumbo a la frontera sur de Estados Unidos para pedir asilo.

Pero los esfuerzos de Trump se vieron frustrados porque los tribunales de justicia frenaron la implementación de esa política bajo el argumento que violaba la Ley de Inmigración y nacionalidad (INA).

La ley citada por los tribunales señala que cualquier persona que haya llegado a suelo estadounidense puede solicitar asilo, con algunas excepciones, incluso para aquellos con antecedentes penales.

El plan de Biden sobre el asilo en la frontera

La agencia Reuters dijo que las restricciones propuestas por la Administración de Biden buscan disuadir a las personas de cruzar la frontera sin autorización.

Agregó que esta nueva norma será publicada primero en el Registro Federal (diario oficial estadounidense) y sujetas a un período de comentarios públicos de al menos 30 días. Finalizado ese plazo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) revisará los comentarios y publicará una regla final (RFI), de acuerdo dos fuentes citadas por la agencia.

Desde que Biden llegó a la Casa Blanca en enero de 2021 se ha visto en problemas para controlar el flujo continuo y en aumento de inmigrantes en la frontera sur, desatando críticas por parte de los republicanos quienes lo acusan de Peter una política de puertas abiertas que amenaza la seguridad nacional de Estados Unidos.

Durante el año fiscal 2022 agentes federales llevaron a cabo 2,378,944 arrestos en la frontera con México, frente a 1,734,686 detenciones registradas en el año fiscal 2021, según datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP). El gobierno argumenta que la mayoría de los detenidos fueron deportados bajo la aplicación de los títulos 42 de los CDC por la pandemia y 8 de la Ley de inmigración, por motivos de inadmisibilidad.

El resto fueron procesados para que sean los jueces de inmigración quienes resuelvan sus futuros en Estados Unidos, tal y como lo señala la ley de inmigración.

Detalles del proyecto de asilo en la frontera

Citando a otros cuatro funcionarios de la administración, NBC dijo que la nueva política migratoria a punto de ser anunciada no ampliará los caminos legales y bloqueará en gran medida a los migrantes de América Central para que no intenten solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.

También reporta que grupos y organizaciones de los derechos civiles y de los inmigrantes se preparan para batallar ante los tribunales de justicia, tal y como lo hicieron durante el gobierno anterior.

Ambos medios indicaron que la nueva regla será anunciada en las próximas semanas. Y que aquellos extranjeros que no hayan solicitado asilo en un tercer país antes de llegar a la frontera de Estados Unidos, les será negado este beneficio.

Cuando Biden llegó a la Casa Blanca el 20 de enero de 2021 de inmediato comenzó a desarmar la política migratoria de tolerancia cero tejida por el gobierno de Trump, entre ellas las limitaciones al asilo en la frontera. Pero dos años después la Casa Blanca se encamina a revertir su política fronteriza.

El primer paso lo dio el pasado 5 de enero cuando Biden anunció una nueva regulación que limita la llegada de ciudadanos originarios de Cuba, Haití y Nicaragua, quienes solo pueden ingresar a Estados Unidos por medio de un patrocinador autorizado por el Departamento de Seguridad nacional (DHS).

En la lista también se encuentra Venezuela, que participa desde octubre del año pasado. Los extranjeros de esas cuatro nacionalidades que no califiquen o no tengan patrocinador, al igual que extranjeros de otras nacionalidades, antes de arribar a la frontera en busca de asilo deben visitar la página digital CBP One, registrarse y averiguar si califican para algún programa legal vigente. Una vez confirmada una cita pueden presentarse en un puesto fronterizo autorizado.

Críticas de los activistas al proyecto de asilo de Biden

El inminente anuncio de a nueva política puso a las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes en estado de alerta. “Es un fallo tremendo de esta administración”, dijo a Univision Noticias Matt Adams, director legal del Northwest Immigrant Rights Project (Proyecto de Derechos de Inmigrantes del Noroeste -NWIRP-) en Washington. “Se están rindiendo ante las fuerzas políticas que piden adoptar medidas en contra de la inmigración. Un enorme error”.

Adams dijo además que “hacer algo parecido a lo que exigen los conservadores, algo similar a lo que intentó hacer Trump, es una traición, no sólo a los valores del país, sino a nuestra ley que siempre ha aclarado que las personas que llegan, no importando dónde ni cómo, tengan el derecho o la opción de pedir la protección del asilo”.

A su vez, Keren Zwick, directora de litigios del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, dijo a NBC que su organización y otros grupos asociados planean trabajar juntos nuevamente para luchar contra cualquier regla de este tipo, tal como lucharon durante el gobierno anterior con una política similar elaborada por Stephen Miller, principal asesor político de Trump.

El secretario de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, ha negado que la regla de Biden sea un renacimiento de la propuesta de Miller. “Esta no es una política de la era Trump”, dijo Mayorkas en MSNBC el 31 de enero. “Esta no es una prohibición de tránsito. Hemos proporcionado un camino legal para que las personas intenten buscar la entrada”, indicó.

El camino legal mencionado por Mayorkas es la política de patrocinio anunciada el 5 de enero por Biden.

Fuente: JORGE CANCINO

Colombia Pide Beneficios a Migrantes Asilados en Estados Unidos

El Gobierno de Colombia, a través de su Embajada de Washington, pidió formalmente a Estados Unidos que «considere la autorización de un beneficio migratorio temporal» para las personas colombianas que se encuentren en ese país.

«Me gustaría solicitar formalmente al Gobierno de Estados Unidos que considere autorizar un beneficio migratorio temporal para colombianos presentes en el país bajo el programa humanitario de Salida Forzosa Diferida (DED, en inglés)», se lee en una carta enviada por el embajador colombiano en EE. UU., Luis Gilberto Murillo, al Gobierno estadounidense.

Este programa -del que se han beneficiado países como Venezuela o Liberia- permite a migrantes de países con conflictos o desastres naturales permanecer en Estados Unidos, por lo que Murillo aludió en la misiva a que «por más de 60 años, cientos de miles de colombianos se han visto obligados a dejar su país por el conflicto» y con ello llegaron a países como EE. UU. «de forma vulnerable y desprotegida».

«La migración debería ser una opción o una decisión voluntaria, no una decisión de vida o muerte», escribe Murillo en la carta dirigida al secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, donde también habla de los esfuerzos actuales del Gobierno de Gustavo Petro por conseguir la «paz total».

«Como quedó dicho, nuestro objetivo es que nuestra gente sea capaz de volver a Colombia de una manera digna si así lo eligen o que ajusten su estatus migratorio en EE. UU., si tienen las posibilidades legales de hacerlo», se lee. Por ello, Colombia confía que el presidente Joe Biden pueda dar «ayudas para esta migración temporal» y seguir cooperando para solucionar la migración en el hemisferio occidental «bajo un ángulo humanitario».

El pasado 3 de octubre, durante la visita de Blinken a Colombia, Petro le pidió un Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) para las personas colombianas que están en Estados Unidos. «Creo que un TPS para colombianos es necesario», dijo durante una conferencia de prensa Petro frente al funcionario de Estados Unidos, donde se calcula que hay 2,6 millones de personas colombianas y donde en 2022 ha aumentado sustancialmente las detenciones de migrantes del país andino en la frontera.

Más de 260,000 inmigrantes con TPS en riesgo de deportación tras colapso en negociación con gobierno de Biden

Tras casi un año y medio de negociaciones entre el gobierno y un grupo de demandantes integrado por beneficiarios del Programa de Estatus de Protección Temporal, las conversaciones de conciliación de desmoronaron el martes dejando a más de 260,000 indocumentados protegidos por razones humanitarias al borde de la deportación de EEUU.

Tras 16 meses de negociaciones entre el gobierno de Joe Biden y un grupo de demandantes integrado por beneficiarios del Programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) y sus hijos ciudadanos estadounidenses, las conversaciones de conciliación de desmoronaron el martes dejando a unos 260,000 inmigrantes al borde de la deportación de Estados Unidos.

“Cientos de miles de personas han tenido protección humanitaria en Estados Unidos durante más de dos décadas”, dijo EmicMacLean, abogada sénior de la Union Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) del norte de California que representa a los demandantes.

“Que corran el riesgo de ser arrancados de sus comunidades y familias es cruel e injusto. El presidente Biden debe actuar de inmediato para deshacer la eliminación racista de TPS de Trump y garantizar la protección de los titulares de TPS”, agregó.

MacLean dijo además que “los titulares de TPS y sus familias no deberían estar en el limbo ni un día más”.

El programa humanitario otorga un amparo de deportación y una autorización de empleo temporal renovable cada dos años mientras dura la protección, hasta el 31 de diciembre de 2022.

Historia de las negociaciones

En junio de año pasado los equipos legales que representan a los demandantes y al gobierno de Biden en el caso denominado ‘Ramos v. Mayorkas’, solicitaron oficialmente una moción conjunta para ingresar al Programa de Mediación de la corte de Apelaciones del 9º Circuito.

“Esto significa que la Administración de Biden ahora entrará oficialmente en negociaciones para llegar a un posible acuerdo con los demandantes y resolver la demanda que comenzó después de que la administración de Donald Trump intentara terminar, en 2018, el TPS de varios países, amenazando con despojar a más de 400,000 beneficiarios de su estatus legal”, dijo en esa ocasión el National Day Laborer Organizing Network (NDLON).

NDLON dijo además que “necesitamos que la Administración Biden continúe re-designando el estatus de TPS y expandiendo el programa a todas las comunidades de migrantes que necesitan ayuda inmediata en estos momentos de crisis sin precedentes” y que a medida que comenzamos a discutir un posible acuerdo, continuaremos presionando por re-designaciones para los centroamericanos, como los hondureños, que continúan huyendo de condiciones inestables como causa de los recientes huracanes catastróficos y una crisis política en curso”.

Fracasaron las negociaciones

Este miércoles ACLU dijo que las conversaciones de conciliación “colapsaron oficialmente ayer por la tarde, dejando a más de 260,000 personas en riesgo de deportación”.

La demanda fue presentada por primera vez en 2018 después de que Trump revocara las protecciones para personas de El Salvador, Haití, Nicaragua, Sudán y, más tarde, para Nepal y Honduras. Aunque desde entonces la administración Biden ha re-designado el estatus de Haití y Sudán, la Casa Blanca no ha extendido las mismas protecciones para los otros cuatro países, situación que genera honda preocupación.

A través de la demanda de Ramos v. Mayorkas, los titulares de TPS y sus hijos ciudadanos estadounidenses obtuvieron un alivio temporal en octubre de 2018, cuando un juez de un tribunal de distrito federal dictaminó que las terminaciones del programa hechas por Trump eran “ilegales” y motivadas por intenciones “racistas”.

Sin embargo, explica ACLU, en septiembre de 2020 un panel dividido de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito revocó la orden del tribunal inferior. “Esa decisión aún no es definitiva porque la solicitud de los demandantes de una nueva audiencia ante el Noveno Circuito en pleno sigue pendiente”, indicó.

El fallo de octubre de 2028

A principios de octubre de 2018 el juez de distrito Edward Chen, de la Corte de Distrito del Norte de California en San Francisco, bloqueó la decisión tomada por el gobierno de Trump de acabar con el Estatus de Protección Temporal (TPS), que permite que miles de inmigrantes vivan y trabajen legalmente en Estados Unidos.

Chen aseguró en el fallo que la cancelación de los programas podría causar «un daño irreparable y grandes adversidades» a los beneficiarios. La decisión liberó de la deportación a más de 300,000 inmigrantes originarios de El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán. La medida no incluyó en ese momento a Honduras.

La sentencia planteó que el gobierno de Trump falló al demostrar qué daño pueden causar los nacionales de estos países que incluso han permanecido en Estados Unidos por más de 20 años. El dictamen fue el resultado de una demanda colectiva presentada en marzo de ese año por nueve inmigrantes de los esos países y cinco niños estadounidenses. En ella argumentaron que el presidente Donald Trump hizo declaraciones con prejuicios raciales que pudieron llevar a la cancelación del TPS, siendo esto algo que prohíbe la Constitución.

Clima de indignación

Luego del colapso en las negociaciones el martes, las reacciones de indignación no se hicieron esperar. “Estamos profundamente decepcionados de que la Administración de Biden haya optado por defender las decisiones de despido de la era Trump, poniendo así a cientos de miles de familias en riesgo de separación”, dijo Ahilan Arulanantham, codirector del Centro de Leyes y Políticas de Inmigración de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que representa a los demandantes.

“Le hemos pedido a la Corte de Apelaciones del 9º Circuito en pleno que dictamine que esos despidos fueron ilegales. Esto es lo que la ley claramente requiere”, agregó.

También acusan a Biden de incumplir promesas de campaña. “Al no volver a designar el TPS para proteger a cientos de miles de centroamericanos y nepalíes, el presidente Biden está haciendo lo contrario de lo que prometió hacer con las familias migrantes”, dijo Erasmo Ramos, un inmigrante hondureño titular del TPS y líder de la Alianza Nacional del TPS.

“En cambio, está respaldando las políticas antiinmigrantes de Trump, despojando a los inmigrantes de protección y negando nuestros derechos”, apuntó.

El rompimiento de las negociaciones se da a menos de tres semanas de las elecciones de medio término donde los electores saldrán a las urnas para elegir un nuevo Congreso. “Si la decisión del panel de tres jueces se mantiene y Biden no actúa con decisión, los titulares de TPS de estos países podrían perder la protección a finales de este año”, advirtió la ACLU.

La designación de los TPS de Honduras y Niracagua fue en respuesta al paso del huracán Mitch en Centroamérica en oct ubre de 1998. El de El Salvador fue decretado por razones humanitarias tras los terremotos del 13 de enero y 13 de febrero de 2001, mientras que el amparo de deportaciones a Haití respondió al sismo de enero de 2010 que destruyó gran parte de Puerto Príncipe, la capital.

“El hecho de que la administración no haya llegado a un acuerdo para resolver nuestro caso es desgarrador para todos nosotros. Pero no abandonaremos la lucha para mantener a nuestras familias seguras y unidas”, dijo Elsy Flores de Ayala, demandante en el litigio de Ramos que ha tenido TPS por más de 20 años.

Fuente: JORGE CANCINO

A partir de noviembre habrá un nuevo formulario para pedir asilo en EEUU

El nuevo Formulario I-589 junto al Formulario I-765 (Solicitud de permiso de trabajo para asilados) eliminan una serie de preguntas y requisitos que quedaron sin efecto tras el fallo de una corte federal en febrero en respuesta a una demanda contra dos normas de la era Trump.

A partir del 7 de noviembre habrá un nuevo formulario para padir asilo, el I-589. Y también uno nuevo si califica para pedir una Autorización de Empleo, el I-765.

La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) dijo además que después de la fecha señalada no aceptará los viejos formularios, que se reconocen “por la fecha de edición anotada en la parte interior de las páginas de ambas solicitudes.

La agencia federal dijo además que “hasta entonces (el 7 de noviembre), “usted puede presentar las ediciones anteriores del Formulario I-589 (con fecha 08/25/20) y del Formulario I-765 (con fechas 05/31/22 y 08/25/20)”.

Por qué el cambio

A principios de febrero una corte de distrito del Distrito de Columbia (DC) anuló dos reglas aprobadas durante el gobierno de Donald Trump que afectaban los permisos de trabajo a inmigrantes que solicitan asilo.

Las normas, una que limitaba el valioso beneficio migratorio y otra que lo eliminaba en ciertos casos, fueron anunciadas en 2019 y activadas un año después.

Aprobadas por el entonces secretario de Seguridad Nacional (DHS), Chad Wolf, una de las normas eliminaba el plazo de 30 días para gestionar la entrega de una Autorización de Empleo (EAD) a asilados.

La otra canceló el plazo de 150 días después de pedido el asilo para presentar una solicitud de permiso de trabajo.

Ambas reglas sumieron en la incertidumbre a miles de solicitantes de asilo quienes, a partir de ese momento, comenzaron a esperar meses para solicitar y que USCIS les aprobara un permiso de trabajo.

Si bien las reglas del gobierno anterior fueron eliminadas y los plazos restituidos, USCIS recomienda tener en cuenta que las ediciones anteriores, es decir los formularios vigentes hasta el 7 de noviembre, “contienen varias instrucciones que se han vuelto obsoletas debido a la anulación en el caso Asylumworks, demanda que dejó sin efecto las mencionadas reglas.

Tras el dictamen judicial de febrero, USCIS dejó de aplicar la regla final del 22 de junio de 2022 (Eliminación de la Disposición de 30 Días para Procesamiento del Formulario I-765, Solicitud de Autorización de Empleo Relacionado con Solicitantes de Asilo) y la regla final del 26 de julio de 2022 (Solicitud, Entrevista y Autorización de Empleo para Solicitantes de Asilo) a los solicitantes de asilo.

En ese fallo, la jueza Beryl A. Howell escribió que la Administración Trump no había respetado la línea de sucesión del secretario del DHS tras la renuncia en 2019 de Kirstjen Nielsen, nombrando en su lugar a Kevin McAleenan.

McAleenan luego alteró el orden de sucesión para que otros funcionarios lo sucedieran después de su renuncia al cargo.

En agosto de 2020 un reporte de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) determinó que los nombramientos posteriores del secretario y subsecretario del DHS, Chad Wolf y Kenneth Cuccinelli, respectivamente, fueron inválidos porque fueron hechos de manera indebida.

La corte dijo Wolf no tenía autoridad para emitir o modificar regulaciones, como el caso de las políticas que eliminaron los plazos para otorgar permisos de trabajo a inmigrantes que piden asilo.

La jueza Howell rechazó además el argumento del gobierno de Joe Biden de que un secretario anterior del DHS había delegado la autoridad normativa a otros funcionarios.

La demanda

La demanda en contra de las reglas aprobadas por Wolf fue entablada en 2020 por una veintena de solicitantes de asilo junto con tres organizaciones, quienes desafiaron las normas del gobierno anterior y que formaron parte de la política migratoria de ‘tolerancia cero’.

El grupo de demandantes estuvo integrado por peticionarios de asilo individuales, entre ellos mujeres transgénero, padres con niños pequeños y niños y adultos que huyeron de la persecución política, la violencia de género o la violencia de pandillas y los cárteles de drogas, dijo el National Immigrant Justice Center (NIJC).

Las organizaciones que respaldaron la demanda son AsylumWorks, el Centro de Justicia Tahirih y los Servicios Legales Comunitarios en East Palo Alto.

En los alegatos inmigrantes y organizaciones argumentaron que las reglas “descarrilaron sus misiones de brindar asistencia laboral y servicios legales y sociales a los solicitantes de asilo”.

Los demandantes, además, impugnaron las disposiciones sustantivas que restringieron drásticamente el acceso a los permisos de trabajo para asilados, e indicaron que las reglas “no eran válidas porque el supuesto secretario interino del DHS, Wolf, las emitió a pesar de que no estaba legalmente instalado como secretario del DHS”.

Fuente: JORGE CANCINO

Reinicia Registro de Renovaciónd e Asilo Para Venezolanos

Permisos de trabajo fueron renovados automáticamente hasta septiembre de 2023.

Este viernes 9 de septiembre se vence el plazo de aplicación para el TPS para los venezolanos.

El Departamento de Seguridad Nacional publicó en el «Federal Register» la normativa sobre cómo los ciudadanos venezolanos beneficiarios del Estatus de Protección Temporal se pueden registrar nuevamente para mantener su TPS y, además, cómo renovar el permiso de trabajo.

El gobierno del presidente Biden reiteró que solo los venezolanos que estaban presentes en el país antes del 21 de marzo de 2021 podrán registrarse de nuevo para esta extensión que irá hasta marzo del 2024.

El período de registro irá entre este 8 de septiembre y el 7 de noviembre próximo.

Las autoridades de inmigración recordaron que todo ciudadano venezolano que arribó al país después del 8 de marzo de 2021 no es elegible para el beneficio del TPS.

Otro de los temas que advierten las autoridades de seguridad nacional es que por temas de tiempo en los trámites es posible que los actuales beneficiarios de TPS no reciban su renovación del permiso de trabajo, por lo que la normativa expedida este miércoles extiende la validez automáticamente hasta septiembre de 2023.

Actualmente hay 111,700 ciudadanos venezolanos beneficiarios de TPS de un total de 323,000 que USCIS estima quen podrían calificar para recibirlo.

Sacar pasaporte y otros documentos será más expeditos.

USCIS dijo que continuará procesando las solicitudes pendientes presentadas bajo la designación inicial de TPS para venezolanos. Las personas con un Formulario I-821 de Solicitud de Estatus de Protección Temporal (TPS) pendiente, o un Formulario I-765 relacionado a la Solicitud de Autorización de Empleo (EAD), no necesitan volver a presentar ninguna de las solicitudes.

La autoridad migratoria explica que si aprueban un formulario I-821 o un formulario I-765 presentado bajo la designación inicial de TPS para Venezuela, se otorgará el TPS individual hasta el 10 de marzo de 2024 y emitirá un nuevo permiso de empleo válido hasta el 10 de marzo de 2024.

Corte de Inmigración colapsa con dos millones de casos, la mayoría de asilo

Desde que asumió la presidencia, Biden ha emitido memorandos y órdenes ejecutivas para desarmar la política migratoria de ‘tolerancia cero’ del gobierno anterior y preservar la vigencia del debido proceso migratorio. Pero el cambio, en vez de mejorar el sistema, lo dejó cada vez con menos capacidad de respuesta.

Desde que asumió el control de la Casa Blanca en enero del 2021, el gobierno de Joe Biden ha emitido memorandos y órdenes ejecutivas para desarmar la política migratoria de ‘tolerancia cero’ del gobierno anterior y preservar la vigencia del debido proceso migratorio.

Pero veinte meses después el panorama en la Corte de Inmigración (EOIR) es inquietante: el gobierno ha admitido más de 1 millón de nuevos solicitantes de asilo, señala este martes un reporte del diario The New York Times.

En enero de 2021, cuando Biden asumió el cargo, la cantidad de expedientes pendientes de resolución en la EOIR era de aproximadamente 1.2 millones, de acuerdo con datos del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, Nueva York, reportados por Univision Noticias.

A mediados de julio de este año, el TRAC dijo que investigadores había registrado 1,821,440 casos a fines de junio de 2022. Con esa cantidad de casos, en promedio los tribunales se demoran 3.09 años en resolver un expediente, espera que para muchos extranjeros que vienen en busca del sueño americano se convierte en un infierno. Pero para otros las demoras son toda una bendición.

Dato incierto

El diario indica que enorme presencia de solicitantes, además un desafío humanitario, constituye un punto crítico político en un país dividido entre demócratas que promueven el respeto al debido proceso migratorio para que sean los jueces quienes decían el futuro de millones de extranjeros en Estados Unidos, y republicanos que defienden la política migratoria de tolerancia cero de Donald Trump, que restringió severamente el derecho a pedir asilo en la frontera.

Indica que en los primeros 20 meses de gobierno más de un millón de inmigrantes indocumentados, “a los que se les ha permitido ingresar al país temporalmente después de cruzar la frontera, forman parte de una cascada récord de migración irregular en todo el mundo”.

Pero advierte que, a diferencia de los cientos de miles que han ingresado al país sin ser detectados durante el mandato de Biden, muchos del millón esperan asilo, una posibilidad remota, y tendrán que esperar un promedio de siete años antes de que se tome una decisión sobre su caso porque del obstruido sistema de inmigración de la nación”.

Sin embargo, el periódico no explica ni aporta datos sobre el ingreso indocumentado exitoso, cifra que permitiría conocer en detalle la gravedad de la crisis fronteriza en los últimos años o la efectividad de la política de seguridad fronteriza del gobierno en la frontera con México.

La EOIR tiene poco menos de 600 jueces activos, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Jusces de Inmigración (NAIJ).

Ingresos ilegales exitosos

El alto número de hallazgos o arrestos de indocumentados en la frontera sur en los últimos dos años es utilizado por los republicanos para insinuar que constituyen una invasión y se convierten en una grave amenaza para la seguridad pública y nacional de Estados Unidos. Pero el discurso no detalla que la mayoría de los extranjeros que llegan a la frontera son deportados y otros son colocados en procesos de deportación, donde tienen la oportunidad de pedir asilo.

Y en cuanto al cruce ilegal exitoso, medida que podría ser considerada para justificar el argumento de una supuesta invasión, como señalan algunos, no hay registros oficiales.

En mayo, Univision Noticias reportó que en el año fiscal 2016 el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzó a utilizar y publicar datos de un nuevo sistema más preciso de metodología de medición para calcular los ingresos ilegales exitosos.

En 2018 un reporte del ministerio publicado en el Informe del Año Fiscal de ese año señaló que el número de cruces no detectados había caído casi tan rápidamente como el número de aprehensiones realizadas por la Patrulla Fronteriza en la frontera sur.

De 851,000 en el Año Fiscal 2,000, la cifra pasó a 62,000 en el Año Fiscal 2016. Tres años más tarde, en el Informe del Año Fiscal 2020 del DHS -el último de la presidencia de Trump-, estimó que, de acuerdo con datos disponibles sobre entradas ilegales exitosas entre los años fiscales 2017 y 2018, experimentaron un incremento. Y que la efectividad por encima del 95% en la capacidad de detención registrada entre los años 2006 y 2016 (de más de 1 millón a menos de 56,000 por año al final del gobierno de Barack Obama) se estaba revirtiendo.

De acuerdo con el reporte, la metodología utilizada para estimar el ingreso indocumentado exitoso mostró un aumento entre 2017 y 2018, los dos primeros años del gobierno de Trump, de al menos 11 puntos porcentuales con respecto a 2016. No hay datos en cuanto a las estimaciones de cruces ilegales exitosos durante el Año Fiscal 2020, y tampoco de los datos del Año Fiscal 2021 y lo que va del año fiscal 2022.

“Desafortunadamente no hay cifras”, dijo a Univision Noticias Roger Maier, especialista en Asuntos Públicos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

El proceso de asilo

A partir del 31 de mayo el gobierno implementó una nueva política de asilo en la frontera con México. Ya no son los jueces de inmigración los únicos que otorgan la protección humanitaria, sino que se sumaron agentes de asilo de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS).

La norma, anunciada a finales de marzo por el DHS y el Departamento de Justicia, otorga poderes discrecionales temporales a los agentes de asilo para conceder, referir o rechazar peticiones antes de que estas lleguen a los tribunales de inmigración.

El protocolo fue activado para “mejorar y acelerar el procesamiento de solicitudes de asilo presentadas por no ciudadanos sujetos a deportación acelerada, asegurando que aquellos que son elegibles para asilo reciban ayuda rápidamente, y los que no lo son sean puestos en proceso de expulsión acelerado”, explicó el gobierno.

De acuerdo con la regla, primero los casos pasan por la oficina de asilo político de USCIS. Si son negados, termian finalmente donde un juez de inmigración.

Al comienzo abogados de inmigración consultados por Univision Noticias advirtieron que no quedaba muy claro si la nueva norma efectivamente ayudará a descongestionar la frontera. «No por ahora, pero va a ayudar, en cierto modo, a reducir el atasco en la Corte de Inmigración», dijo en ese momento José Guerrero, quien ejerce en Miami, Florida».

Pero seis meses después las cifras presentan un escenario distinto: más de dos millones de casos acumulados en la EOIR, dice el periódico neoyorquino.

Debate político

La crisis fronteriza y el atasco en la EOIR son parte del discurso y del debate político en la elección de medio término del primer martes de noviembre, cuando los electores salgan a las urnas para elegir la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, gobernaciones y autoridades municipales, condales y estatales.

Por una parte, los demócratas culpan a los republicanos del estancamiento de la aprobación de la reforma en el Congreso, que no solo legalizaría a la mayoría de los 11 millones de indocumentados, sino que modernizaría la ley de inmigración y asignaría recursos para la contratación de nuevos agentes federales en la frontera y jueces para la Corte de Inmigración y de esa forma poner fin al atasco.

Los republicanos del senado, por su parte, condicionaron sus votos al retorno de la política de tolerancia cero de Trump en la frontera, aumentando las deportaciones y colocando un cerrojo a la inmigración indocumentada sin importar el descalabro del debido proceso migratorio.

Por otra parte, la oposición también ha utilizado la llegada masiva de extranjeros que huyen de sus países en busca de asilo en Estados Unidos como resultado de la política de “puertas abiertas” de Biden, pero no explican ni la capacidad de detención del gobierno en estos 20 meses, ni tampoco que en los últimos dos años, debido a la pandemia del coronavirus, el cambio climático, la pobreza extrema, guerras y la corrupción de gobiernos, entre otros factores, han empujado a miles de extranjeros a dejar sus países y huir en busca de mejores oportunidades, siento Estados Unidos el mayor faro de esperanza.

Entre ambos discursos deberán elegir los votantes el primer martes de noviembre, un debate que se extenderá hasta los comicios presidenciales del 2024, donde Trump amenaza con convertirse nuevamente en candidato del Partido Republicano.

Futuro incierto

No todos los casos acumulados en la EOIR están relacionados con asilo. “Pero los casos de asilo están desplazando cientos, miles de casos que también sin prioritarios”, advierte Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego. “Esto porque a los casos de asilo siempre se les ha dado prioridad”.

Velásquez explica que “anteriormente (durante la Administración Trump), era porque no querían incentivar a que más personas se vinieran a Estados Unidos en busca de asilo y mientras esperaban por sus casos les dieran un permiso de trabajo. El mandato era que se permitiera que el caso demorara más de seis meses para que el asilado no recibiera la autorización de empleo. Porque
la regla indicaba que, si el proceso de asilo demoraba años, a la persona le daban el permiso y decían que eso era un abuso”.

Ahora, con el atasco que supera los 2 millones de casos, “es imposible que una petición de asilo se demore seis meses. Por tanto, casi todos los peticionarios reciben el permiso de trabajo porque sus casos demoran más de seis meses. Y la regla dice que, si el caso demora más de seis meses, el gobierno le autorizará un permiso de trabajo por razones humanitarias”, indica.

El problema, dice Velásquez, “es que tenemos miles de casos que se están yendo a una misma canasta y obviamente hace que los jueces de inmigración pospongan indefinidamente otros casos de gente que no tiene casos de asilo para darle darles prioridad a los de asilo”.

“Tengo decenas de casos que llevan años esperando. Y cuando se acerca la fecha de presentación, recibo otra notificación de la corte que los van a posponer. Es uy frustrante. No sabemos cuándo terminará esto. Los casos de asilo se roban otros casos y siempre están enfrente de nosotros”, protesta.

Al pedirle un ejemplo, Velásquez contó que “tenía un caso de cancelación de deportación donde mi cliente tenía más de 10 años en Estados Unidos y un pariente inmediato menor de edad con discapacidad que necesitaba atenciones especiales”.

“Si se demuestra ante la corte que existe un pariente calificable, si se demuestra que ese pariente va a sufrir de una manera extrema e inusual, el juez cancela la orden de deportación y otorga la residencia legal permanente (green card) a ese extranjero”, agrega.

“Pero lamentablemente el juez que llevaba el caso lo pospuso cuatro veces, y para la última prórroga el único hijo que era pariente calificable de mi clienta cumplió los 21 años y dejó de ser un menor de edad. Mi clienta entonces dejó se ser elegible para este beneficio y la dejaron sin este recurso. Una situación lamentable”, precisó.

Espera interminable

A pesar de estar vigente la regla de los seis meses de duración en los casos de asilo, abogados de inmigración consultados por Univision Noticias dicen que “ese plazo no es real”.

Y además “depende mucho de la ciudad donde se lleva a cabo el juicio”, explica Alex Gálvez, quien ejerce en Los Ángeles, California. “Aquí en promedio estamos viendo que demoran dos años. Y también depende del juez. Si se trata de uno que lleva tiempo ejerciendo y tiene una cartera con experiencia, los casos tardarán más de ese tiempo”.

“Sólo los jueces nuevos, que recién comienzan y no tienen una cartera extendida de casos, puede que se demore seis u ocho meses. Pero no es común que veamos nuevos jueces. Así es que la regla de los seis meses en la práctica no la estamos viendo. Los casos se demoran más de seis meses”, señala.

Y no todos los detenidos en la frontera permanecen largo tiempo privados de libertad. A finales de agosto Univision Noticias reportó que el número de inmigrantes en las cárceles de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) se mantuvo estático entre finales de julio y las dos primeras semanas de agosto, de acuerdo con un reporte elaborado por TRAC de la Universidad de Syracuse, en Nueva York.

Los investigadores hallaron que la cantidad de personas bajo custodia de la agencia federal «generalmente fluctúa» y cita que, en los últimos meses, por ejemplo, el Programa Alternativas a la Detención (ATD) «ha crecido enormemente a casi 300,000».

Sin embargo, advierte, que en las primeras dos semanas de agosto «las cifras de ICE se han vuelto bastante estáticas en todos los ámbitos».

El reporte indica además que «desde finales de julio, cuando ICE publicó los datos por última vez hasta mediados de agosto, el número total de personas en ATD apenas había crecido, situándose justo por debajo de 300,000».

A su vez, la población detenida por la agencia, que opera bajo el mando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), «se ha mantenido entre 23,000 y 24,000 durante el verano, a pesar de los informes de un gran número de migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México».

Dónde están

La pregunta que muchos se hacen es dónde están los cientos de miles de solicitantes de asilo que han sido detenidos en la frontera sur desde comienzos del 2021 y esperan por la resolución de sus casos en los tribunales de inmigración. O qué sucede con aquellos liberados bajo los programas ATD.

El diario menciona que se han dispersado por todo el país, unos esperando la fecha de sus audiencias y otros “desaparecen en las sombras, nunca se presentan a sus citas en la corte o requieren registros con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)” mientras avanzan sus procesos.

Otros batallan a diario no solo por sobrevivir, sino cumplir con los requisitos de presentación de informes en un sistema cada vez más sobrecargado y desorganizado.

En cuanto a los casos de asilo ventilados en los tribunales de inmigración, en junio Univision Noticias reportó que de los 5,100 casos procesados bajo el Programa Permanecer en México (MPP) entre diciembre y mayo, apenas el 0.53% fueron aprobados y el mayor problema que tiene ese grupo de inmigrantes que esperan en México la resolución de sus casos, es que no tienen o carecen de representación legal para defender sus derechos de permanencia en Estados Unidos.

Y en cuanto a quienes permanecen en Estados Unidos a la espera de sus audiencias de asilo, en enero de este año sólo el 4.7% contaba con un abogado para que lo asesorara en el juicio, reduciéndose las posibilidades de éxito.

La escasa ayuda disponible evidencia y agrava el desafío humanitario del programa de asilo, un recurso legal disponible que, además de poner en serios aprietos el sistema judicial migratorio, tiene dividido al país. Y, mientras tanto, “no hay fondos designados para ayudarlos, como los hay para los refugiados”, dice The New York Times.

En el Congreso, por su parte, no hay indicios de que vaya a existir nuevamente un debate migratorio como el registrado en marzo de 2021, cuando la Cámara de Representantes aprobó dos iniciativas para regularizar a millones de indocumentados y modernizar el sistema de asilo en la frontera.

Fuente: JORGE CANCINO

Gobierno de Biden pondrá fin al «Quédate en México» y permitirá a solicitantes de asilo esperar en EEUU

Cinco semanas después del fallo emitido por la Corte Suprema, un juez federal de Texas anuló una sentencia del 2021 y le deja la vía libre al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para desmantelar la controvertida política creada durante el gobierno de Trump. El DHS anunció que eliminará el programa gradual y ordenadamente.

Un juez federal de Texas que en 2021 ordenó al gobierno de Joe Biden reinstalar el Programa de Protección del Migrante (MPP), anuló este lunes el dictamen y dio vía libre para que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) proceda a su desmantelamiento.

Poco después, el DHS publicó un comunicado dando la «bienvenida a la decisión de la corte» que permite levantar la orden judicial que requería que el DHS volviera a implementar los Protocolos de Protección de Migrantes (MPP).

«DHS se compromete a poner fin a la implementación ordenada por la corte de MPP de una manera rápida y ordenada. Las personas ya no se están inscribiendo en MPP, y las personas que actualmente están en MPP en México serán desafiliadas cuando regresen para su próxima cita programada en la corte. Las personas desafiliadas del MPP continuarán con sus procedimientos de deportación en los Estados Unidos», indicó DHS.

El Departamento dijo que dará «información adicional en los próximos días» para que los solicitantes de asilo sepan cómo proceder. El DHS aclaró que «continúa haciendo cumplir las leyes de inmigración y salud pública… incluida la orden de salud pública del Título 42 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, según lo exige la orden judicial». DHS enfatizó en que «las personas encontradas en la frontera suroeste que no puedan establecer una base legal para permanecer en los Estados Unidos serán deportadas o expulsadas».

La decisión de la corte de este lunes ocurre cinco semanas después que la Corte Suprema de Justicia, en una decisión 5-4, le otorgara al gobierno la facultad para proceder al desmantelamiento del programa también conocido como ‘Quédate en México’, una polémica política activada en enero de 2019 durante el gobierno de Donald Trump en el marco de la política migratoria de ‘tolerancia cero’.

El juez del norte de Texas, Matthew Kacsmaryk, en respuesta a una demanda entablada por los estados de Texas y Missouri, ambos gobernados por republicanos, dictaminó que el gobierno debía restituir el MPP porque el programa disuadía a los migrantes que no calificaban para pedir asilo de venir a Estados Unidos.

Kacsmaryk consideró además que se había causado un daño a los estados demandantes porque al liberar a los migrantes se les permitió usar los servicios de salud, aplicar a una licencia para conducir e ir a la escuela, en el caso de los niños.

El MPP permitió al gobierno enviar a México a los migrantes a esperar en ese país la resolución de sus casos de asilo en tribunales de inmigración estadounidenses, una demorada antesala que en algunos casos demoraba más de un año en algunos de los territorios más peligrosos del mundo.

“Información adicional”

En el comunicado de respuesta al dictamen de Kacsmaryk, el DHS dijo que “como ha dicho el Secretario Mayorkas, el MPP tiene fallas endémicas, impone costos humanos injustificables y sustrae recursos y personal de otros esfuerzos prioritarios para asegurar nuestra frontera”.

Indicò además que en los próximos días “proporcionará información adicional” sobre los pasos a seguir con el desmantelamiento de ‘Quédate en México’, y que mientras tanto “las personas inscritas en el programa deben seguir las instrucciones en sus documentos judiciales y hojas sueltas para presentarse a la fecha programada en el tribunal según sea necesario”.

A su vez, el ministerio reiteró que continúa haciendo cumplir las leyes de inmigración y salud pública en la frontera, “incluida la orden de salud pública del Título 42 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), según lo exige la orden judicial”. Esto significa que las personas halladas en la frontera suroeste “que no puedan establecer una base legal para permanecer en Estados Unidos serán deportadas o expulsadas de manera acelerada”.

Batalla judicial

La orden emitida por Kacsmaryk fue respaldada por la Corte de Apelaciones del 5to Circuito, decisión que permitió al gobierno acudir a la Corte Suprema.

El 30 de junio el máximo tribunal de justicia rechazó el pedido hecho por Texas y Missouri, otorgándole al DHS la facultad ejecutiva de poder poner fin al programa, respondiendo así a una de las preguntas que el gobierno había planteado a los magistrados.

‘Quédate en México’ fue restablecido en diciembre tras la orden de Kacsmaryk. El Departamento de Justicia (DOJ) argumentó en el pedido de revisión al tribunal supremo dos interrogantes: (1) Si la Sección 8 del Código de Estados Unidos numeral 1225 requiere que el DHS siga implementando el también conocido plan ‘Quédate en México’; y (2) Si el tribunal de apelaciones se equivocó al concluir que la nueva decisión del secretario de Seguridad Nacional que puso fin al MPP “no tuvo efecto legal”.

En el dictamen, la Corte Suprema sostuvo que la decisión de la Administración Biden de terminar el MPP no violó la ley federal de inmigración y el memorando de octubre emitido por el DHS fue una acción final de la agencia.

Paso previo

Tras el fallo de la Corte Suprema, el Departamento de Justicia había solicitado a la corte de Kacsmaryk que procediera a anular la sentencia del año pasado (agosto) teniendo como base el dictamen del máximo tribunal de justicia.

La sentencia del 30 de junio no se volvió legalmente vinculante hasta el 1 de agosto y el gobierno de Biden debió superar una serie de obstáculos legales antes de pedirle a Kacsmaryk que anulara su orden, incluida una decisión de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, que falló en contra de la administración el año pasado, reportó la cadena CBS.

Entre enero de 2019 y enero de 2021 el MPP devolvió a México unos 70,000 migrantes a esperar la resolución de sus casos de asilo en EEUU. Desde que se restableció en diciembre unos 5,760 extranjeros que llegaron a la frontera en busca de asilo han sido devueltos bajo esta controvertida política, según datos del DHS.

El mismo día que la Corte Suprema falló a favor del gobierno de Biden, Univision Noticias reportó, citando un informe del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, que en los últimos seis meses solo 27 inmigrantes, de un total de 5,100 casos registrados bajo el MPP habían conseguido asilo en Estados Unidos tras huir de sus países a causa de la violencia, la pobreza y los efectos del cambio climático, entre otras causas.

La cifra representa el 0.53% del total de expedientes abiertos por las autoridades federales de inmigración en la frontera con México, de acuerdo con el reporte.

Sin prisas

Si bien el fallo de Kacsmaryk refuerza la victoria obtenida por el gobierno el 30 de junio, la Casa Blanca de Biden no tiene prisa por desmantelarlo, según reportes de prensa publicados a finales de julio.

Según un reporte del diario The Wall Street Journal reveló las divisiones en el gobierno de Biden respecto a desmantelar o mantener vigente el MPP ante la posibilidad de que se produzca una avalancha de solicitantes de asilo en la frontera con México.

El informe añade que “un mes después y a pesar de que el máximo tribunal de justicia dejó abierta la puerta para que el DHS lo desmantele, el protocolo permanece intacto, pero altos funcionarios del Consejo Nacional de Seguridad (CNS) “expresan preocupación” ante un posible aumento en el número de migrantes si se cancela.

El 12 de julio, dos semanas después del dictamen de la Corte Suprema, Univision Noticias reportó que había varios pasos que dar después del dictamen. Y que el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, había advertido dos semanas antes a la cadena de noticias CBS que, previo a proceder con la eliminación del protocolo, “hay que esperar a que llegue el dictamen al juzgado de distrito que emitió una medida cautelar impidiéndonos terminar ‘Quédate en México’”, es decir, el fallo de este lunes dictado por Kacsmaryk.

«Hay que esperar a que llegue ese fallo al juzgado de distrito que emitió una medida cautelar impidiéndonos terminar ‘Quédate en México’. Por lo tanto, tenemos varias semanas antes de que ese tribunal levante su orden judicial y, hasta entonces, estamos obligados, por el fallo del tribunal de distrito, a continuar implementando el programa y lo haremos de conformidad con la ley», indicó.

Fuente: JORGE CANCINO