Juez Rechaza Ley que Requería a Ciudades y Estados Rechazar Refugiados

Un juez de distrito de Maryland ha suspendido temporalmente, a falta de veredicto en firme, la orden del presidente, Donald Trump, que permitía a estados, condados y ciudades rechazar si así lo consideraban adecuado la llegada de nuevos refugiados.

El magistrado Peter J. Messitte considera que esta medida “es arbitraria y caprichosa”, y tiene un sesgo oculto, además de invadir las competencias del Congreso, según ha adelantado el diario The Washington Post.

La orden ejecutiva firmada por Trump permite desde septiembre a las autoridades locales y estatales rechazar a solicitantes de refugio si demuestran que no tienen la capacidad o los recursos para recibirlos.

Texas ha sido el primer estado en usar el permiso concedido por Trump para negar el asentamiento a nuevos refugiados.

En el marco de su política para reducir la inmigración, la Administración Trump ha reducido drásticamente el número de refugiados bajo el “Programa de Admisión de Refugiados de EE.UU.” (USRAP, por su sigla en inglés), creado en 1980.

Hace apenas dos años, en las postrimerías de la Administración Obama, el límite anual fue de 110.000, y esa cifra bajó a 45.000 para el año fiscal 2018, y quedó en 30.000 para el año fiscal 2019. La decisión de la Administración Trump ha sido de reducirlo a 18.000 para 2020, desatando la condena de grupos humanitarios en todo el país, que advierten de la posible segregación o discriminación de poblaciones vulnerables.

El fallo del tribunal de Maryland se produce en respuesta a la demanda presentada por tres agencias de reasentamiento de refugiados que trabajan con el Departamento de Estado para recibir a adultos y niños que huyeron de la guerra y la persecución en el extranjero.

De acuerdo al Servicio Luterano de Refugiados de Inmigración, una de las agencias de reasentamiento que presentó la demanda, hasta ahora son 42 gobernadores y más de 100 gobiernos locales que ya han firmado cartas de aceptación de refugiados. Siete estados no han dicho si aceptarán: Georgia, Florida, Carolina del Sur, Alabama, Mississippi, Hawai y Wyoming.

Migrantes con Asilo no Podrán Trabajar

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés) ha anunciado este miércoles una nueva regla que impide a los inmigrantes que hayan entrado al país ilegalmente y luego hayan solicitado asilo que puedan obtener un permiso de trabajo hasta que se resuelva positivamente su petición.

Hasta ahora, un inmigrante podía trabajar a partir de los 150 días de presentar su solicitud de asilo. Con la nueva medida, debería subsistir sin salario durante varios años, pues el colapso de las cortes migratorias ha retrasado enormemente la resolución de los casos pendientes (más un millón).

Si la solicitud de asilo se deniega, el migrante tiene que abandonar el país, o recurrir a una instancia de apelación (que también depende del Departamento de Justicia, como todo el sistema de cortes migratorias). La nueva regla establece que, tras esa denegación, el permiso de trabajo vigente se cancela, por lo que el resto del proceso también debería llevarlo a cabo sin un salario.

Además, la medida niega el permiso de trabajo a los inmigrantes que llevaran más de un año en el país antes de solicitar asilo; esto afecta, por ejemplo, a aquellos indocumentados que, una vez que son atrapados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), intentan conseguir la residencia de forma reglamentaria, pese a llevar mucho tiempo viviendo aquí de forma ilegal.

También prohíbe a los migrantes trabajar si han sido condenados por crímenes o delitos como conducir ebrios, aunque en estos casos, generalmente, también está prevista su deportación.

El objetivo declarado de USCIS es prevenir que se presenten solicitudes de asilo “frívolas, fraudulentas o no meritorias”, supuestamente por parte de migrantes que saben que no tienen ninguna posibilidad de ser admitidos pero se aprovechan de la lentitud de las cortes para pasar años aquí trabajando con permiso legal antes de ver rechazada su petición y tener que abandonar el país.

“Los extranjeros ilegales manipulan nuestro sistema de asilo para una oportunidad económica, lo que debilita la integridad de nuestro sistema de inmigración y demora la ayuda para los solicitantes legítimos de asilo que tienen necesidad de obtener protección humanitaria”, ha dicho el director interino de USCIS, Ken Cuccinelli.

Este cambio se enmarca en el memorando publicado el 29 de abril de 2019 por el presidente, Donald Trump, con “medidas para mejorar la seguridad fronteriza y restaurar la integridad de nuestro sistema de inmigración”.

A partir de este documento, USCIS ha introducido una serie de modificaciones para hacer más complejo el proceso de obtención de asilo. En septiembre, la agencia federal publicó en el Registro Federal una regla que eliminaba el plazo máximo de 30 días que tenía para emitir permiso de empleo, lo que le habilitaba para dilatarlos indefinidamente, y el plazo de 90 días para renovarlos (hay que hacerlo cada año).

Además, en agosto anunció que no otorgaría permiso de trabajo a los inmigrantes que hubieran entrado al país con un permiso especial conocido como parole.

A comienzos de noviembre, USCIS propuso cobrar 50 dólares por aplicación de asilo. Estados Unidos se unía así a Irán, Fiji y Australia como los únicos países en el mundo que solicitan un pago a migrantes que huyen de la violencia o la pobreza. Además, decidió elevar drásticamente el precio de otros trámites migratorios.

La regla será publicada este jueves en el Registro Federal y recibirá comentarios públicos hasta el 13 de enero del 2020; después, presumiblemente, entrará en vigor con las correcciones que el Gobierno quiera incorporar.

No es Ampliación de Asilo, Sino Extensión de Permisos de Trabajo Para Salvadoreños

Los 44,000 hondureños amparados en el Estatus de Protección Temporal (TPS) deben estar tranquilos, ya que recibirán una extensión automática de este beneficio mientras no se resuelvan las demandas interpuestas en una corte federal de California para frenar la cancelación de dicho amparo migratorio ordenada el año pasado por el presidente Donald Trump. “En el caso de los hondureños, está vigente al 5 de enero de 2020, si a esa fecha no se tiene una resolución a las demandas presentadas al Poder Judicial para la no cancelación del TPS, se extenderá automáticamente nueve meses más para los 44,079 hondureños amparados en el estatus”, informó ayer LA PRENSA el canciller Lisandro Rosales. Por lo pronto, Rosales dijo que el Gobierno de Honduras continúa realizando gestiones diplomáticas en Washington como parte de una agenda permanente para lograr la ampliación de dicho régimen migratorio en beneficio de los miles de compatriotas que de manera permanente contribuyen a la economía de ambas naciones con sus remesas y sus impuestos. “Continuamos trabajando desde nuestra embajada en Washington con los distintos senadores y congresistas, así como con las diferentes instancias del Poder Ejecutivo para lograr una regulización permanente para estos hondureños”, afirmó el jefe de la diplomacia hondureña. El Salvador

Esta semana, el Gobierno de Trump resolvió ampliar por un año los permisos de trabajo de unos 250,000 salvadoreños protegidos por el Estatus de Protección Temporal en reconocimiento a los acuerdos de asilo suscritos por el presidente Nayib Bukele con Washington para frenar la inmigración hacia ese país. Se prevé que la misma medida se resuelva en favor de los hondureños, luego que el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández suscribiera un acuerdo migratorio similar con el Ejecutivo estadounidense. De hecho, Honduras planteó ese tema en las negociaciones recién tenidas con las a autoridades del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) como condición para firmar los acuerdos de asilo y migratorios. Al margen de eso, los hondureños pueden estar tranquilos en vista de que si las demandas en una corte de California continúan sin resolverse recibirán una ampliación automática de nueve meses el próximo 21 de noviembre, aproximadamente 45 días antes del 5 de enero de 2020, que es el plazo fatal de finalización del plazo concedido a los hondureños para abandonar Estados Unidos.
Permisos

Nelly Jérez, vicecanciller de Asuntos Migratorios, explicó que a El Salvador lo que se le concedió fue una ampliación de los permisos de trabajo, mientras la corte resuelve las demandas interpuestas contra la cancelación del TPS, y es lo mismo que va a ocurrir con los hondureños amparados en el mismo estatus. Manifestó que 45 días antes del 5 de enero de 2020, el Departamento de Seguridad Nacional hará la ampliación de los permisos de trabajo para los hondureños, en tanto las demandas siguen su curso. “El Salvador, Nepal, Nicaragua, Haití, Sudán y Honduras estamos a la espera de la resolución de la Corte Federal, y mientras eso no suceda, automáticamente van a tener que estar ampliando los permisos de trabajo de los ciudadanos de cada uno de los países que estamos amparados en el Estatus de Protección Temporal”, acotó la funcionaria hondureña.

Cronología

1-En mayo de 2018, el Gobierno del presidente Donald Trump anunció la cancelación del TPS a más de 40,000 hondureños y les concedió un plazo de 18 meses para abandonar Estados Unidos, ese plazo se cumple el 5 de enero de 2020. 2-En febrero de 2019, una familia hondureña y tres nepalíes presentan una demanda en una corte de California en contra de la decisión de la Casa Blanca de poner fin al TPS y que ordenaba su salida en enero de 2020. El caso es conocido como Ramos-Nielsen. 3-En marzo de 2019, un fallo judicial obliga al Gobierno de EUA a suspender la cancelación del TPS de Honduras y de Nepal, permitiendo así a los beneficiarios seguir legalmente en esa nación mientras la corte decide su futuro definitivo. Hondureños deberán reinscribirse

Los hondureños amparados en el TPS deberá tramitar un nuevo proceso de reinscripción de sus permisos de autorización de empleo una vez que se formalice la ampliación automática de los mismos, explicó ayer la Cancillería hondureña. Según la vicecanciller de Asuntos Migratorios y Consulares, Nelly Jérez, las personas beneficiadas deberán iniciar un nuevo proceso de inscripción, pero para ello se les estará informando cuándo deberán hacerlo. “Tienen que volver a llenar su formulario y enviarlo al Servicio de Inmigración, y así vamos a estar mientras continúe esa demanda en la Corte de California”, dijo. La orden de deportación para los hondureños estaba prevista para el 5 de enero de 2020, pero eso quedó en suspenso hasta nuevo aviso.

Se Extiende el Asilo a Salvadoreños una Año más

El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la decisión de ampliar un año más el permiso para vivir y trabajar sin riesgo de ser deportados que le otorga a más de 250,000 salvadoreños el Estatus de Protección Temporal o TPS por sus siglas en inglés.

En un video divulgado en la cuenta de Twitter del presidente Nayib Bukele, el embajador de Estados Unidos en El Salvador, Ronald Johnson, asegura que la extensión “es un reconocimiento de los logros y buen trabajo del gobierno”.

Por su parte el mandatario salvadoreño agradeció la decisión y consideró que la extensión del TPS dará “tiempo adicional para buscar una solución permanente” para los salvadoreños que viven con ese permiso desde 2001 en Estados Unidos.

La firma de la extensión del TPS se llevó a cabo este lunes en Washington entre el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, y la canciller de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco.

El permiso vencía el pasado septiembre pero, por orden de una Corte Federal de Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos lo extendió provisoriamente hasta el 2 de enero de 2020.

La Corte admitió una demanda para estudiar las razones del presidente Donald Trump para cancelar el TPS a El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán.

El pasado septiembre, Bukele se reunió en Nueva York con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump.

Ese encuentro, en el que Bukele abogó por los salvadoreños amparados al TPS, ocurrió solo días después de que El Salvador y Estados Unidos firmaran un acuerdo que establece un nuevo procedimiento para la solicitud de asilo.

Estados Unidos Comienza a Negar Asilos

La Patrulla Fronteriza comenzó a aplicar hoy las normativas que restringen asilo para inmigrantes centroamericanos.

Las autoridades de EEUU comenzaron este jueves a aplicar la normativa del Gobierno para denegar el asilo a los indocumentados en la frontera sur que hayan pasado por México u otros países sin haber pedido allí esta protección, tras el espaldarazo a esta medida que dio el miércoles el Tribunal Supremo.

«La decisión (del Supremo) significa que los demandantes de asilo que vengan a EEUU a través de un tercer país deben primero solicitar el asilo allí antes de que se les conceda en EEUU», explicó a Efe la experta Elora Mukherjee, directora de la Clínica de Derechos de Inmigrantes de la Escuela de Leyes de Columbia.

El Alto Tribunal dio luz verde ayer de forma temporal al Ejecutivo del presidente estadounidense, Donald Trump, para denegar el asilo a inmigrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos, en la frontera.

La decisión, tomada con siete votos a favor y dos en contra, no es definitiva pero se aplica mientras la batalla legal sigue su curso en otras cortes de menor instancia.

Aun así, el Supremo suspende con su resolución el fallo de un tribunal menor que había bloqueado esa medida.

A finales de julio, la Administración de Trump anunció cambios en su política de asilo que impedían a la mayoría de indocumentados solicitar la protección tras cruzar la frontera sur con México.

Un juez federal en California bloqueó rápidamente la medida, lo que provocó el inicio de un litigio que llegó hasta al Supremo.

La directora del programa de México de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Maureen Meyer, recordó a Efe que la decisión del Alto Tribunal es temporal hasta que otras cortes de menor instancia determinen si el reglamento del Gobierno sobre asilo es legal o ilegal.

Entretanto, los funcionarios de EEUU «tienen poder para rechazar a cualquier solicitante de asilo en la frontera sur de EEUU que haya pasado por otros países que tienen un sistema funcional de asilo, es decir, México, Guatemala o cualquier otro país», puntualizó Meyer.

No obstante, Mukherjee se mostró esperanzada en que finalmente haya un fallo favorable en cortes de menor instancia para los demandantes de ese amparo: «Espero que la judicatura ayude a proteger a los solicitantes de asilo porque la decisión del Tribunal Supremo los pone en riesgo».

Ambas expertas auguraron que el desenlace a este proceso judicial podría darse en los próximo meses, aunque no descartaron que podría prorrogarse hasta el próximo año.

En ese sentido, Mukherjee subrayó que, aunque no hay un calendario establecido, «podría tomar largo tiempo, aunque como es un asunto de seguridad nacional, puede resolverse en los próximos meses».

Sea como fuere, en opinión de Meyer, «lo que ha demostrado el Gobierno de Trump es que cualquier fallo de un tribunal menor lo van a apelar y buscar la vía rápida para que lo resuelva el Tribunal Supremo».

Y es que en la actualidad hay dos litigios a este respecto en dos cortes menores pendientes de resolverse, que, no obstante, podrían ser apelados ante el Supremo. «Lo más grave es que en estos meses se está poniendo en marcha un programa cuya legalidad es muy cuestionable», lamentó la experta de WOLA.

Hasta ahora varias decisiones en material de inmigración puestas en marcha por el Ejecutivo de Trump han acabado en los tribunales, pero el presidente cuenta con la carta del Tribunal Supremo.

La máxima instancia judicial del país dispone actualmente de una mayoría conservadora entre sus jueces (cinco conservadores frente a cuatro progresistas), después de que Trump nominara a dos magistrados en menos de dos años.

Desde su llegada al poder en enero de 2017, el mandatario ha hecho del asilo uno de sus objetivos políticos, ya que considera que hay un abuso del sistema del que los inmigrantes se aprovechan para ingresar y trabajar en el país.

En los últimos meses, la frontera sur ha vivido un incremento en las llegadas de solicitantes de asilo centroamericanos con sus familiares y hay cerca de 436,000 peticiones sin resolver según datos oficiales.

Mayo fue el mes de mayor flujo desde 2006, con la detención de más de 132,000 personas que cruzaron la frontera sin permiso.

Trump ha probado varias medidas para desincentivar esa migración, como separar a padres de sus hijos menores de edad tras cruzar la frontera o devolver a México a solicitantes de asilo a la espera de que se resuelvan sus casos, pero espera que impedir las peticiones frene finalmente el flujo.

Corte Aprueba Nuevas Reglas Para Asilos

El gobierno de México desafió a la administración Trump al asegurar hoy que nunca implementaría la orden de la Corte Suprema de EEUU que avaló la norma del gobierno que impediría que los inmigrantes de países distintos de México y Canadá soliciten asilo en las fronteras estadounidenses.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo hoy que el gobierno de México no está de acuerdo con esa norma porque tiene una política diferente en lo que respecta a los solicitantes de asilo y por tanto no la pondría en práctica.

Por su parte, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador agregó que habló por teléfono con el presidente Donald Trump el miércoles y aseguró que las relaciones entre los dos países eran muy buenas y Trump reconoció los esfuerzos de México.

México tomó medidas enérgicas contra los inmigrantes que cruzan el país después de que Trump amenazó con aranceles paralizantes sobre todas las importaciones mexicanas a fines de mayo. México desplegó la Guardia Nacional en las fronteras sur y norte y trató de contener a los migrantes en la parte sur del país.

También aceptó la expansión de la política «Permanecer en México», según la cual Estados Unidos ha enviado a miles de solicitantes de asilo a cruzar la frontera para esperar en México.
El fallo del Supremo de EEUU da al gabinete de Trump la libertad de negarse a considerar una solicitud de asilo de cualquier persona que no la haya solicitado en otro país. Los inmigrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador ya no pueden solicitar asilo en los Estados Unidos si antes no lo pidieron en México de acuerdo a esa regla, presentada el 15 de julio.

La actual orden anula temporalmente un fallo de una corte de menor instancia que había bloqueado la política de asilo del mandatario y que aún se encuentra en dichos tribunales.

De acuerdo con la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), la nueva política viola una ley de 1980 que permite denegar las solicitudes de asilo únicamente cuando los solicitantes han sido “firmemente reasentados” o cuando Estados Unidos ha llegado a un acuerdo de tercer país seguro con otra nación (aún no se ha firmado el acuerdo con México), reportó NBC News.

Tras el anuncio, el preidente Trump señaló en Twitter que había sostenido una conversación con su homólogo mexicano, quien también dijo en la misma red social que ambos tienen «la voluntad de mantener una relación de amistad y cooperación entre nuestros pueblos y gobiernos.

“Tuve una excelente conversación con Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, hablamos sobre la seguridad en la frontera sur y varios otros asuntos de interés para las personas de nuestros respectivos países”, dijo.

Según informó The New York Times, el procurador general Noel J. Francisco en representación de la Administración, dijo en un informe que la política era necesaria para sobrellevar «un aumento sin precedentes en el número de extranjeros que ingresan ilegalmente al país a través de la frontera sur y, si son detenidos, reclaman asilo y permanecer en el país mientras sus solicitudes son decididas”.

Actualmente en los tribunales de inmigración hay una acumulación de 463,000 solicitudes de asilo.

Bajo esta nueva política, solo los inmigrantes a los que se les ha negado previamente el asilo en otros países o han sido víctimas «severas» de tráfico humano pueden pedir asilo directamente en la frontera estadounidense.

«Por lo tanto, la regla excluye a los solicitantes de asilo que se negaron a solicitar protección en la primera oportunidad», agregó Francisco.

El presidente Trump también felicitó a la Corte Suprema a través de su cuenta de Twitter. “¡La GRAN Corte Suprema de Estados Unidos GANA en la frontera (política) de asilo!”, escribió.

El cambio contradice décadas de políticas establecidas. El gobierno de Trump asevera hay que cerrar la brecha entre la entrevista inicial sobre asilo, que la mayoría de la gente pasa y la decisión final del caso, que la mayoría desaprueba.

Los magistrados Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor expresaron su desacuerdo con la orden del máximo tribunal. Sotomayor señaló que la regla anula “las prácticas de larga data con respecto a los refugiados que buscan resguardarse de la persecución”

Juez Bloquea Trump Sobre el Asilo en Frontera

Jon Tigar, el mismo juez federal que en julio detuvo la regla emitida por Trump y que posteriormente una corte de apelaciones aprobó que se implementara excepto en Arizona y California, vuelve a fallar en contra del gobierno y le impide al presidente negar asilos a personas que previamente cruzaron por otro país antes de llegar a Estados Unidos.

Un juez federal de California restableció este lunes la prohibición de una política dictada por el gobierno de Donald Trump que restringía el asilo a personas que llegaran a la frontera y cruzaron por un tercer país antes de llegar a Estados Unidos. Esta medida supone un duro golpe para las intenciones del presidente en materia migratoria.

El juez Jon Tigar emitió en julio una orden nacional bloqueando la regla que permitiría al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) negar la mayoría de las peticiones de asilo que se registran en la frontera con México.

La medida afectaba directamente a los inmigrantes centroamericanos que huyen de sus países a causa de la violencia y la pobreza y cruzan el territorio mexicano antes de llegar a la frontera y entregarse a las autoridades federales de inmigración para pedir la protección del gobierno.

La medida, denominada Regla Final Interina (IFR), fue anunciada después de que la administración de Trump no consiguió llegar a acuerdos con México y Guatemala para convertirlos en ‘tercer país seguro’.

Una semana después de que se anunció la regla, una corte de Washington DC desestimó una demanda que buscaba detener la medida, dándole una victoria al gobierno federal. Pero la alegría duró solo unas horas. Ese mismo día una corte federal de San Francisco, California, le prohibió al gobierno de Trump negar asilos en la frontera con México.

Pero luego Corte de Apelaciones del 9º Circuito, en respuesta a una demanda entablada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), dictaminó que las autoridades federales de inmigración pueden rechazarles el asilo a inmigrantes en los estados de Nuevo México y Texas, las dos áreas más concurridas para los cruces fronterizos, pero no podrían hacerlo en California y Arizona, que se encuentran bajo su jurisdicción.

El juez Tigar ahora ha vuelto a ordenarle al gobierno que no puede implementar esta regla y ordenó a la administración que siga aceptando peticiones a lo largo de la frontera con México.

El fallo

El juez Tigar escribió en el dictamen que “una orden judicial a nivel nacional está respaldada por la necesidad de mantener una política de inmigración uniforme” a todo lo largo de las fronteras, y señala que, en asuntos de inmigración, “hemos reconocido constantemente la autoridad de los tribunales de distrito para imponer políticas ilegales sobre una base universal».

Tigar dijo que el fallo emitido por la Corte de Apelaciones del 9º Circuito, que liberó la regla excepto en los estados de California y Arizona, “estaba en conflicto con la ley vigente” e iba a crear “importantes problemas de administración”.

Finalmente, el juez concluyó que, si bien las medidas cautelares a nivel nacional no son la «regla general», son apropiadas «cuando dicha amplitud [es] necesaria para remediar el daño del demandante».

En consecuencia, agrega, “y por las razones expuestas anteriormente, el tribunal otorga la moción de las organizaciones (demandantes) para restablecer el alcance de la medida cautelar a nivel nacional”.

De qué se trata la IFR

La regla de asilo ordenada por Trump en julio señaló que “específicamente, los Departamentos de Justicia (DOJ) y Seguridad Nacional (DHS) están revisando para agregar un nuevo requisito de elegibilidad para el asilo de un extranjero que ingresa o intenta ingresar al país a través de la frontera sur, pero que no solicitó la protección contra la persecución o la tortura cuando estaba disponible en al menos un tercer país fuera del país de ciudadanía, nacionalidad o última residencia habitual legal del extranjero a través del cual él o ella transitó en ruta a los Estados Unidos».

La ACLU respondió entonces a través de su cuenta en la red social Twitter señalando: «La administración de Trump está tratando de manera unilateral de revertir el compromiso legal y moral para proteger a la gente que huye de peligros. Esta nueva medida es obviamente ilegal. La demandaremos rápidamente».

Según el secretario interino del DHS, Kevin McAleenan, el objetivo de la medida es ayudar «a reducir el factor que impulsa la migración irregular hacia Estados Unidos haciendo que menos individuos transiten por México en un viaje peligroso» hasta que actúe el Congreso.

McAleenan agregó que la IFR debería reducir «las cargas abrumadoras en nuestro sistema interno provocado por los solicitantes de asilo que no buscaron protección urgente en el primer país disponible, los migrantes económicos que carecen de un temor legítimo de persecución y las organizaciones criminales transnacionales, traficantes y contrabandistas que explotan nuestro sistema para obtener ganancias».

La nueva norma se agregó a una larga lista de severos cambios a la política de asilo que van desde la prohibición a la entrada de ciudadanos de países de mayoría musulmana hasta la separación forzada de familias presentando cargos crimínales a los adultos que ingresaban indocumentados o por lugares no autorizados en la frontera con México.

Reacciones

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) aplaudió el fallo y dijo que la corte del juez Tigar había restablecido una orden judicial a nivel nacional que bloquea la prohibición de asilo del gobierno de Trump, que niega el beneficio a cualquier persona en la frontera sur que haya transitado por un tercer país en ruta a los Estados Unidos.

«El tribunal reconoció que existe un grave peligro para los solicitantes de asilo en todo el tramo de la frontera sur», Lee Gelernt, abogado principal de la ACLU

A su vez, Baher Azmy, director legal del Centro para los Derechos Constitucionales, dijo que “nos complace que la corte haya reconocido la realidad sobre el terreno, que la prohibición de asilo de Trump está afectando a miles de solicitantes de asilo en toda la frontera, tal como se pretendía hacer ilegalmente. y no solo en los puertos de entrada de California y Arizona».

“Esta decisión nivela el campo de juego para todas las personas y familias vulnerables que buscan refugio en los Estados Unidos”, dijo Melissa Crow, abogada supervisora principal del Proyecto de Justicia de Inmigrantes del Southern Poverty Law Center.

“Con esta decisión, independientemente de dónde crucen la frontera, estas personas deberían poder solicitar asilo. Lamentablemente, aunque este fallo elimina un obstáculo importante, quedan demasiados obstáculos, ya que la guerra de esta administración contra los solicitantes de asilo parece no conocer límites», indicó.

Fuente JORGE CANCINO

Familiares inmediatos de una víctima de violencia no califican para pedir asilo en EEUU

El gobierno de Trump cambia fallo emitido por la Corte de Apelaciones y a partir de ahora ser hijo de una víctima de violencia proveniente del narcotráfico o de pandillas, no puede ser utilizado en una solicitud de asilo porque esa relación familiar no constituye un ‘grupo social en particular’.

El fiscal general, William Barr, indicó este lunes que desde ahora los familiares inmediatos de una víctima de violencia no califican para pedir asilo en Estados Unidos.

Tras la revisión del caso LEA, dictaminado por la Corte de Apelaciones de Inmigración (BIA) en 2018, Barr dijo que el tribunal “reconoció incorrectamente a la familia inmediata del padre del demandado como un ‘grupo social particular’ para los fines de calificar y obtener asilo, de conformidad con la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA)”.

Para el gobierno de Trump la familia no constituye un grupo social, lo que llevó a Barr revertir la decisión del juez de inmigración. Un ejemplo de grupos sociales particulares son miembros de partidos políticos, pertenecer a una determinada etnia, ser homosexual, etc.

Barr añadió que, si bien la BIA ha reconocido a ciertos clanes y subclanes como «grupos sociales particulares», la mayoría de los miembros del núcleo familiar “no son intrínseca y socialmente distintos y, por lo tanto, no califican como grupos sociales particulares, por lo que no podrán utilizar la causa de la violencia cometida en contra de un familiar inmediato como un motivo de asilo.

Afectará a miles

Abogados consultados por Univision Noticias dijeron que la decisión “afectará a miles” de migrantes que huyen de sus países a causa de la violencia y buscan la protección de Estados Unidos, y a otros miles que presentaron sus solicitudes de asilo y estas aún no han sido resueltas por los tribunales.

“El gobierno ya no aceptará la solicitud de asilo de un hijo cuyo papá fue víctima de violencia por parte de un grupo organizado como argumento”, dijo a Univision Noticias Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Angeles, California”.

“La victimización de un papá no lo hace calificar como un grupo social particular de asilo”, agregó. “El hecho de ser hijo no constituye un grupo social distintivo. El gobierno ya lo no considera una causa de asilo”, añadió.

Gálvez explicó además que, de acuerdo con la decisión del fiscal general, “un grupo social particular debe ser una figura que la sociedad pueda reconocerlo fácilmente”.

“Por tener una relación padre e hijo no es suficiente para pedir asilo. Un hijo no es reconocido por la sociedad como un grupo social en particular”, indicó.

Como era antes

“Antes de la reversión del dictamen del 2018, había casos en los que cualquier relación de parentesco era suficiente para que una persona calificara para asilo por pertenecer a un grupo social particular”, explica Gálvez.

“A partir de ahora eso cambia. Ser el pariente directo de una víctima de violencia no lo califica automáticamente para pedir asilo”, añade. “Tendrán que probar más que solamente la relación de parentesco inmediato”.

Gálvez insistió en que “si las maras matan a tu papá”, el hijo de la víctima “ya no podrá usar eso como una causa de asilo. Pero eso no significa que el hijo no puede huir de su país por miedo, solo que cuando pida asilo deberá hacerlo por otra causa o motivo”.

La fuerza de la prueba

Consultado respecto a qué otras causas pueden argumentar los familiares de una víctima de violencia para pedir asilo en Estados Unidos, Gálvez dijo que “todas aquellas evidencias posibles que justifiquen su miedo creíble”.

“Si el familiar tiene miedo de regresar a su país porque tiene miedo de que lo maten y tiene pruebas de ello, puede argumentarlo. Pero simplemente porque su papa fue amenazado, atacado o muerto y usted es un familiar inmediato de esa victima, eso lo no califica para obtener el asilo”.

La decisión de Barr define que la familia no constituye pertenencia un grupo familiar particular, una de las cibco causales de asilo.

Los que esperan asilo

La decisión de Barr no solo afectará a quienes pidan asilo, sino a quienes ya lo hicieron, sobre todo en la frontera.

El abogado José Guerrero, quien ejerce en Miami, Florida, dijo que la decisión del fiscal general tiene “un fuerte impacto en las personas que tienen casos pendientes” y que “deben saber que no podrán seguir adelante con el asilo”.

Sin embargo, recomendó que “sigan litigando hasta llegar a las cortes federales”.

La reversión del fallo en el caso LEA no es el único de este tipo. En junio del año pasado el entonces fiscal general, Jeff Sessions, ordenó a los jueces de inmigración que desestimen pedidos de asilo por violencia doméstica y de pandillas, dos causales que para el gobierno no están incluidos en los cinco motivos señalados por la ley, siendo ellos persecución por raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular u opinión política.

Seis meses más tarde, un juez federal invalidó gran parte de la política del gobierno de Donald Trump de no dar asilo por violencia doméstica o pandillas. Las reglahabían sido establecidas por Sessions dentro del marco de ‘tolerancia cero’.

Además, el juez ordenó que las personas que fueron deportadas bajo las nuevas medidas deben volver a EEUU y se les debe ofrecer la posibilidad de continuar con sus procesos.

El juez Emmet Sullivan indicó que las políticas de Sessions, que exigían pruebas más estrictas para demostrar el «temor creíble» de las personas que buscaban asilo, violaban las leyes migratorias. El magistrado concluyó que no existe una base legal para «una prohibición categórica efectiva» en dichos casos.

Fuente: JORGE CANCINO

Juez Bloquea Restricciones al Asilo

Unas horas antes un juez había dado una “gran victoria” a Trump. La demanda había sido presentada por organizaciones pro inmigrantes

Un juez federal bloqueó temporalmente este miércoles las restricciones al asilo de Trump aprobadas en la semana, que buscaban dejar fuera del sistema a la mayoría de solicitantes centroamericanos.

La decisión de este juez, con tribunal en San Francisco, California, reemplaza un fallo judicial anterior también de este miércoles que dejaba en pie la medida de Trump, en una efímera victoria para el presidente.

Con este fallo, el juez Jon S. Tigar, obliga al Gobierno de EE.UU. a seguir aceptando las peticiones de asilo de todos los solicitantes que lleguen a la frontera.

Esta demanda fue presentada el pasado 16 de julio por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en contra de las nuevas medidas sobre la política de asilo de Trump.

Unas horas antes un juez había denegado una demanda que rechazaba los cambios anunciados por el Gobierno a la ley de asilo, entre ellos la imposibilidad de otorgar este beneficio a quienes no lo soliciten antes en un tercer país seguro.

El juez Timothy J. Kelly, de la corte del Distrito de Columbia, se pronunció sobre una querella presentada por las organizaciones Capital Area Immigrants’ Rights (CAIR) y el Centro de Refugiados e Inmigrantes para la Educación y los Servicios Legales (Raíces) un día después de que se conociera la medida, que busca sumarse a los esfuerzos para reducir el flujo migratorio desde Centroamérica.

Kelly, según difundieron medios locales, señaló en su fallo que “no hay justamente nada en el expediente que sugiera cuántos individuos, en su caso, entran en esa categoría”.

“Los demandantes no han demostrado la probabilidad de un daño irreparable por la norma requerida y se niega la moción de orden de restricción temporal”, agregó el juez, según el fallo reseñado por el diario The Washington Post.

Asilo de Trump. Al reaccionar a la decisión del magistrado, el director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés), Ken Cuccinelli, la calificó como “una gran victoria” para los esfuerzos del Gobierno Trump de “detener la crisis en nuestra frontera sur”.

El 15 de julio el gobierno de Trump anunció que impedirá otorgar asilo a inmigrantes que no lo soliciten antes en un tercer país seguro.

“Un extranjero que entre o intente entrar en EE.UU. a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en una tercera nación fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a EE.UU. no es apto para asilo”, señaló la orden publicada en el Registro Federal y que entró en vigor un día después.

Ese día estaba previsto que el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, se reuniese con Trump en la Casa Blanca entre rumores acerca de la posibilidad de que firmase un acuerdo para convertir a Guatemala en tercer país seguro para los migrantes que buscan el asilo en EE.UU.

Jueza Federal Bloquea la Permiso Para Detención de Solicitantes de Asilo

La jueza de distrito Marsha Pechman falló que las personas que son detenidas después de entrar en el país para pedir protección tienen ese derecho y no deben ser encerrados sin justificación.

Una jueza federal en Seattle bloqueó este martes una polémica política del gobierno de Donald Trump que estaba a punto de entrar en vigor y mantendría a miles de solicitantes de asilo detenidos mientras se decidieran sus casos. El argumento de esta decisión es que la Constitución exige que esos inmigrantes tengan la oportunidad de ser liberados para una audiencia de fianza.

La jueza de distrito Marsha Pechman falló que las personas que son detenidas después de entrar en el país para pedir protección tienen ese derecho y no deben ser encerrados sin justificación.

El fiscal general William Barr anunció en abril que el gobierno ya no brindaría tales audiencias, sino que mantendría en custodia a los solicitantes de asilo. La medida era parte del plan de la administración Trump para frenar el aumento en el número de migrantes que llegan a la frontera sur del país.

Defensores de los derechos de los inmigrantes, como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y el Northwest Immigrant Rights Project, entablaron demandas para bloquear esa política, la cual estaba programada para entrar en vigor el 15 de julio.

«La corte reafirmó lo que ha sido establecido por años: que los solicitantes de asilo que entran a este país tienen el derecho de estar libres de detención arbitraria», dijo Matt Adams, director legal del Northwest Immigrant Rights Project, citado por la agencia AP. «Miles de solicitantes de asilo podrán continuar buscando su libertad bajo fianza mientras piden protección de la persecución y la tortura».

Por su parte, la ACLU celebró esta decisión de la corte con este tuit: «Acabamos de ganar la devolución de los derechos al debido proceso para los solicitantes de asilo».

Pechman señaló que así como las personas que entraban al país y eran detenidas aquí, los inmigrantes que llegan solicitando asilo tienen derecho por la Quinta Enmienda a las protecciones que brinda el debido proceso, incluyendo «una antigua prohibición contra la detención indefinida de civiles sin la oportunidad de probar si es necesario».

Por los últimos 50 años el gobierno ha brindado la posibilidad a los solicitantes de asilo de asistir a audiencias de fianza ante jueces de inmigración, donde pueden argumentar por qué deben estar en libertad mientras esperan por su proceso migratorio. Eso les han dado la oportunidad a los inmigrantes de reunirse con sus familiares y encontrar abogados que puedan ayudarlos a sacar sus casos adelante.

Si esta política hubiera entrado en vigor, acabaría con este derecho y mantendría de 15,000 a 40,000 migrantes en custodia por seis meses o más sin exigirle a las autoridades demostrar que sus detenciones son justificadas, lo que según los activistas estaría violando el derecho al debido proceso.

«La corte encuentra que los demandantes establecieron un interés protegido constitucionalmente en su libertad, un derecho al debido proceso que incluye una audiencia ante un responsable neutral que pueda evaluar la necesidad de su detención y la posibilidad de éxito basado en los méritos de ese asunto», escribió la jueza Pechman.

En ese caso, esa decisión obliga al gobierno a seguir ofreciendo una audiencia a cada inmigrante que haya demostrado que tienen un miedo creíble de persecución o tortura si regresan a su país de origen dentro de los siguientes siete días tras su solicitud de asilo. Si no se le garantiza la presentación ante un juez en ese tiempo, el solicitante debe ser liberado.

La jueza recordó que en el caso de los inmigrantes que mantengan detenidos, el gobierno debe demostrar que representan verdaderamente un riesgo de fuga o un peligro para el público.