Trump Dejó la Casa Blanca

El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó este miércoles la Casa Blanca por última vez como gobernante junto a su esposa, Melania, en el helicóptero presidencial, Marine One, pocas horas antes de la toma de posesión de su sucesor, el demócrata Joe Biden.
Trump se dirige a la base aérea militar de Andrews (Maryland), a las afueras de Washington, donde celebrará un breve acto de despedida con seguidores, y posteriormente subirá al avión presidencial, Air Force One, por última vez para viajar a su club privado de Palm Beach (Florida).
El magnate neoyorquino rompió así la tradición y no estará presente en la ceremonia de investidura de su sucesor.
Trump no ha reconocido la derrota en las elecciones de noviembre pasado y sigue denunciando, sin evidencia, «fraude electoral».
Con su salida de la Casa Blanca, concluyen cuatro años turbulentos marcados por la polémica en los que pasará a la historia como el primer presidente de EE.UU. al que se le han abierto dos procesos de enjuiciamiento político, el último de los cuales está pendiente en el Senado.

Trump Prepara más de 100 Indultos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se prepara para emitir alrededor de 100 indultos y conmutaciones de penas el martes, su último día completo en el cargo, según tres personas familiarizadas con el asunto. Esto incluye criminales de cuello blanco, raperos de alto perfil y otras personas, pero -por el momento- no se espera que el propio Trump esté incluido.

La Casa Blanca celebró una reunión el domingo para finalizar la lista de indultos, dijeron dos fuentes.

Trump, quien había estado emitiendo indultos y conmutaciones a un ritmo constante antes de Navidad, les había puesto pausa en los días previos e inmediatamente después de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de EE.UU., según funcionarios.

Asesores dijeron que Trump se centró específicamente en el conteo de votos del Colegio Electoral en los días previos, lo que le impidió tomar decisiones finales sobre los indultos. Funcionarios de la Casa Blanca esperaban que se reanudaran después del 6 de enero, pero Trump dio marcha atrás después de que lo culparan de incitar los disturbios.

Inicialmente, dos lotes importantes estaban listos para su emisión, uno al final de la semana pasada y otro el martes. Ahora, los funcionarios esperan que el último lote sea el único, a menos que Trump decida en el último minuto otorgar indultos a aliados controvertidos, miembros de su familia o él mismo.

Se espera que el último lote de acciones de clemencia incluya una combinación de indultos orientados a la reforma de la justicia penal y otros más controvertidos para aliados políticos.

Los indultos son uno de los varios elementos que Trump debe completar antes de que termine su presidencia en unos días. Los funcionarios de la Casa Blanca también tienen preparados decretos presidenciales, y el presidente todavía tiene la esperanza de desclasificar la información relacionada con la investigación de Rusia antes de dejar el cargo. Pero con un número cada vez menor de funcionarios de la administración que todavía están laborando, la probabilidad de que parte de esto se concrete parece estar disminuyendo.

Los disturbios del 6 de enero, que llevaron al segundo juicio político de Trump, han complicado su deseo de indultarse a sí mismo, a sus hijos y a su abogado personal Rudy Giuliani. En este momento, los asesores no piensan que lo hará, pero advierten que solo Trump sabe lo que hará con lo último que le queda de poder presidencial antes de que deje oficialmente el cargo al mediodía del 20 de enero.

Tras asalto al Capitolio, Trump vuelve a insistir en indultos urgentes para él y sus hijos

¿Posible autoindulto?

Después de los disturbios, los asesores alentaron a Trump renunciar a un autoindulto porque haría parecer que él es culpable de algo, según una persona familiarizada con las conversaciones. Varios de los asesores más cercanos de Trump también le han instado a que no otorgue el indulto a nadie involucrado en el asedio al Capitolio de Estados Unidos, a pesar de la postura inicial de Trump de que los involucrados no habían hecho nada malo.

«Hay muchas personas que instan al presidente a indultar a las personas» involucradas en la insurrección, dijo el domingo el senador Lindsey Graham, aliado de Trump, en Fox News. «Buscar el indulto para estas personas sería equivocado».

Un funcionario de la Casa Blanca dijo que aún no se habían elaborado los documentos para un autoindulto.

Aún así, se espera que Trump abandone la Casa Blanca el 20 de enero y podría otorgar indultos hasta el mediodía del Día de la Toma de Posesión.

Tampoco es seguro si el exasesor de Trump Steve Bannon recibirá un indulto.

Trump sigue recibiendo múltiples recomendaciones sobre indultos por parte de los asesores que continúan en la Casa Blanca, así como de personas fuera del edificio que han cabildeado durante meses para sí mismos o sus clientes.

La expectativa entre los aliados es que Trump otorgara indultos de los que podría beneficiarse después de la presidencia.

«Todo es una transacción. Le gustan los indultos porque son unilaterales. Y le gusta hacer favores a personas que cree que le deberán algo», dijo una fuente familiarizada con el asunto.

Posible indulto a Salomon Melgen

Se espera que el Dr. Salomon Melgen, un destacado oftalmólogo de Palm Beach, Florida, quien está en prisión tras ser condenado por docenas de cargos de fraude a la atención médica, esté incluido en la lista de indultos, le dijeron a CNN tres fuentes familiarizadas con el asunto.

Estos son los indultos y conmutaciones de alto perfil que Trump ha otorgado durante su presidencia
Melgen, destacado por ser el co-conspirador en un caso de corrupción, ya desestimado, contra el senador demócrata de Nueva Jersey Bob Menendez, fue sentenciado a 17 años por fraude en la atención médica en 2018.

Si bien su nombre sorprendió a algunos aliados de Trump dada la actitud del presidente hacia Menendez, Melgen es visto como una figura rica e influyente en el sur de Florida. El caso de corrupción contra Menendez y Melgen fue abandonado por el Departamento de Justicia en enero de 2018.

Dentro de la Casa Blanca, ha habido una lucha para solicitar indultos en nombre de aliados y grupos de defensa y podrían sumarse nombres o eliminarse hasta el último minuto, dicen las fuentes.

CNN informó anteriormente que hubo una avalancha de solicitudes de indulto durante los últimos días de Trump en el cargo por parte de aliados, cabilderos y otros que esperaban sacar provecho de su lealtad a Trump. El diario The New York Times informó el domingo que a algunas de esas personas se les pagaba decenas de miles de dólares para cabildear en nombre de aquellos que buscan indultos.

Negocios de Trump se Tambalean

Tras el ataque al Capitolio, muchas compañías acusaron al magnate de incitar la violencia. Y ahora se alejan de él.

Tras cuatro años marcados por la polémica, el asalto al Capitolio protagonizado por sus seguidores le ha terminado por costar a Donald Trump el apoyo de buena parte de la comunidad empresarial y amenaza el futuro de sus negocios una vez que abandone la Casa Blanca, la semana que viene.

La marca Trump, el principal activo del magnate neoyorquino, se ha convertido en tóxica tras el histórico episodio del pasado miércoles en Washington y muchas empresas se apresuran a distanciarse.

En una cascada con pocos precedentes, grandes compañías de todos los sectores condenaron los disturbios y al presidente saliente por instigarlos con denuncias de fraude electoral sin base.

Algunos influyentes grupos empresariales que han cooperado estrechamente con la Administración llegaron a pedir que se considere la destitución del mandatario antes de la toma de posesión de Joe Biden, el 20 de enero.

Pero las empresas no se quedaron en palabras, muchas están tomando también medidas con un impacto directo en el mandatario y, sobre todo, en su futuro de vuelta al mundo de los negocios.

Los bancos abandonan al magnate

Deutsche Bank, el banco más utilizado en las últimas décadas por Trump, decidió que no hará más negocios con él una vez que el magnate republicano devuelva el préstamo de más de 300 millones de dólares que debe a la entidad y que debe abonar en los próximos años.

Signature Bank, otra entidad en la que el mandatario tiene cuentas personales con más de 5 millones de dólares y que le ayudó a financiar su campo de golf en Florida, también anunció que romperá relaciones con el presidente saliente.

Creemos que lo apropiado sería la renuncia del presidente de Estados Unidos, lo que iría en el mejor interés de nuestra nación y de los estadounidenses, señaló el banco en un comunicado.

Trump tiene una fortuna estimada en unos 2.500 millones de dólares, según la revista Forbes, pero tiene también importantes deudas, de al menos unos 1.000 millones de dólares, según sus declaraciones financieras.

Futuro en duda

El inmobiliario ha sido siempre su gran negocio, pero en los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que Trump trate de poner en marcha su propio canal de noticias y, más recientemente, él mismo ha hablado de su interés por crear una red social tras sus desencuentros con Twitter y Facebook, que han suspendido sus cuentas después del asalto al Capitolio.

El veto de las grandes redes sociales amenaza además con quitar no solo poder político a Trump, sino también músculo económico para cuando regrese a sus negocios, que no pasan por el mejor momento.

Tras perder varios de los hoteles que llevaban su nombre y de que se abandonaran los planes para poner en marcha dos líneas hoteleras más accesibles, los intereses turísticos de Trump han sufrido como todos los demás con la crisis del coronavirus.

Además, la compañía tiene problemas en los tribunales, con varios casos abiertos, incluida una investigación en Nueva York por posibles delitos de fraude en la que ya se ha visto obligado a testificar uno de los hijos de Trump.

A todo ello se suman las consecuencias del asalto al Capitolio, que ya le han costado a la Organización Trump los contratos que tenía con la Alcaldía de Nueva York para operar un carrousel, dos pistas de patinaje sobre hielo y un campo de golf.

Por su parte, tras los disturbios la Asociación Profesional de Golf (PGA) anunció que no disputará su campeonato de 2022 en el Trump National Golf Club Bedminster en Nueva Jersey, porque hacerlo sería «perjudicial» para su marca.

Golpe a otros republicanos

La espiral de los últimos momentos de la Presidencia del republicano también empezó a golpear a algunos miembros de su partido, especialmente a aquellos que han optado por respaldar oficialmente sus infundadas denuncias de fraude electoral en los comicios que perdió en noviembre.

En los últimos días, una larga lista de empresas han anunciado que van a suspender sus donaciones a los legisladores que votaron en contra de certificar la victoria de Biden, es decir, a aquellos que han permanecido más fieles a Trump en sus momentos finales en la Casa Blanca.

AT&T, Mastercard, American Express, Marriott, Dow, Morgan Stanley o Blue Cross Blue Shield son solo algunas de las grandes compañías que han optado por esta medida en respuesta a lo que ven como un ataque al sistema democrático.

Otras muchas empresas han preferido paralizar temporalmente todas sus contribuciones políticas en un momento tan tenso como el actual, algo que a priori perjudicará más a los republicanos, tradicionalmente más ayudados por el sector empresarial.

Voces diversas en Wall Street

Porque lo cierto es que, durante los últimos cuatro años, una mayoría de empresarios se han mantenido del lado de Trump y de su partido, que les ofreció algunas de las medidas que más anhelaban, empezando por un histórico recorte de impuestos y la eliminación de numerosas regulaciones.

Sin embargo, poco a poco un creciente número de voces del mundo empresarial optó por alejarse del mandatario. Algunos empezaron hace ya un tiempo por su negativa a condenar el supremacismo blanco o por su retórica antiinmigrante, pero el asalto del Capitolio (y la cercanía del cambio de Administración) es lo que parece haber dado el empujón definitivo.

El sentir de Wall Street lo resumió la pasada semana la Business Roundtable, que reúne a los máximos directivos de decenas de grandes empresas y que no dudó en atribuir la violencia y el caos en la capital a la ficción de una elección presidencial fraudulenta por parte de cargos electos.

“Después de los hechos inadmisibles y trágicos que presenciamos, no podría estar más claro que es momento de que la nación y los legisladores se unan alrededor del presidente electo Biden y de la vicepresidenta electa (Kamala) Harris”, señaló el grupo.

Trump Desea Perdonar a él y a su Familia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha discutido la posibilidad de otorgar indultos para él y sus hijos con una nueva urgencia desde el ataque al Capitolio, dijeron varias fuentes familiarizadas con el asunto.

Una fuente familiarizada con las conversaciones dice que existe la creencia de que un «indulto de la familia y los niños es más probable y más urgente porque un indulto podría evitar el enjuiciamiento».

Sin embargo, asesores y aliados están preocupados por la percepción pública de un indulto tras el motín del 6 de enero, que provocó la muerte de cinco personas.

Las fuentes le dicen que hay disensión dentro del ala oeste por parte de aquellos horrorizados por el ataque, muchos de los cuales se oponen a un presidente cuya principal preocupación es protegerse a sí mismo y a su familia.

El motín en el Capitolio aumenta el potencial de una nueva exposición legal para el presidente, sus aliados y familiares que participaron en la manifestación si los investigadores investigan si sus palabras y acciones podrían ser objeto de enjuiciamiento penal.

El martes, Trump defendió sus comentarios del 6 de enero, diciendo que eran «apropiados».

La Casa Blanca no brindó ningún comentario.

La fuente familiarizada con las conversaciones de la Casa Blanca dijo que Trump podría emitir un indulto general para cubrirse a sí mismo y a sus hijos hasta el momento en que deje el cargo, y agregó que, desde el punto de vista de Trump, «tiene sentido cubrirlo todo».

Incluso antes de los eventos de la semana pasada, el presidente había dicho a sus asesores que creía que él y su familia habían sido atacados injustamente y que le preocupaba que las persecuciones legales puedan continuar bajo el Departamento de Justicia de Biden, según una fuente cercana a Trump.

Desde su primer año en el cargo, Trump ha analizado indultarse a sí mismo y a sus hijos, pero el ataque al Capitolio crea una nueva dinámica en torno a los mensajes y las «relaciones públicas» de tales indultos, según la persona familiarizada con las conversaciones de la Casa Blanca.

«Antes, la justificación era que no habían hecho nada malo», dijo la fuente. Pero el asalto al Capitolio potencialmente cambia eso. A la «base dura de Trump podría no importarle, pero a algunos republicanos y antiguos partidarios no les gustaría eso», agregó la fuente. «Tienen sangre en las manos después del 6 de enero».

Uno de los hijos de Trump, Donald Trump Jr., no quiere un indulto, dijo una fuente con conocimiento del asunto. «Su padre nunca le ha planteado el tema, pero Don les ha dicho a sus amigos que no quiere un indulto, ya que no cree que sea necesario», dijo la fuente.

Dentro de la Casa Blanca, muchos funcionarios están disgustados por los ataques y no quieren involucrarse en un indulto a nadie que pudiera haber jugado un papel, según dos personas familiarizadas con el asunto.

Una fuente dijo que Trump tiene la intención de otorgar indultos más allá de los miembros de su familia. «Más gente de la que cabría esperar. Rudy es obvio», dijo la persona, refiriéndose al abogado personal de Trump, Rudy Giuliani. «Y hay muchas discusiones sobre el personal actual».

La Casa Blanca había planeado dar a conocer un grupo de indultos la semana pasada, pero se retrasó debido a los disturbios, según dos fuentes familiarizadas con el asunto.

CNN informó el lunes que el abogado de Trump en la Casa Blanca, Pat Cipollone, y el exsecretario de Justicia Bill Barr le advirtieron que no se indultara a sí mismo, pero los asesores dicen que Trump aún puede hacerlo, aunque es casi seguro que se enfrenten a demandas.

El poder del indulto a un presidente no ha sido probado antes y las fuentes dicen que tanto Barr como Cipollone pensaron que sería una mala idea que Trump tratara de indultarse a sí mismo. Barr cree que un memorando legal del Departamento de Justicia de 1974 que determina que el presidente no puede perdonarse a sí mismo debería mantenerse, y Cipollone no ha pedido a la Oficina de Asesoría Legal (OLC) del Departamento de Justicia que vuelva a examinar el tema, según dos fuentes.

El memorando establece claramente que bajo «la regla fundamental de que nadie puede ser juez en su propio caso, el presidente no puede perdonarse a sí mismo».

Respecto al memorando del Departamento de Justicia sobre el autoindulto, un ex alto funcionario de la administración le dijo: «A Trump le importa un bledo el memo de la OLC. Hará lo que quiera y luego peleará en la corte si es necesario».

Trump Visita Texas

Organizaciones que defienden los derechos de los migrantes y contrarias al muro cancelan las protestas ante el temor de que la llegada de partidarios del presidente genere violencia

Desde que llegó a la Casa Blanca hace cuatro años, el muro fronterizo con México ha sido el elemento de distracción predilecto de Donald Trump: cada vez que las cosas están mal en Washington, recurre a la frontera sur y a su promesa de construir una barrera “grande y bella” para proteger Estados Unidos de “criminales, narcotraficantes y violadores”, como definió a los mexicanos en su carrera a la presidencia en 2016. Como si todo lo malo viniera de fuera. Este martes, a solo ocho días de despedirse del Despacho Oval y a punto de convertirse en el primer presidente de la historia en enfrentar dos juicios políticos, en esta ocasión por incitación a la insurrección, visitará un tramo del muro fronterizo. Por unas horas, el país tendrá los ojos puestos en el Valle del Río Grande, en el sur de Texas, la zona por donde más indocumentados entran a EE UU. Solo un día después de que el FBI y el Pentágono alertaran del peligro de nuevas revueltas impulsadas desde foros de ultraderecha antes de la investidura de Joe Biden, la visita del presidente a Texas parece haber trasladado la tensión de la capital a esta zona de la frontera.

Será su primera salida oficial de la Casa Blanca desde el asalto al Congreso por parte de sus seguidores, muchos de ellos pertenecientes a grupos supremacistas blancos llegados de todo el país. Según ha dicho uno de los portavoces del presidente, con el viaje pretende “conmemorar” la construcción de más de 640 kilómetros de esa barrera, una promesa cumplida de su Administración. Mientras grupos de seguidores del mandatario se preparan para darle la bienvenida con caravanas y concentraciones, organizaciones de defensa de los migrantes y contrarias al muro decidieron suspender las protestas previstas ante el temor de que se desate la violencia. “Hay mucha tensión en la frontera. Estamos muy desconcertados con esta visita de Trump, porque realmente creemos que atrae la violencia. Lo vemos a él y a sus seguidores como un peligro”, asegura a este diario Tannya Benavides, de la coalición No Border Wall (No al muro fronterizo). Según explica, los activistas cambiaron sus planes tras escuchar rumores de que militantes de extrema derecha llegarían de otros lugares.

“Creemos que la situación puede ponerse fuera de control, así que hemos decidido no ir a buscar a Trump y no ponernos frente a gente que no sabemos lo lejos que puede llegar. Después de lo que vimos el último miércoles en el Capitolio, son capaces de cualquier cosa”, añade. La visita también ha sido criticada por el congresista texano Henry Cuéllar, quien dijo que, más que visitar el muro, el presidente debería centrarse en “salvar vidas y asegurarse de que todas las comunidades tienen acceso a la vacuna contra la covid-19″ y en “sanar a la nación de los eventos del Capitolio que él ayudó a incitar”.

El principal periódico de la capital texana, el Austin American-Statesman, fue más allá al pedir al mandatario cancelar el viaje. “Silenciado por las plataformas de las redes sociales por su retórica falsa e incendiaria, Trump ahora busca otras formas de ser escuchado. Conociendo los precedentes, tenemos muchas razones para pensar que Trump usará su aparición para incitar a sus seguidores y fomentar más violencia”, se lee en un editorial titulado “Por favor, no venga a Texas, presidente”.

Ni tan alto ni tan largo como Trump quería

Aunque la Casa Blanca no ha ofrecido detalles de la agenda de la visita, Mark Morgan, el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dijo la semana pasada en una llamada con periodistas que esperaba adjudicar casi 500 kilómetros de muro más en nuevos contratos antes del 19 de enero, el último día de Trump en la Casa Blanca, un movimiento que podría poner en apuros a su sucesor, que ha prometido que no construirá ni un kilómetro más de valla fronteriza.

Trump venderá este martes el muro como un logro de su mandato, pero no es tan alto ni tan largo como quería y México no ha pagado por él, uno de sus lemas de la campaña de 2016. “Lo que ha conseguido es destruir nuestra comunidad y nuestro medio ambiente. Desperdiciar nuestro dinero y demostrarnos que este presidente no nos vio con más valor que [para albergar] un muro”, afirma Tannya Benavides. “De nada ha servido. La gente que va a venir, encuentra la manera. No ha tenido el efecto que pensó que iba a tener”, coincide Jodi Goodwill, una veterana abogada de inmigración de Harlingen (Texas).

Los datos muestran que Trump sí que ha conseguido frenar el flujo migratorio, que rompió récords en 2019 con la llegada masiva de familias centroamericanas que huían de la violencia, la pobreza, la falta de oportunidades y los efectos del cambio climático. Pero no lo ha hecho con barreras físicas, sino con una red de acciones ejecutivas, órdenes administrativas y acuerdos con terceros países. También con unas políticas migratorias marcadas por la crueldad con el objetivo de disuadir a los migrantes de emprender el camino al norte, como la separación de niños de sus padres en la frontera o el envío de solicitantes de asilo a ciudades peligrosas de la frontera norte mexicana, donde no tienen acceso a abogados y están expuestos a la delincuencia y el crimen organizado.

Para Goodwin, los últimos cuatro años trabajando en la frontera han sido “una pesadilla”. “Todos los días amanecíamos sin saber cómo iban a cambiar las políticas y los reglamentos. Y lo peor, que en mi opinión es lo que más se va a tardar en deshacer, es el modo en que te tratan los agentes. Son más agresivos y no solo con los migrantes. En los 26 años que llevo siendo abogada, jamás he sido tratada de manera tan indignante como en los últimos cuatro años, porque han sido empoderados. Se sienten libres de actuar con impunidad en contra de cualquiera”, afirma.

Desde hace tres meses, Goodwin y otros colegas que trabajan en la frontera se están reuniendo con el equipo de transición de Biden para elaborar un plan que ponga fin a los programas migratorios más crueles de Trump, como ha prometido el presidente electo. El demócrata ha reconocido que reformar el sistema llevará tiempo, pero la abogada está esperanzada con la “oportunidad de que el país se sane de todo lo que se ha destruido”. Y desde la frontera le estarán vigilando: “Nosotros ayudamos a elegirlo y desde el 20 de enero vamos a estar vigilando. Queremos que él mantenga su promesa de que no va a construir ni un pie más del muro de Trump”, afirma Benavides de No Border Wall. “Y tenemos que asegurarnos de que se reúnan las más de 600 familias que fueron separadas y que [Estados Unidos] vuelva a ser el país que ofrece asilo”.

Demócratas Presentas Propuesta de Juicio Contra Trump

Los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron formalmente su resolución para acusar al presidente Donald Trump el lunes, acusándolo de «incitación a la insurrección» por su papel en los disturbios de la semana pasada en el Capitolio de Estados Unidos.

La resolución de juicio político que la Cámara está a punto de votar a finales de esta semana es el primer paso de los demócratas para convertir a Trump en el primer presidente de la historia en enfrentar dos juicios políticos.

El cargo de juicio político único, que se presentó cuando la Cámara realizó una breve sesión pro forma el lunes señala las repetidas afirmaciones falsas de Trump de que ganó las elecciones y su discurso ante la multitud el 6 de enero antes de que los alborotadores pro-Trump irrumpieran en el Capitolio. También citó la llamada de Trump con el secretario de Estado republicano de Georgia, donde el presidente lo instó a «encontrar» suficientes votos para que Trump ganara el estado.

«En todo esto, el presidente Trump puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones de gobierno», dice la resolución. «Amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió con la transición pacífica del poder y puso en peligro a una rama del gobierno equivalente. De ese modo, traicionó su confianza como presidente, para agravio manifiesto del pueblo de Estados Unidos».

La resolución también citó la 14ª Enmienda de la Constitución, señalando que «prohíbe a cualquier persona que se haya ‘involucrado en una insurrección o rebelión contra’ Estados Unidos» de ocupar un cargo.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo a los demócratas de la Cámara el domingo por la noche que la Cámara procedería a llevar una resolución de juicio político al piso esta semana a menos de que el vicepresidente Mike Pence se mueva para invocar la Enmienda 25 con una mayoría del Gabinete para sacar a Trump del poder.

La carta de Pelosi fue la primera vez que dijo explícitamente que la Cámara abordaría el juicio político en el piso esta semana, aunque estaba claro que los demócratas de la Cámara se han unido rápidamente en torno a una resolución de juicio político en los días posteriores a los disturbios en el Capitolio donde murieron cinco personas, incluido un agente de la Policía del Capitolio.

El lunes, los demócratas buscaron tomar una resolución del representante Jamie Raskin de Maryland el lunes instando a Pence y al gabinete a invocar la Enmienda 25. El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, solicitó el consentimiento unánime para presentar la resolución, pero el representante republicano de West Virginia, Alex Mooney, se opuso a la solicitud. Pelosi ha dicho que los demócratas se moverán para llevar la resolución a votación el martes.

Los demócratas están pidiendo a Pence que responda dentro de las 24 horas, dijo. Si eso no sucede, los demócratas llevarán a la sala su resolución de juicio político.

El momento de la votación de juicio político sigue siendo fluido, aunque la expectativa es que suceda el miércoles o jueves.

La resolución de juicio político fue presentada por los representantes demócratas David Cicilline de Rhode Island, Jef Raskin y Ted Lieu de California.

Cicilline tuiteó el domingo por la noche que la resolución ahora tiene más de 200 copatrocinadores, casi todos del grupo demócrata. Es probable que la resolución llegue a la Comisión de Reglas de la Cámara antes de que se lleve a la sala.

El nivel de unidad en el caucus demócrata está siendo impulsado por la reacción visceral a lo ocurrido el 6 de enero, cuando los legisladores tuvieron que ser evacuados de la Cámara y el Senado mientras la turba violenta golpeaba las puertas intentando detener el conteo de votos para afirmar que el presidente electo Joe Biden se convertiría en presidente el 20 de enero.

Pelosi dijo en una entrevista en «60 Minutes» de CBS que le gustaba la idea de invocar la Enmienda 25 «porque se deshace de él», pero explicó que «una de las motivaciones que tiene la gente para abogar por un juicio político» es evitar que Trump que ocupe el cargo nuevamente.

«Hay un fuerte apoyo en el Congreso para acusar al presidente por segunda vez», dijo.

Los demócratas de la Cámara de Representantes están llevando a cabo una llamada con todo el caucus el lunes para discutir su camino a seguir.

Los republicanos de la Cámara han instado a los demócratas a no seguir adelante con el juicio político, argumentando que tal medida causaría divisiones frente a los llamados de Biden a la unidad. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, también realizará una conferencia telefónica con los republicanos el lunes, según una fuente familiar.

Piden Destituir a Trump

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, pide que el presidente sea sacado de su cargo, o bien por la activación de la enmienda constitucional o por un nuevo juicio político en el Congreso.

Luego de que cientos de partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron violentamente en el Capitolio el miércoles por la tarde, diversos líderes políticos y funcionarios de la administración consideran que el presidente debería ser destituido de su cargo antes del 20 de enero, de acuerdo con varios medios que citan fuentes sin identificar de diferentes departamentos del gobierno.

De acuerdo con versiones difundidas por CNN citando fuentes del Partido Republicano, algunos pidieron que se invoque la Enmienda 25, que reglamenta la sustitución del mandatario con el argumento de que las acciones del presidente aupando a una nutrida manifestación reunida cerca de la Casa Blanca para que se fuera hasta el Capitolio de Washington fueron lo suficientemente atroces como para destituirlo.
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La mañana del jueves, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se convirtió en la voz de más alto nivel en pedir públicamente la separación de Trump de su cargo, a quien considera responsable del asalto del que fue objeto el Capitolio de Washington.

“Lo que pasó en el Capitolio ayer fue una insurrección contra los Estados Unidos incitada por el presidente. Este presidente no debería detentar el cargo un día más. La vía más rápida y efectiva, puede ser aplicada hoy, sería con el vicepresidente invocando inmediatamente la enmienda 25 (de la Constitución) Si el vicepresidente y el gabinete se rehúsan a hacerlo entonces el Congreso debería reunirse para enjuiciar al presidente”, ”, dice Schumer en un comunicado difundido por su oficina.

Si los funcionarios lograran destituir a Trump, posteriormente podrían también votar para negarle la posibilidad de ocupar otro cargo público por el resto de su vida.

También el representante republicano Adam Kinzinger, un frecuente crítico del mandatario, pidió la activación de la Enmienda 25 para sacar a Trump del poder, antes de que asuma el presidente electo Joe Biden.

«Es con pesar que pido, por el bien de nuestra demócracia, que la Enmienda 25 sea invocada», dijo Kinzinger al presentar un video de dos minutos en el que explica sus argumentos.

Sobre la otra posibilidad planteada por Schumer, la de abrir un nuevo impeachment al presidente, aunque se da por descontado que, incluso si hubiera el apoyo bipartidista necesario, no habría el tiempo requerido para completar el juicio político en el Senado.

Sin embargo, la misma tarde del miércoles, la congresista demócrata Ilhan Omar anunció en su cuenta de Twitter que estaba redactando los artículos de impeachment, una acción que empieza en la Cámara de Representantes.

«No podemos permitir que él (Trump) permanezca en el cafo, es un asunto de preservacón de nuestra república y necesitamos cumpli con nuestro juramento (constitucional», escribió Omar, quien recibió el respaldo de varios colegas.

¿Qué dice esta enmienda 25?

La enmienda fue aprobada en 1967, cuatro años después del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy. En sus primeros puntos establece cómo es el procedimiento para sustituir al mandatario en caso de muerte o renuncia, cosa que se puso en práctica en 1974 cuando el renunciante Richard Nixon dejó el poder en manos de su vicepresidente Gerald Ford.

La Enmienda 25 no fue pensada como mecanismo alternativo para sustituir a un presidente que sea impopular o cuyo juicio ponga seriamente en duda una parte de la población (cosas que se pueden aplicar a Trump). Fue redactada para aclarar el asunto de la sucesión que no estaba bien delineado en la Constitución.

Pero en su sección 4 indica: “Cuando quiera que el vicepresidente y la mayoría, bien de los principales funcionarios de los departamentos ejecutivos o de otro cuerpo que el Congreso pueda proveer por ley, transmitan al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que el presidente es incapaz de ejercer los poderes y obligaciones de su cargo, el vicepresidente asumirá inmediatamente los poderes y obligaciones de la oficina como presidente interino”.

El texto señala que el presidente desplazado puede eventualmente escribir a esos mismos líderes del Congreso para explicarles que tal incapacidad ya no existe y reanudar sus funciones, salvo que el vicepresidente y la mayoría del gabinete indiquen en los siguientes cuatro días por escrito que el mandatario sigue estando impedido de gobernar.

En ese momento, el Congreso abre una convocatoria de 48 horas para considerar el asunto en los siguientes 21 días después de recibido ese último texto y decidir si el presidente está en la capacidad o no de ejercer su cargo. Se requieren dos tercios de los votos en ambas cámaras para declarar incapacitado al presidente. En caso contrario el suspendido retomará su cargo.

Hay que recordar que fue incorporada a la Constitución luego de que el presidente Kennedy fuera asesinado a balazos por Harvey Lee Oswald en Dallas, en noviembre de 1962. Si Kennedy hubiera sobrevivido, por la naturaleza de sus heridas en la cabeza que implicaron pérdida de masa encefálica, habría estado cognitivamente limitado y posiblemente en estado vegetal.

Un punto que destacan algunos es que no hace falta una evaluación medida (ni siquiera hace falta que la razón sea demostradamente médica) para invocarla. Es la percepción del vicepresidente y del gabinete la única razón válida, en el entendido de que trabajan cerca del mandatario y saben lo que les pasa.

No es la primera vez que el recurso a la sección 4 de la enmienda es planteado en cuatro años que lleva en la Casa Blanca el magnate inmobiliario devenido en político.

Tras los choques entre supremacistas blancos y grupos antirracistas ocurridos en Charlottesville, Virginia, en agosto de 2017, la congresista demócrata de California Jackie Speier lo planteó públicamente por considerar que Trump exhibía un “comportamiento errático e inestabilidad mental”.

Era la explicación que Speier le daba a la desafortunada reacción del presidente a los eventos en Virginia, cuando culpó a “ambos bandos” de la violencia que dejó muerta a la activista liberal Heather Heyer, equiparando a grupos racistas con defensores de los derechos humanos.

Corte Suprema Rechaza Apelación de Trump Sobre Elecciones

La Corte Suprema de Estados Unidos infligió el martes un revés al presidente Donald Trump al negarse a aceptar una apelación formulada por sus aliados para bloquear la certificación de resultados electorales en Pensilvania, clave para el triunfo del demócrata Joe Biden.

La máxima instancia judicial estadounidense, en la cual tres de nueve magistrados fueron designados por Trump, no explicó los motivos de su decisión, y ninguno de sus miembros notificó su desacuerdo.

Más de un mes después de las elecciones del 3 de noviembre, el presidente republicano aún se niega a reconocer su derrota frene a Biden, declarándose víctima de un “fraude masivo” sin presentar pruebas convincentes.

Con la ayuda de sus aliados, ha presentado demandas en varios estados cruciales para el desenlace de la contienda electoral, pero casi todas ya han sido desestimadas por los tribunales.

Uno de estas demandas, presentada por el congresista republicano Mike Kelly, desafió la legalidad de los votos por correo en Pensilvania.

Luego de su rechazo por parte de la Corte Suprema estatal, los demandantes acudieron urgentemente a la Corte Suprema de Estados Unidos para pedirle que detenga todos los procesos electorales mientras exponen sus argumentos.

Al oponerse a admitirlos, los nueve jueces de la Corte ponen fin a este procedimiento y dan a entender que no pretenden involucrarse en disputas poselectorales.

Trump, sin embargo, esperaba que el máximo tribunal, que durante su gobierno reorganizó profundamente, interviniera a su favor. El día después de las elecciones, había dicho que llevaría sus reclamos ante la Corte Suprema.

En 2000, la Corte Suprema interrumpió un recuento de votos en Florida, donde George W. Bush le llevaba solo 537 votos al demócrata Al Gore, lo que permitió que el republicano ganara las elecciones.

Texas, gobernado por los republicanos, presentó este martes otro recurso ante el máximo tribunal del país para buscar la invalidación de los resultados electorales en cuatro estados clave, pero según los expertos no tiene posibilidades de prosperar.

Hoy es la Fecha Límite

La fecha límite del safe harbor (puerto seguro) ha sido tradicionalmente un trámite burocrático que pasa por debajo de la mesa pero que este año cobra relevancia ante los intentos persistentes del presidente Donald Trump por restarle credibilidad al proceso electoral.

Todos los estados de la unión, excepto Wisconsin, parecen haber cumplido la fecha límite estipulada en la ley federal para que el Congreso acepte los votos electorales que serán depositados en el Colegio Electoral la semana próxima y que serán contados el próximo 6 de enero en el Congreso para nombrar a Joe Biden como el próximo presidente estadounidense.

La llamada provisión safe harbor (puerto seguro) garantiza a los estados que sus votos electorales serán contados siempre que culminen el proceso de certificación de los resultados y cualquier impugnación en cortes estatales antes de una fecha límite, que este año es el martes 8 de diciembre.

«Lo que la ley federal requiere es que si un estado ha completado su certificación post-electoral el 8 de diciembre, el Congreso está obligado a aceptar esos resultados», dijo Rebecca Green, profesora en ley electoral en la facultad de Derecho de la Universidad William & Mary en Williamsburg, Virginia.

El Colegio Electoral es una creación de la Constitución, pero el Congreso fija la fecha para las elecciones federales y, en el caso de la presidencia, determina cuándo se reúnen los electores presidenciales en las capitales de cada estado para votar.

Este año los electores se reunirán el lunes 14 de diciembre. Pero el Congreso también impone otra fecha límite: seis días antes de que se reúnan los electores, para evitar que los resultados de cada estado sean impugnados en el Congreso.

La idea es que al final de la jornada cada estado haya dado carácter oficial a sus resultados, concediendo 306 votos electorales a Joe Biden y 232 al presidente Donald Trump.

La fecha límite del puerto seguro ha sido tradicionalmente un trámite burocrático que pasa por debajo de la mesa pero que este año cobra relevancia ante los intentos persistentes de Trump por restarle credibilidad al proceso.

Trump ha rehusado reconocer la victoria de Biden, ha formulado denuncias infundadas de fraude y ha pedido a legisladores republicanos en estados clave a designar electores que voten por él incluso después de que esos estados han certificado la victoria de Biden.

Los alegatos de Trump han naufragado ante tribunales de Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin. La mayoría de las demandas interpuestas por su equipo de campaña para impugnar la victoria de Biden han sido desechadas por tribunales estatales excepto en Wisconsin, donde está prevista una audiencia esta semana.

El recurso judicial no tiene la apariencia de ser exitoso pero debido a que fue interpuesto apegado a los procedimientos de la ley estatal para apelar resultados electorales «me parece que Wisconsin no cumplirá la fecha límite del puerto seguro», dijo Edward Foley, profesor de ley electoral en la facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Ohio.

El juez Stephen Simanek, designado para conocer del caso, ha admitido la posibilidad de que obligue al estado a incumplir la fecha límite del puerto seguro.

El incumplimiento de la fecha límite no privará a Wisconsin de sus 10 votos electorales. Los electores se reunirán el lunes 14 en Madison para realizar sus votos y no hay motivos para que el Congreso rehúse aceptarlos. En cualquier caso, Biden obtendrá la victoria aún sin los votos de Wisconsin.

Pero en teoría los congresistas en Washington pudieran cuestionar los votos provenientes de cualquier estado que haya incumplido la fecha límite del 8 de diciembre, explicó Foley.

Un miembro de la Cámara de Representantes, el republicano Mo Brooks, ya ha dicho que cuestionará el 6 de enero los votos electorales a favor de Biden. Brooks necesitará objetar por escrito y lograr que al menos un senador se sume a su apelación. Si ello ocurriese, ambas cámaras deberían debatir las objeciones y votar si tienen o no mérito.

Pero las objeciones naufragarán si las dos cámaras no votan a su favor.

La renuencia de Trump y sus seguidores a admitir la derrota es «peligrosa porque en una contienda electoral, un lado gana, un lado pierde y es esencial que el lado perdedor admita la victoria del ganador. Lo que está siendo cuestionado en este momento es nuestra capacidad de seguir las reglas», dijo Foley.

La provisión del puerto seguro tuvo un papel clave en el caso Bush v. Gore después de la elección presidencial del año 2000. La Corte Suprema anuló la orden emanada de una corte estatal de Florida para un recuento porque la fecha límite del puerto seguro se acercaba. El máximo tribunal emitió su fallo el 12 de diciembre, la fecha límite en ese año.

El vicepresidente Al Gore admitió su derrota el día siguiente ante el entonces gobernador de Texas George W. Bush.

En su opinión minoritaria, el magistrado Stephen Breyer dijo que la fecha límite realmente importante era el día en que se reunirían los electores presidenciales para votar. Si quedaba tiempo para realizar un recuento «es un asunto que las cortes estatales deben decidir».

Cuando los colegios electorales de Florida, decisivos en la victoria de George W. Bush, llegaron al Congreso, varios representantes protestaron pero ningún senador se sumó a la apelación. Le correspondió a Gore, quien presidió el conteo como presidente del Senado, determinar que las objeciones de sus copartidarios demócratas no tenían mérito.

Trump Considera Regresar en 2024

No se espera que el presidente saliente asista a la toma de posesión de su sucesor, ni siquiera que lo llame, pero podría realizar un acto de campaña el 20 de enero.

El presidente saliente, Donald Trump, está considerando la posibilidad de anunciar su campaña para tratar de regresar a la Casa Blanca en 2024 el día de la toma de poder de su sucesor, Joe Biden, según dijeron tres fuentes familiarizadas con las discusiones a NBC News, cadena hermana de Telemundo.

Estas mismas fuentes precisaron que existe una «planificación preliminar» en marcha para que el 20 de enero arranque la nueva campaña de Trump, aunque añadieron que es posible que el mandatario republicano pueda hacer el anuncio antes.

Independientemente del momento en que se anuncie la campaña, no se espera que Trump asista a la toma de posesión de Biden, según estas fuentes. Tampoco planea invitarlo a la Casa Blanca o siquiera llamarlo, añadieron.

Funcionarios del equipo de transición de Biden aseguraron que la asistencia de Trump a la toma de posesión, o su ausencia, no afectará sus planes.

Pero a Trump le gusta la idea de lanzar formalmente su campaña para 2024 el día de la toma de posesión porque es cuando se presentó a la reelección en el 2017, según estas fuentes.

Trump ha dicho recientemente a algunos de sus asesores que quiere anunciar su próxima campaña poco después de que el Colegio Electoral se reúna el 14 de diciembre.

Si lo anunciara antes, aún podría llevar a cabo un evento de campaña o un mitin el 20 de enero. El periódico The Daily Beast fue el primero en informar sobre este posible acontecimiento.

El equipo de Trump ha estado sopesando si extender el alquiler de su sede de la campaña de 2020 en Virginia o trasladar el pequeño equipo que queda a otro lugar, aseguró una persona familiarizada con las discusiones.

Trump ya ha recaudado millones de dólares para su comité de acción política, Save America (Salvar a Estados Unidos), que fue lanzado el pasado mes para financiar sus planes posteriores. Aunque se han enviado casi 500 correos electrónicos buscando donaciones para un «fondo de defensa de las elecciones», la letra pequeña estipula que hasta el 75% puede ir para el nuevo grupo.

El presidente saliente ha dicho a sus ayudantes y aliados que está encantado con la recaudación de fondos desde el día de las elecciones y ha animado a la campaña a seguir lanzando llamados en las próximas semanas, según una persona familiarizada con las discusiones.

Los asesores de Biden no esperaban una transición tradicional si este ganaba las elecciones. No esperaban que Trump lo invitara a la Casa Blanca y tenían preocupaciones sobre una posible reunión dada la falta de protocolos de seguridad contra la pandemia en el Ala Oeste. NBC News ha reportado que el equipo de Biden determinó que cualquier reunión de este tipo probablemente se llevaría a cabo en el exterior.

No asistir a la juramentación de su sucesor sería una rara, aunque no sin precedentes, violación a las normas para un presidente aún en el cargo. John Adams, John Quincy Adams y Andrew Johnson se saltaron el evento mientras Richard Nixon dejó la Casa Blanca tras su dimisión y no asistió a la toma de posesión de Gerald Ford.