Biden Anuncia Candidatura Para 2024

El anuncio, en un video de tres minutos, se hacía en el cuarto aniversario de la fecha en la que Biden declaró su campaña para la Casa Blanca en 2019 y prometió sanar el “alma de la nación” durante la accidentada presidencia de Donald Trump, un objetivo que se ha mantenido esquivo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció oficialmente que se presentará a la reelección en 2024, y pidió a los votantes que le den más tiempo para “terminar el trabajo” que empezó cuando asumió el cargo y dejen a un lado sus preocupaciones por renovar otros cuatro años el mandato del jefe de Estado de más edad que ha tenido el país.
Biden, que tendría 86 años al finalizar un segundo mandato, apostaba a que los logros legislativos de su primer mandato y sus más de 50 años de experiencia en Washington contarán más que los reparos sobre su edad. Enfrenta un camino sencillo para obtener la candidatura de su partido, sin rivales demócratas importantes. Aun así, la lucha por retener la presidencia se presentaba complicada en una nación marcada por profundas divisiones.

El anuncio, en un video de tres minutos, se hacía en el cuarto aniversario de la fecha en la que Biden declaró su campaña para la Casa Blanca en 2019 y prometió sanar el “alma de la nación” durante la accidentada presidencia de Donald Trump, un objetivo que se ha mantenido esquivo.

“Dije que estamos en una batalla por el alma de Estados Unidos, y aún lo estamos”, dijo Biden. “La pregunta que enfrentamos es si en los años por venir tendremos más libertad o menos libertad. Más derechos o menos”.

Aunque buscar la reelección era algo que se daba por hecho para la mayoría de los presidentes modernos, ese no ha sido siempre el caso para Biden, ya que una parte importante de los votantes demócratas ha indicado que preferiría que no lo hiciera, en parte por su edad, una preocupación que Biden ha descrito como “totalmente legítima” pero que no abordó de forma directa en su video de presentación.

Sin embargo, pocas cosas han unido a los votantes demócratas como la perspectiva de que Trump regrese al poder. Y la posición de Biden dentro de su partido se estabilizó después de que los demócratas lograran un resultado mejor del esperado en las elecciones de media legislatura. El presidente comenzó su campaña recuperando los temas que impulsaron a su partido el pasado otoño, en especial los esfuerzos para preservar el acceso al aborto.

“Libertad. La libertad personal es fundamental para quiénes somos como estadounidenses. No hay nada más importante. Nada más sagrado”, dijo Biden en el video de presentación, que mostró a los republicanos como extremistas que intentan retirar el acceso al aborto, reducir la seguridad social, limitar el derecho de voto y prohibir los libros con los que discrepan. “En todo el país, los extremistas de MAGA se preparan para arrebatar esas libertades fundamentales”. MAGA es el acrónimo de “Make America Great Again” (devolver la grandeza a Estados Unidos), el lema de campaña de Trump.

“Este no es el momento de confiarse”, añadió Biden. “Por eso me presento a la reelección”. Mientras su campaña empezaba a tomar forma, Biden tenía previsto defender sus logros. Dedicó sus dos primeros años como presidente a combatir la pandemia del coronavirus y aprobar grandes leyes como un paquete de infraestructura con apoyo de los dos partidos, una iniciativa para impulsar la manufactura de alta tecnología y medidas climáticas.

El presidente tiene muchos objetivos y promesas por cumplir de su primera campaña, y pide a los votantes que le den otra oportunidad para conseguirlos. “Acabemos el trabajo. Sé que podemos”, dijo Biden en el video, repitiendo un lema que mencionó una docena de veces durante su discurso sobre el Estado de la Unión en febrero, en el que enumeró desde vetar las armas de asalto o similares, reducir el coste de los medicamentos con receta o establecer un derecho nacional al aborto después de que la Corte Suprema revocara el año pasado el precedente legal del caso Roe contra Wade de 1973. Reforzado por los resultados en las elecciones de media legislatura, Biden tiene previsto seguir afirmando que los republicanos han adoptado lo que describe como políticas “ultraMAGA”, sin importar si su predecesor obtiene la candidatura para 2024.

En el video, se escucha la voz de Biden mientras se ven imágenes de momentos clave de su presidencia, retratos de ciudadanos de distintas razas e imágenes de críticos vocales como Trump, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la representante Marjorie Taylor Greene, de Georgia. Afirma a sus partidarios que “éste es nuestro momento” para “defender la democracia. Defendamos nuestras libertades personales. Defendamos el derecho a votar y nuestros derechos civiles”.

Biden piensa exhibir también sus logros en política exterior: afianzando las alianzas con otros países, apoyando a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa y regresando a Estados Unidos al Acuerdo Climático de París. Pero el apoyo a Ucrania entre los estadounidenses ha disminuido en meses recientes, y algunos votantes cuestionan el envío de miles de millones de dólares en asistencia económica y militar a Kiev.

Además, el presidente ha sido criticado por su manejo de la caótica retirada estadounidense de Afganistán en 2021, que contradijo la imagen de eficacia que él deseaba proyectar, y ha sido fustigado también por sus políticas migratorias y económicas.

Como candidato en 2020, Biden hizo alarde ante los votantes de su experiencia en los pasillos del poder en Washington y las relaciones que ha forjado con otros líderes mundiales. Pero incluso en ese entonces, estaba consciente de los reparos que tenía la ciudadanía por su edad.

“Miren, yo me considero un puente, más nada”, declaró en un evento de campaña en Michigan en marzo de 2020, acompañado por demócratas más jóvenes como la hoy vicepresidenta Kamala Harris, el senador por Nueva Jersey, Cory Booker, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer. “Hay una generación entera de líderes que ustedes pueden ver detrás de mí. Ellos son el futuro de este país”.

A pesar de ello, tres años después, muchos de sus aliados dicen que Biden ha demostrado ser un líder más transformativo que transicional.

Aun así, muchos demócratas preferirían que Biden no sea su candidato. Una encuesta reciente de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research halló que apenas un 47% de los demócratas dicen que quieren que Biden se postule a reelección, un alza con respecto al 37% de febrero. Y los tropiezos verbales —y en ocasiones físicos— que ha tenido Biden le han dado argumentos a quienes tratan de tacharlo como no apto para el cargo.

Biden, en varias ocasiones, ha desestimado las dudas sobre su edad, afirmando simplemente: “Mírenme”.

En un examen médico de rutina en febrero, el médico de Biden, doctor Kevin O’Connor, lo declaró “saludable, vigoroso” y “apto” para cargar con la responsabilidad de su alto cargo.

Sus allegados reconocen que si bien algunos partidistas preferirían que otra persona se postule, no hay consenso sobre quién sería esa persona. E insisten en que cuando Biden se enfrente a quien sea el candidato de los republicanos, los demócratas cerrarán filas en torno al mandatario.

Por ahora Trump, quien tiene 76 años, es el favorito entre los republicanos, sentando el escenario para lo que sería una repetición histórica del duelo de 2020. Pero Trump tiene sus propios obstáculos, como el ser el primer expresidente en ser instruido de cargos penales. La lista de otros candidatos es volátil, con DeSantis perfilándose como una opción temprana a Trump. Pero la posición de DeSantis también está en duda, en medio de cuestionamientos sobre si está dispuesto a hacer campaña fuera de su estado, de creciente tendencia republicana.

Durante los últimos meses, el presidente ha probado temas de campaña sobre el terreno, por ejemplo, acusando a los republicanos de pelear por conseguir exenciones fiscales para empresas y ricos mientras recorta prestaciones sociales de las que dependen los estadounidenses de a pie, además de reducir el acceso a los servicios de aborto.

Biden Confirma que Si Desea Reelegirse

No se espera que Biden enfrente a ningún candidato con posibilidades de presentar un verdadero desafío por la nominación demócrata en 2024.

El presidente Joe Biden dijo este lunes al reportero Al Roker del programa matutino “Today Show” de la cadena NBC que planea postularse a la reelección.

“Planeo postularme Al, pero aún no estamos preparados para anunciarlo”, dijo Biden esta mañana mientras presenciaba, junto a la primera dama Jill Biden, la carrera de huevos de Pascua que tradicionalmente se celebra en el jardín sur de la Casa Blanca.

Anuncio extraoficial desde la celebración de Pascua en la Casa Blanca

Biden hizo el comentario después de que Roker le preguntó en cuántas carreras más de huevos de Pascua planeaba participar en la Casa Blanca.

«Planeo al menos tres o cuatro carreras de huevos de Pascua más», respondió Biden agregando, «tal vez cinco, tal vez seis, qué demonios».

Esta es la primera vez que Biden ofrece algún tipo de pista sobre sus futuros planes electorales, los cuales no han sido ni confirmados ni desmentidos por su oficina.

La Casa Blanca esperaba recibir cerca de 30,000 personas, en su mayoría niños, en nueve oleadas de participantes, que terminarán a las 7 pm.

Biden no espera un verdadero desafío para la postulación demócrata a la presidencia en 2024

Biden, quien tenía 78 años de edad cuando derrotó a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020, es la persona de mayor edad en ganar la presidencia en la historia de Estados Unidos.

En caso de confirmarse oficialmente la postulación para la reelección de Biden, no se espera que enfrente a ningún candidato con posibilidades de presentar un verdadero desafío por la nominación demócrata.

Aún así, la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson y el activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., hijo del ex fiscal general Robert F. Kennedy, ya han anunciado oficialmente sus precandidaturas.

Los republicanos se disputan el derecho de enfrentar a Biden

En el lado republicano solo Trump, quien enfrenta varias investigaciones y 34 cargos criminales presentados por la Fiscalía de Distrito de Manhattan, la exembajadora en la ONU Nikki Haley, y el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson, han presentado oficialmente sus candidaturas para la postulación del Partido Republicano en 2024.

Sin embargo, se espera que el grupo crezca rápida y sustancialmente con la entrada candidatos como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el exvicepresidente Mike Pence, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y la exrepresentante por Wyoming, Liz Cheney, entre otros.

Gobierno de Biden Considera Detener a Familias al Cruzar Frontera

Los funcionarios citados por diversos medios señalan que los funcionarios de la administración están considerando varias opciones mientras se preparan para el fin del Título 42.

El gobierno de Biden está considerando reactivar la política para detener a las familias migrantes que cruzan la frontera de forma ilegal, según publicaron diversos medios citando a funcionarios del gobierno.

Los funcionarios citados por la cadena CNN señalan que se trata de una de varias opciones que los funcionarios de la administración están considerando mientras se preparan para el fin del Título 42, la orden que, con motivos de salud pública, permite deportar de forma inmediata a ciertos inmigrantes.

“No se han tomado decisiones. La Administración continuará priorizando el procesamiento seguro, ordenado y humano de los migrantes”, dijo un portavoz de Seguridad Nacional a CNN.

El funcionario citado por CNN dijo que la administración está analizando múltiples opciones sobre cómo manejar a las familias migrantes y no todas involucran la detención familiar.

Otra fuente citada por la cadena de televisión dijo que de realizarse las detenciones familiares, solo se limitarían a una pequeña cantidad de días.

Uno de los funcionarios citados por el diario The New York Times señaló que que la administración seguiría el acuerdo judicial que establece un límite de 20 días para detener a las familias, en lugar de retenerlas durante semanas o meses.

Otra opción sería continuar con la práctica vigente ahora: liberar a las familias en el país, donde serían rastreadas y requeridas para presentarse ante una oficina de campo de Inmigración y Control de Aduanas, dijo el funcionario.

La decisión podría tomarse a pesar de que fue una práctica a la que el presidente Joe Biden puso fin cuando asumió el cargo porque aseguró que buscaba un sistema más humano y criticaba las «duras políticas» de su predecesor, el expresidente Donald Trump.

De elegir esa opción, la administración de Biden enfrentaría serios obstáculos logísticos como por encontrar espacio para albergar a las familias. También sería necesario configurar las instalaciones para proporcionar programas educativos y áreas de juego. Los espacios que antes albergaban familias ahora se utilizan para adultos solteros.

Los funcionarios temen un aumento en el flujo de migrantes en la frontera después del 11 de mayo, cuando expire una medida.

Putin le Resta Importancia Sobre Visita de Biden a Ucrania

Funcionarios rusos y medios de comunicación estatales restaron importancia a la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Ucrania el lunes, describieron a Kiev como una marioneta de Estados Unidos y sostuvieron que las fuerzas de Moscú se impondrán a pesar de las promesas de Washington de enviar más armas a Ucrania.

Biden se reunió con el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy en la capital de Ucrania, en una muestra de solidaridad occidental con un país que sigue luchando contra lo que calificó de “guerra brutal e injustificada”, días antes del primer aniversario de la invasión rusa.

La visita también se produjo en vísperas del discurso sobre el estado de la nación del presidente ruso Vladímir Putin, que algunos en Rusia esperan que marque la pauta para el año que viene, incluida la empantanada campaña en Ucrania.

Biden pasó más de cinco horas en Kiev, donde consultó con Zelenskyy los pasos a seguir, rindió homenaje a los soldados caídos en combate y visitó al personal de la embajada estadounidense.

Anunció un nuevo paquete de 500 millones de dólares en ayuda estadounidense —además de los más de 50.000 millones de dólares ya proporcionados— para proyectiles para obuses, misiles antitanque, radares de vigilancia aérea y otras ayudas, pero no nuevo armamento avanzado.

La televisión estatal rusa cubrió ampliamente la visita, y los presentadores dijeron que estaba claro que Biden “dirige las cosas” en Ucrania, lo que encaja en la narrativa del Kremlin de que el gobierno de Zelesnkyy es un títere de Estados Unidos.

La agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti reportó que Vladímir Rogov, un funcionario instalado por Rusia en la región ocupada de Zaporiyia, dijo que Zelenskyy “parecía un sirviente al lado de Biden”.

Otros comentaristas señalaron que Biden podría buscar su reelección en 2024 y dijeron que su visita a Kiev dio el pistoletazo de salida a su campaña.

“Biden inició en Kiev su campaña electoral en el entorno más heroico para demostrar a todo el mundo que todavía puede ‘hacerlo como en los viejos tiempos’”, afirmó en Telegram el legislador ruso Konstantin Kosachev, quien añadió que “a Kiev no le quedó más remedio que llevar a la gente a una matanza sin sentido como parte de la campaña electoral de Biden”.

Los expertos pro Kremlin de la televisión estatal también alegaron que Biden recibió garantías de seguridad de Moscú antes de la visita. El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que el gobierno estadounidense notificó a Moscú de la visita de Biden a Kiev poco antes de su partida de Washington “con fines de distensión”, a fin de evitar cualquier error de cálculo que pudiera llevar a las dos naciones a un conflicto directo.

“Todo el mundo sabe que si Rusia dice que no atacará Kiev durante la visita de algunos hombres de Estado, significa que eso nunca ocurrirá, porque nosotros somos los que cumplimos nuestra palabra, los que estamos del lado del bien y de lo civilizado”, dijo el analista político pro Kremlin Serguéi Markov en una tertulia política en el canal estatal de televisión Russia 1.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente, Dmitri Medvedev, también afirmó en Telegram que Biden había recibido “garantías de seguridad”.

Medvedev dijo que Biden “prometió lealtad al régimen neonazi” —como los funcionarios del Kremlin se refieren al gobierno de Ucrania— y le prometió más armas, pero los millones de personas que abandonan Ucrania dan respuesta “a la pregunta de a quién pertenece el futuro”.

Y el periodista de la televisión estatal Andrei Medvedev afirmó en Telegram: ”¿Influirá esta visita en el resultado final de la guerra? No”, aunque admitió que influiría “en el curso de las hostilidades en este momento y en la moral de los ciudadanos ucranianos”.

La analista política Tatyana Stanovaya dijo que el Kremlin considerará la visita de Biden como “una prueba más de que Estados Unidos ha apostado a la derrota estratégica de Rusia en la guerra, y de que la propia guerra se ha convertido irrevocablemente en una guerra entre Rusia y Occidente”.

Stanovaya dijo que se presumía que el discruso de Putin del martes “sería muy duro, dirigido a romper desafiantemente las relaciones con Occidente”, pero después de la visita de Biden a Kiev, “se pueden hacer ediciones para hacerlo aún más duro”.

Biden pide al Congreso facilitar la vía a la ciudadanía a los “soñadores”

El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió este martes al Congreso que, si no aprueba su reforma migratoria, al menos facilite una vía a la ciudadanía a los llamados “soñadores”, los jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños.

“Los problemas de Estados Unidos en la frontera no se solucionarán hasta que el Congreso actúe”, dijo ante las dos cámaras parlamentarias en su discurso sobre el Estado de la Unión, el segundo desde que asumió la presidencia en enero de 2021.

Biden solicitó a los legisladores “al menos” aprobar su plan para proporcionar equipo y agentes para proteger la frontera. Y un camino hacia la ciudadanía para los ‘soñadores’, aquellos con un estatus temporal, los agricultores y trabajadores esenciales”.

“Es nuestro deber proteger los derechos y libertades de la gente”, señaló recordando que actualmente hay una cifra “récord” de personal y que en los últimos meses se ha arrestado a 8.000 traficantes de personas.

Este mismo martes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) apuntó a EFE que el número de arrestos de migrantes intentando cruzar de manera irregular la frontera sur de Estados Unidos alcanzó en enero su punto más bajo en dos años.

Las autoridades atribuyen esta disminución a la ampliación a inicios de enero del Título 42, una polémica normativa sanitaria, para permitir las expulsiones en caliente de los migrantes haitianos, cubanos y nicaragüenses.

Al 31 de enero, las detenciones de personas de estas tres nacionalidades, junto con los venezolanos, quienes están sujetos al Título 42 desde octubre, disminuyeron a un promedio de 95 al día, una caída del 95 % en comparación con los 1.231 arrestos diarios que se reportaron a inicios de mes.

“Unámonos en materia de inmigración y hagamos de este tema una cuestión bipartidista, tal y como lo era antes”, concluyó en esa intervención, una de las ceremonias más importantes de la política estadounidense.

Reunion de Biden y Xi Jinping no es de Color Rosa

El presidente Joe Biden mantuvo este lunes una conversación de tres horas con su homólogo chino, Xi Jinping, en lo que fue su primer encuentro en persona desde que asumió el cargo y una oportunidad que ambas partes parecían esperar que condujera a una mejora en las relaciones que se están deteriorando rápidamente.

Al salir de la reunión, Biden dijo a periodistas que había sido «abierto y sincero» con Xi sobre la variedad de asuntos en los que Beijing y Washington no están de acuerdo. El mandatario puso en duda una inminente invasión de Taiwán, y parecía tener esperanza de que Xi haya recibido su mensaje sobre la necesidad de evitar un conflicto total.

Sin embargo, el presidente estadounidense fue sincero al afirmar que él y Xi no llegaron ni de cerca a resolver la letanía de cuestiones que han contribuido a llevar la relación entre Estados Unidos y China a su punto más bajo en décadas.

«No estoy sugiriendo que esto sea kumbaya (una canción de infantil)», dijo Biden en una conferencia de prensa, «pero no creo que haya necesidad de preocuparse, como uno de ustedes planteó (en) una pregunta legítima, de una nueva Guerra Fría».

Biden llegó a las conversaciones del lunes con la esperanza de tener la oportunidad de hacer un balance con Xi de la relación bilateral más importante del mundo. Describió a Xi como una persona no excesivamente conflictiva, sino «como siempre ha sido: directo y sin rodeos».

“Él fue claro, y yo fui claro en que defenderemos los intereses y valores estadounidenses, promoveremos los derechos humanos universales y defenderemos el orden internacional y trabajaremos al unísono con nuestros aliados y socios”, dijo Biden. “Vamos a competir vigorosamente, pero no estoy buscando conflictos”.

En una señal de que ambos hombres llegaron a la reunión con la esperanza de mejorar una relación agria, Biden anunció que su secretario de Estado, Antony Blinken, visitaría China y dijo que los funcionarios de cada país comenzarían a trabajar juntos para resolver los problemas.

La Casa Blanca dijo en un comunicado tras la reunión que Biden planteó su preocupación por los derechos humanos y las provocaciones de China en torno a Taiwán. Pero encontraron al menos un área de aparente acuerdo: que no se pueden utilizar armas nucleares en Ucrania, donde la nación está tratando de luchar contra la invasión rusa.

«El presidente Biden y el presidente Xi reiteraron su acuerdo de que nunca se debe librar y nunca se puede ganar una guerra nuclear», decía una lectura de la Casa Blanca de la reunión, en referencia a la amenaza del uso de armas nucleares en Ucrania.

Biden subrayó las áreas de potencial cooperación con Xi, incluida la relativa al cambio climático, en unas conversaciones que se prolongaron más allá del tiempo previsto en un hotel de lujo de Bali.

Y trató de convencer a Xi de que una Corea del Norte con armas nucleares no beneficia a China, sobre todo porque nuevas pruebas nucleares o de misiles de largo alcance por parte de Pyongyang podrían llevar a Biden a aumentar la presencia militar estadounidense en la región.

«Es difícil determinar si China tiene o no la capacidad» de convencer a Kim Jong Un de que desista de sus pruebas, dijo Biden. «Estoy seguro de que China no busca que Corea del Norte se involucre en más medios de escalada».

«Me alegro de verle»: el mensaje de Xi a Biden al inicio de la reunión

La reunión comenzó a última hora de la tarde con Biden y Xi caminando el uno hacia el otro desde lados opuestos del vestíbulo de un hotel, dándose la mano frente a una hilera de banderas estadounidenses y chinas. Sonrieron para las cámaras y Xi -a través de un traductor- pareció decir: «Me alegro de verle».

«Como líderes de nuestras dos naciones, compartimos la responsabilidad, en mi opinión, de demostrar que China y Estados Unidos pueden gestionar las diferencias, evitar que la competencia se convierta en algo que se acerque al conflicto y encontrar formas de trabajar juntos en cuestiones globales urgentes que requieren nuestra cooperación mutua», dijo Biden al inicio de las conversaciones.

EE.UU. no busca confrontación con China, dice Sullivan

«El mundo espera, creo, que China y Estados Unidos desempeñen un papel clave a la hora de abordar los desafíos globales», dijo.

En su segunda intervención, Xi pareció ofrecer lo que podría interpretarse como un mensaje punzante a su homólogo, que lleva más de medio siglo en la escena mundial.

«Un estadista debe pensar y saber hacia dónde dirigir su país», dijo Xi a través de un traductor. «También debe pensar y saber cómo llevarse bien con otros países y con el mundo en general».

Las conversaciones de los dos líderes podrían tener consecuencias que se prolonguen durante meses o incluso años, ya que las mayores economías del mundo están virando hacia unas relaciones cada vez más hostiles.

Los momentos que pasen juntos al margen de la cumbre del G20 en esta ciudad supondrán solo una fracción del tiempo que los dos hombres han estado en compañía del otro desde 2011. Biden ha afirmado que, como vicepresidente, pasó más de 70 horas con Xi y viajó más de 27.000 km con él a través de China y Estados Unidos. Ambos son datos exagerados, pero aun así reflejan una relación que es ahora quizás la más importante del planeta.

China advierte a Estados Unidos que cruce la «línea roja» sobre Taiwán

Xi declaró que Taiwán es la «primera línea roja» que «no debe cruzarse» en las relaciones entre China y Estados Unidos, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

Refiriéndose a la «cuestión de Taiwán» como el «núcleo de los intereses centrales de China» y «la base política» de las relaciones entre China y Estados Unidos, Xi afirmó que la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán y la «independencia de Taiwán» son «tan irreconciliables como el agua y el fuego».

El Partido Comunista gobernante de China lleva mucho tiempo reivindicando esta democracia autogestionada de 24 millones de habitantes como parte inseparable de su territorio, a pesar de no haberla gobernado nunca, y ha prometido recuperarla, incluso por la fuerza si es necesario.

En la reunión, Xi afirmó que las normas básicas de las relaciones internacionales y los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses que tocan la cuestión de Taiwán son la «barrera de protección y la red de seguridad más importante» para las relaciones bilaterales y son «de vital importancia» para que ambas partes «gestionen las diferencias y los desacuerdos y eviten la confrontación y el conflicto».

«Esperamos que la parte estadounidense corresponda a sus palabras con acciones y se atenga a la política de una sola China y a los tres comunicados conjuntos. El presidente Biden ha dicho en muchas ocasiones que Estados Unidos no apoya la ‘independencia de Taiwán’ y que no tiene intención de utilizar a Taiwán como herramienta para buscar ventajas en la competencia con China o para contenerla. Esperamos que la parte estadounidense actúe de acuerdo con esta garantía con efecto real», dijo.

Xi también defendió el historial de derechos humanos y el sistema de gobierno de China, afirmando que el país tiene una «democracia al estilo chino» que se ajusta a sus condiciones nacionales, según la lectura del diálogo. Reconoció las diferencias entre China y Estados Unidos, pero subrayó que no deben convertirse en «un obstáculo para las relaciones en crecimiento entre China y Estados Unidos».

«La nación china tiene la orgullosa tradición de defenderse a sí misma. La supresión y la contención sólo fortalecerán la voluntad y elevarán la moral del pueblo chino».

Una reunión largamente preparada

La reunión del lunes tuvo lugar en un momento notablemente bajo en las relaciones entre Estados Unidos y China. Biden esperaba que volver a verse las caras después de casi dos años de comunicación solo por teléfono y videoconferencia pudiera dar un resultado más valioso desde el punto de vista estratégico, aunque entró en las conversaciones con pocas expectativas de que produjeran algo concreto.

Las relaciones se han deteriorado rápidamente en medio de disputas económicas y un enfrentamiento cada vez más militarizado sobre Taiwán. Las tensiones han provocado una disminución de la cooperación en áreas en las que los dos países compartían intereses comunes, como la lucha contra el cambio climático y la contención del programa nuclear de Corea del Norte.

En un documento de estrategia de Seguridad Nacional publicado el mes pasado, Biden identificó por primera vez a China como «el desafío geopolítico más importante para Estados Unidos» y escribió que el país era el «único competidor con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para avanzar en ese objetivo».

Los funcionarios estadounidenses no esperaban que ninguna de esas cuestiones pudiera resolverse simplemente reuniendo a Biden y a Xi en la misma habitación. La mera organización de la reunión requirió que funcionarios estadounidenses y chinos establecieran líneas de comunicación después de que Beijing cortara furiosamente la mayoría de los canales tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán durante el verano.

«Todos los asuntos relacionados con esta reunión, desde las llamadas telefónicas hasta la logística, han sido cuidadosamente considerados, negociados y comprometidos entre las dos partes», dijo un funcionario de alto rango de la administración estadounidense.

La planificación de la reunión del lunes fue anterior al viaje de Pelosi, y las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y chinos continuaron a pesar del furor de Beijing. El proceso fue «serio, muy sostenido y profesional en las mejores tradiciones de la diplomacia entre Estados Unidos y China», dijo el funcionario.

Un segundo funcionario reconoció que las conversaciones en las que se preparó la conversación no siempre fueron amistosas.

«No voy a decir que las conversaciones no hayan sido discutidas porque, obviamente, hay muchas áreas en las que tenemos diferencias y desafíos», dijo el funcionario. «Las docenas de horas que hemos pasado hablando con nuestros homólogos chinos han sacado definitivamente a la luz muchas de esas cuestiones».

Por su parte, Biden se toma «increíblemente en serio» este tipo de reuniones y lee extensamente de antemano. En las reuniones con los asesores, repasa varios escenarios de cómo podría ir la reunión.

«Él repasa ‘si esto sucede, entonces deberíamos manejarlo de esta manera'», dijo el primer funcionario. «Entiende que esta es, en muchos aspectos, la relación bilateral más importante. Y es su responsabilidad gestionarla bien y se lo toma muy, muy en serio».

Los funcionarios dijeron que en la reunión del lunes esperaban que los principales asesores de Biden le acompañaran como parte de su delegación oficial. Y dijeron que esperaban que Xi se rodeara igualmente de sus principales asesores, aunque el equipo estadounidense llegó a la reunión esperando ver algunas caras nuevas por parte de China en medio de una transición en curso dentro del círculo íntimo de Xi.

Biden y Xi llegaron a la reunión con ímpetu

Para Xi, el viaje a Bali también supuso su primer salida al extranjero desde el inicio de la pandemia de covid, que llevó al gobierno chino a imponer estrictos cierres y restricciones draconianas. La reaparición física de Xi en la escena mundial también se produce tras el Congreso del Partido Comunista de China celebrado en Beijing, durante el cual se aseguró un tercer mandato como líder en contra de las normas tradicionales.

Incluso hace una semana, la mayoría de los miembros de la Casa Blanca esperaban que Biden llegara a las conversaciones relativamente debilitado por las pérdidas demócratas en las elecciones intermedias. Pero unos resultados mejores de lo esperado para los demócratas hicieron que el presidente se sintiera como si entrara en las reuniones de esta semana con el viento a favor, según sus principales colaboradores.

«Sé que llego más fuerte, pero no lo necesito», dijo Biden el sábado sobre la mejora de su fortuna política.

Los funcionarios estadounidenses que preparaban la reunión habían subrayado que la administración de Biden no pretendía salir de ella con «resultados» específicos, incluida una declaración conjunta que enumere las áreas de posible cooperación. El objetivo era más bien ofrecer a Biden y a Xi una oportunidad para compartir mejor los objetivos y perspectivas de sus respectivos países.

«Xi no es un enigma para el presidente Biden», dijo un alto funcionario de la administración a CNN. «Él lo conoce. Y es consciente de a dónde quiere llevar Xi a China. Ve a China como un competidor, y se siente seguro de que Estados Unidos puede ganar esa competencia».

El aislamiento de China durante la pandemia, dicen los funcionarios estadounidenses, había hecho relativamente más difícil en los últimos años conocer las intenciones de Beijing de primera mano en el extranjero, ya que Xi se negaba a viajar fuera de China, pero creen que todo eso está a punto de cambiar ahora.

«Podemos esperar que sean más asertivos en la escena mundial», dijeron los altos cargos de la administración.

Sullivan dijo esta semana que sustituir finalmente las videollamadas de la época de la pandemia por una reunión cara a cara, por primera vez desde que Biden asumió el cargo, «lleva la conversación a un nivel diferente desde el punto de vista estratégico y permite a los líderes explorar con más detalle lo que cada uno de ellos ve en términos de sus intenciones y prioridades».

Victoria de Demócratas Óxigeno Para Biden

El estancamiento republicano en las elecciones de mitad de mandato ya es oficial. Los demócratas han logrado retener el control del Senado de EE.UU.

Cuatro días después de que decenas de millones de estadounidenses acudieran a las urnas, la estrecha victoria de Catherine Cortez Masto en el estado de Nevada la noche del sábado ofrece finalmente un resultado decisivo en la batalla política estadounidense.

Los demócratas lideran ahora 50 escaños contra 49 en la Cámara Alta del Congreso de Estados Unidos.

Ahora incluso si los republicanos ganan en Georgia en la carrera por el Senado, la vicepresidenta Kamala Harris podrá emitir un voto de desempate.

Ese ha sido el caso durante los últimos dos años, por supuesto, y allana el camino para que el presidente Joe Biden pueda pasar dos años más llenando los tribunales federales con sus nominados y dotando de personal a su administración en la manera que le parezca adecuada.

Lo que es más importante, si queda vacante un escaño en la Corte Suprema debido a la jubilación inesperada o la muerte de un juez, los republicanos no podrían bloquear al nominado de Biden.

Los demócratas recuerdan cómo en 2016, el entonces líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, impidió que el candidato de Barack Obama tuviera una audiencia.

La demócrata Catherine Cortez Masto mantuvo su escaño en el Senado por el estado de Nevada al vencer al republicano Adam Laxalt.

La victoria en Nevada significa que la segunda vuelta del Senado de Georgia el 6 de diciembre ya no es una contienda fundamental para determinar el control de la cámara.

Sin embargo, Biden aseguró que «simplemente es mejor» que los demócratas lleguen a 51 escaños.

Biden en una posición más fuerte

El colchón adicional ciertamente facilita la gestión de una mayoría y también ayudará en 2024, cuando el partido tendrá más escaños en riesgo que defender.

Todavía existe la probabilidad, aunque no la certeza, de que los republicanos controlen con una pequeña mayoría la Cámara de Representantes, lo que traería dolores de cabeza para el presidente.

Su agenda legislativa está muerta y le espera una supervisión republicana más agresiva, pero incluso en eso podría haber algo positivo si sus oponentes políticos no pueden gobernar de manera efectiva debido a la discordia interna.

Las consecuencias de este resultado electoral de mitad de período que desafía la historia aún se están revelando.

El futuro político de Donald Trump ha sufrido un daño, aunque queda por ver qué tan duradero será. Mientras tanto, la posición de Joe Biden dentro de su partido se ha reforzado.

Lo cierto es que el mundo político en EE.UU. ahora se muestra considerablemente diferente al de hace apenas una semana.

Esto es lo que Está en Juego el Día de hoy con las Elecciones

Sin que sus nombres estén en las papeletas, Joe Biden y Donald Trump se han convertido en protagonistas de una intensa campaña electoral que ha vuelto a poner de relieve la división que vive Estados Unidos.

El país celebra el 8 de noviembre las elecciones de mitad de término, las llamadas «midterms», y se prevé que el resultado tenga un gran impacto en los dos años que quedan de la presidencia de Biden (y más allá).

En EE.UU. se renueva la Cámara de Representantes y una parte del Senado cada dos años: en unos casos en coincidencia con las presidenciales y en otros en la mitad del período presidencial, de ahí el nombre de los comicios.

Es por eso que muchos ven esta elección como un referendo al presidente de turno. Y es muy común que, en ese proceso, el partido que ocupa la Casa Blanca tienda a perder escaños.

El Partido Demócrata obtuvo en la elección de 2020 una mayoría en la Cámara y un empate en el Senado que en realidad es mayoría porque el voto del desempate recae en la vicepresidenta Kamala Harris.

Eso le ha permitido a Biden aprobar algunos de los planes de su ambiciosa agenda legislativa.

Para los republicanos es un momento clave: estas serán las primeras elecciones desde que Trump salió de la Casa Blanca, y serán el mejor indicador del exmandatario para decidir si se lanza o no como candidato presidencial para 2024.

Además, si los republicanos toman el control de cualquiera de las cámaras, podrían frenar efectivamente la agenda de Biden.

También podrían controlar los comités de investigación del Congreso, por lo que podría poner fin a la investigación que se lleva a cabo sobre el ataque al Capitolio de EE.UU. del 6 de enero de 2021, aunque se espera que su trabajo termine a finales de año.

El corresponsal político de la BBC en Washington Anthony Zurcher compartió algunos de los que él considera que serán los puntos clave de esta elección.

1. Derechos o restricciones al aborto

Un cambio en la composición en el congreso puede tener un impacto directo en el día a día de los estadounidenses. Un buen ejemplo es el caso del aborto.

En junio, la Corte Suprema revocó el fallo Roe vs. Wade que otorgaba protección constitucional al aborto en el país.

Ambos partidos ya tienen proyectos legislativos que van a intentar implementar en el ámbito federal si ganan el control del Congreso en noviembre.

Los demócratas prometen defender el derecho de las mujeres a abortar, mientras que los republicanos han propuesto una prohibición federal del aborto más allá de las 15 semanas de embarazo.

A nivel estatal, el resultado de las contiendas legislativas locales y de gobernador en estados clave como Pensilvania, Wisconsin y Michigan podría significar que esos sitios impongan mayores restricciones al aborto.

Pero cualquiera de los partidos que gane el control del Congreso -y el poder en los estados- tendrá la posibilidad de impactar el enfoque de políticas que van más allá del aborto.

Si los republicanos resultan victoriosos, se espera que la inmigración, los derechos religiosos y el crimen se conviertan en prioridades.

En contraste, para los demócratas los temas clave son el medio ambiente, la atención médica, el derecho al voto y el control de armas.

2. El regreso de Trump

A diferencia de los últimos presidentes que han perdido contiendas electorales en EE.UU., Trump no se retiró de la política en silencio.

Pareciera que todavía tiene interés en regresar a la Casa Blanca en 2024, y las elecciones de mitad de término podrían terminar fortaleciendo su posición o frustrando sus esperanzas.

Si bien no aparece en la boleta electoral como candidato, el apoyo político de Trump a decenas de candidatos republicanos sí que lo está.

A pesar de las objeciones de algunos líderes en el partido, el expresidente logró darles impulso a algunos de los candidatos al Senado -como el exjugador de fútbol americano Herschel Walker en Georgia, el médico de televisión Mehmet Oz en Pensilvania y al autor populista JD Vance en Ohio- para que superaran a republicanos más tradicionales en las elecciones primarias.

Si estos candidatos ganan, podría argumentarse que los instintos políticos de Trump son agudos y que su tipo de política conservadora tiene un atractivo nacional.

Pero si los republicanos se quedan cortos en el Congreso, y es por el fracaso de los candidatos poco convencionales seleccionados por Trump, el expresidente podría cargar con la culpa.

Tal resultado aumentaría las esperanzas de los rivales presidenciales de Trump dentro del partido.

Tanto el gobernador de Florida, Ron DeSantis, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, están listos para la reelección en noviembre y podrían usar los resultados en esas contiendas como trampolín para sus propias campañas a ganar la nominación republicana en 2024.

3. El futuro de Joe Biden

Las elecciones de mitad de período normalmente se ven como un referéndum a los dos primeros años de un mandato presidencial; y es por esto que, históricamente, el partido en el poder sufre una derrota.

Los índices de aprobación de Biden se han mantenido bajos durante más de un año.

Si bien los demócratas parecen haberse recuperado un poco, la alta inflación y las preocupaciones por el estado de la economía representan una batalla cuesta arriba para que el partido gobernante logre mantener el control de ambas cámaras del Congreso.

En sus primeros dos años como presidente, Biden logró que se aprobaran leyes nuevas en temas como cambio climático, control de armas, inversión en infraestructura y pobreza infantil, a pesar de contar con mayorías estrechas en el Congreso.

Sin embargo, si el control de cualquiera de las dos cámaras pasara al Partido Republicano, este tendría el poder de evitar que el Congreso apruebe proyectos de ley demócratas y el resultado sería un estancamiento legislativo.

Una mala noche para los demócratas se interpretaría también como una señal de la continua debilidad política del presidente, y podría volver a revivir los llamados para que Biden le deje el camino abierto a otro candidato demócrata cuando comience la campaña presidencial de 2024.

Sin embargo, el presidente y sus asesores insisten en que van por la reelección y solo se ha visto una vez en la política moderna que un presidente en el cargo pierda la nominación de su partido en las primarias.

4. ¿Qué pasa con los que no reconocen la elección de 2020?

Las elecciones de mitad de período de 2022 van a ser las primeras elecciones federales desde que tuvo lugar el asalto al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021, en el que partidarios de Trump intentaron impedir que los congresistas certificaran la victoria electoral de Joe Biden.

Lejos de amainarse después de los disturbios, Trump ha insistido en sus cuestionamientos a los resultados de la elección y ha apoyado activamente a los candidatos republicanos que dicen que les robaron la victoria.

Muchos de estos candidatos, como los nominados a secretario de Estado Mark Finchem en Arizona y Jim Marchant en Nevada y el candidato a gobernador Doug Mastriano en Pensilvania, se postulan para cargos en los que tendrán al menos algún tipo de control sobre los sistemas electorales de su estado de cara a la contienda presidencial de 2024.

Estos políticos, si son elegidos, podrían negarse a certificar los resultados electorales en sus estados si se viera en el país una elección reñida para la presidencia.

También podrían unirse a demandas contra algunoos condados, argumentando denuncias de corrupción electoral, o podrían promulgar nuevas reglas y regulaciones para restringir ciertos métodos para ejerccer el voto, como lo es la votación por correo.

En la elección de 2020, varios funcionarios republicanos estatales se negaron a ceder ante la presión de Trump para revertir los resultados en diferentes sitios.

Si en dos años hay una elección tan reñida como la de 2020, podría verse un resultado muy distinto a este tipo de desafíos.

Más de 260,000 inmigrantes con TPS en riesgo de deportación tras colapso en negociación con gobierno de Biden

Tras casi un año y medio de negociaciones entre el gobierno y un grupo de demandantes integrado por beneficiarios del Programa de Estatus de Protección Temporal, las conversaciones de conciliación de desmoronaron el martes dejando a más de 260,000 indocumentados protegidos por razones humanitarias al borde de la deportación de EEUU.

Tras 16 meses de negociaciones entre el gobierno de Joe Biden y un grupo de demandantes integrado por beneficiarios del Programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) y sus hijos ciudadanos estadounidenses, las conversaciones de conciliación de desmoronaron el martes dejando a unos 260,000 inmigrantes al borde de la deportación de Estados Unidos.

“Cientos de miles de personas han tenido protección humanitaria en Estados Unidos durante más de dos décadas”, dijo EmicMacLean, abogada sénior de la Union Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) del norte de California que representa a los demandantes.

“Que corran el riesgo de ser arrancados de sus comunidades y familias es cruel e injusto. El presidente Biden debe actuar de inmediato para deshacer la eliminación racista de TPS de Trump y garantizar la protección de los titulares de TPS”, agregó.

MacLean dijo además que “los titulares de TPS y sus familias no deberían estar en el limbo ni un día más”.

El programa humanitario otorga un amparo de deportación y una autorización de empleo temporal renovable cada dos años mientras dura la protección, hasta el 31 de diciembre de 2022.

Historia de las negociaciones

En junio de año pasado los equipos legales que representan a los demandantes y al gobierno de Biden en el caso denominado ‘Ramos v. Mayorkas’, solicitaron oficialmente una moción conjunta para ingresar al Programa de Mediación de la corte de Apelaciones del 9º Circuito.

“Esto significa que la Administración de Biden ahora entrará oficialmente en negociaciones para llegar a un posible acuerdo con los demandantes y resolver la demanda que comenzó después de que la administración de Donald Trump intentara terminar, en 2018, el TPS de varios países, amenazando con despojar a más de 400,000 beneficiarios de su estatus legal”, dijo en esa ocasión el National Day Laborer Organizing Network (NDLON).

NDLON dijo además que “necesitamos que la Administración Biden continúe re-designando el estatus de TPS y expandiendo el programa a todas las comunidades de migrantes que necesitan ayuda inmediata en estos momentos de crisis sin precedentes” y que a medida que comenzamos a discutir un posible acuerdo, continuaremos presionando por re-designaciones para los centroamericanos, como los hondureños, que continúan huyendo de condiciones inestables como causa de los recientes huracanes catastróficos y una crisis política en curso”.

Fracasaron las negociaciones

Este miércoles ACLU dijo que las conversaciones de conciliación “colapsaron oficialmente ayer por la tarde, dejando a más de 260,000 personas en riesgo de deportación”.

La demanda fue presentada por primera vez en 2018 después de que Trump revocara las protecciones para personas de El Salvador, Haití, Nicaragua, Sudán y, más tarde, para Nepal y Honduras. Aunque desde entonces la administración Biden ha re-designado el estatus de Haití y Sudán, la Casa Blanca no ha extendido las mismas protecciones para los otros cuatro países, situación que genera honda preocupación.

A través de la demanda de Ramos v. Mayorkas, los titulares de TPS y sus hijos ciudadanos estadounidenses obtuvieron un alivio temporal en octubre de 2018, cuando un juez de un tribunal de distrito federal dictaminó que las terminaciones del programa hechas por Trump eran “ilegales” y motivadas por intenciones “racistas”.

Sin embargo, explica ACLU, en septiembre de 2020 un panel dividido de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito revocó la orden del tribunal inferior. “Esa decisión aún no es definitiva porque la solicitud de los demandantes de una nueva audiencia ante el Noveno Circuito en pleno sigue pendiente”, indicó.

El fallo de octubre de 2028

A principios de octubre de 2018 el juez de distrito Edward Chen, de la Corte de Distrito del Norte de California en San Francisco, bloqueó la decisión tomada por el gobierno de Trump de acabar con el Estatus de Protección Temporal (TPS), que permite que miles de inmigrantes vivan y trabajen legalmente en Estados Unidos.

Chen aseguró en el fallo que la cancelación de los programas podría causar «un daño irreparable y grandes adversidades» a los beneficiarios. La decisión liberó de la deportación a más de 300,000 inmigrantes originarios de El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán. La medida no incluyó en ese momento a Honduras.

La sentencia planteó que el gobierno de Trump falló al demostrar qué daño pueden causar los nacionales de estos países que incluso han permanecido en Estados Unidos por más de 20 años. El dictamen fue el resultado de una demanda colectiva presentada en marzo de ese año por nueve inmigrantes de los esos países y cinco niños estadounidenses. En ella argumentaron que el presidente Donald Trump hizo declaraciones con prejuicios raciales que pudieron llevar a la cancelación del TPS, siendo esto algo que prohíbe la Constitución.

Clima de indignación

Luego del colapso en las negociaciones el martes, las reacciones de indignación no se hicieron esperar. “Estamos profundamente decepcionados de que la Administración de Biden haya optado por defender las decisiones de despido de la era Trump, poniendo así a cientos de miles de familias en riesgo de separación”, dijo Ahilan Arulanantham, codirector del Centro de Leyes y Políticas de Inmigración de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que representa a los demandantes.

“Le hemos pedido a la Corte de Apelaciones del 9º Circuito en pleno que dictamine que esos despidos fueron ilegales. Esto es lo que la ley claramente requiere”, agregó.

También acusan a Biden de incumplir promesas de campaña. “Al no volver a designar el TPS para proteger a cientos de miles de centroamericanos y nepalíes, el presidente Biden está haciendo lo contrario de lo que prometió hacer con las familias migrantes”, dijo Erasmo Ramos, un inmigrante hondureño titular del TPS y líder de la Alianza Nacional del TPS.

“En cambio, está respaldando las políticas antiinmigrantes de Trump, despojando a los inmigrantes de protección y negando nuestros derechos”, apuntó.

El rompimiento de las negociaciones se da a menos de tres semanas de las elecciones de medio término donde los electores saldrán a las urnas para elegir un nuevo Congreso. “Si la decisión del panel de tres jueces se mantiene y Biden no actúa con decisión, los titulares de TPS de estos países podrían perder la protección a finales de este año”, advirtió la ACLU.

La designación de los TPS de Honduras y Niracagua fue en respuesta al paso del huracán Mitch en Centroamérica en oct ubre de 1998. El de El Salvador fue decretado por razones humanitarias tras los terremotos del 13 de enero y 13 de febrero de 2001, mientras que el amparo de deportaciones a Haití respondió al sismo de enero de 2010 que destruyó gran parte de Puerto Príncipe, la capital.

“El hecho de que la administración no haya llegado a un acuerdo para resolver nuestro caso es desgarrador para todos nosotros. Pero no abandonaremos la lucha para mantener a nuestras familias seguras y unidas”, dijo Elsy Flores de Ayala, demandante en el litigio de Ramos que ha tenido TPS por más de 20 años.

Fuente: JORGE CANCINO

Biden: «Putin en una Situación Difícil»

El presidente de Estados Unidos también señaló que la «única herramienta disponible» de Putin es «maltratar a los ciudadanos de Ucrania para tratar de intimidarlos y que capitulen».

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este miércoles (19.10.2022) en Washington que su par ruso Vladimir Putin no se encuentra en una situación cómoda en Ucrania y se quedó sin opciones más allá de «maltratar» a los civiles con el objetivo de que se rindan.

«Creo que Vladimir Putin se encuentra en una posición increíblemente difícil», declaró Biden a periodistas en la Casa Blanca. «Parece que su única herramienta disponible es maltratar a los ciudadanos de Ucrania, para tratar de intimidarlos y que capitulen. No van a hacer eso».

Por otro lado, Biden, que desea bajar el precio de la gasolina, llamó este mismo miércoles a las empresas productoras en Estados Unidos a que aumenten sus volúmenes de extracción.

Estados Unidos «necesita aumentar responsablemente la producción» de petróleo, afirmó Biden en la Casa Blanca, luego de confirmar que su gobierno continuará utilizando las reservas estratégicas de crudo para estabilizar los precios, tras un recorte de producción de la OPEP y sus aliados en la OPEP+.

Asimismo, aseguró que un incremento de producción en Estados Unidos no debería afectar la transición del país hacia las energías limpias, y reiteró sus críticas a algunos actores de la industria de hidrocarburos.

«Las ganancias de los refinadores son el doble de lo habitual. Y los márgenes de los distribuidores superan en más de 40 % lo normal», señaló.