General Confirma Llamada a China por Posible Demencia de Trump

Mark A. Milley declaró ante el Senado que altos mandos eran conocedores de estas comunicaciones. “Mi tarea en ese momento era desescalar” la tensión, justificó.

El general de mayor rango de Estados Unidos, Mark A. Milley, defendió el martes las llamadas que hizo a su homólogo chino en los últimos meses de la presidencia de Donald Trump, alegando que otros funcionarios del Gobierno eran conocedores de estas comunicaciones y que no tenían intención de “usurpar la autoridad”.

En ambas llamadas al general Li Zuocheng, que han situado a Milley en el centro de una tormenta, éste garantizaba que Estados Unidos entraría en guerra repentinamente o atacaría a China.

“Las llamadas del 30 de octubre y del 8 de enero fueron coordinadas antes y después con el personal del secretario [de Defensa Mark] Esper y del secretario interino [de Defensa Chris] Miller y con la interagencia”, declaró Milley ante el Comité de Servicios Armados del Senado.

“Mi tarea en ese momento era desescalar” la tensión que había, afirmó el general.

Milley justificó que hizo las llamadas después de que miembros del servicio de inteligencia señalaran su preocupación ante la eventualidad de que el Gobierno chino creyera posible un ataque estadounidense.

“En ningún momento intenté cambiar o influir en el proceso, usurpar la autoridad o meterme en la cadena de mando, pero se espera que dé mi consejo y garantice que el presidente está plenamente informado”, explicó el general.

La primera llamada fue realizada pocos días antes de los comicios presidenciales del 3 de noviembre de 2020, bajo la dirección del entonces jefe del Pentágono, Mark Esper, apuntó Milley.

La segunda fue el 8 de enero, dos días después de que una turba –la mayoría seguidores de Trump– asaltara el Capitolio en un intento de impedir que el Congreso confirmara la victoria presidencial de Joe Biden. Esa comunicación fue realizada a instancias de los funcionarios chinos y fue coordinada con la oficina del entonces secretario Chris Miller.

Por otro lado, el general dijo a los senadores del Comité que sabía que Trump no planeaba atacar a China.

“Sé, estoy seguro, que el presidente Trump no tenía intención de atacar a los chinos y es mi responsabilidad transmitir las órdenes y la intención presidencial”, reiteró.

Se Unen Estados Unidos, Australia y el Reino Unido Ante China

Los tres países pactaron reforzar la cooperación en tecnologías avanzadas como inteligencia artificial, sistemas submarinos y vigilancia de larga distancia. La alianza se produjo tras la suspensión del programa para la construcción de la nueva flota de submarinos con la empresa francesa Naval Group

Estados Unidos, Australia y el Reino Unido anunciaron este miércoles un ambicioso pacto de defensa destinado a plantar cara a China en el Indopacífico, y que incluirá el desarrollo de submarinos nucleares para los australianos.

El pacto, llamado AUKUS por las iniciales en inglés de los tres países anglosajones, tiene como objetivo reforzar la cooperación trilateral en tecnologías avanzadas de defensa, como inteligencia artificial, sistemas submarinos y vigilancia de larga distancia.

“Nuestras naciones y, de hecho, el mundo, dependen de un Indopacífico libre y abierto, que dure y florezca en las próximas décadas”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.

Biden no mencionó a China, como tampoco lo hicieron los primeros ministros de Australia, Scott Morrison; y del Reino Unido, Boris Johnson; que pronunciaron sendos discursos sobre el tema de forma telemática, a través de televisores instalados a ambos lados del presidente estadounidense.

Sin embargo, Estados Unidos ha dejado claro su interés en contener el avance de China en el Pacífico, y con el nuevo pacto quiere implicar más en esa misión “a Europa, y en particular al Reino Unido”, explicó un alto cargo del Gobierno estadounidense en una llamada telefónica con periodistas.

Hasta ahora, Estados Unidos solo ha compartido su tecnología para desarrollar submarinos con propulsión nuclear con un solo país, el Reino Unido, algo que hizo en 1958, afirmó el citado funcionario, que pidió mantener el anonimato.

Eso convierte en “histórico”, opinó la fuente, el hecho de que tanto Estados Unidos como el Reino Unido hayan decidido “añadir” ahora a Australia a ese trato, con el compromiso de ayudar a la Marina Real Australiana a adquirir submarinos nucleares.

En su discurso, Biden subrayó que los submarinos que conseguirá Australia no tendrán “armas nucleares”, sino que estarán “convencionalmente armados”, pero “potenciados por reactores nucleares”. “Es una tecnología probada, y es segura”, garantizó el presidente estadounidense.

Los tres países se han marcado un plazo de 18 meses, hasta el primer trimestre de 2023, para encontrar la “vía óptima” para desarrollar los submarinos australianos “en la fecha más temprana posible”, juntando los conocimientos tanto de Estados Unidos como de Reino Unido, indica un comunicado de los tres jefes de Gobierno.

“Australia no está tratando de conseguir armas nucleares ni de establecer una capacidad civil nuclear”, prometió el primer ministro australiano, Scott Morrison, en su discurso virtual en el acto presidido por Biden.

El pacto con Washington y Londres podría resultar en la cancelación de otro acuerdo que Australia ya había alcanzado con Francia para la construcción de 12 submarinos, según el diario australiano Sydney Morning Herald.

Ni Morrison ni la Casa Blanca confirmaron la posible suspensión de ese pacto entre Canberra y París, valorado en 50.000 millones de dólares australianos (35.510 millones de dólares o 31.355 millones de euros) y cuya ejecución se ha ido retrasando debido a ciertos requisitos del país oceánico.

El primer ministro británico, por su parte, destacó la ambición del proyecto, y lo consideró un “reflejo de la profundidad de la amistad” entre las tres naciones.

“Este será uno de los proyectos más complejos y técnicamente exigentes del mundo. Durará décadas y exigirá la tecnología más avanzada”, aseguró Boris Johnson respecto al proyecto de los submarinos nucleares para Australia.

Más a largo plazo, los tres países anglosajones se comprometen a reforzar su cooperación en “capacidades cibernéticas, inteligencia artificial, tecnologías cuánticas y capacidades submarinas adicionales”, según el comunicado conjunto.

El anuncio se produjo una semana antes de que Biden acoja en la Casa Blanca el próximo 24 de septiembre una cumbre con los líderes de Australia, la India y Japón, con los que mantiene una alianza para contrarrestar el poderío de China.

Los cuatro países conforman el “quad”, una alianza creada en 2007 en respuesta al auge militar de Bejing. Biden recibirá de manera presencial en la Casa Blanca a los primeros ministros de Australia, Scott Morrison; de la India, Narendra Modi; y de Japón, Yoshihide Suga.

SUSPENSIÓN DEL PLAN FRANCÉS

Tras el anuncio del acuerdo el primer ministro australiano, Scott Morrison, confirmó este jueves de la suspensión del programa para la construcción de la nueva flota de submarinos convencionales con la empresa francesa Naval Group dado que éstos ya no se ajustan a “las necesidades operativas en las próximas décadas” de su país.

La suspensión del programa causó malestar en el Gobierno de Francia, que señaló que va “en contra del espíritu de cooperación” entre ambos países, según un comunicado del ministro de Exteriores, Jean’Yves Le Drian, y la de las Fuerzas Armadas, Florence Parly.

Asimismo, Naval Group expresó en un comunicado su “decepción” por la decisión al considerar que ofrecía a Australia “un submarino convencional superior a nivel regional”, así como “capacidad submarina soberana con compromisos inigualables en términos de transferencia de tecnología, puestos de trabajo y contenido local”.

Tras la cancelación del proyecto con Francia, Australia buscará desarrollar su programa para construir los submarinos nucleares, bajo el acuerdo con Estados Unidos y Reino Unido, en la ciudad de Adelaida, aunque aún se desconocen detalles como los costes.

Informe de Inteligencia Abre Controversia Sobre Origen del Coronavirus

Un reporte de inteligencia de EEUU divulgado por The Wall Street Journal refuerza la sospecha de que el virus probablemente se originó por el contacto entre animales y humanos, pero eso no excluye la posibilidad de que se haya producido una fuga accidental del Instituto de Virología de Wuhan.

En noviembre de 2019, poco antes de que estallara la pandemia del coronavirus, tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, en China, se enfermaron con síntomas similares a los del covid-19, de acuerdo con un reporte de inteligencia estadounidense divulgado este lunes por The Wall Street Journal.

El informe vuelve a sembrar dudas sobre la procedencia del mortífero virus que ya ha causado en el mundo más de 3.46 millones de fallecidos y 167,178,756 de contagios, según la data consolidada por la Universidad Jonhs Hopkins.

El reporte del Departamento de Estado citado por el Journal se redactó en los últimos días de la Administración de Donald Trump y se basa en datos de inteligencia estadounidense.

Según el reporte, los investigadores chinos enfermaron en otoño de 2019, lo suficiente como para necesitar atención hospitalaria. Sus síntomas eran consistentes tanto con covid-19 como con enfermedades estacionales comunes.

China reportó a la Organización Mundial de la Salud que el primer paciente con síntomas similares a los de covid-19 se registró en Wuhan el 8 de diciembre de 2019.

Muchos epidemiólogos y virólogos creen que SARS-CoV-2 empezó a circular por la ciudad de Wuhan, en el centro de China, en noviembre de 2019, aunque Pekín sostiene que el primer caso confirmado fue un hombre que enfermó el 1 de diciembre.

El Journal destaca que el Instituto de Wuhan no ha compartido datos sin procesar, registros de seguridad y registros de laboratorio sobre su extenso trabajo con coronavirus en murciélagos, que muchos consideran la fuente más probable del virus.

La inteligencia estadounidense refuerza la creencia de que el virus probablemente se originó naturalmente, a partir del contacto entre animales y humanos, dijeron las fuentes al Journal.

Pero eso no excluye la posibilidad de que el virus fuera el resultado de una fuga accidental del Instituto de Wuhan, donde se estaba llevando a cabo una investigación sobre el coronavirus en murciélagos.

El director del Laboratorio Nacional de Bioseguridad de Wuhan, Yuan Zhiming, ofreció este lunes declaraciones al tabloide nacionalista Global Times desacreditando el informe de inteligencia estadounidense que tildó de «una completa mentira».

«Esas afirmaciones no tienen fundamento», dijo el funcionario chino. «El laboratorio no ha estado al tanto de esta situación, y ni siquiera sé de dónde ha salido esa información».

Gobierno de Biden también tiene «serias dudas» sobre el origen del virus

El informe se conoce en vísperas de una reunión del órgano decisorio de la Organización Mundial de la Salud, que se espera que discuta la siguiente fase de una investigación sobre los orígenes del covid-19.

Una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional citada por Reuters no hizo ningún comentario sobre el informe del Journal, pero dijo que el gobierno de Joe Biden seguía teniendo «serias dudas sobre los primeros días de la pandemia de covid-19, incluidos sus orígenes en la República Popular China».

Dijo que el gobierno de Estados Unidos estaba trabajando con la OMS y otros estados miembros para apoyar una evaluación de los orígenes de la pandemia dirigida por expertos «que esté libre de interferencias o politización».

«No vamos a hacer declaraciones que prejuzguen un estudio en curso de la OMS sobre el origen del SARS-CoV-2, pero hemos sido claros en que las teorías sólidas y técnicamente creíbles deben ser evaluadas a fondo por expertos internacionales», dijo.

Mientras, China continúa negando que el virus se haya escapado de uno de sus laboratorios.

El pasado domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China citó la conclusión de un estudio liderado por un equipo de la OMS, después de una visita al Instituto de Virología de Wuhan en febrero, que aseguraba que una filtración de laboratorio era extremadamente improbable.

Estados Unidos Exige Cierre de Consulado Chino en Houston

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino demandó a Washington que «se retracte de esta decisión errónea, o de lo contrario China tomará las represalias legítimas y necesarias». Un portavoz del Departamento de Estado dijo que el cierre del consulado en Houston es para «para proteger la propiedad intelectual estadounidense».

China denunció este miércoles que el gobierno de Estados Unidos le ha exigido el cierre inmediato de su consulado general en la ciudad estadounidense de Houston (Texas), informó la Cancillería del país asiático, que consideró la medida una provocación «sin precedentes».

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin afirmó que «Estados Unidos ha pedido el cese inmediato de todas las operaciones del consulado a partir del día 24 de julio», lo que supone «una violación de las normas internacionales y de los acuerdos consulares entre los dos países, así como un intento de socavar las relaciones bilaterales».

La nueva fricción diplomática viene un día después de que Washington acusase a los servicios de Inteligencia chinos de apoyar los ciberataques de dos ‘hackers’ contra empresas de 11 países para intentar robar datos de la vacuna contra el nuevo coronavirus y secretos de tecnología militar. Este ha sido el último episodio en el aumento de la tensión entre los dos países.

«Pedimos a EEUU que se retracte de esta decisión errónea, o de lo contrario China tomará las represalias legítimas y necesarias», advirtió Wang, quien añadió que el cierre del consulado «en un periodo de tiempo tan corto» supone «un aumento sin precedentes de las acciones que ese país ha llevado a cabo contra China».

«Durante un tiempo, Estados Unidos ha estado intentando culpar a China a través de la estigmatización y de ataques injustificados contra el sistema social chino. Acosan a los diplomáticos chinos y al personal que trabaja en los consulados, intimidan e interrogan a los estudiantes chinos allí, y hasta confiscan sus dispositivos electrónicos. Incluso los detienen sin acusarlos», añadió Wang.

El portavoz argumentó que, por si no fuese suficiente, «el personal de la embajada estadounidense en China no deja de infiltrarse e interferir, así como de atacar» al país asiático.

«Pedimos reciprocidad. La realidad es que EEUU tiene mucho más personal y misiones diplomáticas en China que viceversa», agregó.

«Proteger la propiedad intelectual y la información privada»

El consulado chino en Houston, Texas, fue cerrado «para proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de los estadounidenses», declaró este miércoles un vocero del Departamento de Estado, citado por AFP.

«La Convención de Viena dice que los diplomáticos de Estado deben ‘respetar las leyes y reglas del país anfitrión’ y ‘tienen el deber de no interferir en los asuntos internos de ese Estado'», afirmó sin dar más detalles el vocero Morgan Ortagus en una visita del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, a Copenhague.

Pekín calificó de «calumnias» la acusación contra dos ciudadanos chinos que fueron imputados por ataques informáticos contra empresas que participan en la búsqueda de una vacuna contra el nuevo coronavirus.

El departamento estadounidense de Justicia anunció el martes la imputación de Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, de 33, «dos piratas informáticos chinos (que) trabajaban con el ministerio chino de Seguridad».

La denuncia no acusa a los dos sospechosos chinos de obtener investigación relacionada con el coronavirus, pero resalta el grado de importancia que tiene la innovación científica para los gobiernos extranjeros y los ciberpiratas criminales que buscan saber lo que las compañías estadounidenses están desarrollando durante la pandemia. En este caso, los hackers investigaron las vulnerabilidades en la red de cómputo de las empresas de biotecnología y diagnóstico que desarrollan vacunas y equipos de pruebas de diagnóstico, además de investigar fármacos antivirales.

«El gobierno chino es un ferviente defensor de la ciberseguridad y siempre se ha opuesto a los ciberataques», dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en Pekín, instando a Washington a «poner fin a estas calumnias y a su difamación» contra China.

Entretanto, medios estadounidenses como la cadena Fox News denunciaron que «documentos y otros materiales están siendo quemados en el patio del consulado», mientras que la prensa china prevé un «terremoto» en los lazos bilaterales, según expertos citados de forma anónima por el rotativo Global Times.

Este medio plantea en Twitter la posibilidad de que China cierre en respuesta un consulado estadounidense en China, citando explícitamente las opciones de Hong Kong, Macao, Cantón o Chengdu.

El trasfondo de las diferencias entre las dos potencias es la subyacente pugna por la hegemonía, la guerra tecnológica y comercial y, más recientemente, el intercambio de acusaciones sobre el origen de la actual pandemia de coronavirus, a cuenta de la nueva ley de seguridad para Hong Kong o la situación de los derechos humanos de las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang.

China Advierte Situación en Pekín por COVID es «Extremadamente Grave»

Las autoridades chinas extreman las restricciones para evitar la propagación del letal virus.

Las autoridades de Pekín advirtieron este martes de la situación epidémica «extremadamente grave» en la capital china, donde desde la semana pasada se detectó un nuevo foco de coronavirus y hay ya más de un centenar de casos registrados.

La capital china empezó a hacer test a decenas de miles de personas a pesar de que la enfermedad, que apareció en el país a finales de 2019, había prácticamente desaparecido.

El ministro de Sanidad anunció el martes 27 nuevos enfermos en Pekín, lo que lleva a 106 el número total de casos registrados desde hace cinco días en la ciudad, donde desde hacía dos meses no había contaminaciones.

El nuevo brote surgió en el inmenso mercado al por mayor de Xinfadi, en el sur de la capital, donde se detectó el coronavirus la semana pasada. También se registraron varios casos en otros mercados, ahora cerrados.

En total el ayuntamiento ordenó el confinamiento de unas 30 zonas residenciales. Sus miles de habitantes no tienen derecho a salir de ellas pero pueden recibir comida.

«La situación epidémica en la capital es extremadamente grave», dijo a la prensa Xu Hejian, un portavoz del ayuntamiento, que habló de «carrera contrarreloj» contra el coronavirus.

Sin embargo no hay pánico en Pekín, donde desde diciembre solo hubo nueve muertos por COVID-19 y ninguno desde el descubrimiento del nuevo brote.

Temor a una segunda ola

La epidemia hace temer sin embargo una segunda ola. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó seguir «de muy cerca» la situación y habló de enviar más expertos a Pekín.

Los responsables municipales quiere hacer test a todos los vendedores de los mercados y a los responsables de restaurantes.

Zhao Honglei, responsable de una tienda de comestibles, dijo a la AFP que sus 13 empleados dieron negativo.

Sus clientes parecen tranquilos pero Zhao explica que los pedidos en línea se multiplicaron en los últimos días. «La gente tienen miedo de encontrarse en tiendas llenas de gente donde podrían contaminarse», dice.

La ciudad de Pekín, con 21 millones de habitantes, tiene capacidad para hacer test a más de 90.000 personas cada día, según la agencia de noticias Xinhua.

Este martes, con una temperatura de 36 grados, muchos pequineses llevando mascarillas esperaban en un parque para pasar un test.

«Intento no salir mucho a la calle», dijo Wu Yaling, una jubilada de 57 años, que vive cerca de uno de los mercados donde se registró el brote.

El lunes el ayuntamiento decidió cerrar los lugares deportivos y culturales. Y varias ciudades chinas anunciaron la puesta en cuarentena de viajeros procedentes de Pekín.

Restaurantes desinfectados

El ayuntamiento de Pekin afirma haber hecho desinfectar 276 mercados y 33,000 restaurantes o comercios de alimentos y haber cerrado once mercados.

Siete zonas residenciales suplementarias, de las miles que tiene la ciudad, también fueron confinadas el martes.

Se añaden a las 21 que ya están en esta situación pero estas medidas solo afectan a un pequeña parte de la población de Pekín.

«Este rebote epidémico quedará probablemente controlado rápidamente», dice Wu Hulin, un empleado de 23 años del sector de las nuevas tecnologías. «Porque pienso que China hizo un buen trabajo comparado con los países extranjeros».

Desde el 30 de mayo, unas 200,000 personas visitaron el mercado de Xinfadi, donde el virus fue descubierto en planchas donde se cortaba salmón importado.

Más de 8,000 empleados del lugar, que proporciona el 70% de las frutas y verduras que se consumen en Pekín, pasaron test y luego fueron puestos en cuarentena.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) afirmó el lunes que la cepa descubierta en el mercado corresponde a una cepa frecuente en Europa.

Peo esto «no basta para certificar que proviene de productos del mar de importación», dijo en televisión el epidemiólogo jefe del CDC, Wu Zunyou. «Solo pudo venir de una persona contaminada», aseguró.

China Retuvo Información Sobre Coronavirus

Mientras en público la OMS aplaudía y agradecía a China, en enero, en privado el organismo no lograba conseguir de Beijing datos clave como el mapa genético del virus.

A lo largo de enero, la Organización Mundial de la Salud elogió públicamente a China por lo que llamó una respuesta rápida al nuevo coronavirus. En repetidas ocasiones agradeció al gobierno chino por compartir el mapa genético del virus «inmediatamente», y dijo que su trabajo y compromiso con la transparencia fueron «muy impresionantes, y más allá de las palabras».

Pero detrás de escena, la historia fue muy diferente: una relato de demoras significativas por parte de China y una considerable frustración entre los funcionarios de la OMS por no obtener la información que necesitaban para combatir la propagación del virus mortal, según descubrió The Associated Press.

A pesar de los aplausos, China, de hecho, se sentó sobre el mapa genético, o genoma del virus durante más de una semana después de que tres laboratorios gubernamentales diferentes habían descifrado completamente la información. Los controles estrictos sobre la información y la competencia dentro del sistema de salud pública chino fueron los culpables, según docenas de entrevistas y documentos internos.

Los laboratorios del gobierno chino solo lanzaron el genoma después de que otro laboratorio lo publicara antes que las autoridades en un sitio web de virología el 11 de enero. Incluso entonces, China se estancó durante al menos dos semanas más al proporcionar a la OMS datos detallados sobre pacientes y casos, según registros de reuniones internas celebradas por la agencia de salud de la ONU, todo en un momento en que el brote podría haberse reducido drásticamente.

Los funcionarios de la OMS elogiaban a China en público porque querían obtener más información del gobierno, sugieren las grabaciones obtenidas por la AP. En privado, se quejaban en reuniones celebradas la semana del 6 de enero de que China no estaba compartiendo suficientes datos para evaluar qué tan efectivamente se propagó el virus entre las personas o qué riesgo representaba para el resto del mundo, lo que costó un tiempo valioso.

«Estamos recibiendo información muy mínima», dijo la epidemióloga estadounidense Maria Van Kerkhove, ahora líder técnica de la OMS para COVID-19, en una reunión interna. «Claramente, no es suficiente para hacer una planificación adecuada».

«Actualmente estamos en el punto en que sí, nos están dando información 15 minutos antes de que aparezca en CCTV», dijo en otra reunión, el máximo funcionario de la OMS en China, el Dr. Gauden Galea, refiriéndose a la Televisión Central de China de propiedad estatal.

La historia detrás de la respuesta temprana al virus llega en un momento en que la agencia de salud de la ONU está bajo asedio y acordó una investigación independiente de cómo se manejó la pandemia a nivel mundial. Después de elogiar repetidamente la respuesta china desde el principio, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, criticó a la OMS en las últimas semanas por presuntamente conspirar con China para ocultar el alcance de la crisis del coronavirus.

Trump cortó lazos con la organización el viernes, poniendo en peligro los aproximadamente US$ 450 millones que Estados Unidos dona cada año como el mayor donante individual de la OMS.

Mientras tanto, el presidente chino, Xi Jinping, prometió aportar $ 2 mil millones en los próximos dos años para combatir el coronavirus, diciendo que China siempre ha brindado información a la OMS y al mundo «de la manera más oportuna».

La nueva información no respalda la narrativa de EE.UU. ni de China, sino que retrata a una agencia atrapada, intentando con urgencia solicitar más datos a pesar de la autoridad limitada. Aunque el derecho internacional obliga a los países a dar a la OMS información que pueda tener un impacto en la salud pública, la agencia de la ONU no tiene poderes de aplicación y no puede investigar epidemias de forma independiente dentro de los países. En cambio, debe confiar en la cooperación de los Estados miembros.

Las grabaciones sugieren que, en lugar de coludir con China, como declaró Trump, la OMS se mantuvo en la oscuridad, ya que China le proporcionó la información mínima requerida por la ley. Sin embargo, la agencia intentó retratar a China de la mejor manera posible, probablemente como un medio para asegurar más información. Y los expertos de la OMS realmente pensaron que los científicos chinos habían hecho «un muy buen trabajo» en la detección y decodificación del virus, a pesar de la falta de transparencia de los funcionarios chinos.

Los empleados de la OMS debatieron cómo presionar a China para obtener secuencias genéticas y datos detallados de pacientes sin enojar a las autoridades, preocupados por perder el acceso y meter en problemas a los científicos chinos. Según el derecho internacional, la OMS debe compartir rápidamente información y alertas con los países miembros sobre una crisis en evolución.

En la segunda semana de enero, el jefe de emergencias de la OMS, el Dr. Michael Ryan, dijo a sus colegas que era hora de «cambiar de marcha» y aplicar más presión sobre China, por temor a la repetición del brote del Síndrome Respiratorio Agudo Severo que comenzó en China en 2002 y mató a casi 800 personas en todo el mundo.

«Este es exactamente el mismo escenario, tratando hasta el cansancio de obtener actualizaciones de China sobre lo que estaba pasando», dijo. «La OMS apenas salió de esa con el cuello intacto por los problemas que surgieron en torno a la transparencia en el sur de China».

Ryan dijo que la mejor manera de «proteger a China» de posibles acciones de otros países es que la OMS haga su propio análisis independiente con datos del gobierno chino sobre si el virus podría propagarse fácilmente entre las personas. Ryan también señaló que China no estaba cooperando de la misma manera que otros países lo hicieron en el pasado.

«Esto no sucedería en el Congo y no sucedió en el Congo y en otros lugares», dijo, probablemente refiriéndose al brote de ébola que comenzó ahí en 2018. «Necesitamos ver los datos… Es absolutamente importante en este momento».

La demora en la liberación del genoma detuvo el reconocimiento de su propagación a otros países, junto con el desarrollo global de pruebas, medicamentos y vacunas. La falta de datos detallados de pacientes también hizo que sea más difícil determinar qué tan rápido se propagó el virus, una pregunta crítica para detenerlo.

Entre el día en que el genoma completo fue decodificado por primera vez por un laboratorio del gobierno el 2 de enero y el día en que la OMS declaró una emergencia global el 30 de enero, el brote se extendió por un factor de 100 a 200 veces, según datos de infección retrospectivos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China. El virus ahora ha infectado a más de 6 millones de personas en todo el mundo y ha matado a más de 375,000.

«Es obvio que podríamos haber salvado más vidas y evitado muchas, muchas muertes si China y la OMS hubieran actuado más rápido», dijo Ali Mokdad, profesor del Instituto de Evaluación y Métrica de Salud de la Universidad de Washington.

Sin embargo, Mokdad y otros expertos también señalaron que si la OMS hubiera tenido más confrontación con China, podría haber desencadenado una situación mucho peor de no obtener ninguna información.

FBI Acusa China de Querer Robar Investigación De Vacuna del Covid 19

Investigador que estaba cerca de lograr avances en su trabajo sobre el COVID-19 fue asesinado en Estados Unidos .

Buenas noticias. Estudio en Nueva York comprueba que el 98% de pacientes con COVID-19, aun en casos leves, generó inmunidad .

La policía federal de Estados Unidos emitió este miércoles una advertencia oficial para avisar a los científicos estadounidenses que trabajan en una vacuna y tratamientos para combatir el nuevo coronavirus sobre iniciativas de China para intentar robar sus investigaciones.

«Los intentos de China dirigidos a estos sectores representan una amenaza significativa para la respuesta de nuestras naciones a la COVID-19», dijeron el FBI y la agencia de seguridad cibernética de Estados Unidos en un comunicado.

«Los sectores de la salud, farmacéutico y de la investigación que trabajan en las respuestas a la COVID-19 deben ser conscientes de que son los primeros blancos de esta actividad y tomar las medidas necesarias para proteger sus sistemas», advirtieron.

El FBI precisa que investiga sobre «ciberactores e informantes no tradicionales afiliados a la República Popular China» sospechosos de querer robar elementos protegidos por la propiedad intelectual.

Se trataría de hackers pero también de investigadores y estudiantes que, según el gobierno de Donald Trump, fueron activados para sustraer informaciones del seno de los institutos universitarios o los laboratorios públicos donde trabajan.

Tal acusación, rechazada anticipadamente por las autoridades chinas, podría complicar aún más las relaciones entre Washington y Pekín, ya muy tensas tras la aparición del nuevo coronavirus en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.

Washington acusa a Pekín de haber demorado en alertar sobre la epidemia y de disimular su alcance. Y, por tanto, de ser «responsable» de su propagación por el mundo, la muerte de centenares de miles de personas y de la actual crisis económica.

Estados Unidos Culpa a China de Ocultar el Coronavirus

El gobierno chino ocultó intencionalmente la gravedad del coronavirus a la comunidad internacional mientras almacenaba importaciones y disminuía las exportaciones, señala un informe del Departamento de Seguridad Nacional, según un funcionario de la administración familiarizado con el documento.

“China probablemente redujo sus exportaciones de suministros médicos antes de su notificación de enero a la OMS (Organización Mundial de la Salud) de que covid-19 se contagiaba”, dice el informe, según la fuente.

El informe, que evaluó los datos de exportación e importación a principios de este año, se distribuyó en el gobierno federal el viernes, dijo la fuente. ABC informó por primera vez de su existencia.

Más temprano el domingo, el secretario de Estado Mike Pompeo intensificó las afirmaciones de la administración de que China se esforzó por ocultar el alcance de la propagación del coronavirus, incluida la ocultación de la gravedad al almacenar suministros médicos.

“Usted tiene los datos correctos”, dijo Pompeo a ABC “This Week” cuando se le preguntó si China almacenó intencionalmente suministros médicos a principios de enero mientras ocultaba la gravedad de covid-19. “Podemos confirmar que el Partido Comunista Chino hizo todo lo posible para asegurarse de que el mundo no supiera a tiempo sobre lo que estaba sucediendo”.

Los comentarios de Pompeo se producen cuando la administración Trump está formulando un plan a largo plazo para sancionar a China en múltiples frentes por la pandemia de coronavirus, inyectando un nuevo elemento de rencor en una relación que ya va en picada.

Múltiples fuentes dentro de la administración dicen que existe el apetito de usar varias herramientas, incluidas sanciones, cancelar obligaciones de deuda de EE. UU. y elaborar nuevas políticas comerciales, para dejar en claro a China, y a todos los demás, donde sienten que la responsabilidad recae.

Si bien hay serias preguntas sobre la transparencia de China, la administración Trump ha intensificado sus esfuerzos para culpar al país asiático por la propagación mundial del virus a medida que aumentan las críticas sobre su propio manejo de la pandemia. El presidente Donald Trump minimizó repetidamente la amenaza del nuevo coronavirus y sugirió que no sería un problema para EE. UU. en un momento en que claramente ya se estaba extendiendo por todo el mundo. Trump también colmó en repetidas ocasiones al presidente chino, Xi Jinping, con elogios por su gestión de la crisis al tratar de salvaguardar un acuerdo comercial con China.

La evaluación del Departamento de Seguridad Nacional también dice que “en sus comunicaciones, China ocultó intencionalmente su actividad comercial al negar públicamente que alguna vez haya impuesto una prohibición de exportación de máscaras y otros suministros médicos”, según la fuente.

Los hallazgos fueron evaluados con “confianza moderada”, dijo la fuente, señalando que el informe no concluye si las acciones del gobierno chino fueron nefastas. Es razonable concluir que, basándose en el brote, antes de que se declarara una pandemia, China reconocería medidas clave para determinar los requisitos para la necesidad de equipo de protección personal, dijo la fuente.

Estados Unidos necesita “pensar ‘¿qué haces al respecto?’”, señaló la fuente. “¿Es esto un disparador que impulse a la industria aquí? ¿Habrá suficiente en la reserva en el futuro?”, preguntó la fuente.

China tiene acceso a una amplia gama de materias primas necesarias para establecer una línea de producción de elementos necesarios en respuesta a la pandemia de covid-19, dijo la fuente, ya sea batas quirúrgicas, máscaras o gafas.

“Tienen una capacidad de fabricación robusta y una fuerza laboral que puede acelerar rápidamente la fabricación”, dijo la fuente.

El domingo, Pompeo mencionó que no se vieron algunos esfuerzos que realizó el Partido Comunista Chino, pero otros fueron públicos, como no permitir que los profesionales médicos de EE. UU. ingresaran a los laboratorios en Wuhan, la ciudad donde se originó el virus, y silenciar a los científicos.

“El presidente Trump es muy claro, haremos que los responsables paguen y lo haremos en nuestro propio cronograma”, dijo Pompeo.

Funcionarios de la administración Trump han estado presionando a la comunidad de inteligencia de Estados Unidos para que determine los orígenes exactos del brote de coronavirus en busca de una teoría no probada de que la pandemia comenzó debido a un accidente de laboratorio en China, dijeron múltiples fuentes. El jueves, el presidente contradijo a la comunidad de inteligencia y afirmó que había visto evidencia que le da un “alto grado de confianza” sobre que covid-19 se originó en un laboratorio en Wuhan, China, pero se negó a proporcionar detalles que respaldarán su afirmación.

Preguntado sobre la opinión expresada por Trump y si había visto evidencia que respaldara esa afirmación, Pompeo dijo: “Hay una enorme evidencia de que ahí es donde comenzó esto”.

“Hemos dicho desde el principio que se trataba de un virus que se originó en Wuhan, China. Recibimos muchos cuestionamientos por eso desde el exterior, pero creo que todo el mundo puede verlo ahora”, dijo. Más tarde agregó, “hay una cantidad significativa de evidencia de que esto provino de ese laboratorio en Wuhan”.

La Oficina del Director de Inteligencia Nacional dijo en un comunicado el jueves que “la Comunidad de Inteligencia también está de acuerdo con el amplio consenso científico de que el virus covid-19 no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”.

Preguntado el domingo por esa conclusión, Pompeo dijo que estaba de acuerdo. Pompeo dijo que no tiene “ninguna razón para no creer” en la comunidad de inteligencia, y agregó: “He visto su análisis. He visto el resumen que usted vio que fue publicado públicamente. No tengo ninguna razón para dudar de que eso sea exacto”.

Aunque Pompeo también se hizo eco de la declaración de Trump la semana pasada de que ha visto evidencia que vincula el brote con el laboratorio de Wuhan, lo que contradice la declaración de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional. Esa declaración dice que la inteligencia estadounidense estaba examinando “rigurosamente” si el brote fue “a través del contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan”.

Pompeo agregó que China “se comportó como lo hacen los regímenes autoritarios, intentó ocultar y confundió y empleó a la Organización Mundial de la Salud como una herramienta para hacer lo mismo”.

“Este es el tipo de cosas que han provocado esta enorme crisis y enorme pérdida de vidas y tremendas pérdidas económicas en todo el mundo”, dijo. “Los australianos están de acuerdo con eso, oyen que los europeos comienzan a decir lo mismo, y creo que todo el mundo está unido entendiendo que China trajo este virus al mundo”.

Se el mes pasado que el gobierno de EE. UU. estaba investigando la teoría de que el virus se originó en el laboratorio pero aún no había podido corroborarlo. En abril, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que el peso de la evidencia sugiere que el virus era de origen natural.

Preguntado sobre si China lanzó intencionalmente el virus o si fue un accidente, Pompeo se negó a dar su opinión.

“No tengo nada que decir al respecto. Creo que hay mucho que saber, pero puedo decir esto. Hemos hecho todo lo posible para tratar de responder a todas esas preguntas. Intentamos formar un equipo allí , la OMS (Organización Mundial de la Salud) trató de llevar un equipo allí, y fracasaron. A nadie se le ha permitido ingresar a este laboratorio ni a ninguno de los otros laboratorios … este es un desafío continuo. Todavía tenemos que entrar allí. Todavía no tenemos las muestras de virus que necesitamos”.

El choque entre Estados Unidos y China se está gestando en medio de la creciente sospecha dentro de la administración sobre el creciente desafío estratégico de China y la furia de que el virus destruyó una economía vista como el pasaporte de Trump a un segundo mandato.

Hay serias preguntas que deben abordarse sobre la transparencia de China en los primeros días del brote en Wuhan y si su sistema autocrático fomentó un intento de encubrirlo. Estados Unidos no es la única nación que quiere respuestas en medio de una pandemia que ha devastado la economía global y ha costado cientos de miles de vidas.

En respuesta a la creciente presión, China ha lanzado un esfuerzo de propaganda para distraerse de su propia culpabilidad, incluyendo culpar a los soldados estadounidenses por importar el patógeno en comentarios que enfurecieron a Trump. El martes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, acusó a los “políticos estadounidenses” de decir mentiras descaradas sobre la pandemia.

“Tienen un solo objetivo: tratar de eludir la responsabilidad de sus propias medidas para la epidemia y de prevención y control y desviar la atención pública”, dijo.

El miércoles, la agencia de noticias estatal china Xinhua publicó un video animado burlándose de la respuesta de Estados Unidos a la pandemia de coronavirus, al mismo tiempo que describía la respuesta de China de una manera halagadora.

China Ocultó por Varios Días la Pandemia

El gobierno intentó advertir al público sin elevar el pánico, pero esto pudo haber empeorado el brote de coronavirus

En los seis días después de que destacados funcionarios chinos concluyeran en secreto que probablemente afrontaban una pandemia de un nuevo coronavirus, la ciudad de Wuhan, en el centro del brote, acogió un enorme banquete para decenas de miles de personas y millones de viajeros empezaron a desplazarse para las celebraciones del Año Nuevo Lunar.

El presidente, Xi Jinping, advirtió a la población en el séptimo día, el 20 de enero. Pero para entonces, más de 3,000 personas se habían infectado durante casi una semana de silencio de las autoridades, según documentos internos a los que tuvo acceso The Associated Press y estimaciones basadas en datos retrospectivos de infecciones.

La demora entre el 14 y el 20 de enero no fue el primer error cometido en la gestión del brote por autoridades chinas de todos los niveles, ni tampoco fue el retraso más grande, ya que gobiernos de todo el mundo tardaron semanas e incluso meses en responder al virus.

Sin embargo, ese retraso en el primer país que se enfrentó al nuevo coronavirus se produjo en un momento crítico: el inicio del brote. El intento de Beijing de buscar una línea entre advertir al público y evitar el pánico preparó el escenario para una pandemia que ha infectado a casi dos millones de personas y se ha cobrado más de 126,000 vidas.

«Esto es tremendo», dijo Zuo-Feng Zhang, epidemiólogo en la Universidad de California, Los Ángeles. «Si hubieran tomado medidas seis días antes, habría habido muchos menos pacientes y las instituciones médicas habrían sido suficientes».

Sin embargo, otro epidemiólogo, Benjamin Cowley, de la Universidad de Hong Kong, señaló que podría haber sido difícil de determinar. Si las autoridades sanitarias dan la alarma demasiado pronto, explicó, pueden dañar su credibilidad al entenderse que han reaccionado de forma exagerada, mermando su capacidad de movilizar a la gente.

Los seis días de demora del gobierno chino en Beijing siguieron a casi dos semanas durante las que el Centro nacional de Control de Enfermedades no registró casos nuevos, según boletines internos a los que tuvo acceso AP. Sin embargo, en ese periodo entre el 5 y el 17 de enero, cientos de pacientes llegaron a hospitales no solo en Wuhan -que salió del aislamiento la semana pasada- sino en todo el país.

Las primeras advertencias se vieron silenciadas por el estricto control de la información en China, las trabas burocráticas y los reparos en el escalafón oficial a dar malas noticias a los superiores. Sin esos reportes internos, hizo falta que apareciera el primer caso fuera de China, el 13 de enero en Tailandia, para que los líderes en Beijing reconocieran la posible pandemia antes que las autoridades tailandesas.

El gobierno chino ha insistido en que no retuvo información en los primeros días, afirmando que reportó de inmediato el brote a la Organización Mundial de la Salud.

«Las acusaciones de una ocultación o falta de transparencia en China no tienen base», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, en una conferencia de prensa el jueves.

Los documentos muestran que el responsable de la Comisión Nacional de Salud china, Ma Xiaowei, pintó un sombrío panorama en una teleconferencia confidencial el 14 de enero con responsables de salud provinciales. Un boletín interno señala que la teleconferencia se celebró para transmitir instrucciones del presidente, Xi Jinping, el primer ministro, Li Keqiang y el viceprimer ministro, Sun Chunlan, pero no detalla en qué consistían esas instrucciones.

«La situación epidémica sigue siendo grave y compleja, el desafío más grave desde el SARS en 2003, y es probable que se convierta en un importante episodio de salud pública», dijo Ma, según el documento.

En un comunicado enviado por fax, la Comisión Nacional de Salud dijo que China publicó información sobre el brote «de forma abierta, transparente, responsable y oportuna» de acuerdo con sucesivas «instrucciones importantes» del presidente Xi.

Los documentos procedían de una fuente anónima en el ámbito médico, que no quería ser identificada por miedo a represalias. AP confirmó el contenido de los archivos con otras dos fuentes de salud pública familiarizadas con la teleconferencia.

En una sección titulada «comprensión serena de la situación», el boletín menciona el caso en Tailandia, señalando que la situación ha «cambiado de forma significativa» por la posible expansión del virus en el extranjero.

«Todas las nacionalidades deben prepararse para y responder a una pandemia», añadió el texto.

La Comisión Nacional de Salud distribuyó a los responsables médicos provinciales un manual de 63 páginas al que tuvo acceso AP. Las instrucciones, que incluyen una advertencia contra su publicación, ordenaban a los responsables provinciales que identificaran los posibles casos, abrir unidades para pacientes con fiebre en los hospitales y que médicos y enfermeras emplearan equipos de protección.

Sin embargo, las autoridades siguieron restando importancia a la amenaza en sus declaraciones públicas.

«El riesgo de transmisión sostenida de humano a humano es bajo», dijo Li Qun, responsable del centro de emergencias del Centro chino de Control de Enfermedades, en declaraciones a la televisora estatal el 15 de enero.

Las nuevas normas supusieron que el 16 de enero, las autoridades en Wuhan y otros lugares recibieron por fin kits de pruebas aprobados por el Centro de Control de Enfermedades y pudieron empezar a confirmar nuevos casos. Entonces empezaron a aparecer docenas de supuestos casos en todo el país, en algunos casos de pacientes que se habían infectado antes pero a los que no se habían hecho pruebas.

El 20 de enero, Xi hizo sus primeras declaraciones públicas sobre el virus, indicando que el brote «debe tomarse en serio». Un importante epidemiólogo, Zhong Nanshan, anunció por primera vez que el virus era contagioso ente humanos en la televisora nacional.

Esta demora podría impulsar las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre que el secretismo del gobierno chino retrasó la respuesta global al virus. Sin embargo, incluso ese anuncio público el 20 de enero dejó a Estados Unidos casi dos meses para prepararse para la pandemia, un tiempo que Estados Unidos desperdició.

Algunos expertos en salud señalaron que Beijing tomó medidas decisivas dada la información que tenía disponible.

«Puede que no dijeran lo correcto, pero estaban haciendo lo correcto», dijo Ray Yip, fundador de la oficina en China de los Centros estadounidenses de Control de Enfermedades y que ya está retirado. «El 20 dieron la alarma a todo el país, lo que no es un retraso poco razonable».

Sin embargo, otros señalaron que adelantar la advertencia habría salvado vidas. Si se hubiera alertado una semana antes a la población de que practicara el distanciamiento social, llevara mascarillas y edujera sus desplazamientos, los casos podrían haberse reducido en dos tercios, según un estudio posterior.

«Cuanto antes actúes, más fácil es controlar la enfermedad», señaló el epidemiólogo de Los Ángeles Zhang.

Misterioso Virus Afecta al Mundo

El misterioso coronavirus que afecta a varias regiones de China y que presenta características similares al Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) que azotó a la región entre 2002 y 2003 es contagioso entre seres humanos.

La afirmación fue hecha por Zhong Nanshan, renombrado experto en enfermedades infecciosas y uno de los artífices de la campaña que le hizo frente a la epidemia del SRAS, cuando casi 650 personas perdieron la vida entre China continental y Hong Kong.

“En este momento se puede decir que se confirma el fenómeno de transmisión de humano a humano”, puntualizó el especialista en enfermedades respiratorias en una entrevista con CCTV. Esta condición aumenta las opciones para que el coronavirus pueda propagarse.

Este lunes, las autoridades sanitarias chinas informaron además que ya son tres los fallecidos en la ciudad de Wuhan, en el centro del país, y que otros 217 casos habían sido declarados, varios de ellos incluso en Beijing, la capital del gigante asiático.

Se cree que un concurrido mercado de alimentos frescos en Wuhan es el foco desde donde comenzó a propagarse la epidemia a finales de diciembre de 2019. Wuhan tiene 11 millones de habitantes y resulta paso obligado para millones de chinos que se desplazarán con motivo del feriado por el Año Nuevo Lunar, que comienza el 25 de enero.

“El reciente brote de una nueva neumonía por coronavirus en Wuhan y otros lugares debe tomarse en serio”, advirtió por su parte el presidente chino, Xi Jinping, en su primera declaración pública sobre la crisis. “Los comités del partido, los gobiernos y los departamentos pertinentes en todos los niveles deberían poner la vida y la salud de las personas por delante de todo lo demás”.