Acuerdan Nueva Fecha Límite de Deuda Nacional

Los demócratas de la Cámara de Representantes contaron con los votos suficientes para garantizar que el presidente Joe Biden pueda firmar la ley esta semana. Con la aprobación, el gobierno federal podrá seguir pagando sus compromisos en su totalidad hasta diciembre.

La Cámara de Representantes votó este martes a favor de elevar el límite del techo de la deuda del gobierno de Estados Unidos a fin de que pueda seguir pagando compromisos al menos hasta diciembre.

El levantamiento del máximo de deuda por unos 480,000 millones de dólares fue aprobado por el Senado la semana pasada en una votación por líneas partidistas. Ahora, tras la aprobación en la Cámara Baja se espera que el presidente Joe Biden lo firme esta semana.

La secretaria del Tesoro Janet Yellen ha advertido que el gobierno tiene hasta el 18 de octubre para aprobar la medida y que a partir de ahí el Tesoro no tendrá los fondos para cumplir con las obligaciones financieras.

Horas antes de la votación, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, urgió a los republicanos a votar a favor de la suspensión del techo de endeudamiento para evitar que el Gobierno se quede sin dinero para pagar sus deudas.

«Soy optimista sobre el techo de deuda, pero espero que lo podamos hacer de manera bipartidista», manifestó la líder demócrata en una rueda de prensa.

EEUU nunca ha tenido que declarar la suspensión de pagos de su deuda nacional pero estuvo muy cerca en 2011, cuando la mera posibilidad de que eso ocurriera desató el caos en los mercados financieros e hizo que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.

Un alivio temporal

Sin embargo, pese a la aprobación de la Cámara de Representantes y posterior firma de Biden, el alivio será sólo temporal y el Congreso tendrá que reconsiderar el asunto en diciembre, en momentos en que los legisladores estarán también considerando proyectos de gastos federales y tratando de evitar otro cierre del gobierno. Las demoras de fin de año plantean riesgos para ambos partidos y amenaza con dejar a Biden terminando su primer año en el cargo sumido en gran turbulencia.

La crisis actual se resolvió temporalmente cuando el líder de los republicanos en el Senado Mitch McConnell, accedió a aprobar la medida a corto plazo, pero al mismo tiempo advirtió que no lo hará de nuevo.

En una carta enviada a Biden el viernes, McConnell advirtió que los demócratas tendrán que aprobar el nuevo límite de deuda por su cuenta, utilizando un engorroso mecanismo legislativo que permite aprobar medidas con 51 de los 100 votos de la cámara alta, en vez de 60 como es común. El Senado actualmente está dividido 50-50, pero la vicepresidenta Kamala Harris tiene la facultad de votar para lograr el desempate.

En sus declaraciones sobre el límite de deuda, McConnell ha tratado de vincular el tema con los grandes proyectos de gasto público, aunque son dos partidas distintas y el tope de deuda tendría que ser levantado independientemente de si el paquete económico de 3.5 billones de dólares es aprobado o no.

“Sus partidarios en el Capitolio tienen ahora el tiempo que decían que les faltaba para resolver el asunto del tope de deuda mediante el mecanismo de reconciliación y todas las herramientas para hacerlo”, declaró McConnell en su carta a Biden.

“No podrán inventarse otra crisis para pedirme ayuda”, añadió.

McConnell fue uno de 11 republicanos que votaron con los demócratas para levantar el techo de deuda temporalmente.

El acuerdo para resolver el asunto, así sea temporalmente, fue abrupto. Senadores republicanos indicaron que McConnell cedió ante las amenazas de los demócratas de eliminar la regla que exige 60 votos para aprobar medidas en el Senado.

¿Cuáles son los retos políticos que enfrentan los demócratas?

El partido del presidente Biden requiere un voto casi unánime para tener éxito.

Frente a la oposición unánime de los republicanos y las minúsculas mayorías del Congreso, los demócratas necesitarán casi la unanimidad para tener éxito. Las consecuencias políticas para los demócratas serían de gran impacto si el proyecto de ley de mayor prioridad de Biden, junto con un paquete de infraestructura, se desmorona con su partido en la Casa Blanca y el Congreso.

¿Qué puede pasar en diciembre?

Hay muchos factores en juego para evitar que la propuesta legislativa salga de control.

Cuando llegue diciembre, alguien tiene que ceder. Pero no está claro cómo sucederá, y habrá mucho en juego para que los líderes se aseguren de que una mirada partidaria no se salga de control. De no ser así, para el 3 de diciembre, las agencias federales cerrarán a menos que el Congreso apruebe una legislación que las financie.

División en el Congreso

Las tensiones, azuzadas por el ataque al Capitolio por simpatizantes del expresidente Trump el pasado 6 de enero, dificultan las negociaciones.

El Congreso es un lugar tenso en estos días. El asalto del 6 de enero contra el Capitolio de Estados Unidos por parte de sus partidarios y lo mucho que está en juego para los demócratas que impulsan los programas de Biden han pasado factura en las negociaciones.

¿Qué consecuencias tendría un eventual impago?

Decenas de millones de estadounidenses podrían verse afectados.

Los inversores, como el caso de los fondos de pensiones y los bancos con deuda estadounidense, podrían verse afectados. Decenas de millones de estadounidenses y miles de empresas que dependen del apoyo del gobierno podrían sufrir las consecuencias. El valor del dólar podría colapsar y la economía estadounidense probablemente se hundiría nuevamente en la recesión, lo que tendría un impacto global.

¿Cómo afectaría al dólar en el mercado mundial?

La moneda estadounidense podría perder su sitio como “unidad de cuenta”. Es decir, su uso en las finanzas y comercio mundial.

El dólar estadounidense también podría perder su lugar único en el mundo como su principal «unidad de cuenta», lo que significa que se utiliza ampliamente en las finanzas y el comercio mundial. Sin este estado, los estadounidenses simplemente no podrían mantener su nivel de vida actual, aseguró el investigador Michael Humphreys, del Touro College, a la agencia AP. Esto provocaría la depreciación de la moneda y el aumento de la inflación.

Gobernador de Texas Desafía a Biden

Biden anunció hace un mes que su Gobierno planea obligar a la mayoría de los trabajadores de empresas privadas a vacunarse o presentar semanalmente resultados negativos de test de covid-19. Como respuesta, Abbott firmó una orden ejecutiva que prohíbe que «cualquier entidad» de Texas, incluidas empresas privadas, obligue a sus empleados a vacunarse.

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó este lunes una orden ejecutiva que establece que ninguna empresa de su estado puede pedir a sus empleados que se vacunen contra covid-19, lo que supone un desafío al presidente estadounidense, Joe Biden.

Biden anunció hace un mes que su Gobierno planea obligar a la mayoría de los trabajadores de empresas privadas a vacunarse o presentar semanalmente resultados negativos de test de covid-19.

Aunque la medida aún está en desarrollo y no ha entrado en vigor, el anuncio desató la ira de líderes conservadores como Abott. En respuesta, firmó una orden ejecutiva que prohíbe que «cualquier entidad» de Texas, incluidas empresas privadas, obligue a sus empleados a vacunarse.

Además, pidió al congreso texano, dominado por los republicanos, que apruebe una ley con ese mismo propósito.

Abott ya había firmado hace semanas otra orden ejecutiva que prohíbe a las escuelas y autoridades locales pedir pruebas de vacunación a profesores, alumnos o funcionarios, algo que ya fue desafiado en los tribunales por el distrito escolar de la ciudad de San Antonio.

El gobernador republicano se vacunó contra covid-19 frente a las cámaras de televisión y ha pedido a los texanos que se vacunen; pero, en los últimos meses, ha luchado sin cuartel contra las normas de distritos escolares o ciudades que establecen el uso de mascarillas o requieren pruebas de vacunación.

La normativa que anunció Biden en septiembre está siendo redactada por el Departamento de Trabajo y aún no se sabe cuándo será presentada oficialmente. Se espera que la norma afecte a unos 80 millones de trabajadores, más de dos tercios de la fuerza laboral del país.

Varias compañías importantes, incluidas American Airlines y Southwest Airlines, con sede en Texas, han dicho que cumplirían con el mandato federal.

En todo Estados Unidos, el 56.4% de la población está vacunada por completo, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

La media de vacunación es menor en Texas, donde el 51.8% de los habitantes están completamente inmunizados. El estado ha experimentado una disminución reciente de nuevos casos y hospitalizaciones de covid-19. Pero un número creciente de muertes causado por la variante delta hace que el estado se acerque rápidamente a 67,000 muertes totales desde que comenzó la pandemia en 2020.

Buscan Acuerdo Para Pagar Facturas de Trump

En un mensaje sobre el inminente agotamiento de la capacidad de endeudamiento del gobierno federal, el presidente afirmó que los republicanos bloquean lo que ha sido siempre una práctica bipartidista de una manera “hipócrita y peligrosa”.

El presidente Joe Biden adoptó la inusual estrategia de culpar a la administración exterior para explicar por qué el llamado ‘techo de la deuda’ d ebe aumentarse.

“Debemos elevar el techo de la deuda en parte debido a las irresponsables políticas de gasto en impuestos de la administración (de Donald) Trump”, dijo el presidente en un mensaje desde la Casa Blanca para hablar sobre el límite que, de acuerdo con el Tesoro, se alcanzará a mediados de octubre.

“En cuatro años, ellos (los republicanos) incurrieron en casi $8 billones de deuda adicional, en facturas que ahora tenemos que pagar (…) Eso es más de la cuarta parte de la deuda entera asumida en más de 200 años”, aseguró el presidente, quien expresó su frustración con los congresistas republicanos que se niegan a autorizar un aumento de la capacidad de endeudamiento, algo que solía ser un trámite bipartidista.

“Los republicanos en el Congreso elevaron (el límite) de la deuda tres veces cuando Donald Trump era presidente, y en cada ocasión tuvieron apoyo demócrata. Ahora no lo van a elevar”, se quejó el mandatario, quien aseguró que los legisladores de la oposición tienen una actitud “hipócrita, peligrosa y vergonzosa”.

Biden afirmó que con esa posición los republicanos amenazan con usar su poder para prevenir que la economía supere lo que el Tesoro y empresas de análisis de riesgo calculan que serán un escenario catastrófico.

Si el techo de la deuda no es elevado el país tendrá que empezar a posponer o recalcular pagos a sus acreedores, entrando por primera vez en su historia en una cesación de pagos que enviaría señales de alarma al sistema financiero internacional y podría degenerar en una recesión global, de acuerdo con la advertencia que hizo al Congreso la secretaria del Tesoro, Yanet Yellen.

“No estamos esperando que los republicanos hagan su parte. Ellos han sido muy claros desde el principio. Solo les estamos pidiendo que no usen los trucos procedimentales para impedirnos hacer el trabajo que ellos no harán”, dijo el presidente en referencia al filibuster, el recurso dilatorio con el que cuenta la minoría en el Senado para bloquear la aprobación de leyes.

Para cerrar los debates sobre leyes y pasar a voto final, los senadores necesitan 60 votos para aprobar el llamado ‘cloture’. Actualmente los demócratas y republicanos tienen 50 escaños cada uno, por lo que la mayoría solo la asegura el voto de la vicepresidenta Kamala Harris.

“Un meteoro está dirigiéndose a chocar nuestra economía. Los demócratas están dispuestos a hacer todo el trabajo para detenerlo. Los republicanos solo tienen que dejarnos hacer nuestro trabajo. Solo sálganse del camino. Si no quieren ayudar a salvar el país, solo sálganse de la vía para que no lo destruyan”.

Poco antes de las palabras de Biden, McConnell envió una carta al presidente diciéndole que los demócratas deben buscar la manera de elevar el techo de deuda ellos mismos.

“Respetuosamente le digo que es momento de que se involucre directamente con los demócratas del Congreso en este asunto” y le recordó que no deben “ir sonámbulos a una catástrofe evitable cuando han tenido casi tres meses de aviso para hacer su trabajo”.

El líder republicano argumenta que no tiene una lista de demandas que hacer a la Casa Blanca pero que como Biden y los demócratas “desean gobernar solos, deben manejar el límite de la deuda solos también”.

Los republicanos han bloqueado los dos intentos hecho en el Senado para subir el techo de la deuda: la primera, cuando era parte de un paquete para financiar al gobierno, y la segunda, cuando se presentó como pieza independiente.

La estrategia de la bancada de McConnell es forzar a los demócratas a que incluyan el tema en el paquete de reconciliación de $ 3,5 billones que esperan aprobar por mayoría simple, pero es un procedimiento que podría tomar mucho tiempo y no estar a punto para el 18 de octubre, que es cuando el Tesoro espera agotar la capacidad de endeudamiento.

Los Mismos Demócratas Traen en Jaque a Biden

El plan de infraestructura y el plan de gasto social, las dos mayores iniciativas de la Casa Blanca, no avanzan en el Congreso porque las objeciones que hacen dos senadores demócratas impiden un voto en la Cámara de Representantes.

El gran problema de un Congreso donde las mayorías son muy ajustadas es que cualquier legislador puede dejar en suspenso el avance de las iniciativas, aun cuando provengan de su propio partido. Y eso es lo que está experimentando el Partido Demócrata con dos de los suyos: los senadores Joe Manchin y Kyrsten Sinema.

Sinema, de Arizona, y Manchin, de Virginia Occidental se han convertido en el voto decisivo para la agenda de inversión social del presidente Joe Biden. Ambos senadores representan al sector centrista, más conservador, del Partido Demócrata.

Aunque Sinema y Manchin son senadores, mantienen en jaque la aprobación en la Cámara de Representantes de los dos grandes planes de gasto del presidente: el plan de infraestructura de $1.2 billones (trillion en inglés) y el plan en inversión social de $3.5 billones (trillion en inglés).

Pero Manchin y Sinema, quienes ayudaron a que el proyecto de ley de infraestructura ganara apoyo bipartidista, frenaron el avance del plan de inversión social alegando que es demasiado grande. Manchin hizo una propuesta este jueves para reducirlo a $1.5 billones, que ha caído como balde de agua fría entre muchos demócratas del ala progresista.

La estrategia en la Cámara de Representantes era proceder con el proyecto de obras públicas, que cuenta con el apoyo bipartidista, mientras se continuaba negociando el otro gran paquete que la Casa Blanca ha descrito como «infraestructura humana» y que incluye ampliar el acceso a la atención de la salud, impulsar los programas de educación y luchar contra el cambio climático.

Pero como Manchin y Sinema se muestran renuentes a aprobarlo cuando llegue al Senado, el grupo de representantes progresistas ha dicho que no votará en favor hasta que el paquete social no cuente con garantías de convertirse en realidad.

Eso llevó a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a posponer el voto que había convocado para el jueves pasado, cuando quedó claro que arriesgaba a una humillante derrota propinada por sus propidos compañeros del partido.

Cuando se postuló al senado en 2018, muchos progresistas reconocían que no esperaban que Sinema votara con los demócratas el 100% del tiempo, pero al menos confiaban en que ella se resolvería en temas importantes, especialmente una vez que Biden ganó su estado en 2020.

En esta semana clave para la agenda de Biden la predicción se cumplió.

“La senadora Sinema dijo públicamente más de dos meses atrás, antes de que el Senado pasará el acuerdo bipartidista de infraestructura, que ella no apoyaría el proyecto de 3.5 billones de dólares”, dijo en un comunicado su oficina el cual ella misma compartió en Twitter el jueves cuando no se llegó a un acuerdo para pasar el proyecto de inversión social.

El comunicado explica, sin dar detalles, que compartió sus “preocupaciones y prioridades, incluyendo los montos en dólares” con el líder de la mayoría Chuck Schumer y la Casa Blanca y reclamó que sus puntos de vista no fueron compartidos con Biden.

Sin embargo, el comunicado aclara que Sinema mantiene las discusiones con su compañero demócrata de Nueva York y el presidente Biden para “encontrar un terreno común”.

Mientras se llega a ese terreno, los dos grandes proyectos del presidente Biden, esos en los que confía para dejar su legado, penden de un hilo en el Congreso para beneplácito de muchos republicanos que gustan ver cómo es el propio Partido Demócrata el que no puede avanzar con sus propias iniciativas.

Biden Suspende Viaje, se Queda a Negociar

El senado rechazó en dos oportunidades esta semana aumentar el techo de endeudamiento, lo cual pone en riesgo que Estados Unidos cumpla con el pago de la deuda nacional el 18 de octubre

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, canceló un viaje que tenía previsto hacer este miércoles a Chicago para centrarse en las negociaciones sobre su agenda económica en el Congreso, según informó la Casa Blanca.

Biden “permanecerá en la Casa Blanca mañana para seguir trabajando en el avance de estas dos leyes para crear empleos, hacer que crezca la economía y realizar inversiones para las familias, en lugar de obsequios a los ricos y las grandes corporaciones”.

El viaje de Biden a Chicago, que tenía el foco en la campaña de vacunación, será reprogramado.

La decisión de Biden es una señal de la importancia que la Casa Blanca da a las negociaciones en el Congreso, donde los republicanos se niegan a llegar a un acuerdo con los demócratas y los demócratas, a su vez, están divididos entre moderados y progresistas.

Por su parte, el líder republicano en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, bloqueó este martes un nuevo intento de los demócratas para aprobar un aumento del techo de endeudamiento y evitar que EEUU incurra en una suspensión de pagos de la deuda nacional el 18 de octubre.

La noche del lunes el senado había dado una primera negativa a esta medida, en un intento dificultar la aprobación de la agenda económica del presidente, Joe Biden, también tiene como consecuencia inmediata que los demócratas deben resolver dos fechas límite urgente en materia fiscal.

La negativa de McConnell significa que los demócratas tendrán que buscar otras opciones para aumentar la deuda.

“No había ninguna posibilidad de que los republicanos hicieran un esfuerzo para ayudar a los demócratas a conservar su tiempo y energía con el fin de que puedan reanudar tan rápido como sea posible su embestida a través de un socialismo partidista”, arremetió despectivamente McConnell desde el hemiciclo.

Horas antes, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, había anunciado su deseo de llegar a un acuerdo con los republicanos para que los demócratas aprobaran el aumento del techo de deuda con una mayoría simple de 50 escaños sin tener que superar la barrera de 60 votos necesaria para la mayoría de leyes.

Actualmente, el Senado está dividido en 50 escaños para los republicanos y 50 para los demócratas, aunque los demócratas tienen la mayoría porque cuentan con el voto del desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.

Los republicanos quieren que los demócratas utilicen un mecanismo legislativo llamado “reconciliación” que permite aprobar de forma excepcional proyectos con tan solo 50 votos.

Los demócratas, sin embargo, ya llevan semanas debatiendo entre ellos cómo usar este mecanismo para aprobar un gran plan de gasto social del presidente estadounidense, Joe Biden, por lo que añadirle el tema de la deuda resultará con toda probabilidad en más discusiones y demoras.

Por eso, ante la insistencia de los republicanos, varios demócratas de alto rango, incluido Schumer, dijeron este martes que esa opción no está sobre la mesa.

“Ir con la deuda a través del proceso largo, complicado y difícil de reconciliación con el límite de la deuda es muy, muy arriesgado”, avisó Schumer en declaraciones a la prensa.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, advirtió este martes que EEUU podría incumplir sus obligaciones sobre el pago de la deuda el 18 de octubre.

Esta situación sobre el techo de deuda, que lleva a Estados Unidos al abismo cada pocos años, se produce porque el Gobierno gasta mucho más dinero del que obtiene a través de impuestos federales.

Solo en 2021, se estima que el Gobierno incurrirá en unos gastos de 5,8 billones y tendrá 3,5 billones de ingresos, lo que dejará un déficit de 2,3 billones, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.

El Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.

EEUU nunca ha tenido que recurrir a la suspensión de pagos de su deuda soberana, pero estuvo cerca en 2011 con Barack Obama en la Casa Blanca.

Entonces se desató un enorme caos en los mercados financieros, lo que llevó a que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.

Florida Demanda a Biden por Migración

DeSantis pidió que se reinstauren las restrictivas políticas migratorias impuestas durante el pasado gobierno y firmó una orden que prohíbe a las agencias estatales colaborar en la reubicación de los inmigrantes indocumentados que llegan a la entidad.

El estado de Florida interpuso el martes una demanda en contra del gobierno del presidente Joe Biden asegurando que su política de inmigración es «ilegal» y «destructiva», al tiempo que el gobernador Ron DeSantis firmó una orden que prohíbe a las agencias estatales colaborar en la reubicación de los inmigrantes indocumentados que llegan a la entidad.

La demanda interpuesta por la fiscal general Ashley Moody ante una corte federal en Pensacola, norte de Florida, afirma que la política federal de inmigración le costará al estado millones de dólares y afectará a Florida.

“Si bien algunos de los migrantes que llegan tienen solicitudes de asilo legítimas, muchos no. Algunos son miembros de pandillas y narcotraficantes que aprovechan la crisis en la frontera, como lo demuestra la impresionante cantidad de fentanilo incautado en la frontera este año”, afirma la demanda.

Moody y DeSantis ofrecieron una conferencia de prensa en el suroeste de Florida, durante la cual ambos criticaron a Biden en materia de inmigración y elogiaron las políticas del expresidente Donald Trump.

“El presidente Biden está ayudando a los cárteles criminales”, afirmó Moody.

«Queremos que sean reinstauradas las políticas predecesoras» de Trump en materia migratoria, aseveró DeSantis, al criticar las que considera «destructivas políticas migratorias» y «de fronteras abiertas».

Según sus cifras, desde que Biden asumió la Presidencia en enero pasado la Patrulla Fronteriza «ha liberado a casi un cuarto de millón de inmigrantes ilegales» en el país.

Ordena detener vehículos sospechosos

Al igual que ya lo hizo el mes pasado el gobernador de Texas, Greg Abbott, el gobernador de Florida emitió una orden ejecutiva que autoriza al Departamento de Policía de Florida y a la Patrulla de Caminos estatal “detener cualquier aeronave, autobús o cualquier otro vehículo dentro del estado de Florida que se crea que transporta extranjeros ilegales a Florida desde la frontera suroeste”, si lo permiten las leyes estatales y federales. La salvedad de que la ley debe cumplirse probablemente les impide incautar aeronaves federales.

DeSantis también ordenó a las agencias recopilar información sobre la identidad de cualquier inmigrante que llegue a Florida de manera ilegal desde la frontera con México e instruyó a las dependencias estatales a no gastar dinero para ayudar a esos inmigrantes a menos que lo exija la ley.

La representante estatal demócrata Anna Eskamani criticó a DeSantis, señalando que el gobernador utiliza el tema migratorio para sumar puntos políticos entre su base conservadora en lugar de enfocarse en otras cuestiones que afectan al estado.

“Ha perdido por completo la cabeza y solo quiere distraer a la gente de a pie de los problemas de la vida real”, declaró Eskamani, citada por AP. “Tenemos una crisis de vivienda asequible, tenemos que preocuparnos por el cambio climático, tenemos gente que no puede encontrar un empleo bien remunerado. Hay tantos problemas a nuestro alrededor y esto es lo que él elige”.

Cuando le preguntaron sobre la demanda y la orden de DeSantis, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, respondió que no había visto la querella.

“Cualquier republicano o cualquier miembro que quiera tener una conversación constructiva sobre soluciones para abordar lo que todos coincidimos que no es un enfoque operativo o moral sostenible a largo plazo de la inmigración, estamos encantados de tener esa conversación”, señaló Psaki.

DeSantis, quien es considerado un posible candidato a la presidencia para 2024, ha estado arremetiendo contra Biden en el tema de la inmigración durante meses. Envió policías de Florida a Texas para ayudar a frenar los cruces ilegales en la frontera, y posteriormente, él y Moody visitaron la frontera y realizaron una conferencia de prensa para hablar sobre el tema.

Biden Pide Unidad Mundial

El mundo está ante «un punto de inflexión en la historia», afirmó el presidente en su primer discurso ante la Asamblea General, en el que desgranó las nuevas prioridades de política exterior de Estados Unidos.

El presidente, Joe Biden, aseguró este martes en el primer discurso de su mandato ante la Asamblea General de Naciones Unidas que el mundo se encuentra ante «un punto de inflexión histórico», puesto que, en su opinión, esta década «determinará nuestro futuro», por lo que pidió unidad global para combatir la pandemia de coronavirus y la emergencia climática, entre otras amenazas.

«No importa cuán desafiantes o complejos sean los problemas a los que nos enfrentemos, el Gobierno por y para el pueblo sigue siendo la mejor manera de cumplir con todo nuestro pueblo», declaró Biden, que insistió en que Estados Unidos y sus aliados occidentales seguirán siendo socios vitales.

«Nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestras mismas libertades están interconectadas, en mi opinión, como nunca antes», agregó, «elegiremos construir un futuro mejor. Nosotros, ustedes y yo, tenemos la voluntad y la capacidad de mejorarlo. No podemos permitirnos perder más tiempo».

Biden llegó a la cita con la intención de recuperar el liderazgo de Estados Unidos en la escena internacional, diezmado principalmente por el rumbo que tomó el Gobierno del expresidente Donald Trump y su retórica bélica.

Pero la caótica gestión de la retirada militar de Afganistán provocó un gran descontento entre sus aliados, principalmente los de la OTAN, que tuvieron que acelerar las operaciones para sacar del país a sus tropas y civiles allí desplegados.

Aunque el fin de la misión estadounidense en Afganistán terminó con la muerte de 13 militares en un atentado perpetrado a las puertas del aeropuerto de Kabul, Biden insistió ante la ONU en que su país ha cambiado de prioridades.

«Hemos puesto fin a 20 años de conflicto en Afganistán. Y mientras cerramos este período de guerra implacable, estamos abriendo una nueva era de diplomacia implacable para usar el poder de nuestra ayuda al desarrollo para invertir en nuevas formas de aupar a gente en todo el mundo», declaró con voz solemne.

De hecho, Biden subrayó que es la primera vez que Estados Unidos no está implicado en ningún conflicto bélico, pero ante las crecientes tensiones con China y otros países hizo hincapié en que su Administración no quiere «una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos».

La estrategia estadounidense se basa en volver a usar la diplomacia de antaño como mejor herramienta para liderar la escena internacional, abogando por la defensa de la democracia, un mundo desnuclearizado y la protección de las personas más vulnerables, como las mujeres y niñas afganas.

Aún así, Biden señaló que Estados Unidos seguirá protegiéndose de ataques terroristas, cibernéticos y cualquier otro tipo de agresión.

«No se equivoquen: Estados Unidos seguirá defendiéndose y también a sus aliados, incluido de las amenazas terroristas», manifestó. «Hoy somos más fuertes ante amenazas terroristas», afirmó.

En su discurso, Biden repitió que su solución al conflicto entre Israel y los palestinos es crear dos Estados y afirmó que espera convencer a Irán a que vuelva a la mesa de negociaciones para discutir el fin de su programa nuclear.

El presidente no mencionó en ningún momento la relación entre Estados Unidos y Francia, uno de sus aliados más antiguos, que pasa por un delicado momento a raíz de un pacto de seguridad alcanzado por Biden con Australia y el Reino Unido la semana pasada para fabricar submarinos de propulsión nuclear.

Biden Honra a Militares Muertos en Afganistán

El presidente y la primera dama viajaron a Dover, Delaware, para reunirse con los familiares de las 13 víctimas del ataque terrorista en el aeropuerto de Kabul, que también dejó 160 afganos fallecidos. Ambos estuvieron presentes en la ceremonia de retorno de los cuerpos a tierra estadounidense este domingo.

El presidente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, asistieron a un evento de «traslado digno» este domingo para marcar el regreso a casa de los restos de los militares estadounidenses muertos la semana pasada en el ataque terrorista en las afueras del aeropuerto de Kabul.

Vestida de negro, la pareja presidencial llegó temprano el domingo a la Base de la Fuerza Aérea de Dover en Delaware, donde se reunieron con familiares de los miembros del servicio que murieron mientras custodiaban el aeropuerto de Kabul para evacuar a los refugiados estadounidenses y afganos de la capital de Afganistán, ahora en manos de los talibanes.

En el solemne evento alrededor del mediodía, el presidente y la primera dama, junto con oficiales militares de alto rango, observaron cómo se descargaron de un avión de transporte militar los ataúdes cubiertos con banderas.

Trece miembros del servicio estadounidense y al menos 95 afganos murieron en dos explosiones el jueves. El autoproclamado grupo terrorista Estado Islámico, que ha luchado con los talibanes, tomó responsabilidad del ataque suicida.

Al dirigirse a la nación anteriormente, Biden elogió a los estadounidenses asesinados como «la columna vertebral de Estados Unidos» y prometió vengarse de quienes perpetraron el ataque. «Los perseguiremos y los haremos pagar», dijo.

Estados Unidos lanzó un ataque de represalia el viernes, en el que mató a dos objetivos del Estado Islámico de «alto perfil» en un ataque con drones en Afganistán, según el Pentágono.

La base de Dover, en el estado natal de Biden, ha sido el principal punto de recepción de los cuerpos de los miembros del servicio muertos en las guerras de Irak y Afganistán.

También es la base donde el difunto hijo de Biden, Beau, fue desplegado de camino a Irak durante un período de servicio con la Guardia Nacional de Deleware. Más tarde murió de cáncer cerebral.

Senado Apreuba Proyecto de Biden de Infraestructura

El Senado de EE.UU. aprobó un paquete bipartidista histórico de US$ 1,2 billones para apuntalar la infraestructura en ruinas de la nación con fondos para prioridades como carreteras, puentes, ferrocarriles, tránsito y la red eléctrica. La vicepresidenta Kamala Harris anunció la votación final: 69 a 30.

La legislación ahora se dirigirá a la Cámara de Representantes, donde enfrenta un futuro incierto, antes de que pueda enviarse al escritorio del presidente Joe Biden para que se promulgue como ley.

El proyecto de ley, llamado Ley de Empleos e Inversión en Infraestructura, incluye US$ 550.000 millones en nuevos gastos federales durante cinco años:

Inversión de…

US$ 110,000 millones en carreteras, puentes y grandes proyectos.
US$ 66,000 millones en trenes de pasajeros y carga
US$ 65,000 millones para reconstruir la red eléctrica
US$ 65,000 millones para expandir el acceso a internet de banda ancha
US$ 39,000 millones para modernizar y expandir los sistemas de tránsito
US$ 7,500 millones para construir una red nacional de infraestructura de carga para vehículos eléctricos
US$ 55,000 millones para infraestructura de agua, US$ 15.000 millones de los cuales se destinarán al reemplazo de tuberías de plomo.

Qué sucederá ahora

Es probable que la Cámara de Representantes no acepte el proyecto de ley hasta el otoño boreal. La cámara baja detiene sesiones en el receso de agosto y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha indicado que la cámara no aceptará el proyecto de ley bipartidista hasta que los demócratas del Senado aprueben un paquete separado y más expansivo sin votos republicanos bajo el proceso de reconciliación presupuestaria, una posición que ha recibido críticas de los republicanos y rechazo de algunos demócratas moderados.

Biden se Reúne con Líderes Latinos Prometiendo Reforma Migratoria

El presidente estadounidense recibió en la Casa Blanca a una docena de líderes latinos, con los que abordó desde la inmigración hasta la economía y la crisis climática en un intento de mejorar su relación con los hispanos

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, subrayó este martes su compromiso de impulsar a corto plazo una reforma migratoria que incluya una vía a la ciudadanía para millones de indocumentados, al incluirla en una ley de gasto que los demócratas quieren aprobar sin votos republicanos.

Biden recibió en la Casa Blanca a una docena de líderes latinos, con los que abordó desde la inmigración hasta la economía y la crisis climática en un intento de mejorar su relación con los hispanos, que le votaron en una proporción menor de lo esperado en las elecciones de 2020.

Durante la reunión, que duró más de una hora y media y a la que también asistió la vicepresidenta Kamala Harris, el presidente “expresó su apoyo a una reforma migratoria a través del proceso de reconciliación” que impulsan los demócratas en el Congreso, explicó la Casa Blanca en un comunicado.

Ese proceso implica incluir una solución para los indocumentados en el paquete de gasto social de 3,5 billones de dólares que impulsan en el Congreso los demócratas -el partido de Biden- y que quieren aprobar mediante un mecanismo conocido como reconciliación, que les permitiría prescindir de votos republicanos.

La propuesta de los demócratas abriría una vía a la ciudadanía para los “soñadores”, jóvenes que llegaron al país siendo niños, además de millones de indocumentados que han sido considerados trabajadores esenciales durante la pandemia y los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).

“(Biden y Harris) han redoblado su compromiso de conseguir una vía a la ciudadanía para millones de personas durante el proceso de reconciliación”, dijo una de las asistentes a la reunión, Lorella Praeli, copresidenta de la organización Community Change Action.

En declaraciones a la prensa tras el encuentro, Praeli aseguró que Biden entiende que, en este momento, “no hay un camino bipartidista” posible para aprobar la reforma migratoria, y los demócratas tienen que hacerlo solos.

“Tenemos que asegurarnos de que legalizamos a millones de personas este año”, añadió la activista, que nació en Perú, llegó a Estados Unidos como indocumentada y consiguió hace pocos años la ciudadanía estadounidense.

La mayoría demócrata en la Cámara Baja quiere aprobar el paquete de 3,5 billones que incluye las medidas migratorias una vez que el Congreso dé luz verde a un plan separado de inversión en infraestructuras, que ronda el billón de dólares y que el Senado confía en refrendar esta semana.

Sin embargo, algunos legisladores progresistas en la Cámara Baja quieren que ambos proyectos de ley se impulsen de forma simultánea, lo que podría complicar el panorama para su aprobación.

Aunque los líderes latinos que acudieron este martes a la Casa Blanca celebraron la postura de Biden en cuanto a la reforma migratoria, también criticaron al menos una de sus políticas en la frontera con México.

Se trata del llamado Título 42, una medida que el Gobierno de Biden prorrogó indefinidamente este lunes y que, amparándose en la pandemia, permite expulsar inmediatamente a la mayoría de los indocumentados que llegan a la frontera, que no pueden pedir asilo.

“Seguimos dejando claro al presidente y la vicepresidenta que no apoyamos el Título 42, y que es esencial que el Gobierno siga deshaciendo las políticas (impulsadas por el expresidente Donald) Trump”, aseguró tras el encuentro Jess Morales Rocketto, de la Alianza Nacional de Trabajadores Domésticos.

Morales Rocketto, vinculada también a la organización “Families belong together”, recalcó la necesidad de que las políticas estadounidenses en la frontera sean “seguras, humanas y respetuosas con todas y cada una de las personas” migrantes.

En general, no obstante, los asistentes a la reunión salieron satisfechos y evitaron criticar a Biden, a quien dieron las gracias por escuchar sus ideas después de cuatro años en los que, con Trump en el poder, muchas de sus organizaciones no tuvieron acceso a la Casa Blanca.

“Ha empezado un nuevo día, y estamos felices de trabajar con este Gobierno en políticas importantes para nuestra comunidad”, afirmó Nathalie Rayes, presidenta del grupo demócrata independiente Latino Victory.

Ese mensaje era justo el que quería escuchar Biden, cuyo equipo ha multiplicado los contactos con hispanos en parte para reforzar la alianza con tiempo suficiente antes de las elecciones legislativas de 2022, en las que confía en que los demócratas mejoren sus resultados entre los latinos.

Aunque Biden ganó entre los hispanos con un margen de casi veinte puntos sobre Trump en las elecciones de noviembre, el ex presidente consiguió el respaldo del 38 % de los votantes latinos, frente al 28 % que le había apoyado en 2016, según el centro de investigación Pew.

Ese aumento preocupa a la Casa Blanca, que se ha propuesto aumentar sus contactos con líderes latinos en un intento de hacerles sentir implicados en sus políticas mucho antes de los comicios de 2022, informó este martes el diario Politico.

Por eso, durante el encuentro de este martes, Biden no solo habló de inmigración, sino también de la economía, los intentos de varios estados republicanos de restringir el derecho al voto de las minorías y de la pandemia de la covid-19.

“Los líderes latinos han sido esenciales a la hora de ayudar a que este país se vacune”, aseguró el mandatario en declaraciones a la prensa al comienzo del encuentro.

La reunión también tenía como objetivo conmemorar el segundo aniversario del tiroteo de El Paso (Texas), que dejó 23 muertos y supuso la peor masacre de hispanos de la historia reciente de Estados Unidos.

“La amenaza terrorista más letal para nuestra patria en los últimos años ha sido el terrorismo doméstico basado en el supremacismo blanco. Vamos a tener que unirnos contra esta violencia”, subrayó el presidente.