Atacante de Esposo de Pelosi Quería Romperle las Rodillas

La policía divulgó las declaraciones de David DePape, acusado de golpear con un martillo al esposo de la presidente de la Cámara de Representantes de EEUU en su casa en California, y confirmó que tuvo motivaciones políticas

El hombre acusado de atacar con un martillo al marido de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo a la policía que su plan era retener a la líder demócrata como rehén y “romperle las rodillas” para demostrar a otros miembros del Congreso que había “consecuencias en las acciones”, según informaron el lunes las autoridades.

En una escalofriante denuncia federal, las autoridades afirman que David DePape, de 42 años, que llevaba bridas, cinta adhesiva y una cuerda en una mochila, irrumpió en la casa de la pareja en San Francisco la madrugada del viernes, subió al piso superior donde dormía Paul Pelosi, de 82 años, y exigió hablar con “Nancy”.

“Esta casa y la propia portavoz eran objetivos específicos”, dijo la fiscal del distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, en una rueda de prensa celebrada el lunes por la noche en la que anunció los cargos estatales contra DePape, entre ellos el de intento de asesinato.

“Esto tuvo una motivación política”, dijo Jenkins. Imploró al público que “vigilemos las palabras que decimos y bajemos el volumen de nuestra retórica política”.

Los investigadores creen que DePape había estado investigando de antemano para atacar a Pelosi, dijo Jenkins en una entrevista con The Associated Press. “Esto no fue algo que hizo de forma improvisada”, dijo.

Las autoridades dijeron que DePape rompió una puerta de cristal en la parte trasera de la casa con un martillo, fue al dormitorio de arriba y le dijo a un sorprendido Paul Pelosi que se despertara.

Cuando Paul Pelosi le dijo al intruso que su mujer no estaba en casa, DePape dijo que esperaría, incluso después de que le dijeran que no estaría en casa durante algunos días. El asaltante empezó entonces a sacar bridas para atar a Pelosi, según la denuncia.

DePape dijo a los investigadores que quería hablar con la presidenta Pelosi y que la veía como la “líder de la manada de mentiras del Partido Demócrata”, según la denuncia de ocho páginas.

“Si ella le decía a DePape la ‘verdad’, él la dejaría ir y si ella ‘mentía’, él le iba a romper las rodillas”, alega la denuncia.

“Al romperle las rótulas a Nancy, tendría que ser llevada en silla de ruedas al Congreso, lo que demostraría a otros miembros del Congreso que las acciones tenían consecuencias”, dijo DePape dijo a los investigadores según el reporte.

La denuncia federal dice que DePape dijo que quería “utilizar a Nancy para atraer” a otra persona, pero no da detalles de tal plan.

Después de que DePape se enfrentara a Paul Pelosi en su dormitorio, éste trató de llegar a un ascensor de la casa para alcanzar un teléfono, pero DePape le bloqueó el paso, dijo Jenkins. En camisón, Pelosi le dijo entonces al asaltante que tenía que ir al baño, lo que le permitió llegar a su teléfono móvil y llamar al 911, según las autoridades.

La policía fue enviada a la casa en el exclusivo barrio de Pacific Heights alrededor de las 2:20 de la madrugada del viernes. Llegaron dos minutos más tarde y vieron a los dos hombres luchando por un martillo, y luego DePape golpeó a Pelosi al menos una vez antes de ser abordado por los agentes, dijo Jenkins.

Dijo que las imágenes de las cámaras corporales de la policía “muestran el ataque en sí”. La policía encontró más tarde un segundo martillo, junto con una cuerda, cinta adhesiva y un diario en la mochila de DePape.

En un comunicado a última hora del lunes, la presidenta Pelosi dijo que su familia estaba “muy agradecida” por los “miles de mensajes que transmiten preocupación, oraciones y cálidos deseos.” Su marido fue operado de una fractura de cráneo y otras lesiones tras el ataque. Dijo que estaba haciendo “progresos constantes en lo que será un largo proceso de recuperación”.

La cruda narración expuesta por los fiscales estatales y federales contrasta con las bromas burlonas y las teorías conspirativas difundidas por figuras de la extrema derecha e incluso por algunos líderes republicanos justo una semana antes de las elecciones de mitad de mandato. Se está registrando un número récord de amenazas de seguridad contra legisladores y funcionarios electorales.

En un acto de campaña celebrado el lunes en Arizona, Kari Lake, candidata republicana a la gobernación, arrancó sonoras carcajadas al bromear sobre la seguridad en la casa de Pelosi.

Además de los cargos estatales, DePape también fue acusado el lunes en un tribunal federal de influir, obstaculizar o tomar represalias contra un funcionario federal amenazando o lesionando a un familiar. También se enfrenta a un cargo de intento de secuestro de un funcionario de Estados Unidos por sus funciones oficiales.

No se ha designado un abogado para DePape. Está previsto que sea procesado el martes por los cargos estatales, y los fiscales pedirán que permanezca en prisión sin fianza.

En la ambulancia del hospital, Paul Pelosi dijo a la policía que nunca había visto a DePape, según la denuncia. Y Jenkins dijo el domingo: “No tenemos nada que sugiera que estos dos hombres se conocían antes de este incidente”, una declaración que contradice las vulgares sugerencias sin fundamento en las redes sociales.

DePape dijo a los investigadores que no se fue a pesar de que sabía que Paul Pelosi había llamado al 911 porque “al igual que los padres fundadores de Estados Unidos con los británicos, estaba luchando contra la tiranía sin la opción de rendirse”, dijo la declaración jurada.

Pelosi, que estaba en Washington DC en el momento del atentado, regresó rápidamente a California. A diferencia de los presidentes, los líderes del Congreso tienen protección de seguridad para ellos mismos, pero no para sus familias.

DePape es un ciudadano canadiense que entró legalmente en Estados Unidos en el año 2000, pero que ha permanecido en el país mucho tiempo después de que su visado expirara, según un funcionario estadounidense que no estaba autorizado a hablar del asunto públicamente y que habló bajo condición de anonimato.

La familia describió a DePape como una persona distanciada, y era conocido por algunos en San Francisco como un activista a favor de la desnudez que parecía abrazar una serie de teorías conspirativas. DePape ha vivido durante los últimos dos años en un garaje de una residencia en Richmond, California, según la denuncia.

El ataque fue un eco inquietante de la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos, cuando los alborotadores que intentaban anular la derrota electoral de Joe Biden frente a Donald Trump irrumpieron en los pasillos gritando inquietantemente “¿Dónde está Nancy?”.

Elon Musk tuiteó el fin de semana, y luego borró, las teorías conspirativas de un sitio web marginal a sus millones de seguidores, ya que su compra de Twitter ha suscitado la preocupación de que la plataforma de medios sociales ya no trate de limitar la desinformación y el discurso de odio.

El hijo de Trump, Donald Trump Jr., fue uno de los que se burló del ataque a Paul Pelosi, tuiteando burdas bromas al respecto.

Con casi 10.000 amenazas contra miembros del Congreso en el último año, la Policía del Capitolio de Estados Unidos ha aconsejado a los legisladores que tomen precauciones. El jefe Tom Manger, que dirige el cuerpo, ha dicho que la amenaza de los atacantes solitarios ha ido creciendo y que la amenaza más importante a la que se enfrenta el cuerpo es el número históricamente alto de amenazas contra los legisladores, miles más que unos años antes.

La paliza al marido de la portavoz se suma a otros ataques y amenazas. Este verano, un hombre que llevaba una pistola, un cuchillo y bridas fue detenido cerca de la casa del juez del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh en Maryland tras amenazar con matarlo. En 2017, el representante republicano Steve Scalise resultó gravemente herido cuando un partidario de Bernie Sanders abrió fuego contra los republicanos en un entrenamiento de béisbol del Congreso.

Sospechoso de Asalto a Esposo de Pelosi Publicaba Sobre QAnon

El hombre acusado de irrumpir en la casa de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en California y haber golpeado con un martillo al esposo de la legisladora al parecer publicaba en internet mensajes racistas y a menudo incoherentes que ponían en duda los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, defendía al exmandatario Donald Trump y compartía las teorías de la conspiración del movimiento QAnon.

David DePape, de 42 años, creció en Powell River, Columbia Británica, antes de marcharse de esa ciudad hace unos 20 años para seguir a San Francisco a una novia de mayor edad que él. Un domicilio de DePappe en la ciudad universitaria de Berkeley, en la zona de la bahía, conducía a un apartado postal en una tienda de UPS.

DePape fue arrestado en la casa de Pelosi a primeras horas del viernes. La fiscal federal de San Francisco, Brooke Jenkins, dijo que tiene previsto presentar varios cargos por delitos graves, como intento de asesinato, agresión con un arma mortal, allanamiento y maltrato a un adulto mayor.

Gene DePape padrastro de David DePape, dijo que su hijastro había vivido con él en Canadá hasta los 14 años y era un chico tranquilo.

“David jamás fue violento que me conste y jamás se metía en problemas, aunque era muy apartado y jugaba mucho videojuegos”, señaló Gene DePape.

Indicó que no ha visto a su hijastro desde 2003 e intentó en diversas ocasiones entablar comunicación con él durante años sin conseguirlo.

“En 2007 intenté comunicarme pero su novia me colgó cuando le pedí hablar con él”, afirmó Gene DePape.

David DePape era conocido en Berkeley como un activista a favor del nudismo que participaba desvestido en protestas contra decretos locales que obligaban a la gente a llevar ropa en público.

Gene DePape dijo que la novia a la que su hijo siguió hasta California se llama Gypsy y ambos tuvieron dos hijos. David DePape también tiene un hijo con otra mujer, de acuerdo con su padrastro.

Fotografías publicadas el viernes por el periódico The San Francisco Chronicle identificaron a DePape desnudo afuera del Ayuntamiento junto con docenas de personas más sin ropa durante la boda en 2013 de la activista nudista Gypsy Taub, que se casaba con otro hombre. Taub no respondió el viernes a llamadas telefónicas ni mensajes de correo electrónico.

Un artículo publicado en The Chronicle en 2013 describió a David DePape como un “fabricante de joyas de cáñamo” que vivía en un piso victoriano en Berkeley junto con Taub, quien fungía como presentadora de un programa de entrevistas en la televisión local de acceso público llamado “Uncensored 9/11″, en el que aparecía desnuda e promoviendo teorías de la conspiración que afirman que los ataques terroristas de 2001 fueron “un acto terrorista cometido por Estados Unidos”.

Un par de blogs publicados en línea en los últimos meses bajo el nombre de David DePape contenían diatribas sobre tecnología, extraterrestres, comunistas, minorías religiosas y élites globales.

Una publicación del 24 de agosto titulada “Q”, mostró una colección escatológica de memes que incluían fotos del delincuente sexual fallecido Jeffrey Epstein e hizo referencia a QAnon, la teoría de conspiración pro-Trump sin fundamento que propugna la creencia de que el país está dirigido por un camarilla de estado profundo de traficantes sexuales de niños, pedófilos satánicos y caníbales que comen bebés.

Acuerdan Nueva Fecha Límite de Deuda Nacional

Los demócratas de la Cámara de Representantes contaron con los votos suficientes para garantizar que el presidente Joe Biden pueda firmar la ley esta semana. Con la aprobación, el gobierno federal podrá seguir pagando sus compromisos en su totalidad hasta diciembre.

La Cámara de Representantes votó este martes a favor de elevar el límite del techo de la deuda del gobierno de Estados Unidos a fin de que pueda seguir pagando compromisos al menos hasta diciembre.

El levantamiento del máximo de deuda por unos 480,000 millones de dólares fue aprobado por el Senado la semana pasada en una votación por líneas partidistas. Ahora, tras la aprobación en la Cámara Baja se espera que el presidente Joe Biden lo firme esta semana.

La secretaria del Tesoro Janet Yellen ha advertido que el gobierno tiene hasta el 18 de octubre para aprobar la medida y que a partir de ahí el Tesoro no tendrá los fondos para cumplir con las obligaciones financieras.

Horas antes de la votación, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, urgió a los republicanos a votar a favor de la suspensión del techo de endeudamiento para evitar que el Gobierno se quede sin dinero para pagar sus deudas.

«Soy optimista sobre el techo de deuda, pero espero que lo podamos hacer de manera bipartidista», manifestó la líder demócrata en una rueda de prensa.

EEUU nunca ha tenido que declarar la suspensión de pagos de su deuda nacional pero estuvo muy cerca en 2011, cuando la mera posibilidad de que eso ocurriera desató el caos en los mercados financieros e hizo que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.

Un alivio temporal

Sin embargo, pese a la aprobación de la Cámara de Representantes y posterior firma de Biden, el alivio será sólo temporal y el Congreso tendrá que reconsiderar el asunto en diciembre, en momentos en que los legisladores estarán también considerando proyectos de gastos federales y tratando de evitar otro cierre del gobierno. Las demoras de fin de año plantean riesgos para ambos partidos y amenaza con dejar a Biden terminando su primer año en el cargo sumido en gran turbulencia.

La crisis actual se resolvió temporalmente cuando el líder de los republicanos en el Senado Mitch McConnell, accedió a aprobar la medida a corto plazo, pero al mismo tiempo advirtió que no lo hará de nuevo.

En una carta enviada a Biden el viernes, McConnell advirtió que los demócratas tendrán que aprobar el nuevo límite de deuda por su cuenta, utilizando un engorroso mecanismo legislativo que permite aprobar medidas con 51 de los 100 votos de la cámara alta, en vez de 60 como es común. El Senado actualmente está dividido 50-50, pero la vicepresidenta Kamala Harris tiene la facultad de votar para lograr el desempate.

En sus declaraciones sobre el límite de deuda, McConnell ha tratado de vincular el tema con los grandes proyectos de gasto público, aunque son dos partidas distintas y el tope de deuda tendría que ser levantado independientemente de si el paquete económico de 3.5 billones de dólares es aprobado o no.

“Sus partidarios en el Capitolio tienen ahora el tiempo que decían que les faltaba para resolver el asunto del tope de deuda mediante el mecanismo de reconciliación y todas las herramientas para hacerlo”, declaró McConnell en su carta a Biden.

“No podrán inventarse otra crisis para pedirme ayuda”, añadió.

McConnell fue uno de 11 republicanos que votaron con los demócratas para levantar el techo de deuda temporalmente.

El acuerdo para resolver el asunto, así sea temporalmente, fue abrupto. Senadores republicanos indicaron que McConnell cedió ante las amenazas de los demócratas de eliminar la regla que exige 60 votos para aprobar medidas en el Senado.

¿Cuáles son los retos políticos que enfrentan los demócratas?

El partido del presidente Biden requiere un voto casi unánime para tener éxito.

Frente a la oposición unánime de los republicanos y las minúsculas mayorías del Congreso, los demócratas necesitarán casi la unanimidad para tener éxito. Las consecuencias políticas para los demócratas serían de gran impacto si el proyecto de ley de mayor prioridad de Biden, junto con un paquete de infraestructura, se desmorona con su partido en la Casa Blanca y el Congreso.

¿Qué puede pasar en diciembre?

Hay muchos factores en juego para evitar que la propuesta legislativa salga de control.

Cuando llegue diciembre, alguien tiene que ceder. Pero no está claro cómo sucederá, y habrá mucho en juego para que los líderes se aseguren de que una mirada partidaria no se salga de control. De no ser así, para el 3 de diciembre, las agencias federales cerrarán a menos que el Congreso apruebe una legislación que las financie.

División en el Congreso

Las tensiones, azuzadas por el ataque al Capitolio por simpatizantes del expresidente Trump el pasado 6 de enero, dificultan las negociaciones.

El Congreso es un lugar tenso en estos días. El asalto del 6 de enero contra el Capitolio de Estados Unidos por parte de sus partidarios y lo mucho que está en juego para los demócratas que impulsan los programas de Biden han pasado factura en las negociaciones.

¿Qué consecuencias tendría un eventual impago?

Decenas de millones de estadounidenses podrían verse afectados.

Los inversores, como el caso de los fondos de pensiones y los bancos con deuda estadounidense, podrían verse afectados. Decenas de millones de estadounidenses y miles de empresas que dependen del apoyo del gobierno podrían sufrir las consecuencias. El valor del dólar podría colapsar y la economía estadounidense probablemente se hundiría nuevamente en la recesión, lo que tendría un impacto global.

¿Cómo afectaría al dólar en el mercado mundial?

La moneda estadounidense podría perder su sitio como “unidad de cuenta”. Es decir, su uso en las finanzas y comercio mundial.

El dólar estadounidense también podría perder su lugar único en el mundo como su principal «unidad de cuenta», lo que significa que se utiliza ampliamente en las finanzas y el comercio mundial. Sin este estado, los estadounidenses simplemente no podrían mantener su nivel de vida actual, aseguró el investigador Michael Humphreys, del Touro College, a la agencia AP. Esto provocaría la depreciación de la moneda y el aumento de la inflación.

Hasta la Próxima Semana Votación Para el Plan Infraestructura

La presidenta de la Cámara de Representantes dijo que el plan de 1 billón de dólares con apoyo bipartidista comenzará a debatirse este lunes y el jueves se pondrá a votación ante el pleno de la Cámara Baja.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció este sábado por la tarde que el jueves se votará en la Cámara Baja el plan bipartidista de infraestructura de alrededor de 1 billón de dólares.

«Mañana, 27 de septiembre, comenzaremos a debatir el marco del plan de infraestructura en el pleno de la Cámara de Representantes y lo votaremos el jueves, 30 de septiembre, el día que expira la autorización de transportación de superficie», informó Pelosi en un comunicado.

Pelosi se ha comprometido a aprobar el plan de infraestructura esta semana, justo cuando la agenda legislativa del presidente, Joe Biden, parece tambalearse. La líder demócrata también se ha comprometido a impulsar el paquete más amplio de seguridad social y cambio climático de 3.5 billones de dólares, que no cuenta con apoyo de los republicanos..

El plan de infraestructura de 1 billón de dólares fue aprobado por el Senado el mes pasado.

“Permítanme decirles que vamos a aprobar el proyecto de ley esta semana”, aseguró Pelosi, demócrata por California. “Nunca voy a llevar al plena un proyecto de ley que no cuente con los votos. No se puede elegir la fecha. Cuando tienes los votos, tienes que ir en un tiempo razonable y eso haremos», agregó.

Cuando se le preguntó este domingo a Biden si Pelosi tenía los votos necesarios para aprobar el proyecto de ley de infraestructura, el presidente respondió que eso le «tomará la mayor parte de esta semana».

Hablando sobe el paquete de 3.5 billones de dólares, Pelosi dejó en claro que, para obtener la unanimidad que se requiere entre los demócratas, los montos destinados al gasto social y a las iniciativas climáticas deberán recortarse.

Los senadores Joe Manchin por Virginia Occidental y Kyrsten Sinema por Arizona han dicho que no apoyarán un proyecto de ley de ese tamaño. Manchin ha propuesto un gasto de entre 1 billón y 1.5 billones de dólares, una cantidad que los progresistas han calificado de inaceptable para un proyecto de ley que originalmente era de 6 billones.

Biden, Pelosi+y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, han liderado los esfuerzos tras bambalinas para resolver las diferencias entre los demócratas y así lograr pronto la aprobación del gigantesco paquete presupuestario.

Pelosi le Rompe el Discurso a Trump

Con un gesto de desdén, la presidenta de la Cámara Baja de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, rompió este martes su copia del discurso que acababa de pronunciar el presidente Donald Trump, poco después de que algunos de sus compañeros de partido le abuchearan e incluso se marcharan del Congreso.

Estas fueron las anécdotas que marcaron el tercer discurso sobre el Estado de la Unión de Trump ante ambas cámaras del Congreso:

La mano fría de Pelosi

Un día antes de que el Senado vote para, con toda seguridad, absolver a Trump de los dos cargos que enfrenta en su juicio político por sus presiones a Ucrania, muchos observadores estaban pendientes del momento en que el mandatario se encontrara con Pelosi, la legisladora que lanzó la investigación para destituirle.

Como presidenta de la Cámara Baja, Pelosi tenía reservado un lugar de honor detrás de Trump en el hemiciclo, y cuando este le entregó una copia del discurso al llegar, la líder demócrata le extendió la mano, pero el mandatario se giró sin estrechársela.

El discurso roto de Trump

Al terminar la alocución de Trump, Pelosi agarró su copia del discurso, que había leído atentamente durante la sesión, y la rompió en dos a una altura suficiente para que la captaran las cámaras de televisión, en una señal de su amarga relación con el presidente.

Cuando los periodistas le preguntaron luego por qué lo hizo, Pelosi respondió que le pareció «lo más cortés que podía hacer» después de ese «discurso tan sucio».

Algunos demócratas gritaron a Trump…

Cuando Trump advirtió de que hay políticos que quieren «arrebatarles los seguros de salud» a los estadounidenses, un grupo de congresistas demócratas se levantaron de su asiento y le gritaron: «¡Tú!».

Algunos progresistas también se rieron cuando Trump presumió de estar persiguiendo a las compañías farmacéuticas, y la congresista latina Norma Torres se exasperó cuando el mandatario aseguró que está protegiendo a los pacientes que ya tenían enfermedades antes de contratar un seguro médico, según la cadena CNN.

… Y otros se asentaron del discurso

Al menos cuatro congresistas demócratas -Rashida Tlaib, Seth Moulton, Tim Ryan y Bill Pascrell- se marcharon indignados de la Cámara Baja en mitad del discurso: La primera de ellos, miembro de la famosa «Brigada» («Squad») de legisladoras progresistas, dijo en Twitter que no pudo aguantar sus «mentiras e intolerancia».

Otras dos integrantes de la «Brigada», la latina Alexandria Ocasio-Cortez y la afroamericana Ayanna Pressley, decidieron directamente no asistir en absoluto a la sesión para no «normalizar la conducta ilegal» de Trump, en palabras de la primera, que prefirió verlo por televisión y publicar una foto en Instagram.

Las demócratas de blanco en honor a las sufragistas
En contraposición a los comportamientos machistas de Trump, muchas legisladoras demócratas vistieron de blanco para conmemorar el centenario de la ratificación de la decimonovena enmienda de la Constitución de EE.UU., que concedió a las mujeres el derecho a voto.

En el primer discurso del Estado de la Unión de Trump en 2018, muchas vistieron de negro en solidaridad con el movimiento #MeToo, mientras que en 2019 las progresistas eligieron ir también de blanco, después de que se batiera el récord de mujeres elegidas para la Cámara de Representantes en unos comicios legislativos.

El minuto de oro de Guaidó el presidente democrático del congreso en Venezuela

Votan Mañana Para Enviar Artículos del Juicio de Trump al Senado

De acuerdo con tres funcionarios demócratas citados por el diario The Washington Post, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que la votación para enviar al Senado los artículos de abuso de poder y obstrucción al Congreso será este miércoles.

Luego de que la Cámara de Representantes aprobó imputar a Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, el inicio del juicio político quedó en suspenso en medio de la disputa entre republicanos y demócratas.

Por un lado, los demócratas quieren solicitar documentos y llamar testigos cercanos a la administración de Trump, como el jefe de gabinete, Mick Mulvaney, y el exasesor de seguridad John Bolton.

Por el otro, los republicanos buscan que el proceso siga la línea del juicio político contra el expresidente Bill Clinton y que se espere a que los asesores de la Cámaba Baja y del presidente pronuncien sus argumentos de apertura para entonces luego decidir sobre qué testigos serán llamados.

Tras la demora, Pelosi dijo el viernes pasado que se preparaba para llevar esta semana a votación el envío de los dos artículos de impeachment al Senado.

Pelosi Entrega Lista de Posibles Cargos de Juicio en Contra de Trump

La presidenta de la Cámara de Representantes distribuyó este lunes en el Congreso una hoja informativa que describe los cargos que buscarán imputarle al presidente Trump como parte del ‘impeachment’: Pelosi los considera un grave abuso de poder del presidente, incluyendo una «campaña de presión» y «encubrimiento».

Presidenta de la Cámara de Representantes distribuye la lista de potenciales cargos contra Trump
La representante demócrata por California Nancy Pelosi repartió este lunes a los demócratas la lista de cargos que buscan presentar en el juicio político contra el presidente Trump.

Los cargos fueron divididos en tres secciones: abuso de poder, una campaña de presión y encubrimiento.

En el primero, el de abuso de poder, la evidencia es el resumen de la transcripción de la llamada de Trump en julio pasado al presidente Zelensky de Ucrania, que dicen «pinta un panorama incriminador de Trump en el que abusa de su oficina y presiona a un gobierno extranjero para que interfiera en nuestras elecciones de 2020».

Según el documento, Trump «traicionó su juramento, traicionó nuestra seguridad nacional y traicionó la integridad de nuestras elecciones para su propio beneficio político personal».

Para los cargos relacionados con la supuesta campaña de presión, la evidencia son los mensajes de textos de funcionarios del Departamento de Estado, como uno en el que Bill Taylor, el diplomático más alto rango en Ucrania, dijo: «Creo que es una locura retener la asistencia de seguridad para ayudar con una campaña política».

La evidencia para el cargo de encubrimiento es la queja del denunciante secreto que desató la investigación de juicio político.

El denunciante anónimo dijo que altos funcionarios de la Casa Blanca «intervinieron para ‘bloquear’ todos los registros de la llamada telefónica» y escondieron la transcripción en «un sistema electrónico separado… utilizado para almacenar y manejar información clasificada de una naturaleza especialmente delicada».

Guerra Campal Entre Demócratas y el Presidente

Tras la reunión en la Casa Blanca que terminó con la abrupta salida de los demócratas tras insultos del presidente a la líder de la Cámara de Representantes, Trump publicó fotos acompañadas de ataques a Pelosi. Así respondió ella.

El presidente Donald Trump publicó una foto en Twitter acompañada de un mensaje insultante para la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.

Trump posteó la foto de la polémica reunión en la Casa Blanca en la que los demócratas aseguran que el presidente, entre otras cosas, insultó a la líder demócrata.

«¡El colapso desquiciado de la nerviosa Nancy!», indicó el presidente. La imagen tomada por la Casa Blanca muestra a la demócrata por California de pie apuntando a Trump sentado, con las manos en su regazo, mirándola del otro lado de la mesa.

Durante una reunión en la que los líderes demócratas del Congreso dijeron que el presidente tuvo un «colapso».

Pelosi pronto tomó la imagen y la puso en la portada de su perfil de Twitter.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, usó la foto que publicó el presidente Trump para su ceunta de Twitter.

Tras esta acción de la líder demócrata, que fue entendida como una actitud orgullosa de una mujer poderosa enfrentando a un presidente muy conocido por atacar e insultar a sus críticos, la imagen se volvió rápidamente viral.

Usuarios en redes sociales comentaron que, lejos de ser insultante, la imagen muestra a «una mujer en control» siendo ella la única mujer visible en esa mesa. Otro usuario comentó que esa foto debería ser el poster de campaña de Pelosi.

Otros comentaron la actitud de los que acompañan a Trump en la mesa, cabizbajos, comentando que parecen avergonzados del presidente.

El vicejefe de gabinete de Pelosi, Drew Hammill, le «agradeció» a Trump que les diera una nueva foto de perfil para la demócrata.

La reunión en la Casa Blanca era para discutir la orden de Trump de retirar las tropas estadounidenses en el norte de Siria y el ‘abandono’ de los kurdos en la región, quienes fueron los aliados clave en la lucha de EEUU contra ISIS. Se calcula que cerca de 1,000 prisioneros de la agrupación extremista están bajo custodia de los kurdos quienes ahora están bajo ataque por el avance de Turquía en los territorios en los que ellos viven.

Republicanos y demócratas criticaron fervientemente esta decisión tras una abrumadora votación bipartidista a una resolución en contra de la retirada de las tropas estadounidenses.

Tras el abrupto final de la reunión, Pelosi y el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, comentaron que Trump «comenzó a llamar a la presidenta Pelosi un político de tercera categoría».

Según una recosntrucción de The New York Times, Trump también se midió con Pelosi y dijo que a él le importaba más derrotar al terrorismo que ella.

«Odio a ISIS más que tú», declaró el presidente a lo que Pelosi respondió: «No lo sabes».

Luego Trump le dijo: «Eres solo una política».

«A veces desearía que tú lo fueras», respondió Pelosi.

Según la reconstrucción del diario, Schumer intervino para decirle a Trump que los insultos no eran necesarios y el presidente atacó a Pelosi: «No eres una política, eres un política de tercer grado». Pelosi se levantó para irse, pero se quedó unos segundos más, hasta que finalmente se retiró.

Más tarde el miércoles, el presidente tuiteó una serie de fotografías de la reunión insultando a Pelosi llamándola «¡una persona muy enferma!»