Al Parecer Melania ya No Tolera a su Marido

El gesto de Melania ante Donald Trump que se ha hecho viral

Melania Trump, como ya ha realizado en más de una ocasión con su marido, después de una sonrisa forzada le ha salido una cara de enorme desprecio ante ciertas situaciones. Esta vez ha sido en el estadio de los Houston Astros, al que los Trump asistieron para ver el partido contra los Atlanta Braves. Una usuaria en Twitter no ha dudado en colgar el momento en que Melania realizaba una cara de cansancio total, completamente opuesta a la de su marido

Que la relación entre Melania y Donald Trump está repleto de gestos «curiosos» no es ningún secreto, pero el último de ellos ha puesto -en realidad no es la primera vez- las redes sociales patas arriba. Bárbara Tijerina, a través de su cuenta personal de Twitter, compartió un fragmento de vídeo en el que la expresión corporal de la ex modelo eslovena es bastante… clara. Ya lo dice la propia Bárbara: «Dios mío, hazme viuda, por favor».

Ya sea por el momento, la lectura de su lenguaje corporal, el sentido del humor del propio tuit o la mezcla de estos y otros tantos elementos, se ha vuelto viral. El suceso tuvo lugar mientras el matrimonio asistía a un partido de las series mundiales de béisbol. El choque enfrentaba a los Houston Astros y los Atlanta Braves en el estadio de los segundos.

En un principio parece que la cosa no va a ir a más. Donald Trump, con sonrisa en el rostro, saluda a la gente mientras alza ambos pulgares. Melania parece imitarle, pero segundos después gira el rostro y suelta loo que parece ser un amplio suspiro. No sabemos que le habrá pasado por la cabeza, pero… Bueno, su gesto lo dice todo.

Otros internautas también captaron a la pareja durante su visita al estadio.

Trump Demanda Para Mantener Secretos Papeles de su Presidencia

El expresidente presentó su demanda este lunes en el Tribunal de Distrito de Washington DC. Reclama el llamado ‘privilegio ejecutivo’, en un esfuerzo por bloquear el acceso a documentos de la Casa Blanca relacionados con la violenta irrupción del pasado 6 de enero en el Capitolio.

El expresidente Donald Trump presentó una demanda este lunes contra el comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio y a los Archivos Nacionales para bloquear la publicación de los registros de la Casa Blanca relacionados con la violenta irrupción del pasado 6 de enero.

Los abogados del expresidente presentaron la demanda en el tribunal de distrito de Washington DC. La ofensiva nombra al comité y a su presidente, el representante Bennie Thompson, y al encargado del Archivo Nacional, David Ferriero.

Apelando al llamado ‘privilegio ejecutivo’, la demanda catalogó la investigación sobre los hechos de ese día como «una expedición de pesca ilegal y molesta».

Trump dijo que la solicitud del comité tenía un «alcance casi ilimitado» y buscaba registros sin una conexión razonable con ese día. Alegó que el comité está buscando potencialmente millones de registros presidenciales que, según él, están cubiertos por una amplia gama de privilegios, incluidos los que cubren las comunicaciones presidenciales y las conversaciones entre abogados y un cliente.

La demanda apunta a las funciones centrales de supervisión del Congreso, diciendo que los registros que buscan los legisladores no son para «propósitos legislativos legítimos» y que el comité no tiene los poderes de una agencia de aplicación de la ley. Busca una orden judicial que prohíba al archivero producirlos.

Biden ha dicho que no bloquearía la divulgación al comité, porque el ataque del 6 de enero fue un evento sin precedentes que el privilegio ejecutivo no debería tener en cuenta.

«En una estratagema política para acomodar a sus aliados partidistas, el presidente Biden se ha negado a hacer valer el privilegio ejecutivo sobre numerosos documentos claramente privilegiados solicitados por el Comité», dice Trump, según los documentos judiciales.

El comité del 6 de enero está buscando los documentos como parte de su investigación sobre cómo una multitud de partidarios de Trump irrumpió en el edificio del Capitolio el 6 de enero en un esfuerzo por detener la certificación de la victoria del ahora presidente Joe Biden.

Trump es interrogado por otra demanda

La demanda fue presentada el mismo día que Trump fue interrogado por una demanda legal presentada por manifestantes que acusaron al equipo de seguridad del magnate de golpearlos durante una protesta realizada en los primeros días de su campaña presidencial en 2015.

Trump testificó bajo juramento durante una interrogatorio privado en la Torre Trump de la ciudad de Nueva York por varias horas, dijo un abogado de los cinco demandantes, neoyorquinos de origen mexicano. Si el caso va a juicio, se le mostrará el video de la deposición al jurado.

El abogado de los demandantes, Benjamin Dictor, indicó que Trump fue interrogado sobre distintos temas, incluyendo declaraciones que hizo en actos de campaña en los que parecía alentar al personal de seguridad a maltratar a los manifestantes.

La conducta de Trump al responder las preguntas fue la misma que mostró en público siendo presidente y la sesión prosiguió como la mayoría de las deposiciones, agregó Dictor. El abogado se negó a entrar en detalles sobre la manera en que Trump lidió con el interrogatorio y se rehusó a describir su testimonio antes de presentar el caso ante un jurado.

Buscan Acuerdo Para Pagar Facturas de Trump

En un mensaje sobre el inminente agotamiento de la capacidad de endeudamiento del gobierno federal, el presidente afirmó que los republicanos bloquean lo que ha sido siempre una práctica bipartidista de una manera “hipócrita y peligrosa”.

El presidente Joe Biden adoptó la inusual estrategia de culpar a la administración exterior para explicar por qué el llamado ‘techo de la deuda’ d ebe aumentarse.

“Debemos elevar el techo de la deuda en parte debido a las irresponsables políticas de gasto en impuestos de la administración (de Donald) Trump”, dijo el presidente en un mensaje desde la Casa Blanca para hablar sobre el límite que, de acuerdo con el Tesoro, se alcanzará a mediados de octubre.

“En cuatro años, ellos (los republicanos) incurrieron en casi $8 billones de deuda adicional, en facturas que ahora tenemos que pagar (…) Eso es más de la cuarta parte de la deuda entera asumida en más de 200 años”, aseguró el presidente, quien expresó su frustración con los congresistas republicanos que se niegan a autorizar un aumento de la capacidad de endeudamiento, algo que solía ser un trámite bipartidista.

“Los republicanos en el Congreso elevaron (el límite) de la deuda tres veces cuando Donald Trump era presidente, y en cada ocasión tuvieron apoyo demócrata. Ahora no lo van a elevar”, se quejó el mandatario, quien aseguró que los legisladores de la oposición tienen una actitud “hipócrita, peligrosa y vergonzosa”.

Biden afirmó que con esa posición los republicanos amenazan con usar su poder para prevenir que la economía supere lo que el Tesoro y empresas de análisis de riesgo calculan que serán un escenario catastrófico.

Si el techo de la deuda no es elevado el país tendrá que empezar a posponer o recalcular pagos a sus acreedores, entrando por primera vez en su historia en una cesación de pagos que enviaría señales de alarma al sistema financiero internacional y podría degenerar en una recesión global, de acuerdo con la advertencia que hizo al Congreso la secretaria del Tesoro, Yanet Yellen.

“No estamos esperando que los republicanos hagan su parte. Ellos han sido muy claros desde el principio. Solo les estamos pidiendo que no usen los trucos procedimentales para impedirnos hacer el trabajo que ellos no harán”, dijo el presidente en referencia al filibuster, el recurso dilatorio con el que cuenta la minoría en el Senado para bloquear la aprobación de leyes.

Para cerrar los debates sobre leyes y pasar a voto final, los senadores necesitan 60 votos para aprobar el llamado ‘cloture’. Actualmente los demócratas y republicanos tienen 50 escaños cada uno, por lo que la mayoría solo la asegura el voto de la vicepresidenta Kamala Harris.

“Un meteoro está dirigiéndose a chocar nuestra economía. Los demócratas están dispuestos a hacer todo el trabajo para detenerlo. Los republicanos solo tienen que dejarnos hacer nuestro trabajo. Solo sálganse del camino. Si no quieren ayudar a salvar el país, solo sálganse de la vía para que no lo destruyan”.

Poco antes de las palabras de Biden, McConnell envió una carta al presidente diciéndole que los demócratas deben buscar la manera de elevar el techo de deuda ellos mismos.

“Respetuosamente le digo que es momento de que se involucre directamente con los demócratas del Congreso en este asunto” y le recordó que no deben “ir sonámbulos a una catástrofe evitable cuando han tenido casi tres meses de aviso para hacer su trabajo”.

El líder republicano argumenta que no tiene una lista de demandas que hacer a la Casa Blanca pero que como Biden y los demócratas “desean gobernar solos, deben manejar el límite de la deuda solos también”.

Los republicanos han bloqueado los dos intentos hecho en el Senado para subir el techo de la deuda: la primera, cuando era parte de un paquete para financiar al gobierno, y la segunda, cuando se presentó como pieza independiente.

La estrategia de la bancada de McConnell es forzar a los demócratas a que incluyan el tema en el paquete de reconciliación de $ 3,5 billones que esperan aprobar por mayoría simple, pero es un procedimiento que podría tomar mucho tiempo y no estar a punto para el 18 de octubre, que es cuando el Tesoro espera agotar la capacidad de endeudamiento.

General Confirma Llamada a China por Posible Demencia de Trump

Mark A. Milley declaró ante el Senado que altos mandos eran conocedores de estas comunicaciones. “Mi tarea en ese momento era desescalar” la tensión, justificó.

El general de mayor rango de Estados Unidos, Mark A. Milley, defendió el martes las llamadas que hizo a su homólogo chino en los últimos meses de la presidencia de Donald Trump, alegando que otros funcionarios del Gobierno eran conocedores de estas comunicaciones y que no tenían intención de “usurpar la autoridad”.

En ambas llamadas al general Li Zuocheng, que han situado a Milley en el centro de una tormenta, éste garantizaba que Estados Unidos entraría en guerra repentinamente o atacaría a China.

“Las llamadas del 30 de octubre y del 8 de enero fueron coordinadas antes y después con el personal del secretario [de Defensa Mark] Esper y del secretario interino [de Defensa Chris] Miller y con la interagencia”, declaró Milley ante el Comité de Servicios Armados del Senado.

“Mi tarea en ese momento era desescalar” la tensión que había, afirmó el general.

Milley justificó que hizo las llamadas después de que miembros del servicio de inteligencia señalaran su preocupación ante la eventualidad de que el Gobierno chino creyera posible un ataque estadounidense.

“En ningún momento intenté cambiar o influir en el proceso, usurpar la autoridad o meterme en la cadena de mando, pero se espera que dé mi consejo y garantice que el presidente está plenamente informado”, explicó el general.

La primera llamada fue realizada pocos días antes de los comicios presidenciales del 3 de noviembre de 2020, bajo la dirección del entonces jefe del Pentágono, Mark Esper, apuntó Milley.

La segunda fue el 8 de enero, dos días después de que una turba –la mayoría seguidores de Trump– asaltara el Capitolio en un intento de impedir que el Congreso confirmara la victoria presidencial de Joe Biden. Esa comunicación fue realizada a instancias de los funcionarios chinos y fue coordinada con la oficina del entonces secretario Chris Miller.

Por otro lado, el general dijo a los senadores del Comité que sabía que Trump no planeaba atacar a China.

“Sé, estoy seguro, que el presidente Trump no tenía intención de atacar a los chinos y es mi responsabilidad transmitir las órdenes y la intención presidencial”, reiteró.

General Temía que Trump Enloqueciera Según Libro

El jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA de EEUU, Mark A. Milley, tomó medidas en enero por si el entonces presidente Trump intentaba lanzar un ataque nuclear, e incluso contactó a China para evitar un conflicto armado, según un adelanto de ‘Peril’, el libro de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa.

Temeroso de las acciones de Donald Trump en sus últimas semanas como presidente, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Mark A. Milley, tomó medidas en enero por si el entonces presidente intentaba lanzar un ataque nuclear; e incluso contactó a China para evitar un conflicto armado con ese país.

Así lo indica ‘ Peril’, el nuevo libro de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa, que saldrá a la venta este mes, pero del que el diario The Washington Post y la cadena CNN adelantaron detalles este martes.

De acuerdo con el libro, Milley dijo al general Li Zuocheng del Ejército Popular de Liberación que Estados Unidos no los atacaría. Una llamada tuvo lugar el 30 de octubre de 2020, cuatro días antes de las elecciones que derrotaron a Trump. La segunda llamada fue el 8 de enero de 2021, solo dos días después de la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios del presidente saliente.

Milley llegó a prometerle a Li que advertiría a su homólogo en caso de un ataque estadounidense.

“General Li, quiero asegurarle que el gobierno estadounidense es estable y que todo va a estar bien”, le dijo Milley en la primera llamada, según el libro. » No vamos a atacar ni realizar ninguna operación en su contra».

«Si vamos a atacar, los llamaré con anticipación. No será una sorpresa», dijo Milley.

La segunda llamada estaba destinada a aplacar los temores de los chinos sobre los acontecimientos del 6 de enero. Pero el libro informa que Li no se apaciguó tan fácilmente, incluso después de que Milley le prometiera: “Estamos 100 por ciento firmes. Todo está bien. Pero la democracia a veces puede ser descuidada».

Temor de ataques militares

Dos días después del asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos el pasado 6 de enero, Milley, quien es el general de mayor rango de EEUU, convocó a los altos mandos militares a una reunión secreta y extraordinaria en su oficina del Pentágono, señala el libro.

Milley les instruyó a no aceptar órdenes de nadie a no ser que él estuviera también al tanto, en lo relativo a lanzar ataques militares o con armas nucleares, porque temía que Trump decidiera «actuar por su cuenta», según el relato del libro de Woodward y Costa.

El general «estaba seguro de que Trump había caído en un declive mental grave después de las elecciones, y estaba ahora prácticamente maníaco, gritando a funcionarios y construyendo su propia realidad alternativa con teorías de la conspiración interminables sobre las elecciones», añade.

Eso llevó al general a presionar para que cualquier decisión militar de calado pasara por él, una medida que también tomó en 1974 el entonces secretario de Defensa estadounidense, James Schlensinger, mientras el presidente Richard Nixon encaraba un juicio político en el Senado.

Milley, según el libro, llamó al almirante que supervisa el Comando Indo-Pacífico de EEUU, la unidad militar responsable de la región de Asia y el Pacífico, y recomendó posponer los próximos ejercicios militares.

Esfuerzos de Trump

El libro también ofrece nuevos conocimientos sobre los esfuerzos de Trump por mantenerse en el poder a pesar de haber perdido las elecciones.

Trump se negó a ceder y ofreció afirmaciones falsas de que las elecciones habían sido robadas.

Repetidamente presionó a su vicepresidente, Mike Pence, para que se negara a certificar los resultados de las elecciones en el Capitolio el 6 de enero, el evento que luego fue interrumpido con el asalto de sus partidarios.

Pence, escribe el libro, llamó a Dan Quayle, un exvicepresidente y compañero republicano de Indiana, para ver si había alguna forma de acceder a la solicitud de Trump. Quayle dijo que no.

“Mike, no tienes flexibilidad en esto. Ninguno. Cero. Olvídalo”, dijo Quayle, según el libro. Pence finalmente estuvo de acuerdo. Desafió a Trump para reconfirmar la victoria de Joe Biden, aunque se trataba de un acto meramente simbólico en la sede del Congreso en Washington DC.

«No quiero ser más tu amigo si no haces esto», respondió Trump, según el libro, y luego le dijo a su vicepresidente: «Nos has traicionado. Yo te hice. No eras nada».

Declaraciones de Impuestos Trump Deben de ser Entregadas al Congreso

Durante la administración Trump, el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que no entregaría las declaraciones de impuestos porque concluyó que estaban siendo buscadas por demócratas que controlan la Cámara de Representantes por razones partidistas.

Desde la campaña presidencial pasada, Trump había intentado mantener en secreto los documentos sobre sus estados financieros y los de sus empresas. Crédito: Getty Images/Composición David Maris
El Departamento de Justicia informó que el Departamento del Tesoro debe proporcionar al Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes las declaraciones de impuestos del expresidente Donald Trump, lo que aparentemente pone fin a un largo enfrentamiento legal por los registros.

El comité presentó una demanda por los registros bajo una ley federal que dice que el Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés) “proporcionará” las declaraciones de cualquier contribuyente a un puñado de importantes legisladores.

El comité dijo que necesitaba los impuestos de Trump para una investigación sobre si cumplía con la ley tributaria.

En un memorando fechado el viernes, la Oficina del Asesor Legal de Justicia dijo que el presidente del comité «ha invocado razones suficientes para solicitar la información fiscal del expresidente» y que, según la ley federal, «el Tesoro debe proporcionar la información al Comité».

Los alcances de la decisión que permite a la Fiscalía de Nueva York acceder a las declaraciones de impuestos de Trump
Bajo la administración Trump, el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que no entregaría las declaraciones de impuestos porque concluyó que estaban siendo buscadas por demócratas que controlan la Cámara de Representantes por razones partidistas.

La larga lucha legal

En 2016 Trump rompió una larga tradición entre los aspirantes a la presidencia de EEUU de presentar sus declaraciones de impuestos, un gesto que busca proyectar entre los electores que las cuentas de los candidatos están en orden. La negativa del entonces candidato republicano despertó suspicacias y llevó a algunos a exigir que se investigaran esos documentos para ver si había algún tipo de negocio oscuro o conexión indebida que el magnate inmobiliario no quería que se revelara.

En su presidencia Trump logró contener los esfuerzos desde el Congreso para acceder a sus declaraciones de impuestos, enfrascándose en una larga batalla en cortes federales que terminó dos veces en la Corte Suprema de Justicia.

En julio de 2020 el máximo tribunal rechazó el argumento esgrimido por los abogados de Trump contra la fiscalía de Nueva York según el cual el mandatario no puede ser investigado bajo ningún concepto mientras ocupe la Casa Blanca, mientras que anuló decisiones de cortes inferiores que indicaban que el Congreso tiene derecho a solicitar la información financiera.

Finalmente, en febrero de este año, la corte declinó analizar un nuevo desafío legal del equipo de Trump, ratificando su decisión previa y ordenando que le fuera entregada la documentación a la fiscalía neoyorquina.

Con su opinión de este viernes, la oficina del Consejero Legal del Departamento de Justicia afirma que el comité presentó una solicitud válida que debe ser atendida y que “sirve a un propósito legislativo legítimo”.

No está claro si el expresidente adoptará alguna medida legal para tratar de bloquear la decisión.

Tras conocer la información, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que el gobierno del presidente Joe Biden ha “entregado una victoria al imperio de la ley” y que el acceso a esa información “es un asunto de seguridad nacional”.

“El pueblo estadounidense merece saber los hechos de sus preocupantes conflictos de interés como presidente y la debilitación de nuestra seguridad y democracia”.

El caso en Manhattan

Tras la decisión de la corte, el fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., obtuvo copias de los registros fiscales personales y comerciales de Trump como parte de una investigación criminal en curso.

Vance, en colaboración con la fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, viene investigando desde hace casi dos años investigar las prácticas empresariales de Trump.

En junio, un gran jurado de Manhattan que había sido activado por Vance acusó formalmente a la Organización Trump y a su director financiero, Allen Weisselberg, en relación con una investigación fiscal

La Organización Trump fue acusada en un tribunal de Manhattan de participar en un esquema de 15 años para «defraudar al gobierno» de EEUU.

Una empresa subsidiaria de los Trump, Trump Payroll Corporation (Corporación de Nómina Trump), que maneja los pagos a los empleados de la casa matriz, también es señalada en la acusación.

Aunque el expresidente Trump no ha sido acusado, la fiscalía ha dicho que la investigación sigue abierta. Sin embargo, los cargos contra Weisseslberg son un golpe para el exmandatario, quien ha dicho que las investigaciones neoyorquinas en su contra son parte de una represalia política.

Trump No Gastado Fondos Recolectados Para Probar Fraude Electoral

Estos dos párrafos del diario The Washington Post son tan poco sorprendentes como profundamente preocupantes.

«El Comité de Acción Política del expresidente Donald Trump recaudó cerca de US$ 75 millones en la primera mitad de este año mientras pregonaba la falsa noción de que las elecciones de 2020 le fueron robadas, pero el grupo no ha destinado fondos para ayudar a financiar la revisión de la boleta electoral en curso en Arizona o para impulsar esfuerzos similares en otros estados, según personas familiarizadas con las finanzas.

En su lugar, el liderazgo del Comité de Acción Política Save America, que tiene pocos límites en cuanto a cómo puede gastar su dinero, ha pagado algunos de los viajes del expresidente, los costos legales y el personal, junto con otros gastos, según las personas, que hablaron bajo la condición de anonimato para describir el funcionamiento interno del grupo. El Comité de Acción Política ha conservado gran parte de su dinero».

Añade otro punto probatorio a esta realidad sobre Donald Trump y los que le rodean: esto es, y siempre ha sido, una estafa. Trump se dio cuenta desde el principio como candidato de que podía separar a la gente de su dinero prometiéndoles el mundo. Y que, salvo en contadas ocasiones, podía luego hacer lo que quisiera con lo que había recaudado porque la gente no lo sancionaba por no cumplir sus promesas.

La formación y ejecución del Comité de Acción Política de Trump (Save America PAC) es una perfecta ilustración de la estafa básica de Trump.

Se formó inicialmente, justo después de la derrota de Trump en 2020, para recaudar aparentemente dinero para financiar varios desafíos electorales en todo el país. A los pocos días de la formación del Comité de Acción Política, el equipo de Trump había enviado más de 100 solicitudes por correo electrónico, la gran mayoría centradas en la idea inventada de que le habían quitado la victoria. Uno de ellos, enviado a mediados de noviembre, pedía a «cada patriota… que ayude a defender la integridad» de las elecciones.

El Comité de Acción Política recaudó rápidamente decenas de millones de dólares. Pero, en lugar de gastar parte de ese dinero en los costosos esfuerzos de recuento en lugares como Arizona y Michigan, Trump optó por utilizarlo para sus propios viajes por el país, así como para acumular la gran mayoría de los fondos como una forma de mantener su poder político en las elecciones intermedias de 2022 y, eventualmente, en la carrera presidencial de 2024.

Como escriben Josh Dawsey y Rosalind Helderman del diario The Washington Post:

«Incluso mientras rastrea asiduamente los intentos de sus aliados de poner en duda la integridad de las elecciones del año pasado, Trump no ha estado interesado en financiar personalmente los esfuerzos, confiando en otras entidades y partidarios para financiar los esfuerzos, dijeron [las fuentes]».

Todo ello plantea una pregunta obvia: si Trump cree de verdad que a) las elecciones le fueron robadas y b) las pruebas de ese hecho podrían salir a la luz en estos diversos intentos de recuento en todo el país, entonces ¿por qué no estaría dispuesto a poner su dinero en ello? Si la prueba que necesita para ser restituido está en algún lugar de Estados Unidos, ¿no gastaría cada centavo que tuviera, o, mejor dicho, cada centavo que se le haya donado después de las elecciones, para descubrirla?

A menos que, permítanme, Trump sepa que el fraude electoral es a su vez un fraude, uno que está perpetrando para arrastrar al presidente Joe Biden mientras mantiene sus propias posibilidades de postularse y ganar de nuevo.

Por supuesto, alguien que se aprovecha de la gente, y pone los pilares de la democracia en peligro, únicamente para su beneficio personal no sería un gran líder, y ciertamente no es material presidencial.

Trump va a Demandar a las Redes Sociales

Esta demanda se produce después de numerosas quejas del expresidente sobre «censura» contra él en estos gigantes tecnológicos. Sus cuentas en las redes sociales Facebook y Twitter están suspendidas desde el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero.

El expresidente Donald Trump anunció este miércoles que presenta una demanda colectiva contra los gigantes tecnológicos Facebook, Twitter y Google después de largo tiempo diciendo que le censuraban sin motivo.

La demanda es contra las empresas y contra sus consejeros delegados para hacerles «rendir cuentas» por lo que considera un ataque a su «libertad de expresión».

En una rueda de prensa retransmitida desde Bedminster (Nueva Jersey), Trump dijo que buscará probar la ilegalidad del veto de sus cuentas, pero también defender la Primera Enmienda de la Constitución y que las «Big Tech» dejen de «silenciar», «poner en una lista negra» y «cancelar» a los estadounidenses.

«Hoy, junto con el America First Policy Institute, estoy presentando como su representante principal, una importante demanda colectiva contra los grandes gigantes tecnológicos, incluidos Facebook, Google y Twitter, así como sus directores ejecutivos, Mark Zuckerberg, Sundar Pichai y Jack Dorsey», dijo Trump a los periodistas en su club de golf.

Estos tres altos ejecutivos «implementan una censura ilegal e inconstitucional», afirmó.

Las cuentas de Trump en las redes sociales Facebook y Twitter permanecen suspendidas tras el asalto violento de una turba de sus seguidores al Congreso de EE.UU. el 6 de enero, algo que ha calificado desde entonces de «censura» y «abuso».

«Las ‘big tech’ está fuera de control», dijo Trump

«Estamos pidiendo a la Corte Federal del Distrito Sur de Florida que ordene el fin inmediato de la censura ilegal y vergonzosa por parte de grupos de redes sociales dirigida a estadounidenses», dijo.

Y añadió: «Exigimos (…) el fin del silencio forzado». «No hay mejor prueba de que las ‘big tech’ están fuera de control que el hecho de que prohibieron al presidente de Estados Unidos en funciones» expresarse en sus plataformas.

En junio, Facebook anunció su decisión de suspender las cuentas de Trump durante dos años.

Antes de ser suspendido, Trump tenía casi 89 millones de seguidores en Twitter, 35 millones en Facebook y 24 millones en Instagram.

Presenta el Gobierno Demanda Contra Organización Trump

Un gran jurado de Manhattan acusó formalmente a la Organización Trump y a su director financiero, Allen Weisselberg, en relación con una investigación fiscal, según personas familiarizadas con el asunto citadas por CNN y The New York Times.

Los cargos específicos contra la compañía y su director financiero no fueron claros de inmediato, pero se espera que sean revelados este jueves, según The New York Times.

De hacerse oficial, será el primer proceso en cortes contra la Organización Trump desde que empezó a ser investigada hace más de tres años por la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance. Hay otra investigación paralela de la fiscalía del estado de Nueva York.

Según publicó el diario The Wall Street Journal por la mañana, los cargos están relacionados con presuntos delitos fiscales en relación con una variedad de ventajas y beneficios otorgados a los empleados. De acuerdo con el diario, se espera que Weisselberg sea procesado por evadir impuestos sobre beneficios recibidos en el ejercicio de su cargo (como vehículos, pagos educativos o alojamientos), pero no declarados debidamente a la Oficina de Impuestos.

No se espera que el expresidente Trump sea acusado, pero la fiscalía ha dicho que la investigación sigue abierta. Sin embargo, los cargos contra Weisseslberg son un golpe para el exmandatario, quien ha dicho que las investigaciones neoyorquinas en su contra son parte de una represalia política.

Si en el proceso, la fiscalía lograra demostrar que la práctica de esconder al fisco esos beneficios era más extendida de lo que se sabe hasta ahora, la empresa de Trump podría ser demandada por fraude y junto a ella sus principales directivos, entre quienes están los hijos de Trump.

Las imputaciones son resultado del aceleramiento que experimentó la causa luego de que en febrero la oficina de Vance recibiera finalmente las declaraciones de impuestos de Trump y su compañía que solicitaba desde hace mese, gracias a la decisión de la Corte Suprema de no aceptar el caso para bloquear las citaciones que se le hacían a los contadores del exmandatario. Fue la segunda oportunidad que el máximo tribunal falla en contra de las aspiraciones de Trump.

La corte ratificó una orden adoptada en julio pasado que permitía al equipo de Vance tener acceso a los documentos. La negativa de la Corte Suprema puso fin a meses de litigio legal y permite a la fiscalía continuar sus investigaciones sobre las finanzas de la Organización Trump.

De acuerdo con reportes de medios, los fiscales accedieron a millones de páginas de documentación de declaraciones de impuestos y otros papeles financieros que van desde enero de 2011 a agosto de 2019, lo que implica que se incluyen dos años en los que Trump estuvo en la Casa Blanca.

En mayo se informó que Vance había convocado un gran jurado, lo que daba la impresión de que la fiscalía consideraba que tenía un caso sólido como producto de su investigación y quería blindarlo con la opinión de un gran jurado.

Doble frente legal en Nueva York

Originalmente, Vance investigaba los pagos que recibieron dos mujeres que dicen haber tenido relaciones extramaritales con Trump antes de la campaña presidencia del 2016 y posibles manipulaciones de documentos comerciales.

Pero en agosto pasado por documentos presentados ante la corte trascendió que están investigando a Trump y su compañía por posible fraude bancario y de seguros.

A mediados de mayo la oficina de la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, que ya estaba llevando a cabo una investigación civil de la compañía del expresidente, indicó que está investigando criminalmente a la Organización Trump, en conjunto con el fiscal de distrito de Manhattan.

James lidera una investigación criminal sobre si la compañía de Trump informó falsamente el valor de las propiedades para garantizar préstamos y obtener beneficios económicos y fiscales. Su investigación se centraba en un edificio de oficinas de Trump en la ciudad de Nueva York, un hotel en Chicago y un campo de golf cerca de Los Ángeles.

Gobernador de Florida Supera a Trump en Encuestas

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, superó al expresidente Donald Trump, en una encuesta del conservador Centennial Institute en la que se consultó cuál sería el candidato favorito para las elecciones presidenciales de 2024.

DeSantis obtuvo 74% frente al 71% de Trump sobre todos los potenciales candidatos de un total de 31, de acuerdo con los resultados del sondeo de opinión informal que se efectuó entre 371 personas en la Western Conservative Summit 2021 realizada el pasado sábado en Denver, Colorado.

La cumbre, organizada por el Instituto Centenario de la Universidad Cristiana de Colorado, se considera una de las reuniones más grandes de conservadores políticos en el oeste de Estados Unidos, según Newsweek.

El gobernador no ha anunciado formalmente su postulación, pero según otras encuestas es considerado como uno de los principales candidatos.

En la Conferencia de Acción Política Conservadora, integrada en gran parte por partidarios de Trump, efectuada en febrero pasado, Trump lideró con 55% y DeSantis con 21%, pero al ser consultados los participantes sin tener la opción del expresidente, el 43% favoreció al gobernador de la Florida, de acuerdo con News Channel 8.

En el sondeo de opinión llevado a cabo en Western Conservative Summit, el senador Ted Cruz quedó de tercero con 42.86%, seguido por Mike Pompeo con 39.35%, Tim Scott con 35.58%, Kristin Noem y Tom Cottom con 29.92%, Rand Paul 27.76%, Donald Trump Jr. 24.80% y Mike Pence con 21.56%.

Entre los últimos lugares de preferencia estuvo la ex primera dama Michelle Obama con 2.896% y el presidente Joe Biden con 2.43%.

También se consultó cuáles son los asuntos no partidistas que consideraban más importantes y el 84.43% dijo que inmigración y la seguridad fronteriza, un 79.46% se pronuncio a favor de la integridad electoral, el 74.86% por la libertad religiosa y 73.78% por el derecho a tener armas.